viernes, 30 de octubre de 2020

Jóvenes y brujas (2020): el terror hormonal llega por Halloween


 Jóvenes y brujas escrita y dirigida por Zoe Lister-Jones se estrena en cines españoles el día 30 de octubre. La fecha no es casual y coincide con el Halloween más atípico de las últimas décadas. El filme estadounidense es un remake de la ya película de culto estrenada en el año 1996.  

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La historia: Hannah (Cailee Spaeny) es la chica nueva del instituto y con ello se ha convertido en el centro de todas las miradas. Pero uno de los chicos populares de la clase se burla de ella de manera cruel. Sin embargo, tres muchachas la invitan a unirse a su grupo sin que ella conozca que ellas son unas jóvenes brujas que la iniciarán en el mundo de la magia negra. Al principio, todo es una especie de juego para vengarse de los chicos del instituto. Pero, poco a poco, las chicas comienzan a realizar hechizos sin control con consecuencias imprevisibles. 

La crítica: Pues sí. Se ve con la llegada de Halloween los estrenos con temáticas relacionadas con la brujería, con los fantasmas o con el horror en general, han proliferado como las setas en otoño. Así que desde Cine y críticas marcianas seguimos dando cobertura a la cartelera como ya hicimos con Akelarre o con la reciente She Dies Tomorrow que también publiqué en el diario Noroeste Madrid. Con esto quiero decir que yo no elijo los estrenos, sino más bien me limito a ser un humilde notario de lo que se cuece en las salas de cine. Ya me gustaría a mi hacer críticas a obras de Billy Wilder o de Federico Fellini pero estamos en la época que estamos y toca lo que toca. O sea brujas. Y bueno, mal que bien, son Jóvenes y brujas, porque si además hubieran sido viejas y brujas la cosa sería ya un poco fuerte. En fin, voy a ver si escribo algo de la cosa esta. 

La película captura ese empoderamiento de la mujer que fue tan importante en la versión de 1996 y lo traslada a este estupendo año 2020 que estamos teniendo. Y aún falta el plato fuerte: ¿ganará Trump otra vez? Sigo. La cinta trata sobre las mujeres y el sentimiento de comunidad, sobre el apoyo mutuo o sobre aceptar las diferencias y encontrar fuerza en ellas. Pero también en la importancia de la comunidad por encima de individualismo y el poder que estos personajes adquieren cuando encuentran su akelarre. El entorno en el que se desarrolla la acción lo calificaría como terror hormonal. Las brujitas y sus compis de instituto van tan excitados que no saben muy bien si atender a sus poderes mágicos o dedicarse a tareas más mundanas como besarse, toquetearse o a perder la virginidad entre otras cosas. Yo optaría por lo segundo pero aquí la cosa va de brujería. Así que la cosa sexual se queda en unas masturbaciones.

La película tiene su punto de inflexión cuando bajan los hormonas y aparece un crimen real en escena. Si hubiere o hubiese algo de narrativa interesante, esto sucede a partir de ese momento. La inocencia de las muchachas muere cuando la muerte real aparece en sus vidas. A partir de esta situación la cineasta trata y en parte consigue, un cierto interés hasta la parte final con una sorprendente resolución.  

En el reparto destaca Cailee Spaeny (la chica del pelo corto) que es una actriz de 22 años que hizo su debut en un largometraje en 2018 junto a John Boyega en Pacific Rim: Insurrección, de Legendary, después de ganar un concurso de talento nacional a los 18 años. Spaeny es de un pequeño pueblo de Missouri y llamó la atención en Hollywood en otoño de 2018 en las películas Malos Tiempos en El Royale de Fox y el biopic de Ruth Bader Ginsberg Una Cuestión de Género de Focus Features. Atención porque la joven demuestra talento y no es fácil hacerlo con un papel tan típico y tan tópico como la chica que llega de nuevas a un centro escolar. El resto de las brujas pasan sin pena ni gloria por pantalla. Dos pequeños papeles para David Duchovny y Neve Campbell completan el reparto. 

En los aspectos adicionales cabe destacar el vestuario diseñado por Avery Plewes que puede dar algunas ideas para la NO celebración de este Hallowen. Se simboliza cómo Lily pasa a convertirse en joven mujer a través de su vestuario, donde explora tanto su lado masculino como femenino. A veces le vemos con rosas suaves, y otras con azul, tonos multicolor y colores aperlados. Lily también evoluciona su estilo. Pasa de llevar vaqueros y cuellos vueltos o camisetas a un estilo más experimental a medida que se empodera a través de su relación con el akelarre.

En conclusión, Jóvenes y brujas me ha parecido una película perfecta siempre que la consideremos una perversidad sexual. En el caso de que alguien vaya muy colocado al cine también la disfrutará de lo lindo. Por lo demás, espero que sigáis disfrutando de un año tan lindo como este. Fin.

Nota: 5/10


Nacionalidad: Estados Unidos

Título original: The Craft: Legacy

Dirección: Zoe Lister Jones

Guion: Zoe Lister Jones

Fotografía: Hillary Spera

Duración: 97 minutos

Reparto: Cailee Spaeny,
M. Monaghan, David Duchovny,
Gideon Adlon, Nicholas Galitzine,
Lovie Simone, Charles Vandervaart

lunes, 26 de octubre de 2020

She Dies Tomorrow (Ella muere mañana): ¿Las premoniciones se cumplen?

She Dies Tomorrow dirigida por Amy Seimetz llegará a los cines españoles el próximo viernes 30 de octubre tras recibir el Premio Jurat Carnet Jove a la Mejor Película en el Festival de Sitges. Considerada una de las películas de género fantástico más peculiares del año, está protagonizada por Kate Lyn Sheil ("House of Cards"), y cuenta con la presencia de intérpretes como Chris Messina ("The Sinner"), Michelle Rodriguez (la saga "Fast & Furious") o Jane Adams ("Twin Peaks: The Return"), entre otros.

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La historia: Amy (Kate Lyn Sheil) está obsesionada con la idea de que va a morir mañana, lo que la introduce en una peligrosa espiral que la induce a pensamientos cada vez más peligrosos. Sin embargo, su escéptica amiga Jane (Jane Adams) descubre que también comparte esa sensación de muerte inminente. La idea se hace contagiosa entre sus conocidos como si un extraño virus mental se estuviera introduciendo en la mente de todos ellos. ¿Se cumplirá la premonición?

La crítica: El segundo largometraje como directora de Amy Seimetz, se presenta como un espeluznante cuento de terror que explora nuestro miedo primario a la muerte y cómo éste se puede esparcir como un virus. Hablamos, en cierta manera, de un tipo de cine experimental en el que la música y los juegos de luces cobran una vital importancia en su forma narrativa. Gustará más o gustará menos, pero aquí hay cine novedoso y cualificado lo cual de por sí ya es todo un triunfo. 

El cine independiente se puede permitir experimentos como She Dies Tomorrow. Lo cual no quiere decir que sea una cinematografía apta para todos los públicos. La cinta, abre nuevas vías narrativas y explorar un nuevo lenguaje visual en un entorno amenazante y hostil. Pero esa hostilidad no viene cubierta de sustos gratuitos y menos de niños poseídos. Ya era hora. Más bien la cineasta se muestra como una buena creadora de atmósferas con la vida y la muerte como frente discursivo.

El miedo a morir es universal. Suele acentuarse cuando vivimos una pérdida próxima, o cuando algún suceso (por ejemplo una pandemia mundial), pone de manifiesto que somos seres finitos y mortales. Más o menos ese el mensaje que nos transmite Amy Seimetz en una obra con aromas al cine de David Cronenberg. Además, un acertado metraje de menos de 90 minutos consiguen un ritmo adecuado para mantener en vilo al espectador. En su debe, se puede afirmar que She Dies Tomorrow no logra explicarse por sí misma por lo que pierde credibilidad aunque hablemos de cine que se mueve en el entorno del género fantástico. 

Con un interesante reparto coral que ha logrado reunir un elenco de nombres ilustres en el cine indie estadounidense, querría destacar a la protagonista Kate Lyn Sheil, vista en éxitos recientes del género como“Tú eres el siguiente” o “The Sacrament”, y que ya trabajó en “Sun Don’t Shine”, la ópera prima de la directora. Mencionar también a la estrella de “Fast & Furious”, Michelle Rodriguez con un pequeño papel en la cinta. 

Los espacios escenográficos limpios y diáfanos otorgan al filme bastante comodidad visual en contraste a lo enrevesado de su argumento. Sin embargo, es la música la que destaca por meter a la fuerza al espectador en escena. Se echa de menos, aunque las hay, algunas localizaciones exteriores para que nos coloquen en el contexto geográfico adecuado. 

En conclusión, She Dies Tomorrow me ha parecido una apuesta meritoria en la que se logra encontrar un equilibrio adecuado entre buen suspense y novedosos patrones narrativos. Su final abierto deja en manos del espectador la valoración de lo ocurrido en la trama y si esta tiene sentido o por el contrario la cineasta peca de cobardía al no cerrar el círculo de manera concluyente. En cualquier caso, Amy Seimetz demuestra personalidad y ganas de avanzar en su carrera. Atentos a su cine. 

Nota: 6/10. 


Nacionalidad: Estados Unidos

Dirección: Amy Seimetz

GuionAmy Seimetz

Música: Mondo Boys

Duración: 84 minutos

Fotografía: Jay Keitel

Reparto: Kate Lyn Sheil, Jane Adams,
Kentucker Audley, Katie Aselton,
Chris Messina, Tunde Adebimpe,
Jennifer Kim, Olivia Taylor Dudley

jueves, 22 de octubre de 2020

El club de los divorciados: ¿risas? contra la pandemia


Dirigida por Michaël Youn, cineasta galo, El club de los divorciados llega a los cines españoles el próximo día 23 de octubre. La cinta, ha sido número uno de taquilla en Francia durante este verano. Hablamos de una supuesta comedia que ha sido galardonada con Premio de la Prensa en el Festival de l’Alpe d’Huez 2020. No quiero imaginar como han sido las no premiadas. ¿Risas? contra la pandemia...

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La historia: Despues de cinco años de plácido matrimonio, y estando perdidamente enamorado de su mujer, Ben (Arnaud Ducret) descubre en público que su mujer le está engañando. Hundido, Ben intenta recuperarse de este duro golpe hasta que en su camino se cruza Patrick (François Xavier Demaison). Su antigua amigo que también está divorciado, le ofrece mudarse con él. Patrick quiere aprovechar al máximo su nueva soltería, pero Ben aún no está preparado para ello. Sin embargo, ambos se unen a otros divorciados. Es de esta manera como un grupo de cuarentones comienzan a elaborar las reglas de una cosa que pasa a llamarse: "El club de los divorciados".


La crítica: Decía Groucho Marx que: “Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo”. Partiendo de esa premisa yo advertiría de que si eres un buen cinéfilo deberías entrar con cuidado en "El club de los divorciados". O al menos, habría que ir con pies de plomo al pasar. Tras Fatal (2010) y Vive la France (2013), Michaël Youn vuelve con una comedia acartonada que se programa para reivindicar la risa frente a la pandemia. La narrativa, si es que la hubiere, trata de afrontar el tema del divorcio a través de la idealización de la soltería. El mensaje es simple: mejor solo que mal acompañado. No hay mucho más pero habría que matizar algunos aspectos de por qué comedias así triunfan en taquilla. 

Este no es un fenómeno que solo se da en Francia. De hecho, en España la comedia de Santiago Segura "Padre no hay más que uno 2" ha reventado las taquillas durante este verano. Y es que tras el criminal año 2020 que estamos viviendo el espectador demanda la comedia como forma de evasión. En parte, estoy de acuerdo. Pero si juzgamos de manera crítica la propuesta presentada no hay por donde cogerla. 

Los clichés son tan manidos e incluso sexistas que sonrojan casi en cada escena. Ben, el recién divorciado, se va a vivir a la casa de su amigo. Hablamos de una mansión convertida en un verdadero paraíso para adolescentes de cuarenta años. Hay sala de juegos, jakuzis, pantallas gigantes para ver fútbol, ​​piscina y mujeres con poca ropa. Sin olvidar un lémur en el jardín y, para servirles, un árabe con un extraño acento para seguir con los redundantes clichés. Este lugar se convierte en El club de los divorciados con fiestas y alcohol en abundancia.

Con frases como: "Me siento tan empalmado como Harvey Weinstein antes de un casting" vamos llegando al desarrollo final con cara de circunstancias. No obstante, estas notas de humor políticamente incorrectas hacen ganar algunos enteros al filme francés. Los embrollos a los que son sometidos los personajes tienen una correcta resolución en el tercio final. Eso es lo más destacable de la propuesta. 


Arnaud Ducret (Ben) y François-Xavier Demaison (Patrick) son los encargados de interpretar con corrección a los dos principales divorciados del filme. Los dos amigos, refugiados en su bunker sexual, dan rienda suelta para que Michaël Youn realice una serie de gags que se sienten siempre impostados. Aún así, el personaje de Ben es un típo que cae bien y que causa empatía. Es un personaje con una buena evolución que tras ser humillado por su mujer, que le pone los cuernos, consigue aceptar lo que le ha sucedido y así dar un gro radical a su vida. En la parte femenina del reparto cabe destacar a Caroline Angalde que interpreta a la chica que hará cambiar el rumbo vital de Ben tras su separación. 

La mansión es otro de los personajes de la historia. El mejor personaje. La villa, situada en Le Pradet, cerca de Tolón, pertenece a la belle époque y cuenta bellos jardines colgantes con piscina incluida. La fotografía realizada por Stéphane Le Parc eleva el peso del diseño de producción. 

El club de los divorciados es una película excéntrica de principio a fin. Se siente como un retrato viejo, descoordinado pero también sincero en lo que promete. Es decir, hablamos de una comedia de situación para espectadores poco exigentes que traten de evadirse de la cruda realidad. 

Nota: 5/10.


Nacionalidad: Francia

Título Original: Divorce Club

Dirección: Michaël Youn

Guion: David Gilcreast

Fotografía: Stéphane Le Parc

Duración: 108 minutos

Reparto: François-Xavier Demaison,
Arnaud Ducret,  Audrey Fleurot,
Caroline Anglade, Youssef Hajdi,
 Gregoire Bonnet, Michaël Youn.

viernes, 16 de octubre de 2020

Dehesa, el bosque del lince ibérico: un lujo de la Naturaleza


 Dehesa, el bosque del lince ibérico dirigida por Joaquín Gutiérrez Acha ha llegado a los cines españoles el día 9 de octubre. La nueva película del director de Cantábrico ha sido galardonada con un Premio del Jurado en los Jackson Wild Media Awards, conocidos como los Premios Oscar del Cine de Naturaleza. El filme es coproducido entre España y Portugal. 

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La historia: En la cinta documental se narra la historia de un bosque único en el mundo donde descubriremos situaciones muy diversas de este preciado ecosistema. Encinas, alcornoques y quejigos dan lugar a un campo de batalla donde pelean los herbívoros, donde cazan los elegantes y sigilosos linces ibéricos y donde las águilas otean el horizonte como dueñas del cielo. Pero también puede ser un lugar amable que recibe cada año a miles de viajeros de larga distancia, que tienen en estos parajes sus cuarteles de invierno. Las aves migratorias buscan un clima más cálido y el alimento necesario para su supervivencia. En estos campos ibéricos conviven también los humanos criando, entre otros, al cerdo ibérico, al toro bravo y a las ovejas. Éstas, con su leche y lana, darán la materia prima necesaria para el sustento de los ganaderos. 

La crítica: Tras la épica Cantábrico, los dominios del oso pardoJoaquín Gutiérrez Acha vuelve al medio natural para dar a conocer al mundo la fantástica dehesa ibérica puesta en peligro por el cambio climático. Su anterior película fue el documental más visto en cine en los últimos años con 110.000 espectadores en las salas. 

Las impresionantes imágenes rodadas por Joaquín Gutiérrez Acha y su equipo, de por sí cautivadoras, se ven ensalzadas gracias al minucioso sonido del naturalista Carlos de Hita, quien también escribe los textos de la locución. Acompañados de la música de la compositora española Victoria de la Vega, el filme nos lleva en sus 90 minutos a conocer un hábitat apasionante lleno de fauna y flora que luchan por sobrevivir en un mundo cada vez más hostil contra el medio natural. 

Pienso que la mejor manera de realizar la crítica es mediante segmentos que nos introduzcan mejor en la narración. De esta manera podremos conocer mejor lo que trata de explicar la película. 

La dehesa

El protagonista indiscutible de esta película es el propio ecosistema. La dehesa es una forma de bosque exclusivo de la Península Ibérica. En las dehesas ibéricas se concentran las especies más exclusivas de la fauna ibérica: cigüeñas negras, buitres, linces ibéricos o águilas imperiales son solo algunas de las más representativas. Los dos últimos, el lince ibérico y águila imperial, no existen en ningún otro lugar del mundo. Son, por tanto, endémicas de la Península Ibérica.

Hablamos de modelo forestal único en el mundo donde el hombre y la vida salvaje caminan juntos. Pero las dehesas también, en cierta manera, están en peligro de extinción por las plagas de insectos, por el calentamiento global y por la desertificación del terreno. Un patrimonio único que también se ha visto afectado por la pandemia y por la caída de las exportaciones españolas. Las imágenes rodadas durante dos años son de una belleza tremenda. Respecto a la flora me gustaría destacar la técnica del Time Lapse que nos deja fotogramas nunca antes filmadas, como la apertura de una de las flores más bellas de la dehesa, las peonías, también conocidas como rosa de Alejandría.

El lince ibérico

Otro de los personajes destacados en la cinta. Se insertan imágenes sorprendentes de la conducta del lince ibérico, como hasta ahora no se habían visto. Una especie que estuvo muy cerca de la extinción y que ahora reina en esta especie de sabana ibérica. El felino al no tener depredadores naturales pecó de un exceso de confianza -muy raro en los gatos- y fue también víctima de la caza furtiva. Su principal sustento alimenticio era el conejo y tras la despoblación de estos, quedaron muy pocas parejas en la Península Ibérica. Fruto de las actuaciones de conservación de estos programas, en 2016 se contabilizaron más de 400 linces en estado silvestre entre todas las áreas de actuación del proyecto (Portugal, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía). En la actualidad se estima que existen 800 ejemplares de este bello felino. 

El toro bravo


La belleza de la fuerza. Hablamos de un animal mítico para España y que en el documental pasa de puntillas. Hoy en día hablar del toro o de la tauromaquia es un serio problema y parece que Joaquín Gutiérrez Acha no ha querido entrar en polémicas. El animal se extinguirá de manera paradójica gracias a la sensibilidad que todos tenemos por los animales. Y con ello, además, la dehesa podría estar abocada a la desaparición. Los ganaderos que cuidan de ellos soportan grandes pérdidas que van a ir a más tras la corriente mayoritaria de la prohibición de los espectáculos taurinos. Y es que el toro bravo sin apoyo del hombre no puede sobrevivir en el medio natural. Por tanto, si los festejos taurinos desaparecen se llevaran con ellos a uno de las animales más bellos que pueblan la Península Ibérica. 

El cerdo ibérico 

Este cochino tiene la supervivencia asegurada. El jamón ibérico está demasiado bueno y no parece que el mundo animalista lo tenga en su punto de mira. En él, encontramos al otro rey de la dehesa que produce además unos ingentes ingresos económicos para los ganaderos que se dedican a su cría. Se alimenta de las bellotas que dan las encinas que a su vez se infiltran en su grasa otorgando el característico sabor al llamado jamón de bellota. En España durante el año 2019 se llevaron a cabo exportaciones por un valor total de 452.463.021 millones de euros con 48.007,28 toneladas entre jamón curado, ibérico, serrano y paletilla.

El águila imperial


Majestuosa ave que también estuvo al borde de la extinción. Se trata de una de las aves más emblemáticas de nuestra fauna. La disminución del conejo (su principal fuente de alimento), así como la destrucción y fragmentación de su hábitat la tienen en constante peligro. En el año 2019 se censaron 400 parejas en España de las que 73 fueron fueron censadas en la Comunidad de Madrid. Los planos cenitales que nos regala el cineasta nos recuerdan con fuerza el vuelo del águila.

El ciervo

Presenciaremos, durante la berrea, los combates entre ciervos machos, habituales, pero complicados de filmar. En la cinta documental podremos ver una secuencia espectacular donde se muestran a cámara lenta violentas peleas entre estos ciervos. Y cuando un ciervo u otro animal muere aparecen los buitres. De manera sigilosa, Gutiérrez Acha nos cuela en la intimidad del buitre leonado: los podremos ver bañándose en grupo, en lugares secretos donde se vuelven extremadamente vulnerables por la impresionante carga de agua que llevan en sus cuerpos y los veremos disputarse la carroña con los valientes zorros que les plantan cara a pesar de salir vencidos en casi todas las ocasiones. 

Dehesa, el bosque del lince ibérico me ha parecido en definitiva un documento imprescindible para todos los amantes de la Naturaleza. El cine, además de ser un entretenimiento, puede servir como vehículo para salvar a ecosistemas como la dehesa de su desaparición. Muchas son las amenazas que se ciernen sobre este bosque ibérico tan especial, pero aún queda esperanza para su conservación. Es por ello que Joaquín Gutiérrez Acha, como ya hiciera antes en Cantábrico, ha puesto todo su empeño para alumbrar una película limpia, bella y delicada en su composición artística. En mi opinión, nos hallamos ante el mejor documental de lo que va del año 2020 en un verdadero lujo cinematográfico.

Nota: 9/10. 


Nacionalidad: España-Portugal

Dirección: Joaquín Gutiérrez Acha

Guion: Carlos de Hita

Música: Victoria de la Vega

Fotografía: Joaquín Gutiérrez Acha

Duración: 92 minutos

Reparto: Documental

lunes, 12 de octubre de 2020

Fátima: cine de altura por encima de la fe

 

Fátima dirigida por Marco Pontecorvo se estrena en cines españoles el próximo día 16 de octubre. Basada en los hechos ocurridos, en la ciudad de Fátima (Portugal) durante la Primera Guerra Mundial, la película nos habla sobre el poder de la fe y está protagonizada por Harvey Keitel (El Irlandés), Sônia Braga (Wonder), Joaquim de Almeida (Una vida a lo grande) y la española Stephanie Gil (El mejor verano de mi vida).

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La historia: Años 80, Portugal. El autor y escéptico Profesor Nichols (Harvey Keitel) visita el convento situado a la orilla del río en la ciudad de Coimbra, donde Sor Lucía (Sonia Braga), una monja anciana, relata cómo vivió en primera persona el histórico evento que tuvo lugar en 1917. La conversación entre el pragmático académico y la ascética religiosa ilumina décadas de misterio y preparan el escenario de una inspiradora historia que ha fascinado a millones de personas durante más de un siglo.

La crítica: La base de la cinematografía consiste, según mi opinión, en provocar emociones a través de los fotogramas en movimiento. En esta ocasión y por encima de mi posicionamiento agnóstico, no tengo la menor duda en que el cineasta italiano Marco Pontecorvo ha sabido tocar las teclas cinematográficas adecuadas para conseguir con Fátima una estupenda recreación de los hechos acaecidos en Portugal en el año 1917. Además, y lo más importante, ha conseguido una estupenda película. No sé muy bien si enmarcarla en el género fantástico o histórico pero el resultado es óptimo. Cine de altura por encima de la fe. 

Avancemos un poco más en lo que cuenta la película que no tiene porque coincidir exactamente con lo que sucedió en aquel lugar de Portugal. Mientras deambulaba por una cueva cerca de su casa en el pueblo de Aljustrel, a las afueras de Fátima, una niña de 10 años llamada Lucía es visitada por un ángel que le enseña una visión de una batalla. La Primera Guerra Mundial está arrasando Europa y cobrándose la vida de muchos jóvenes de la aldea de la joven. En la visión, Lucía ve a su hermano, Manuel, soldado en el frente, atrapado en una explosión. Más tarde, mientras cuida del rebaño de ovejas de su familia, Lucía, su prima pequeña Jacinta y Francisco tienen otra aparición, en esta ocasión de la Virgen María. “Nuestra Señora del Rosario”, como se llama a sí misma esta mujer, pide a los niños que anuncien la importancia de rezar el rosario y hacer sacrificios para reestablecer la paz en el mundo. También les dice que volverá al mismo lugar cada mes durante seis meses y que espera verles de nuevo. La narración con una ambientación asombrosa respira cine por cada poro. Fátima es más que una película religiosa. Es sencillamente cine clásico por encima de nuestras creencias o no creencias. 

La cinta se siente como una historia muy humana acerca de una pequeña niña, la relación con su madre y cómo el cuestionamiento sobre la fe puede llevar a una fe aún mayor. Toda la aldea, salvo sus padres, estaban colocando a la pequeña en el punto de mira. Incluso la Iglesia en un principio no la creyó. Y además de no creerla, tanto el párroco, como el alcalde, así como las demás fuerzas vivas del pueblo la denostaban con carácter general. Cabe decir que el cineasta se mantiene neutral en la narración hasta la parte final de la cinta. Ahí ya toma partido con sesgo más religioso aunque tampoco creo que nadie se pudiera esperar lo contrario. La cinta se decanta por la divinidad pero sin aportar pruebas. 

Como dato adicional cabe señalar que en el día de la fecha prevista de la última aparición de la Virgen en Fátima, cerca de 70 mil personas llegaron, esperando un milagro que los convenciera de su existencia. Lo que experimentaron todavía es comentado hoy en día y el lugar de las apariciones es uno de los sitios más populares del mundo católico.  Lo que era una pequeña aldea de granjeros se convirtió en un lugar de culto conocido debido a las apariciones que tenían los niños. El lugar llega a ser visitado por cerca de 6 millones de peregrinos al año. Estas secuencias están rodadas a través de panorámicas recordando a la cinta Rey de Reyes con el sermón de Jesús en la montaña. 

Con un reparto de carácter internacional y con actuaciones muy sólidas me gustaría destacar a la niña Stephanie Gil que se transfigura para representar a Lucía. Este personaje en su edad adulta es representada por Sonia Braga en la parte más interesante y cualificada de la película. Allí, a finales de los 80, se produce una interesante entrevista entre el escéptico Profesor Nichols (Harvey Keitel siempre grande) y Sor Lucía (la niña vidente que se convirtió en monja) en la que cada cual expresa sus posturas sobre el hecho religioso. El resto del inmenso reparto coral están al servicio de los principales protagonistas de la historia. 

Fátima fue rodada completamente en Portugal, en Tapada de Mafra, Coimbra, Tomar, Lisboa, Cidadelhe, el municipio de Ourém y en la ciudad medieval de Tomar, sustituyendo el mercado de Ourém y el pueblo de Aljustrel. La imágenes son bellamente fotografiadas al son de una banda sonora espectacular. Esto, junto al diseño de vestuario hacen de la película una completísima experiencia cinematográfica. Mencionar, por tanto, al cinematógrafo Vincenzo Carpineta, que crea las brillantes escenas al aire libre y los interiores a la luz de las velas.


Fátima me ha parecido una experiencia muy gratificante en un entorno de cine clásico de alto calado. Me interesa más la propia narrativa que el mensaje a transmitir si es que lo hubiere. Las cartas están marcadas para que creyentes y no creyentes pueden encontrar algo en esta película. La historia con una visión muy humanista solo puede adscribirse al género fantástico para las personas de ciencia. Esto no menoscaba que los hechos narrados sean ciertos o no. Simplemente no hay pruebas sólidas que demuestren la verdad de las apariciones de Fátima. En cualquier caso, no es lo más importante. Cuando hay cine con mayúsculas y una buena historia, es indiferente la veracidad de los hechos. La película -que al final como todas es una ficción- merece la pena ser vista en una sala de cine para poder disfrutar de una inmersión completa en su lenguaje visual. 

Nota: 8/10. 


Nacionalidad: Portugal-EE UU

Dirección: Marco Pontecorvo

Guion: Marco Pontecorvo,
Valerio D'Annunzio, Barbara Nicolosi

Fotografía: Vincenzo Carpineta

Duración: 115 minutos

Reparto: Harvey Keitel,
Lucia Moniz, Goran Visnjic,
Sônia Braga, Joaquim de Almeida,
Joana Ribeiro, Alba Baptista,
Stephanie Gil, Ana Moreira,
Dinarte de Freitas, João Arrais

miércoles, 7 de octubre de 2020

Rifkin’s Festival: Woody Allen vuelve al turismo cinematográfico


Rifkin’s Festival dirigida por Woody Allen llega a los cines españoles tras su paso por el Festival de San Sebastián. El cineasta de Manhattan, muy cuestionado en su país, ha encontrado en Europa la salida a su cita anual con los espectadores. Con este nuevo proyecto rinde un preciosista homenaje a la ciudad  de Donosti y al cine clásico europeo. 

Estreno en cines españoles: 2 de octubre.

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La historia: Mort Rifkin (Wallace Shawn), un amante del cine, decide acompañar a su mujer publicista, Sue (Gina Gershon), al Festival de Cine de San Sebastián en España. Allí, preocupado por la fascinación que su esposa siente por un joven director de cine, Philippe (Louis Garrel) constata que su mujer se ha enamorado del joven cineasta. El estado de ánimo de Mort mejora, cuando conoce a la doctora Joanna Rojas (Elena Anaya), su alma gemela, y cuyo matrimonio con el impetuoso pintor Paco (Sergi López) también hace aguas por todas partes. Mientras Sue se pasa los días con Philippe, la relación de Mort con la doctora Rojas se va estrechando por su afición común al cine. La diferencia de edad con la joven médica no es impedimento para que ambos comiencen una amistad que les llevará por diversos lugares de la ciudad. 


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La crítica: Tras su romántica Día de lluvia en Nueva YorkWoody Allen vuelve al exilio europeo para escribir y rodar una carta de amor al cine. Rifkin’s Festival pretende ser un homenaje al cine clásico aunque se percibe más como turismo cinematográfico. La cinta se acerca más a Vicky Cristina Barcelona o A Roma con amor que a otras grandes obras rodadas en territorio europeo como así lo hizo con su magistral Match Point. Hay secuencias que son puras recreaciones muy reconocibles de películas de Ingmar Bergman, François Truffaut, Federico Fellini, Jean-Luc Godard y Luis Buñuel. También hay mucho de España en la película.

De hecho, hablamos de una cinta producto de la colaboración entre el cine español y el estadounidense. En esta ocasión y aunque hablamos de una comedia de corte romántico, Woody Allen, riza el rizo y la vez que muestra su amor por el Festival de Cine de Donosti, realiza una dura crítica hacia el mundo del cine en general y hacia la crítica en particular. 

En la cinta hoy reseñada quiero resaltar la óptima fotografía realizada por el maestro Vitorio Storaro. Es contenido y no continente. Se establecen dos mundos visuales radicalmente opuestos en una misma película. Este es un aspecto común en las cuatro cintas de Storaro con Woody Allen. Por ejemplo, los diferentes enfoques del Hollywood clásico en comparación con la vida nocturna de Nueva York en Café Society o la yuxtaposición del sórdido apartamento en el que viven los protagonistas y los suntuosos colores de Coney Island en Wonder Wheel.

En Rifkin’s Festival, Storaro fotografía la realidad externa del festival y de San Sebastián en color, y la vida interna del protagonista en blanco y negro. Él, sueña en blanco y negro porque se identifica mucho con las películas clásicas que tanto le gustan. Los preciosistas tonos pastel en longitud de onda caliente prevalecen en la parte rodada en color. E incluso, como vemos en la imagen inferior, existe un pequeño homenaje a La La Land con otra referencia añadida a Ryan Gosling en otra escena.  


El personaje que interpreta el actor neoyorkino Wallace Shawn, es el claro alter ego de Woody Allen en pantalla. Un papel que le venía como anillo al dedo al propio Allen y que se intuye no ha querido interpretar para no ser acusado de ser un depravado sexual o de ser el mismo Diablo con patas. Y es que el personaje de Mort Rifkin es el de un viejo profesor de cine que se enamora de una joven doctora. Ésta, es interpretada de manera muy sensual por la actriz española Elena Anaya. Al poco de conocerse, Mort descubre la enorme cantidad de cosas que tiene en común con ella: un gusto por el cine marcado por la común aversión hacia la película de Philippe, el amor hacia Nueva York y un infeliz matrimonio.

El reparto es completado por el marido de la doctora interpretado con acierto por el también español Sergi López. Él, es un pintor egoísta e impetuoso que la engaña constantemente y hace que su vida sea miserable. La otra cara del espejo es formada por la esposa del protagonista (grande Gina Gershon) y por el moderno Philippe (Louis Garrel) convertido en el seductor cineasta francés. Durante todo la filmación hay bastante tensión sexual no resuelta perjudicando de manera ostensible la obra de Allen. Pero, tras ser acusado de todos los males del mundo parece que Woody Allen no ha querido llevar el argumento al terreno sexual en un hecho comprensible por los vetos a los que está siendo sometido. 


Rifkin’s Festival me ha parecido un sencillo homenaje al cine clásico que retrata con cierta ironía el mundo actual del cine. Un filme que puede pecar de cierto academicismo pero que será muy comprensible para todo aquel que haya seguido la carrera del maestro. No sé cuantas películas nos quedaran por ver de Woody Allen, pero espero que aguante al pie del cañón como lo ha hecho Clint Eastwood. Dos cineastas, que desde visiones muy diferentes, son para mí claves en la conformación de la narrativa cinematográfica contemporánea a nivel mundial. 

Nota: 7/10. 


Nacionalidad: EE UU - España

Dirección: Woody Allen

Guion: Woody Allen

Fotografía: Vitorio Storaro

Música: Stephane Wrembel

Duración: 92 minutos

Reparto: Gina Gershon,
Wallace Shawn, Elena Anaya,
Louis Garrel, Christoph Waltz,
Steve Guttenberg, Sergi López

viernes, 2 de octubre de 2020

La habitación: una casa encantada para Olga Kurylenko


La habitación
(The Room) dirigida por Christian Volckman se estrena en cines españoles el próximo día 2 de octubre. Hablamos de una coproducción europea exhibida en la Sección Oficial del Festival de Cine de Sitges. Su estreno comercial ha sido retrasado varias veces por la pandemia de coronavirus por lo que llega con moderada expectación entre los aficionados al género fantástico. 

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La historia: Matt (Kevin Janssens) y Kate (Olga Kurylenko) se mudan a una nueva casa en las afueras de la ciudad. Al hacer la reforma, descubren una habitación oculta. Cuando consiguen entrar en ella, se dan cuenta de que cualquier deseo que formulen allí se hará realidad, pero no sin ciertas condiciones. Después de dos embarazos malogrados, lo que Matt y Kate desean, por encima de todo, es un bebé...pero antes disfrutarán a un ritmo desenfrenado de los placeres que les otorga su nueva morada. 


La crítica: Pide un deseo y la habitación te lo concederá de inmediato. Desde luego hay tipos con suerte. Nuestro protagonista tiene como pareja a Olga Kurylenko y una habitación en su nuevo hogar que les nutre de todos sus deseos: dinero, manjares, afrodisíacos, riquezas y ese tipo de cosas. Ha quedado claro que hablamos de cine fantástico en toda su dimensión con gente guapa, inteligente y bien avenida. 

Tras una media hora inicial que se convierte en una auténtica montaña rusa de emociones, el cineasta Christian Volckman tiene un "ataque" de director de cine y comienza a tomarse en serio su propia película. Y es ahí cuando lo que parecía un producto original y divertido entra en el terreno pantanoso de las casas encantadas con niño incluido. 

La habitación pasa, por tanto, de ser lujuriosa en el mejor sentido de este término, a derivar en un producto soso con un refrito de situaciones ya vividas. Es decir, una casa encantada que no quiere ser habitada, un bebé siniestro que aparece de la nada para joder la vida de los tortolitos y los ruidos estremecedores acompañados de los juegos de luces que se apagan y encienden a su conveniencia. Vamos, un asco de casa. Claro que con la Kurylenko por allí danzando pues no hay quien quite ojo a la pantalla. En eso, bien. 

El mayor acierto de la cinta consiste en acompasar los planos con tenues notas musicales de piano que provocan una extraña intriga en el espectador. Después de muchos desbarres narrativos -a lo Nolan y Aronofsky- la cinta consigue levantar el tono inicial en la sensacional escena de cierre. Es decir, La habitación destaca por su apertura y por su cierre que engañosamente dejan un buen regusto final.  


Además de la citada Kurylenko, La habitación cuenta con un sólido reparto en el que destacan los nombres de Kevin Janssens (Revenge; Operación: Éxtasis), John Flanders (Iron Sky: The Coming Age) o el niño Joshua Wilson, que debuta en el cine con esta cinta. La casa, bien diseñada por el departamento de dirección artística es el personaje principal de la cinta. Especialmente, la habitación que da nombre al filme y que hace cumplir los deseos de sus moradores. No voy a desvelar cual es la condición que pone la habitación para que los deseos se cumplan, por si alguien quiere ver la cosa esta con una cierta intriga. Tampoco voy a revelar si los protagonistas tienen sexo pero algo tendrán que hacer en los 100 minutos que dura la aventura. 


En definitiva, La habitación (esta cosa de repetir muchas veces el título de las pelis es por una cosa llamada SEO en Google y sirve para que se enteren de que tienen que posicionar la crítica) me ha parecido una película divertida a pesar de las objeciones realizadas con anterioridad. También es verdad que si en vez de Olga Kurylenko, la protagonista hubiera sido Leticia Sabater y sus canciones, ni siquiera me hubiera molestado en escribir la crítica marciana. 

Nota: 6/10.


Nacionalidad: Francia
-Luxemburgo-Bélgica

Dirección: Christian Volckman

Guion: Christian Volckman,
Sabrina B. Karine, Eric Forestier

Duración: 100 minutos

Música: Raf Keunen

Fotografía: Reynald Capurro

Reparto: Olga Kurylenko,
Kevin Janssens, Marianne Bourg,
Francis Chapman, John Flanders,
 Éric Gigout, Michaël Kahya,
Joshua Wilson, Carole Weyers