La introducción: "Una película orgullosamente mexicana". Empezando por el final, así es como se cierran los títulos de crédito de esta producción independiente que consiguió ser distribuida por Cinépolis en México. Para mí también es un orgullo poder traer por primera vez a Cine y críticas marcianas un film de una cinematografía muy interesante y que últimamente encuentra poco eco en las pantallas españolas. En años anteriores y a rebufo de los éxitos de Alejandro G. Iñarritu y Gael Garcia Bernat se produjeron estrenos muy interesantes como 'Amores perros', 'La zona', 'Y tu mama también', 'Nicotina', 'Frida', 'Cantinflas' o 'El coronel no tiene quien le escriba' por citar las más conocidas. Esperamos con interés para el mes de enero el estreno de 'Desierto' que es la película elegida por México para estar en la carrera de los Oscars.
La historia: Isabel está atravesando un difícil momento en su vida cuando es abordada por Nicolás. Él es un fotógrafo que queda prendado por su belleza. Este la invita a una exposición de su autoría y ella tras una casualidad del destino acude a dicho evento. Es el germen de un romance entre dos desconocidos con unas vidas rotas que pronto hallaran un punto de encuentro. La relación tendrá unas consecuencias imprevisibles.
La crítica: Para englobar a esta película en un género concreto habría que eliminar varias frecuencias que se tratan en la misma. Yo la definiría como un drama romántico experimental por contener tres de estos elementos como arterias principales. La secuencia circular con la que se abre y cierra la historia marcan un magisterio en la dirección de películas de la cineasta Katina Medina Mora (Lu-To).
Personalmente soy un enamorado de las cintas que desarrollan esta idea. Con ello, se otorga un aspecto de circunferencia cinematográfica que siendo en apariencia sencillo, requiere una complejidad en el montaje muy especial. Pero no solo es por el aspecto de un buen acabado estético. Lo fundamental de esta manera de hacer cine es que regresando al principio de la historia, se realza el conjunto de la misma sellando la propuesta. Si además, se huye de los "happy endings" made in Hollywood la autoridad de la idea cobra firmeza.
La forma de estar narrada la historia es lo más singular y vanguardista de la cinta. Y es que la película podríamos decir que tiene un doble comienzo que se siente como cine experimental dentro de la sencillez de la composición. Nos encontramos ante la mejor "antielípsis cinematográfica" que he visionado en los últimos años. La cineasta propone para ello un comienzo desde la mirada del protagonista masculino dando paso poco después a la visión femenina de los mismos sucesos.
En un salto en el tiempo y hacía atrás volvemos al comienzo y vemos la mirada de Isabel que en este caso es la mujer seducida. Antes, hemos observado la visión de Nicolás que es el que quiso seducir primero a su pareja. Las cosas cambian según la mirada del personaje que sea protagonista en cada momento. En esta textura narrativa fue pionero el director japones Akira Kurosawa que pocos se atreven a emular. Por fin una cineasta lo hace desde una naturalidad exquisita. Una vez vistos los dos puntos de vista, arranca la historia ya desde una perspectiva común como pareja.
La historia en sí nos habla de relaciones complejas y atormentadas por diversas razones. En el caso de Nicolás viene marcado por su enfermedad epiléptica. Isabel también está marcada por el delicado estado de salud de su madre y ahí es donde encuentran una comunión para dar forma a su historia de amor. La cinta es desnuda, sencilla, seca y fría en algunas ocasiones. Sin embargo, poco a poco va ganando peso en las emociones transmitidas al espectador.
La actriz mexicana Ilse Salas (Cantinflas), aborda el trabajo con una contundencia rotunda en pantalla. Isabel, su personaje, es poco habladora por lo que ella tiene que hacer un encomiable esfuerzo en la expresividad facial y corporal rozando la perfección interpretativa con una contención importante. Su compañero de reparto no se queda a la zaga. Se trata del actor español Pablo Derqui (Los ojos de Julia) que sostiene con fuerza al personaje de Nicolás. En la cinta hay una conseguida escena en la que sufre un ataque epiléptico que impresiona por su crudeza. Completa el reparto como madre de Isabel, Rosa María Bianchi (Premio Ariel por 'Nicotina') con una actuación profesional y desgarrada de una actriz con muchas horas de vuelo ya.
La música y la puesta en escena acompañan con coherencia el contraste de sentimientos por el que navegan los personajes. La fotografía subacuatica es la que destaca en algunas escenas rodadas bajo el agua. Todo está meditado para hacer un tipo de cine intimo, cotidiano e interior. Con ello se demuestra como en México se puede hacer un cine alejado de los focos de violencia y fractura social que tanto se acostumbra a caricaturizar cuando se rueda desde el otro lado de la frontera norte del país.
La universalidad de los afectos hacen que fácilmente nos identifiquemos con unos personajes que continuamente coquetean con la tragedia. Por lo tanto, Sabrás qué hacer conmigo es un viaje interior e intimista que demuestra que para contar una buena historia solo hace falta el talento creativo necesario para suprimir todo lo superfluo. En la desnudez cinematográfica de la película encontramos su sello de calidad. En definitiva, el filme es un pequeño tratado sobre la complejidad de las relaciones humanas en la eterna búsqueda del significado del amor.
Nota: 9/10.
Nacionalidad: México.
Directora: Katina Medina Mora.
Guión: Katina Medina Mora, Enma Bertrán.
Reparto: Ilse Salas, Pablo Derqui,
Rosa María Bianchi,Mariana Treviño,
Jose Angel Bichir, Arturo Barba.
Música: Andrés Sánchez
Fotografía: Erwin Jaquez.
Duración: 86 minutos.
Estreno México: 27 de mayo 2016.
Estreno España: 21 de octubre 2016.