Lo que es fascinante acerca del matrimonio es por qué alguien quiere casarse.
-Alain de Botton.
La crítica: Marcos (Ricardo Darín) y Ana (Mercedes Morán) conforman un matrimonio ideal hasta que las dudas entran en la vida de pareja. Esto sucede cuando el hijo de ambos abandona el hogar familiar de Buenos Aires para irse a cursar sus estudios universitarios a España. Es entonces cuando deciden replantearse sus vidas, separarse y comenzar una nueva vida de solteros buscando encontrar en otros brazos una nueva ilusión a la que aferrarse. ¿Será tan ideal como lo habían imaginado? ¿Se echarán de menos? ¿Estaban realmente enamorados?
La crítica: Así como la portada de un libro pueda ejercer como gancho para que los posibles lectores se interesen en al menos leer la contraportada; el cartel o el póster de una película es lo primero que va a ver el espectador. Pienso que ahí puede estar una de las claves para que se decidan a ver o no una película en la sala de cine. En el caso de la película reseñada hoy y aunque pueda atraer a cierto sector de público creo que el diseño del mismo puede resultar engañoso y perjudicial en lo puramente cinéfilo. Y es que se podría entender que nos hallamos ante una comedia insustancial, cuando muy por el contrario, nos encontramos ante una comedia bastante profunda y con el existencialismo como base narrativa. De hecho, la película compitió en la sección oficial del Festival de San Sebastián lo que no es poca cosa para empezar su trayectoria. No me quiero extender mucho más sobre este asunto y probablemente dedique una publicación en exclusiva a hablar sobre los carteles de cine aunque sea de una manera irónica.
El amor menos pensado supone una más que interesante ópera prima del ya veterano guionista y productor argentino Juan Vera al que conocimos en Cine y críticas marcianas gracias a sus trabajos en tareas de producción de las comedias Me casé con un boludo y El fútbol o yo. En esta ocasión, cambia al protagonista masculino y pasa de Adrián Suar a Ricardo Darín que vendría a ser como si en vez de conducir un Seat Ibiza pasará a conducir un Rolls-Royce. Cabe decir que Darín e incluso su hijo Chino Darín se han implicado al máximo en la película llegando incluso a reservarse un lugar en las tareas de producción del largometraje.
La historia comienza la conversación con el espectador hablándole sobre el "síndrome del nido vació", que viene a ser como una sensación de desesperanza, soledad y nostalgia cuando un hijo o todos los hijos abandonan el hogar familiar para independizarse. Con ello dejan a algunos padres descolocados, perplejos o desmotivados ante el cambio de rutinas. Otros muchos padres por el contrario lo celebran intensamente por quitarse de encima a unos adolescentes de entre 30 y 40 años que juegan a ser youtubers, instagramers, o Twitter-adictos como sino hubiera un mañana.
La fuente principal del posterior desarrollo narrativo es una pregunta que quizás nadie debería hacerse en un matrimonio con más de 25 años de duración y en el que ambos miembros parecen felices en un principio. Y es que preguntar en relaciones tan extensas algo así como: ¿estás enamorado/a todavía de mí?, puede llevar a un bucle infinito de preguntas y respuestas que disuelvan la relación.
En el desenlace de la propuesta Vera trata de dar respuestas a todas las preguntas planteadas y lo hace de una manera firme, personal y optimista. Este positivismo y en lo que se refiere a la mirada del espectador deja unas sensaciones positivas que es casi lo mejor que se puede decir de una película incluso por encima de su calidad cinematográfica. Por lo tanto, vamos a salir del cine con una sonrisa en la cara y mucho mejor de lo que habíamos entrado dos horas antes de comenzar la proyección. Es entonces, cuando podemos hablar de un cine de evasión que además conlleva una serie de planteamientos bastante inteligentes.
En pantalla aparecen algunos personajes secundarios correspondientes a amigos comunes de la pareja u otros en roles de nuevos romances post-separación que conllevan pura diversión narrativa. Pero sin duda todo el peso del reparto está sostenido sobre los principales protagonistas del conflicto. Creo que poco puedo añadir sobre Ricardo Darín. Se encuentra en un momento mágico y probablemente pueda considerarse ya el actor más internacional de la historia de Argentina. Por otro lado, nos encontramos con una gran Mercedes Morán (Luna de Avellaneda), que si bien es una actriz de reconocido prestigio en el país del tango, no es tan popular fuera de sus fronteras. Aunque esta apreciación puede cambiar en este año 2018 con este trabajo y con su envolvente papel en la excelente película El Ángel (reseña de Paula Vázquez Prieto), de la que por cierto yo no hice la crítica al ser vetado ridículamente por la distribuidora como si este pequeño espacio marciano tuviera alguna influencia positiva o negativa en el infinito mundo de la crítica de cine.
Respecto a los personajes interpretados y a sus significantes guardan muchísimas características comunes que nos hablan del desgaste en la pareja, de las nuevas formas de relacionarnos virtualmente o del desarrollo de las habilidades sociales.
En conclusión, El amor menos pensado me ha parecido una propuesta sorprendente, fresca e incluso necesaria por tratar desde la sutileza y el buen gusto algo tan complicado como son las relaciones de pareja. En el debe de la producción volvemos a lo de siempre, y más cuando se trata de un director debutante. Esto no es otra cosa que el no querer tirar de "tijeras" en el montaje y llevarnos con ello a unos excesivos 129 minutos que juegan en contra del ritmo de la propia historia. Aun así, y en un género tan complejo como es la comedia, el resultado es más que positivo.
Nota: 7/10.
Nacionalidad: Argentina.
Dirección y guión: Juan Vera.
Reparto: Ricardo Darín, Mercedes Morán,
Claudia Fontán, Luis Rubio, Andrés Gil.
Música: Iván Wyszogrod.
Fotografía: Rodrigo Pulpeiro.
Duración: 129 minutos.
Estreno Argentina: 2/08/2018.
Estreno España: 30/11/2018.