Cine y críticas marcianas
Una mirada al mundo del cine
martes, 11 de noviembre de 2025
La larga marcha: previsible, monótona y aberrante
martes, 4 de noviembre de 2025
Reversión: experimento en familia
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La historia: Mario se muda a una nueva casa con sus padres y con su hermano mayor David, al cual está muy unido. Mario sufre episodios de ansiedad y falta de concentración, por lo que está tomando una medicación de manera regular. Una tarde lluviosa, Mario presencia como secuestran a su hermano mayor. Después de 19 días de angustiosa espera, David vuelve a casa, pero no recuerda nada de su desaparición. Desde ese momento, Mario nota suficientes cambios en la personalidad y el comportamiento de su hermano mayor como para empezar a creer que la persona que ha regresado no es su verdadero hermano (AF Films).
La crítica: La intriga o suspense en el cine es un poderoso vehículo de emociones que despierta la curiosidad y mantiene al espectador al borde del asiento. Este género, con su capacidad para tejer misterios y sorpresas, fomenta la empatía al conectar al público con los personajes en su búsqueda de respuestas. La intriga promueve valores como la perseverancia, al mostrar a personajes que no se rinden ante lo desconocido, y la astucia, al desafiar la mente con giros inesperados. Además, fortalece la reflexión, invitando a cuestionar la realidad y explorar dilemas morales en este caso en un entorno familiar. En cualquier caso, la intriga debe dar paso a una narrativa que cuadre todos los aspectos tratados sin que algunos puntos parezcan inverosímiles aunque hablemos de una ficción. Por tanto, el suspense debe estar supeditado a un bien mayor que es el conjunto entre narración y credibilidad.
Para ser coherente con el párrafo anterior trataré de no desvelar la intriga de la propuesta pues cualquier palabra de más o spoiler rompería lo propuesto por el cineasta. Así que sobrevolaremos por la historia tocando los temas de fondo que trata, pero sin entrar en mucho detalle de lo que sucede con los protagonistas y que les lleva a comportarse extrañamente.
El filme es como un juego de espejos narrado de manera no cronológica. Todo lo que creemos saber sobre Mario y su familia gira de forma inesperada hacia la mitad de la trama encontrándonos ante un rompecabezas colosal. No obstante, en el final de Reversión podremos atar todos los cabos que incluso invitan a un segundo visionado. La parte central sobre la que no puedo desvelar demasiado nos hace ver que Mario está siendo sometido a un experimento con hipnosis por parte de su familia en el que nada es lo que parece. Un crimen sin resolver es sobre lo que pivota el relato en el intento de desentrañar lo oculto, celebrando así el poder de lo impredecible. Aún así, los numerosos giros me parecen excesivos.
El núcleo de esta cinta radica en que el público emprende el mismo periplo inquietante y exasperante que el personaje principal. Dispone de idéntica información que él, ni más ni menos. Las mismas pistas para construir un rompecabezas de misterio y tensión que se despliega en ambas direcciones temporales, proyectándose hacia el porvenir mientras nos interrogamos sobre qué ocurrirá, y atendiendo al ayer para comprender qué nos ha conducido hasta este punto. También aborda la salud mental, la necesidad de identificar a los falsos cómplices, el temor al futuro y el pavor a desentrañar el pasado de una niñez marcada.
Jaime Lorente realiza un papel muy trabajado del personaje de Mario. Atormentado y depresivo no comprende lo que está sucediendo con su familia tras un cambio de casa. Allí trata de recuperarse de una depresión lo cual no le impide ver el extraño comportamiento familiar. David, su hermano, -correcto papel de Manuel Vega- se muestra angelical hasta que evoluciona de manera muy ambigua. Los ya veteranos en el cine, Fernando Cayo y Belén Rueda, nos dejan las mejores interpretaciones como secundarios de lujo. Sus personajes son los padres de Mario -o no- y le tratan con cariño aunque son demasiados vigilantes con él.
En la técnica tenemos que destacar la colaboración entre España y la Republica Dominicana donde se ha rodado parte de la película. Sin embargo, al ser una cinta de interiores y pocos exteriores se podría haber rodado en Albacete y ni nos habríamos dado cuenta. La película no se posiciona geográficamente y solo sabemos que estamos en las afueras de una ciudad ficticia en la que conviven de manera algo inverosímil una mezcla de personajes españoles y dominicanos sin que encontremos una explicación a esto. La fotografía es un tanto oscura y aunque no soy partidario, es cierto que imprime tensión e incluso algo de terror a la trama. La música es muy acertada enfatizando la intriga del relato.
Reversión aparenta ser un thriller psicológico audaz con una idea atractiva, pero con defectos en su desarrollo, lo que generará opiniones divididas. Si buscas un filme que explore la ansiedad, los puzzles narrativos y la intriga, podría captar tu atención. No obstante, si prefieres una narrativa más robusta y consistente, es probable que los múltiples giros le quiten algo de credibilidad a un guion que nos guste más o nos guste menos conlleva un trabajo muy meritorio.
Nota: 6/10.
martes, 28 de octubre de 2025
Los domingos: enamorada de Dios
martes, 21 de octubre de 2025
La cena: el arte de la tragicomedia
martes, 14 de octubre de 2025
Caza de brujas: Julia Roberts brilla en una densa cinta sobre la mentira y la cancelación
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La historia: Una cualificada profesora universitaria (Julia Roberts) se encuentra en una encrucijada personal cuando una estudiante (Ayo Edebiri) acusa a uno de sus compañeros de trabajo de violación (Andrew Garfield) y un oscuro secreto de su pasado amenaza con salir a la luz.
La crítica: El guion escrito por Nora Garret diserta de manera profunda -y larga- sobre la mentira, la posverdad, las élites universitarias en Estados Unidos y además lo enfoca en personajes dedicados a cursar o impartir filosofía convirtiendo el relato en algo muy crudo y a su vez elitista. La cinta es seria y está bien planteada, pero sería ideal para que Woody Allen hiciera de ella la sátira perfecta. De hecho el cineasta estadounidense ha sido uno de los más perjudicados por la cultura de la cancelación sin que ningún juez le haya condenado por nada.
Caza de brujas si nos habla con acierto de la mentira y sus consecuencias. La mentira, como un veneno sutil, corroe la confianza y distorsiona la realidad. En el contexto del filme reseñado, la mentira se manifiesta en acusaciones y secretos que devastan reputaciones y relaciones, mostrando cómo la verdad tergiversada puede ser un arma. Sin embargo, la redención del que confiesa es un acto de valentía liberadora. Al asumir la verdad, el mentiroso no solo alivia su carga moral, sino que abre la puerta al perdón y la reconciliación, aunque no siempre garantice reparación total. La confesión, como se ve en el arco de algunos personajes, es un paso hacia la autenticidad, un gesto que, aunque doloroso, restaura la humanidad y posibilita la sanación individual y colectiva.
La cinta también nos enfrenta a varios dilemas y ese es su banderín de enganche. El filme explora cómo las acusaciones, incluso si no son plenamente verificables, pueden destruir reputaciones en la era de la cancelación cultural. ¿Es la percepción pública más poderosa que los hechos? Se enfrenta acusaciones de conducta inapropiada de profesores con estudiantes, lo que plantea preguntas sobre los límites del consentimiento en las relaciones jerárquicas. ¿Cuándo una relación consensuada cruza la línea hacia el abuso de poder?
Sin embargo, toda la temática expuesta, se va cayendo en primer lugar por un metraje de 135 minutos que se siente desmesurado. Sí, esta historia es el ejemplo perfecto de película lenta y reiterativa. Y es que a pesar de que los temas tratados parecen atractivos, la tremenda falta de emoción e incluso el desesperante ritmo narrativo pueden hacer que el espectador desconecte por completo de la película y se ponga a pensar en la lista de la compra, en qué va a cenar después de salir del cine o en teñirse el pelo y la cara a lo Donald Trump para la próxima fiesta de Halloween.
Caza de brujas es un filme provocador, dotado de un libreto complejo que estimula discusiones acerca de ética y ostracismo social. No obstante, su profundidad conceptual y cadencia lenta la orientan preferentemente hacia espectadores selectos —críticos o eruditos— en vez de al gran público que anhela relatos más accesibles y emotivos.
Nota: 5/10
martes, 7 de octubre de 2025
Miss Carbón: rompiendo moldes
La historia: Narra la historia real de Carla Antonella Rodríguez, la primera minera transgénero en una región de Argentina donde las mujeres tenían prohibido el trabajo en las canteras. Una pionera en muchos sentidos y que cambió de sexo de hombre a mujer a principios de esta década.
martes, 30 de septiembre de 2025
Los lazos que nos unen (L'attachement): tejiendo alianzas
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La historia: El inesperado viaje emocional de Sandra, una librera decididamente independiente cuya vida da un vuelco al implicarse sin buscarlo con la familia de su vecino Alex, un joven arquitecto viudo con dos hijos pequeños (Karma Films).
La crítica: Los lazos familiares son el tejido invisible que sostiene nuestras vidas, un refugio de amor y comprensión que trasciende el tiempo y las adversidades. En cada abrazo, en cada conversación compartida en la mesa, se forjan alianzas que no solo unen a los miembros de una familia, sino que también tejen una red de apoyo para la comunidad. La familia es el primer espejo donde descubrimos quiénes somos, también amigos o vecinos como en el filme reseñado, nos enseñan el valor de la empatía, la lealtad y el sacrificio. Esas conexiones, impregnadas de recuerdos, risas y lágrimas, nos dan fuerza para enfrentar el mundo. Este es el trasfondo de Los lazos que nos unen e incluso de las cosas que nos desunen.
Inspirada en la novela L’intimité de Alice Ferney, Los lazos que nos unen, relata el inesperado viaje emocional de Sandra (Valeria Bruni-Tedeschi), una librera de mediana edad, cuya vida da un vuelco al implicarse sin buscarlo con la familia de su vecino Alex (Pio Marmaï), un joven arquitecto viudo con dos hijos pequeños. Él acaba de hacerse cargo de su hija recién nacida ya que la madre ha muerto durante el parto. Algo que hoy en día es raro, pero que sigue sucediendo por distintos motivos de salud sobrevenidos o incidentes durante el parto.
Por tanto, la cinta también nos habla del duelo aunque el protagonista no da tiempo para transitarlo de manera adecuada y se embarca en relaciones demasiado prematuras. Y el duelo requiere tiempo. Ya que en ese dolor palpita el amor que compartimos, un eco eterno de su presencia. Perder a alguien es aprender a llevar su luz en nuestro corazón, transformando la tristeza en un homenaje silencioso. Aunque el vacío permanece, su amor nos sostiene, guiándonos hacia la esperanza.
Pero Los lazos que nos unen no es una película triste, sino más bien esperanzadora y reparadora. Hacia el final irán encajando todas las piezas que el libreto ha ido sembrando en una trama que es sencilla y sin embargo nos narra un relato muy profundo. Carine Tardieu plantea desde una perspectiva femenina temas como la maternidad elegida, la soledad, la reconstrucción afectiva y los modelos no tradicionales de familia, todo ello, sin dogmatismos ni dramatismos, y con una sensibilidad que alterna la melancolía y en la que echamos de menos algo de humor negro.
Los interpretes ya mencionados hacen un trabajo correcto aunque este no sea el punto fuerte de la película. Quizás los potentes personajes requerían algo más de coraje en pantalla. La cinta propone una exploración emocional de cómo los afectos se imponen a veces con una fuerza transformadora. Sandra, ajena a la idea de formar una familia, se ve involucrada en la cotidianidad y las emociones de Alex y sus hijos, especialmente con Elliott (César Botti), un niño precoz de seis años cuya mirada sincera rompe las defensas de la protagonista. Eso más el bebé recién nacido la llevan a involucrarse casi como una madre. La historia se despliega a lo largo de varios meses, marcados por las estaciones, los silencios compartidos, el crecimiento de los niños y el duelo de Alex en el que conocerá a otra mujer con la que intentará olvidar sus penas.
La técnica de la película es plana sin destacar ningún elemento por encima del otro. Hablamos de cine de autor en el que se busca más la profundidad que un buen diseño de producción.
Los lazos que nos unen relata una historia sobre la familia que no elegimos y sobre el amor que nos encuentra. La cinta francesa nos habla sobre las alianzas familiares o amistosas. Estas alianzas, basadas en el respeto y el cariño, trascienden generaciones, dejando un legado de amor y compromiso. En un mundo que a veces parece fragmentado, los lazos familiares nos recuerdan que juntos somos más fuertes, que el amor es el hilo que cose nuestras historias y da sentido a nuestra existencia colectiva.
Nota: 7/10.
martes, 23 de septiembre de 2025
Un gran viaje atrevido y maravilloso: desbloqueando recuerdos para una vida plena
La historia: ¿Qué pasaría si pudieras abrir una puerta y atravesarla para revivir un momento decisivo de tu pasado? Sarah (Margot Robbie) y David (Colin Farrell) son dos solteros que se conocen en la boda de un amigo común y, pronto, por un sorprendente giro del destino, se embarcan en Un gran viaje atrevido y maravilloso, una aventura divertida, fantástica y arrolladora en la que reviven juntos momentos importantes de sus respectivos pasados, descubriendo cómo han llegado a donde están en el presente... y posiblemente teniendo la oportunidad de cambiar el futuro de ambos (Sony Pictures).
La crítica: Kogonada es un cineasta coreano-estadounidense que se caracteriza por la visualidad de sus propuestas. Debutó en la dirección con Columbus, que se estrenó en el Festival de Sundance de 2017. Su segundo largometraje, Despidiendo a Yang, tuvo su premiere en Cannes en 2021 y obtuvo un galardón importante en Sundance. Ahora con Un gran viaje atrevido y maravilloso se adentra en el cine más comercial y a mi juicio sale de este envite de manera notable a pesar de que parte de la crítica parece no haber entendido el mensaje de la película hoy reseñada.
Hay puertas que te llevan al pasado. Otras al futuro. Y hay puertas que lo cambian todo. Aunque la cinta se adscribe al cine fantástico, las puertas que atraviesan la pareja protagonista se deberían tomar como metáforas para desbloquear recuerdos de sus pasados y no como meros viajes en el tiempo a sus respectivas juventudes. Es por ello que el relato es mucho más profundo de lo que aparenta su inofensiva superficie. Capa tras capa y etapa tras etapa la propuesta se convierte en un filme existencialista que se sustenta sobre la visualidad de la comedia romántica.
Al experimentar los recuerdos del otro, Sarah y David adquieren una comprensión más profunda de quiénes son en el presente y dejan la puerta abierta al amor en el futuro. Abrir una puerta, al amor, a la maternidad, o a algo más ligero pienso que en lo literal y en lo figurado, significa entrar en un nuevo espacio, tener una nueva experiencia, pasar a una nueva fase de la vida. El uso que hace Kogonada del realismo mágico se funde de forma orgánica con elementos fantásticos, como las puertas que aparecen en escenarios cotidianos, creando una experiencia cercana y a la vez llena de encanto pensada para la gran pantalla.
El gran viaje atrevido y maravilloso de los protagonistas abre un mundo en el que cada puerta desbloquea un recuerdo, recordándonos que, estés donde estés en la vida, siempre tienes la oportunidad de derribar prejuicios y cambiar tu futuro. A medida que Sarah y David se adentran en la serie de puertas mágicas, salen sanados y algo más completos. Forman parte de la aventura del otro. David y Sarah se observan mientras atraviesan algunos de los momentos más determinantes de sus vidas. Hay algo muy poderoso en la idea expresada por el cineasta. En el debe de la propuesta, que para mí es muy poco, podríamos quejarnos de la falta de credibilidad de algunas secuencias y diálogos. Pero en general, si el espectador entra en la película no habrá miradas al reloj.
Por primera vez en pantalla, la película reúne a los nominados al Óscar, Margot Robbie y Colin Farrell tras el enorme éxito que han tenido profesionalmente. Robbie protagonizó la taquillera Barbie y Farrell ha sido nominado recientemente al Emmy cuando retomó el papel del infame villano El Pingüino en la serie original homónima de Max. Los dos interpretes son muy buenos y aquí lo demuestran una vez más. Especialmente la sonrisa de Robbie ilumina la gran pantalla y contrasta con la seriedad de Farrell. Sus personajes son contrapuestos. Ella es extrovertida, cariñosa, pícara y más sentimental. Y él, aunque en principio resulta áspero, evoluciona de manera positiva gracias a la aventura que nunca esperaba vivir. Muy breves papeles de Phoebe Waller-Bridge y Kevin Kline que sirven de apoyo para que la historia pueda conformarse.
En la técnica destaca la bonita música, la preciosista fotografía o el diseño de producción que opta algunas veces por sorprender y dejar a los actores en un plató vacío estando solos ante el peligro. También destaca la simetría de muchas imágenes. En eso, Kogonada es un maestro.
Un gran viaje atrevido y maravilloso es un filme original, romántico e imaginativo. Con momentos emotivos y sorprendentes, la cinta ha superado mis expectativas que eran bastante bajas. Y es que en definitiva, en el cine y en la vida, todo es cuestión de expectativas.
Nota: 8/10.






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