viernes, 29 de marzo de 2019

Conociendo a Astrid: la chica con la que nadie quería bailar


Todo lo que necesitas para escribir libros sobre niños es haber sido niño.
-Astrid Lindgren.

La historia: Astrid (Alba August) es una joven inquieta que vive junto a su familia en la pequeña población sueca de Vimmerby a principios del siglo XX. Su vida transcurre entre la cotidianidad familiar del trabajo en la campiña y los bailes de fin de semana de los que suele volver decepcionada pues ningún chico la saca a bailar. Pero lejos de desanimarse, la joven se centra en la escritura que es su verdadera pasión. Pronto, recibirá la llamada de Blomberg (Henrik Rafelsen) que la contrata para trabajar en la redacción del periódico local. Es entonces, cuando surge un romance entre ambos con consecuencias imprevisibles.


La crítica: ¿Quién es Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrump? Mejor quizás, ¿Pippi Långstrump? ¿Aún no? Definitivamente mejor: "Pippi Calzaslargas", que es la verdadera razón por la que hoy nos reunimos aquí. La cineasta danesa Pernille Fischer Christensen, se ha embarcado en esta producción sueca para dar luz a la biografía cinematográfica de la escritora Astrid Lindgren.

La autora pasó a la posteridad como una de las mejores escritoras de literatura infantil del siglo XX, y su figura es indisociable de esa frenética niña pelirroja a la que bautizó como Pippi Calzaslargas y que probablemente recordarán por la serie de televisión que tanta difusión consiguió a nivel mundial.

Lo mejor de la producción pasa por un mágico comienzo en el que vemos a la veterana escritora cuando está abriendo los cientos de cartas que recibe de niños con dibujos, agradecimientos y felicitaciones por la creación de sus historias infantiles. Del mismo modo acaba la película en un cierre circular que aunque previsible es de un exquisito gusto cinéfilo. El problema, o varios de los problemas con los que cuenta la producción es lo que sucede entre las más de dos horas (¿quizás fueron tres?), entre los dos intervalos temporales citados. Y es que los suecos, o las suecas, cuando se ponen intensos, se ponen intensos. Y efectivamente la cinta es intensa, desmesurada, e incluso busca intencionadamente el melodrama cuando desde la perspectiva del humor se podría haber sacado mucho más jugo a la historia. No obstante, y a pesar de dicha densidad, la historia consigue una extraña atracción por saber quién fue, cómo fue y por qué tuvo tanto éxito entre los niños la aclamada escritora Astrid Lindgren.

La historia no es un biopic al uso, si así lo hubiera sido creo que sería una invitación al suicidio. Al suicidio por aburrimiento, digo. Es por eso, que de manera muy inteligente, la cineasta danesa se centra en un segmento temporal de la vida de Astrid en la que se funden la maternidad, el amor y su vocación como novelista. Básicamente la cinta se centra en la franja de edad de entre los 15 y los 30 años de la autora, que por otra parte es cuando pasan las cosas interesantes de la vida (y no me refiero a abrir una cuenta en Instagram). Me refiero al primer amor, al primer trabajo, o incluso a las primeras decepciones que nos forman como personas.


El reparto de la película está encabezado por la joven actriz danesa Alba August que se dio a conocer en 2013 al encarnar a la protagonista Selinda en el drama Relinance de William Olsson, que cosechó excelentes críticas. Su interpretación de la escritora es cálida, profunda y fresca. Tras esta actuación, la veremos trabajar de nuevo en la órbita del cine nórdico europeo.

Los otros dos personajes que marcan la trama cumplen con rigor con los papeles asignados. Henrik Rafelsen se mete en la piel del hombre maduro que dirige el diario local del que se enamora la joven Astrid, y Trine Dyrholm (una de las actrices más aclamadas de Dinamarca) hace de la madre de acogida del bebé que Astrid tiene con el director del periódico y que tratan de esconder ante la complicada situación de la pareja. Esta maternidad no deseada, pues fue un embarazo imprevisto, es el principal hilo narrativo de la propuesta, y en lo que se centra la cineasta para descubrir el porqué de la conexión emocional entre Astrid y los niños.

En la parte técnica cabe destacar la brillante partitura musical del compositor danés Nicklas Schmidt en un lujo para coleccionistas.

Conociendo a Astrid sin ser una película brillante es un bonito homenaje a Astrid Lindgren que no solo se convirtió en una de las autoras más destacadas de Suecia, sino que también fue en una de las voces más influyentes del país. Fue una incansable defensora de los derechos de los niños, y luchó contra la injusticia y la opresión de la vieja Europa.

Sus 165 millones de libros vendidos y su trayectoria, merecían ser llevados al cine para conocer quién fue esa chica con la que nadie quería bailar.

Nota: 7/10.

Nacionalidad: Suecia.

Dirección: Pernille Fischer Christensen.

Reparto: Alba August, Henrik Rafelsen,
Trine Dyrholm, Maria Bonnevie.

Guión: Kim Fupz Aakeson.

Música: Nicklas Schmidt.

Fotografía: Erik Molberg.

Duración: 123 minutos.

Estreno Suecia: 14/09/2018.

Estreno España: 29 de marzo de 2019.


martes, 26 de marzo de 2019

Dolor y Gloria: Pedro Almodóvar se hace un autorretrato plano, seco, y doloroso


Usa el dolor como una piedra en tu camino, no como una zona para acampar. -Alan Cohen.

La historia: Salvador Mallo (Antonio Banderas) es un aclamado director de cine español que debido a su delicado estado de salud no se siente con fuerzas para iniciar un nuevo proyecto en forma de película. Es entonces, cuando se reencuentra con Alberto (Asier Etxeandia), que es un actor con el que rodó una exitosa película 30 años atrás y que le introduce en el mundo de las drogas. A partir de ese instante, Salvador Mallo, cree haber encontrado la solución para sus doloridas articulaciones e incluso vuelve a reactivar su capacidad creativa que permanecía estancada desde su último rodaje. Son momentos de intimidad y recogimiento donde el cineasta recordará a través de distintos pasajes de su vida, su transcurrir vital desde su infancia en la población de Paterna, hasta llegar a los días de actualidad donde vive aislado en un lujoso piso de la ciudad de Madrid.


La crítica: Tres años después del estreno del bellísimo melodrama Julieta, Pedro Almodóvar vuelve a la gran pantalla con su cinta más personal, más introspectiva, pero también más grisácea a pesar de estar rodada con el colorido tradicional que siempre ha acompañado su filmografía.

Dolor y Gloria es un proyecto que nace para narrar la historia de un director de cine ficticio pero que claramente tanto en su guión, como en en el desarrollo del rodaje (que en los interiores transcurre en la propia casa actual de Almodóvar) va tomando forma de su propia biografía personal. Por lo tanto, nos encontramos con un biopic atípico en el que se mezclan recuerdos personales con elementos ficticios agregados que no consiguen añadir las dosis de emocionalidad necesarias para que el espectador empatice con su alter ego en la pantalla.

La cinta gana claramente cuando el libreto recurre a los flashbacks para llevarnos a la infancia de Salvador Mallo. Aquí la trama es rural, natural, y pura. En mi opinión, esta es la parte más interesante del largometraje, y donde apreciamos los primeros deseos e impulsos sexuales del personaje principal.

En esta parte se describe la relación con su madre y su formación como estudiante que marcan para siempre su trayectoria personal. Sin embargo, la cinta pierde intensidad y sobre todo emoción, cuando transita ese camino de lo rural a lo urbano, y de la niñez a la madurez. Ahí esdonde los traumas personales o de salud de Salvador Mallo, dejan de interesar al volverse una trama mundana, espesa y medicalizada.

En esos momentos, la narrativa se convierte en mecánica y academicista girando en torno a los diversos problemas de salud del cineasta que parece querer transmitir de forma metáforica y/o hipocondríaca, el dolor que lleva el propio Almodóvar por las críticas personales recibidas en los últimos años. Quizás de ahí el título de la película que define a la perfección su última etapa como cineasta.


Lo mejor de la película pasa por un reparto dirigido con mano de hierro por Almodóvar que desde luego, en este aspecto, sigue en plena forma y demuestra que además de escribir (si es que el cineasta de turno es también el guionista), la principal función de un director de cine es precisamente la dirección de actores. Solo por el hecho de conseguir que Penélope Cruz no grite, parezca una actriz de verdad, se contenga y haga un buen papel como es en el caso de hoy, ya comprobamos la destreza y la maestría del cineasta español en dicha dirección de actores.

En este caso, Penélope Cruz interpreta a la que fue la madre de Salvador Mallo en la parte de la trama que nos transporta al mundo rural. Después, en la parte urbana, la madre para a ser interpretada por Julieta Serrano (Mujeres al borde de un ataque de nervios) donde pronuncia una frase para el recuerdo en la que textualmente le dice a Salvador: "no has sido un buen hijo". No sabemos si este es un elemento puramente ficcionado o un reconocimiento de culpa del propio director.

Pero el verdadero protagonista en cuanto al elenco actoral es Antonio Banderas que realiza en mi opinión el mejor papel de su carrera. Tanto en su caracterización, como en su manera de hablar, o de moverse nos hace ver que su personaje no es Salvador Mallo, sino el propio trasunto de Pedro Almodóvar. Destacar así mismo a Asier Etxeandia, en el papel de Alberto, que interpreta a un actor en decadencia que vuelve por casualidad a la vida de Salvador Mallo y que le introduce en el mundo de las drogas como comentaba al principio del texto. Otro pequeño papel, pero importante por su significado sentimental, es para el argentino Leonardo Sbaraglia que representa el significado de un reencuentro sentimental y geográfico.


En la parte técnica cabe destacar la siempre impoluta dirección de arte con la que cuentan las películas del cineasta manchego. En esta ocasión además, destaca la dirección de fotografía del maestro José Luis Alcaine que maximiza la luz cuando la acción transcurre en los exteriores coincidiendo con la niñez del protagonista. Sin embargo, gira las lentes hacia a tonos oscuros coincidiendo con las secuencias de los espacios interiores que representan el ocaso de Salvador Mallo. Destacar así mismo que Almodóvar deja de lado o no considera necesario mostrar en esta ocasión las plazas, calles, o algún espacio escénico relevante de la ciudad de Madrid y apenas muestra algún retazo de la capital española.

La música del compositor Alberto Iglesias vuelve a acompañar con éxito el nuevo film de Almodóvar con la sorpresa añadida de un breve cameo de Rosalía que interpreta 'A tu vera' junto a Penélope Cruz.

Esta secuencia/lienzo, donde se interpreta la canción, se produce cuando un grupo de mujeres lava la ropa en la orilla del río y nos transporta a la España rural de mediados del siglo pasado.


Dolor y Gloria es en definitiva una película autobiográfica que nos muestra cómo Almodóvar se ve a sí mismo en la actualidad partiendo desde los recuerdos de su infancia. Todo es proyectado en un personaje imaginario como es el de Salvador Mallo que acaba por ser moldeado y encajado en su propia figura. Esto que puede ser muy interesante para él, su familia, amigos o seguidores, me da la sensación de que puede provocar cierta distancia con aquel espectador que solo busque ver una película o una buena historia sin más. Además, la nula emocionalidad de la cinta, convierten a Dolor y Gloria en una película fría y distante sin menoscabar la perfección en la técnica cinematográfica de rodaje. Pero el cine es ante todo emoción, y precisamente sin este elemento del que adolece la cinta reseñada hoy, la experiencia pierde muchos enteros con respecto a su anterior obra Julieta que era ante todo pura belleza emocional.

Nota: 6/10.

Nacionalidad: España.

Dirección y guión: Pedro Almodóvar.

Reparto: Antonio Banderas,
Asier Etxeandia, Nora Navas,
Penélope Cruz, Julieta Serrano,
Leonardo Sbaraglia, Asier Flores.

Fotografía: José Luis Alcaine.

Música: Alberto Iglesias.

Duración: 108 minutos.

Estreno España: 22/03/2019.


viernes, 22 de marzo de 2019

Bel Canto: el síndrome de Lima llevado al cine


Nadie puede amar sus cadenas, aunque sean de oro puro. -I. Heywood.

La historia: Roxanne Coss (Julianne Moore) es una destacada soprano de ópera que es contratada para cantar en un evento privado organizado por el industrial japonés Hosokawa (Ken Watanabe) en la embajada japonesa de Lima en Perú. Pero lo que parecía una tranquila velada de música y camaradería, es interrumpida por un grupo insurgente de secuestradores armados que toman como rehenes a todos los invitados. Tras unos días de encierro en los que el gobierno hace caso omiso a las peticiones políticas de los captores, los lazos afectivos entre Roxane y Hokosawa comienzan a estrecharse. Lo que es más sorprendente aún, es que empieza a surgir cierta empatía entre secuestrados y secuestradores.


La crítica: La cinta a medio camino entre el thriller y la comedia involuntaria, está basada en la novela homónima escrita por Ann Patchett que fue publicada en 2001 y que acabó alzándose con numerosos premios literarios y siendo nombrado el mejor libro del año por Amazon. La novela a su vez está inspirada en la crisis de los rehenes peruanos de 1996, que comenzó en diciembre de ese año cuando miembros de uno de los dos grupos rebeldes más grandes de Perú -el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) - atacaron una fiesta que se realizaba en la residencia del embajador japonés en Perú.

El evento estaba destinado a celebrar el cumpleaños del emperador japonés Akihito. De estos hechos proviene el síndrome de Lima que consiste en una generación de empatía de los secuestradores hacia los secuestrados. Digamos que sería lo inverso al célebre síndrome de Estocolmo, que no obstante también se dio entre parte de los secuestrados y los guerrilleros que tomaron por la fuerza la embajada nipona, o al menos así lo refleja la película de Paul Weiz .

La narración se podría calificar de surrealista o poco creíble, y tiene mérito la cosa, mejor dicho desmérito, pues estando la cinta basada en hechos reales, el guionista se toma unas libertades creativas que resultan francamente increíbles. Es cierto que la película tiene algunos toques de humor relevantes, pero también es cierto que el ochenta por ciento de estas "humoradas" son de carácter involuntario y se acercan más al folletín de telenovela, que a una película que en principio parte como un thriller de suspense.

Y es que las situaciones que se crean en el interior de la embajada se corresponden más a una fiesta de "follamigos" que a un secuestro real. De hecho, viendo la película le entran ganas a uno de que le secuestren para ver si pilla cacho. Sería esto entonces como una nueva versión de Con faldas y lo loco, pero sin faldas, y a lo loco, loco, loco.

El caso, es que según como se afronte la película puedes pasar un rato bastante entretenido, o desear que a un secuestrador se le escape un tiro, atraviese este la pantalla y te fulmine la sien para acabar con el sufrimiento lo antes posible. Esto es lo que se viene llamando el síndrome del marciano, que consiste básicamente en ideas autolíticas/suicidas cuando se ven determinadas cosas en pantalla. Aun así, me mola Julianne Moore, y por ella aguanté hasta el final de la peli como un campeón.


Y lo curioso es que la ganadora del Oscar por 'Simpre Alice' nunca fue una actriz de mi predilección. Sin embargo, su evolución como actriz nunca ha dejado de crecer. En esta ocasión, Julianne Moore es la que sustenta la propuesta con su buen trabajo interpretado al personaje ficticio de Roxanne Coss.

¿Por qué se ha metido entonces una actriz de su prestigio en este berenjenal o circo cinematográfico? Pues supongo que se deberá al "síndrome de Hollywood" (denominación inventando sobre la marcha) que consiste básicamente en que las actrices con más de 50 años (Moore tiene 58 años) desaparecen de buena parte de las producciones para dar paso a las actrices más jóvenes, más relucientes y más recauchutadas del panorama internacional.

Sobre el resto del reparto es tan mediocre como la propia película. Quizás solo cabe destacar a Maria Mercedes Coroy en el papel de la soldado y secuestradora Carmen, cuya única película anterior, 'Ixcanul', se había hecho completamente en su lengua materna: el Kaqchikel. Este personaje además refleja a la perfección en qué consiste el síndrome de Lima, y a su vez el propio síndrome de Estocolmo en su interacción con otros personajes representados en el secuestro.

Bel Canto me ha parecido en definitiva una película prescindible por su narrativa cinematográfica pero interesante por la divulgación del síndrome de Lima que casualmente desconocía. Supe por primera vez de él, tras leer el relato de la autora Julia C. Cambil, llamado: El plan.

Curiosamente al día siguiente de leer dicho relato, me llegó la convocatoria para asistir al pase de esta película que llega a los cines este 22 de marzo en España. En fin, espero que toda esta casualidad no sea indicativo de que me vayan a secuestrar, pero si da el caso, espero que sea un secuestro como el de Bel Canto que más que un secuestro es como una despedida de soltero pero a lo bestia.

Nota: 5/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Director: Paul Weiz.

Reparto: Julianne Moore, Ken Watanabe,
Maria Mercedes Coroy, Sebastian Koch.

Guión: Paul Weiz, Anthony Weintraub.

Música: David Majzlin.

Duración: 102 minutos.

Estreno EE UU: 14/09/2018.

Estreno España: 22 de marzo de 2019.

martes, 19 de marzo de 2019

Taxi a Gibraltar: a tomar por Brexit, ¡Gibraltar español, argentino y gaditano!


Cuando escucho a Wagner durante más de media hora me entran ganas de invadir Polonia. -Woody Allen.

La historia: León (Dani Rovira) es un taxista de Madrid que vive acosado por las deudas, por la competencia de Cabify, y amargado por naturaleza como todo buen taxista que se precie. Con su esposa a punto de dar a luz, y al borde de un ataque de nervios, recoge a un cliente argentino llamado Diego Manfredi (Joaquín Furriel), que le propone un viaje hasta Gibraltar. Allí, por lo visto, tratarán de encontrar unos lingotes de oro que según él se encuentran en el interior del peñón. Los casi 700 kilómetros de distancia del viaje, y la incorporación de Sandra (Ingrid García Jonsson) como tercera pasajera, les dará el tiempo suficiente para conocerse mientras preparan la "invasión" hispano-argentina a la colonia británica situada en el sur de la Península Ibérica. ¡Gibraltar español, argentino, y gaditano!


La crítica: Si tuviera que hacer una crítica cinematográfica convencional ya me estarían sobrando muchas palabras, y supongo que muchos sabrán el significado de esto. No obstante, como el 99 por ciento de mi vida ha transcurrido entre Madrid, La Línea (Cádiz), y Gibraltar, tengo algunas cosas que decir, y ya puestos, las voy a decir.

Los ingleses son un tipos muy raros. Yo desde luego de gente que conduce por la izquierda, se tiran por los balcones a las piscinas cuando vienen de turismo a España, y sobre todo tienen la ocurrencia de cenar entre las cinco y las seis de la tarde no me fío ni un pelo. Pero si los ingleses son raros, los llanitos (gibraltareños) son ya la hostia en verso. Y las gibraltareñas más si cabe. Digamos que serían como mezclar en una turmix a Keira Knightley, a Lola Flores, y a Gracita Morales, y voilà: inglesita-andaluza con encanto. 

Pero desde luego si hay algo que llame la atención de Gibraltar son sus monos. Y es que la roca está lleno de estos macacos que están para ingresar de urgencia en un frenopático. Su principal dedicación consiste en robar sus pertenencias a los visitantes, mearse en los coches de los que se atrevan a subir al peñón en ellos, y los más salidos se dedican a tocarle el culo a las turistas al menor despiste de las mismas. Para muestra, un botón: la niña se parte de risa, la turista aguanta, y el mono a lo suyo, es decir, a ver lo que puede pillar, robar, o tocar.


Respecto a la película (bueno llamar película a esto es como llamar actor a Rob Lowe) es tan mala, que de mala es buena. ¡Pedroooooooooooooooooooooooo!

asckljashfkjasvñlk<dnfñlkadjlkñfjñlkghjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjkdlhnshtdiuywgdgljhbsdkljbslkbkjshgdigkjdhskjfkjhkjkjnflkfhkhhhhhhhhhhhhhrñltu87t986ydhsxnsjiorure9pfokmhjlklkjlksnlknlkshfkjsfuieonrerhiuyweoidhjlkndwtrd4r3843kjbr43iudihwldcnsnegfelklñkdhajiuiarhjnjkehadyscohskcjkjslgfhfojglkjlgjsfogiogohgogho, el ordenador está poseído, un momento.

Perdón, ya he vuelto, es que estaba Penélope Cruz gritando en la televisión, y la he tirado por la ventana.....la televisión digo. Sigo.

 ¿Por dónde iba?

Ah, sí, la película. El caso es que esperaba con mucha ilusión esta cinta hispano-argentina por varios motivos. El primero era porque como decía, mi vida está profundamente ligada a Cádiz, Gibraltar y Madríd que es donde está rodada al película y son lugares que adoro desde que era un niño. Mi padre nació en La Línea de la Concepción, trabajó durante muchos años en Gibraltar, y emigró hacia Madrid junto a mi madre y hermanos cuando por motivos políticos que ahora no vienen al caso cerraron la frontera entre España y Gibraltar. 8000 españoles perdieron sus puestos de trabajo.

Pero además de por los motivos personales citados, la cinta tenía todas las posibilidades de éxito pues tocaba desde la comedia temas tan de actualidad como la guerra entre los taxistas y Uber/Cabify, la salida de la Unión Europea del Reino Unido, y contaba con un buen reparto combinado a Dani Rovira, al excelente actor argentino Joaquín Furriel, y a una buena actriz proveniente del cine español independiente como es Ingrid García Jonsson. La veremos con casi toda seguridad en muchos proyectos si es que este Taxi a Gibraltar no acaba de inmediato con su carrera. Todo ello, combinado con un tráiler bastante divertido, no apuntaban al estrepitoso fraude perpetrado en el largometraje.


Un guión incoherente, absurdo, y que provoca vergüenza ajena, alumbran un filme, muy mal rodado por cierto, que parece sacado de los años 70 pero grabado en la actualidad. El "Landismo" en comparación con esto, es puro arte, y delicadeza cinematográfica. Hacía mucho tiempo que no veía una película tan mala, hortera, y con tantas calamidades narrativas. Pero ojo, repito, si esto está realizado a propósito, de lo mala que es, es realmente buena. Y a los ingleses, una cosita: a tomar por Brexit.

Nota: π

Nacionalidad: España, Argentina.

Dirección y guión: Alejo Flah.

Reparto: Dani Rovira, Joaquín Furriel,
Ingrid García Jonsson, Mona Martínez.

Fotografía: Gris Jordana.

Duración: 92 minutos.

Estreno España: 15 de marzo 2019.

viernes, 15 de marzo de 2019

Beautiful Boy: los hombres también lloran


Aprendo mucho de mis películas. Aprendo a enfrentar la vida y, al hacerlo, la aprecio aún más. Perdí a mi padre cuando tenía apenas 26 años y, en muchos sentidos, mi padre aún vive en mí a través de mis películas.
-Felix van Groeningen.

La historia: Tras su separación matrimonial, David (Steve Carell), se hace cargo de la custodia del pequeño Nic (Timothée Chalamet) con el que establece unos vínculos afectivos que cambiaran para siempre su visión del mundo. Sin embargo, y una vez que Nic entra en la adolescencia, comienzan sus coqueteos con las drogas lo que desemboca en una fuerte adicción a las mismas poniendo en peligro su propia vida.  


La crítica: Escribía Susana Quadrado en el diario barcelonés La Vanguardia que: "Llorar es un verbo liberador. No nos hace más débiles sino más humanos. Fue lo primero que hicimos al nacer. Es una habilidad innata. Siendo tan natural, es inconcebible que llorar en público, cuando toca, no esté bien visto. Seguro que todos lloraríamos más a menudo. No importa hombre o mujer: si algo nos iguala son las emociones". 

Yo, como Felix van Groeningen, también perdí a mi padre siendo relativamente joven, y siempre recordaré que fue precisamente mi padre el que me transmitió su amor al cine desde que yo era un niño. Cine y críticas marcianas forma parte de ese legado, y comprendo perfectamente al cineasta belga cuando dice que en sus películas vive aún su padre. También comparto con Susana Quadrado cuando escribe que llorar es un verbo liberador. Y es que tanto en el personaje de Nic, como en el de su padre David, vemos como los lazos afectivos se refuerzan a través del llanto, las emociones o los abrazos desde que somos bien pequeñitos. 

Cierto es que nacemos llorando, y nos despedimos de nuestros seres queridos también llorando. Pero sin duda, las mejores lágrimas son las de la emoción, las del amor y por encima de todas, las lágrimas en positivo que sacan a nuestras endorfinas a pasear en los mejores momentos de nuestra vida. 

Pero la tristeza, también cumple su función en la vida como ya escribí junto a Mane Lander (psicoanalista y escritor) en la reseña de Inside Out.  La tristeza es un instrumento reparador que, en muchas ocasiones, actúa como una especie de "alarma de auxilio" que puede ser atendida por aquellos que nos aman o a quienes les importamos. Estar triste es un estado emocional necesario en ocasiones, y rechazarlo es rechazar a una parte vital de nosotros mismos. Nada es para siempre, ni la alegría, ni la tristeza porque los humanos somos un acumulado de emociones que se encienden para transmitirnos un mensaje importante que necesita ser atendido; muchas veces estar triste nos acerca a varios tipos de consuelo, nos enseña a vivir la soledad, a aceptar los cambios, a soltar, a dejar ir, a vivir el duelo de la pérdida, cosas que se viven sin importar la edad.

Beautiful Boy es básicamente un compendio de emociones que si bien cinematográficamente puede resultar demasiado densa, o incluso lenta por momentos, tiene entre sus virtudes describir con una enorme sensibilidad el inmenso amor de un padre hacia su hijo.

Hablamos con esta cinta de un pequeño y delicado tratado del significado de la paternidad en los momentos malos, y en los momentos buenos. 

Un vínculo indisoluble que yo mismo pude comprender cuando sostuve por primera vez a mi pequeña María entre mis brazos. 


Con unas interpretaciones muy trabajadas tanto de Steve Carell como de Timothée Chalamet, la película está basada en acontecimientos reales y recoge con moderado acierto las memorias que hijo y padre escribieron por separado llamadas: "Mi hijo precioso: el viaje de un padre a través de la adicción de su hijo" escrito por David Sheff y el de su hijo Nic Sheff, titulado "Tweak: Growing Up On Methamphetamines".

En un detalle cinematográfico de alto calado, Felix van Groeningen fusiona los dos libros en una sola película recurriendo a intermitentes flashbacks pero sin apoyarse en más elipsis narrativas que hubieran dado mayor fluidez a la narración.

La brillante música está sustentada en canciones de Nirvana, Sigur Rós, David Bowie, Neil Young, Tim Buckley o la misma Beautiful Boy (Darling Boy) de John Lennon y son a veces usadas como metáforas del poder de las drogas. Por otra parte, cabe señalar una excelente dirección de arte buscando la cotidianidad de los típicos hogares estadounidenses para los momentos más íntimos, y por otro lado, en los momentos públicos, se utilizan un buen número de recreaciones de las típicas cafeterías americanas que nos indican las coordenadas geográficas del filme.

Beautiful Boy quizás no sea una gran película, pero si es una gran historia.

Felix van Groeningen en su primera incursión en una película en lengua inglesa, demuestra que el cine además de un entretenimiento más o menos acertado, es también una forma de rescate emocional. 

Dedicado a Rafael y a María Pina.

Nota: 7/10. 

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Felix van Groeningen.

Guión: Felix van Groeningen, Luke Davis,
(Memorias de David y Nic Sheff).

Reparto: Steve Carell, Timothée Chalamet, 
Maura Tierney, Amy Ryan.

Fotografía: Ruben Impens.

Duración: 111 minutos.

Estreno EE UU: 12/10/2018.

Estreno España: 15 de marzo de 2019.




martes, 12 de marzo de 2019

The Mule: Clint Eastwood vuelve a su mejor cine tras sus últimos tropiezos


Una retirada a tiempo es una victoria. -Napoleón Bonaparte.

La historia: Earl Stone (Clint Eastwood) es un octogenario que disfruta de de su retiro profesional dedicándose al mundo de la horticultura. Separado de su familia desde hace unos años, ahora las flores son su vida, y su vida es para las flores. Pero todo cambia cuando recibe una notificación de embargo y su economía se desmorona. Es entonces, y casualmente, cuando entra en contacto con el Cartel de Sinaloa que le propone que sea una de sus "mulas" trasportando en su vieja furgoneta fardos de cocaína por el interior de los Estados Unidos. Lo que casi comienza como un juego, le transforma en la mejor "mula" por lo inaudito de su edad y por su habilidad al volante. A partir de entonces, y dada la cantidad de droga transportada, las autoridades se alertan y se cruza en su camino el agente de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper) en lo que se convertirá en el clásico juego del ratón y el gato.


La crítica: Siempre he pensado que en una carrera artística del nivel demostrado por el maestro Eastwood la retirada debería producirse con una gran película que pusiera un broche de oro a su dilatada carrera. The Mule sería la retirada perfecta tras su irregular última etapa en la que perpetró, por ejemplo, la irreconocible y muy flojita producción 15:17 tren a París. Pero conociendo su carácter, está claro que será él, y solo él, quién decidirá su retirada. En cualquier caso, nos encontramos, en mi opinión, con en el mejor narrador cinematográfico estadounidense de la cinematografía contemporánea.


La cinta está basada en la historia real de Leo Sharp que fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, a sus más de 80 años, se convirtió en narcotraficante y mensajero del Cartel de Sinaloa. El encargado de adaptar el estupendo libreto es Nick Schenk. También cabe decir que hacía 10 años que Clint Eastwood no se hacia cargo de actuar y dirigir a la vez cosa que sucedió por última vez en su magistral Gran Torino.

Y es que The Mule casi podría considerarse una segunda parte de la citada cinta pero humanizando más al personaje desde las primeras tomas. En The Mule, vuelve a incidir con un cierto tono de humor sarcástico en su propio carácter político conservador. Para ello, hace cierta auto-crítica hacia ciertas expresiones racistas, vuelve a hablarnos de la redención en cuanto a los lazos familiares mal gestionados, e incluso se permite la gamberrada políticamente incorrecta de montarse un trío con dos prostitutas en una orgiástica fiesta en la casa de un narco mexicano.


En el reparto, además del viejo maestro Eastwood que está sensacional, nos encontramos a su amigo personal Bradley Cooper en el que tiene depositadas  muchas de sus esperanzas. Con su Ha nacido una estrella Cooper comienza también su camino conjunto en la interpretación y en a dirección. Que gustazo poder ver juntos a los dos en la gran pantalla. Sin duda, el mensaje es de relevo generacional cuando el maestro decida su despedida.

Por el momento, The Mule es un feliz, muy feliz reencuentro con ese Clint Eastwood que nos puso un nudo en la garganta en ese inigualable final de Los Puentes de Madison, con aquella propuesta que nos hablaba de la vejez en positivo con sus Spaces Cowboys, o con ese final redentorista que nos dejó en Gran Torino y que vuelve a repetir con fuerza y acierto en la por ahora, su última gran película.

Nota: 8/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Clint Eastwood.

Reparto: Clint Eastwood, Bradley Cooper,

Dianne Weist, Taissa Farmiga, M. Peña.

Guión: Nick Schenk (Ártículo Sam Dolnick).

Música: Arturo Sandoval.

Fotografía: Yves Bélanger.

Duración: 116 minutos.

Estreno EE UU: 14/12/2018.

Estreno México: 26/01/2019.

Estreno España: 08/03/2019.


viernes, 8 de marzo de 2019

¡Qué maravilloso es el cine! Un lugar en el sol (A Place in the Sun)


Te quiero. Te quiero desde el primer momento en que te vi. Te quise incluso antes de verte por primera vez. - George Eastman (Montgomery Clift), en A Place in the Sun (1951).

El 17 de diciembre de 1925 el escritor estadounidense Theodore Dreiser publicaba la novela Una tragedia americana, basada en los truculentos hechos acaecidos en el verano de 1906 en un centro vacacional del estado de Nueva York. El libro está considerado por la revista Time como una de las 100 mejores novelas escritas en inglés desde aquel entonces. Después, vendrían diversas adaptaciones tanto teatrales como cinematográficas, hasta que en el año 1951 el cineasta George Stevens (Gigante, El diario de Ana Frank) y Paramount Pictures se unieron para llevarla al cine en uno de los mejores melodramas de la década de los 50 del siglo pasado.

La producción fue galardonada con seis Oscars de la Academia que fueron para el director, guión, fotografía, música, montaje y vestuario.


La historia nos cuenta la vida de George Eastman (Montgomery Clift), que es un joven desempleado y de orígenes muy humildes que entra en contacto con su tío Charles Eastman (Herbert Heyes). Este es un poderoso empresario que la da la oportunidad de trabajar en su fábrica principal. Una vez que consigue adaptarse a su nueva vida, George, comienza un romance con su humilde compañera de trabajo Alice (Shelly Winters), a la que deja embarazada de un hijo no deseado. Pero en el transcurso de esta complicada situación, el joven conoce a una deslumbrante muchacha de la alta sociedad estadounidense llamada Ángela Vickens (Elizabeth Taylor). Queda completamente enamorado. A partir de ese momento, tendrá que enfrentarse al dilema moral de elegir entre su primer amor u ocupar un lugar en el sol junto a la chica de sus sueños.

La estructura de la filmación está divida en tres actos que coinciden de una manera bastante lógica con la clásica presentación de personajes, el posterior nudo dramático de la historia y un desenlace bien justificado por un buen libreto. Aunque esto parezca una obviedad, en el cine de actualidad las estructuras narrativas en demasiadas ocasiones han dejado de existir o caen en picado de mitad de producción en adelante. Es por eso que George Stevens da una lección de cinematografía clásica de un manera sencilla y eficaz.

La cinta se podría encuadrar en el buen melodrama americano que se aparta del mero producto lacrimógeno para apoyarse en el cine negro tradicional que acentúa la atmósfera opresiva conseguida en la filmación. Todo ello es amplificado, que no opacado, por una excelente música de Frantz Waxman al servicio de la narrativa.


La producción cuenta con secuencias para el recuerdo como la que vemos en la imagen superior y en la que fácilmente comprobamos el porqué del Oscar al mejor diseño de vestuario. De hecho, este vestido usado por la estrella estadounidense, causó furor en la población femenina americana haciéndose miles de réplicas que se agotaban en minutos. El fin de la Segunda Guerra Mundial también predisponía a la sociedad americana (Hollywood incluido), a evadirse con las estrellas de cine y a buscar su reflejo en la moda, las revistas o en las mismas películas.

En esta mítica secuencia, encontramos al personaje de George Eastman jugando al billar en solitario mientras es admirado por la joven Ángela Vickens. De alguna manera, Woody Allen rindió tributo a esta escena en su Match point tratando de emular la misma tensión sexual que implicaba el encuentro de Scarlett Johansson y Jonathan Rhys-Meyers. Si en Un lugar en el sol era la mesa de billar la que se interponía entre sus protoganistas, en Match Point se lograba el mismo efecto narrativo a través de una mesa de ping-pong. De hecho, la cinta del año 2005 del director de Manhattan bebe de la misma fuente que Un lugar en el sol, y se centra en el ascenso en la posición social del protagonista masculino.


Montgomery Clift se acercaba en el momento del rodaje a la treintena y se encontraba en un momento muy dulce en su profesión. Era un actor con gran atractivo, y que transmitía con su triste mirada, una humanidad que le llevó a gozar de los mejores papeles que la industria de Hollywood le brindó hasta su temprana muerte a los 45 años. El primer plano de su rostro en la secuencia final de la película reseñada hoy, demuestra que hay expresiones que son innatas y que no se pueden aprender en ninguna escuela de cine.

Sin embargo, a Elizabeth Taylor este papel le llegó cuando contaba con solo 17 años y era una actriz en formación. Pero lejos de amilanarse ante la estrella masculina, la presencia de la bellísima actriz cobró fuerza gracias a la dirección de George Stevens. Él fue el que la otorgó la confianza suficiente para que en su primer papel importante brillara con luz propia. Por otro lado y para completar el reparto, nos encontramos con una excelente actuación de Shelly Winters que consiguió con una nominación al Oscar que sus compañeros no lograron.


A Place in the Sun es principalmente la representación de un contraste entre dos mundos opuestos y representados en la escala social que ocupa cada personaje.

En el fondo de la historia apreciamos la clásica lucha de clases entre las élites empresariales y el mundo obrero que lógicamente también existía en los Estados Unidos. Pero la película también nos habla del amor y en este caso en dos tiempos o en dos romances paralelos. La historia es cadenciosa en su presentación con besos en el cine, besos en el coche o besos en el porche de dos humildes almas perdidas que se encuentran casi sin querer.

Un romance clásico que es interrumpido cuando nuestro protagonista masculino es cegado por el sol en una evolución del personaje realmente sorprendente y que busca la reflexión en torno al egoísmo, la irresponsabilidad o la redención. De alguna manera, la historia gira en torno al sentido de la propiedad que algunas personas ejercen sobre otras.

En otros momentos y de manera más solapada, la historia introduce un tema tan complejo como es el aborto que casi 70 años después sigue generando debate en un bucle aún sin resolver. Es por ello y por alguna cosa más, que dejo ya en manos de quien no hay visionado este clásico las valoraciones y dilemas morales que se plantean en la narrativa expuesta.

Solo añadir una pequeña reflexión final puesta en los labios de Elizabeth Taylor que pronuncia una frase mítica en la historia del cine: "Hemos pasado la mayor parte de nuestro tiempo diciéndonos adiós". Y así, de una manera circular, es como volvemos a la cita inicial en la que Montgomery Clift decía: "Te quiero. Te quiero desde el primer momento en que te vi. Te quise incluso antes de verte por primera vez".


martes, 5 de marzo de 2019

Capitana Marvel: #MujerTeníaQueSer


Un feminista es cualquiera que reconozca la igualdad y plena humanidad entre hombres y mujeres.
-Gloria Steinem.

-Mujer al volante peligro constante.

-Eres muy lista para ser mujer.

-Se te va a pasar el arroz.

-Eso es porque tienes la regla.

-Qué habrá hecho para conseguir ese puesto.

-¿Cómo ibas vestida cuando te trataron de violar?

-¿Piensa usted quedarse embarazada en los próximos meses? (entrevista de trabajo).

-En casa estarías mejor.

-Calladita estás más guapa.

-¡Mujer tenía que ser!

Este maldito decálogo de frases machistas, cavernícolas y degradantes las vengo escuchando desde que era un niño. Pero la última de ellas resume todo el pensamiento ultraconservador en una sola frase. Es por ello, entre otras razones, por lo que Cine y críticas marcianas se suma a la huelga feminista convocada en España el próximo día 8 de marzo coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.


Lógicamente, al ser este un espacio de cine, la aportación será desde lo puramente cinéfilo y dando por primer vez en este sitio cobertura al cine de superhéroes, o mejor dicho al cine de superheroínas.

Con el hashtag #MujerTeníaQueSer, Disney y Marvel quieren dar la vuelta a la frase y han creado varias piezas audiovisuales que ha compartido en sus redes sociales y en las que las deportistas españolas de la imagen de cabecera, demuestran lo que llegan a hacer para llegar “Más Alto, Más lejos y Más Rápido” como Carol Danvers, protagonista de Capitana Marvel.


Para celebrar este estreno, cinco mujeres españolas que han hecho historia en el mundo del deporte, se han unido en una campaña única para visibilizar el deporte femenino. Natalia Gaitán (Segunda Capitana del Valencia CF), María Lopez (Capitana de la Selección de Hockey Hierba), Patricia García (Campeona de Europa de Rugby XV y Seven), Sandra Sánchez (Campeona del mundo de Karate) y Joana Pastrana (Campeona del Mundo de Boxeo) han sido las elegidas para protagonizar la campaña que acompaña este estreno.

Cine y deporte unidos, mujeres y hombres unidos demos la bienvenida a Capitana Marvel que es la primera película de Marvel protagonizada por una mujer. La película ha sido calificada como ESPECIALMENTE RECOMENDADA PARA EL FOMENTO DE LA IGUALDAD DE GÉNERO.


Lógicamente me abstendré de realizar la crítica pues después de esta publicación no podría ser mínimamente objetivo con la producción. En cualquier caso, y a pesar de mi alergia al cine superheróico, después de muchos años volveré a una sala de cine para ver una película de este género tan popular hoy en día.

Por último, agradecer a Laura San Miguel de Walt Disney España la feliz iniciativa que me ha hecho llegar y que difundo con mucho gusto en Cine y críticas marcianas y en las redes sociales que acompañan al blog marciano.

Capitana Marvel se estrena en los cines de España el 8 de marzo de 2019, y su sinopsis oficial dice que se trata de una película ambientada en la década de 1990 y nos cuenta la historia de Carol Danvers cuando se convierte en uno de los héroes más poderosos del universo. Una guerra galáctica entre dos razas alienígenas llega a la Tierra y Danvers y un pequeño grupo de aliados se ven atrapados en plena vorágine.

Brie Larson es la actriz protagonista de Capitana Marvel.

P.D. Tras los vergonzosos, surrealistas y machistas comentarios que se están produciendo en redes sociales a los pocos minutos de compartir la publicación (no aquí donde el respeto impera por parte de todos los compañeros), me veo obligado de manera no menos surrealista a aclarar el concepto de feminismo. 

Según la Real Academia de la Lengua el FEMINISMO es el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. 

Por lo tanto ser feminista no es cuestión de sexos, de orientación política o religiosa. Es lo NORMAL, COHERENTE Y JUSTO.

El 8 DE MARZO ES NECESARIO, Y MÁS QUE NUNCA.

Quedan cerrados los comentarios. 


Y el póster del gato es genial :-), sea macho o hembra.