miércoles, 29 de mayo de 2024

Iris: lluvia de hombres para un corazón sediento


Iris dirigida por Caroline Vignal se estrena en cines españoles el próximo día 31 de mayo de 2024. Tras su paso por el Festival de Cine de Málaga, nos llega esta comedia francesa que pone en primer plano el el deseo femenino.

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La historia: Iris lo tiene todo: un marido maravilloso, dos hijas perfectas, un negocio exitoso, pero nula vida sexual. ¿Cuándo fue la última vez que hizo el amor? Parece que ha llegado el momento de explorar otros territorios...


La crítica: El cine francés se ha hecho fuerte en la comedia como en su día lo hizo el cine español. De hecho, Iris se permite realizar algún guiño hacia el Landismo cambiando los roles de género. Este tipo de filmes suelen ser cálidos y risueños. En ellos se vislumbra una ágil mirada para retratar como son las relaciones humanas en nuestro caótico mundo actual. 

Iris es un reflejo de todas las mujeres que, como ella, asisten asombradas a otra etapa de su vida sexual. Aunque ya no es una joven descubriendo el mundo, ella se siente radiante. Su energía comienza a subir cuando se conecta a una App de citas y decide redescubrirse, probar y atreverse pues su vida de pareja ha entrado en vía muerta. ¿Podrá con todo lo que le viene? ¿Asumirá su nuevo rol de mujer infiel con alegría?

La cineasta francesa Caroline Vignal pone en el centro del filme una cierta demanda colectiva de las mujeres maduras en el que es ya su tercer largometraje. Una demanda que nos habla sobre el rol de invisibilidad social y sexual que parece asociarse a la edad y que se ceba más con el género femenino. Precisamente el cine es el mejor ejemplo de la postergación de ciertas actrices según van cumpliendo años. 

La cineasta se ha hecho varias preguntas para escribir el guion: ¿cómo recrear la experiencia de los sitios de citas, donde la mayor parte de la acción se desarrolla en la pequeña pantalla de los teléfonos móviles? ¿Cómo se puede compartir con los espectadores la adrenalina de los chats, que pueden parecer banales, pero que mantienen en vilo al receptor esperando el siguiente mensaje? ¿Cómo compartir la sensación estimulante de que la aventura está a la vuelta de la esquina o al final de la línea 15 de Metro? La respuesta en general sería que sí ha sabido adaptar con naturalidad los nuevos usos sociales a la pantalla de cine. 


Laure Calamy es una actriz francesa de cine, televisión y teatro, ganadora de un Premio César, que realiza una buena interpretación de Iris. Su gestualidad, picardía y la inocencia de su personaje conquistan al espectador. Lleva todo el peso de un reparto que completa Vincent Elbaz como el marido ausente que no obstante se guarda una sorpresa para el final de la película. El resto son personajes con apariciones esporádicas como marca el libreto basado en las citas rápidas.

En la parte técnica destaca la luminosa fotografía y la música de Benjamin Esdraffo que añade alegría sobre todo en la parte final del desarrollo narrativo. Lo habré escrito decenas de veces, pero una sola canción o pasaje musical puede cambiar una película. O lo que es lo mismo: el cine sin música sería menos cine o incluso no sería cine. 

Iris me ha parecido una película acertada, amena y divertida dentro de un orden. Es evidente que no hablamos de un filme de Billy Wilder, pero si de un producto bien realizado y honesto en la búsqueda de sus objetivos. La cinta conlleva una reivindicación, muy legítima, que cada día suena más alto: el deseo femenino existe y no debe esconderse por miedo a ser calificada de cualquier barbaridad. Y, además, su apogeo no solo está en la juventud, también después continúan la atracción, las ganas, la pasión o la diversión sin culpa, que no está exenta de chascos como en la propia vida.

Nota: 6/10.


Nacionalidad: Francia

Género: Comedia, Romance

Título original: Iris et les hommes

Dirección: Caroline Vignal

Guion: Caroline Vignal

Música: Benjamin Esdraffo

Fotografía: Martin Roux

Duración: 98 minutos

Reparto: Laure Calamy, Vincent Elbaz,
Suzanne De Baecque, Sylvain Katan

jueves, 23 de mayo de 2024

El último late night: ¿reinicio de género u oasis en el desierto?


El último late night dirigida por Cameron Cairnes y Colin Cairnes se estrena en cines españoles el día 24 de mayo de 2024. La cinta australiana fue la ganadora del Premio al Mejor Guion en la última edición del Festival de Sitges. 

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La historia: Estados Unidos, años 70. Después de la muerte de su mujer, Delroy ha vivido momentos muy complicados y las audiencias de su programa lo han acusado. Dispuesto a recuperar el interés de los espectadores, decide montar el especial de Halloween más sonado de la televisión estadounidense, sin ser consciente de la maldición que está a punto de lanzar sobre todos los hogares del país.


La crítica: Películas como La semilla del diablo o El exorcista impulsaron el cine de terror a niveles muy altos a base de narrativa, guión y buenos golpes de efecto. Hoy en día tanto el horror como la ciencia ficción no atraviesan su mejor momento y quizás sea el momento de reiniciar el género mirando precisamente a la década de los setenta como la hace la cinta hoy reseñada. 

El último late night es un viaje tan real hacia la citada década que parece un filme realizado en aquella época. La película nos presenta un programa ficticio de televisión que se emitió algunas temporadas antes de ser retirado del aire después de una noche en la que ocurrieron unos hechos no aptos para cardíacos. La intriga se mantiene durante los 90 minutos como si estuviéramos viendo un programa en directo. El presentador es el hilo de la narración. 

Los hermanos Cairnes son conscientes del interés de los estadounidenses por los temas paranormales y explotan esa vía al máximo. Pero lo bueno del libreto es que da igual que seas escéptico o no. Lo importante es que la historia se haga creíble y que consiga meter al espectador en la trama. Y ambas cosas se consiguen con buena nota acompañados de un buen ritmo narrativo.

La película, el programa y el relato giran en torno al presentador Jack Delroy. A través de su late night, y en el especial de Hallowen, va presentando a una serie de personas con supuestos poderes paranormales. Lo que en principio parece algo festivo se va convirtiendo en una pesadilla en pleno directo. Y es que los invitados tienen un comportamiento extraño y no humano por llamarlo de algún modo. El guion, que siempre va a más, consigue el suspense necesario sin tener que recurrir a sustos gratuitos, subidas de volumen o a la oscuridad ya que todo ocurre en un plató televisivo. 


Jack Delroy es un personaje ficticio por lo que no existe una conexión directa entre la trama de la película y cualquier transmisión nocturna emitida por la televisión durante la década de 1970. Se encarga de interpretarlo un gran David Dastmalchian que nos regala uno de los grandes papeles del año. La otra protagonista de la noche es Lilly, una adolescente rescatada años antes de una comunidad satánica y que dice estar poseída por el demonio. La interpretación de la joven actriz Ingrid Torelli es acongojante. La medium que acompaña a la niña es interpretada también con acierto por Laura Gordon

En los aspectos técnicos destaca la plena inmersión en los años 70 a través de la fotografía, el diseño de vestuario y lo relacionado con ambientación, arte y decorados. La estética y la deformación de las imágenes son una característica y no un defecto como pudiera parecer. 

El último late night me ha parecido una grata sorpresa aunque no sea una película perfecta. De hecho, en la parte final se acerca al naufragio que es evitado cuando los cineastas vuelven a girar ese final hacia lo concreto. Se cierra el círculo de manera adecuada. En definitiva, esperemos que la cinta no sea un oasis en el desierto y que mueva el género de terror hacia el suspense o la intriga lugar de donde nunca debió salir.

Nota: 7'5/10. 


Nacionalidad: Australia

Título original: Late Night with the Devil

Género: Terror, Suspense

Dirección: Cameron Cairnes, Colin Cairnes

Guion: Cameron Cairnes, Colin Cairnes

Música: Glenn Richards

Fotografía: Matthew Temple

Duración: 93 minutos

Reparto: David Dastmalchian,
Laura Gordon, Ian Bliss, 
Fayssal Bazzi, Christopher Kirby,
Ingrid Torelli, Josh Quong Tart

viernes, 17 de mayo de 2024

Víctima imperfecta: navegando la noche


Víctima imperfecta dirigida por Delphine Girard se estrena en cines españoles el día 17 de mayo de 2024. La cinta francesa pasó por el Festival de Venecia, donde ha sido galardonada con el Premio del Público en la Sección Venice Days (Giornate degli Autori).

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La historia: La fiesta se tuerce: Dary agrede a Aly. Cuando Aly llama a la policía, es Anna quien responde y consigue evitar que la agresión vaya a más. Al día siguiente, Aly intenta seguir con su vida como si nada y relativiza los efectos de la agresión. Dary trata de autoconvencerse de una versión de los hechos que no le quita el sueño. Anna hace por seguir involucrada en el asunto. Comienza el juicio. ¿Qué consigue la justicia? ¿Qué se puede reparar? (Festival Films)


La crítica: El pasado mes de abril reseñé algunas películas, tan distintas entre ellas como Civil War o El mal no existe, que renunciaban a cerrar lo planteado en su premisa y guion. La contraposición adecuada la hallamos en la ópera prima de Delphine Girard que además escribe un libreto complejo e inquietante. 

Víctima imperfecta se inspira en una historia real descubierta en YouTube, en la que una llamada grabada refleja cómo el buen hacer de una operadora salva la vida a una joven. Al comenzar la película observamos a una pareja viajando en coche y en claro estado de agitación. Ella -Aly- finge una llamada a su hermana, pero en realidad está llamando a la policía. La operadora -Anna- se percata de que la mujer está en peligro y manda un coche patrulla tras geolocalizar la llamada. El hombre -Dary- es detenido por presunta violación aunque niega los hechos. 

A partir de ahí asistimos mediante cuidados flashbacks a la reconstrucción de los hechos. El suspense se mantiene con fuerza hasta la resolución final. La cineasta también nos lleva a conocer la vida diaria de los personajes tras la presunta agresión sexual. Y ahí es cuando va planteando preguntas usando para ello varios géneros tan distintos como el policíaco, el drama social, el suspense y el thriller para enriquecer los aspectos de la película. Los personajes navegan por una noche de agitación a la que le siguen las consecuencias policiales, legales y cotidianas de la misma. Atraviesan situaciones y líneas temporales distintas en un puzzle muy bien armado. 


Selma Alaoui realiza una buena interpretación del personaje de Aly. A través de ella exploramos el área del consentimiento sexual que todavía es complicado de definir por las autoridades judiciales, policiales o médicas. Dary es interpretado por Guillaume Duhesme. Observamos a un hombre inseguro y oscuro. El personaje de la teleoperadora, Anna, a la que da vida Veerle Baetens, representa al espectador y se muestra empática con la posible víctima. Todos los personajes evolucionan de la frialdad más asombrosa hacia la parte más humana según avanza la narrativa y hasta la resolución final.  

En la técnica de rodaje destaca el montaje que es la clave para que el relato funcione. La directora de fotografía, Juliette Van Dormael, realiza un buen trabajo con la iluminación de tal manera que los personajes parecen inaccesibles o ambiguos.

Víctima imperfecta es un filme bien pensado, intrigante y con un final que resuelve las preguntas planteadas por la cineasta. La película retrata la reacción en cadena que provoca un acto violento en varias familias, en varios estamentos y en los propios implicados. Asimismo nos hallamos ante un retrato actual para reflexionar sobre cómo la sociedad resuelve de una vez por todas el tema de la violencia sexual dando prioridad al reparo moral de las víctimas aunque estas sean imperfectas. 

Nota: 7/10.


Nacionalidad: Francia, Bélgica

Título original: Quitter la nuit

Género: Thriller 

Dirección: Delphine Girard

Guion: Delphine Girard

Música: Ben Shemie

Fotografía: Juliette Van Dormael

Duración: 108 minutos

Reparto: Veerle Baetens,
Anne Dorval, Astrid Whettnall, 
Guillaume Duhesme, Selma Alaoui.

domingo, 12 de mayo de 2024

Hasta el fin del mundo: el cine que nunca muere


Hasta el fin del mundo dirigida por Viggo Mortensen se ha estrenado en cines españoles el día 10 de mayo de 2024. Tras haber sido nominado por sus trabajos como actor a numerosos premios internacionales -tres veces nominado al Oscar-, Mortensen vuelve a ponerse tras las cámaras como director, en esta historia de amor ambientada en el Viejo Oeste a mediados del Siglo XIX.

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La historia: Estados Unidos, 1860. Vivienne (Vicky Krieps) es una mujer ferozmente independiente que se embarca en una relación con el inmigrante danés Holger Olsen (Viggo Mortensen). Juntos, empiezan una nueva vida cerca del tranquilo pueblo de Elk Flats, Nevada. El estallido de la Guerra de Secesión los separa cuando Olsen decide luchar por la Unión y dejar a Vivienne a su suerte en un lugar controlado por el corrupto alcalde Rudolph Schiller (Danny Huston).


La crítica: Con guiños muy sutiles a 'Memorias de África' o a 'Los puentes de Madison', Viggo Mortensen se consolida como un cineasta de largo recorrido. Ojalá pudiera seguir el rastro de Eastwood y combinar de manera sólida su carrera como actor y director. Tras su buen debut con Falling ahora nos regala otra buena película con aromas al mejor western crepuscular. Pero esta no es una película del Oeste al uso. 

Hasta el fin del mundo narra una historia de amor inusual dentro del contexto de ese género, que aunque siempre me ha gustado, parecía agotado hasta que fue reactivado con la aclamada Sin perdón. En el caso de la cinta hoy reseñada se rompen algunos de los arquetipos que se han utilizado para representar los papeles femeninos en ese tipo de películas. El personaje central de la película es la inmigrante francesa Vivienne Le Coudy, una mujer de espíritu libre que se gana la vida vendiendo flores, trabajando en la taberna del poblado y que se enamora del también inmigrante Olsen. Aún emparejada prosigue su empeño por ganarse su propio dinero sin depender de un hombre que la mantenga. 

La cinta cuenta con un hándicap de salida ya que en la secuencia inicial se revela una parte muy importante del final. Esta manera de narrar, más habitual en literatura, obliga a un esfuerzo notable de montaje. Se altera el orden cronológico para explicar el porqué de la apertura. Mortensen se aferra a el cine que nunca muere con elementos clásicos a la par que sencillos: héroe, villano, propósito de justicia y emotividad en un buen guion que también se encarga de firmar.


Buenas interpretaciones con carácter general destacando a Vicky Krieps con su papel de mujer fuerte, decidida e independiente. Mortensen también realiza un buen trabajo y se muestra contenido en su papel. Su personaje es el de un hombre que ha viajado mucho, pero le gusta la vida en el Oeste norteamericano donde ha echado raíces. La feliz rutina de la pareja se ve interrumpida por la decisión de Olsen de alistarse voluntario para luchar por la Unión poco después del estallido de la Guerra Civil. Al quedarse sola, Vivienne tiene que enfrentarse a los despiadados hombres que gobiernan el pueblo, entre ellos el odioso Weston (Solly McLeod), que es el violento y caprichoso hijo de un terrateniente. 

Con sus amplias vistas y su ambientación en el Oeste del siglo XIX, Hasta el fin del mundo tiene el aspecto de un western clásico, pero rodada con la mejor técnica moderna. El filme se ha localizado en Durango, en México, que ha acogido muchas producciones del oeste, especialmente en los años sesenta. También se rodaron escenas en el oeste de Canadá. Uno de los entornos más importantes de la historia es la cabaña de Olsen, que se transforma cuando Vivienne llega para quedarse. La morada guarda valor escénico y narrativo. 

Hasta el fin del mundo nace con la vocación de convertirse en un clásico y a pesar de su controvertido arranque consigue todos los objetivos que se propone: emotividad, cadencia y un final que cierra el círculo de manera redonda. Con buenas interpretaciones e imágenes preciosistas nos hallamos ante un filme para degustar a fuego lento. La cinta también nos habla sobre el perdón y la redención. El acto de perdonar es algo que las mujeres han hecho a lo largo de los siglos y de manera especial lo han hecho con hombres orgullosos. Aquí el perdón está presente en ambos personajes como signo de inteligencia emocional. En definitiva, nos hallamos ante una cinta con buen fondo, excelentes formas y que confirma a Mortensen como un gran director.

Nota: 8/10.


Nacionalidad: Estados Unidos

Título original: The Dead Don't Hurt

Género: Western, Romance

Dirección: Viggo Mortensen

Guion: Viggo Mortensen

Fotografía: Marcel Zyskind

Duración: 125 minutos

Reparto: Vicky Krieps, 
Viggo Mortensen, Dany Huston, 
Solly Mcleod, Garry Dillahunt.

lunes, 6 de mayo de 2024

La zona de interés: una vida con vistas al campo (de Auschwitz)


La zona de interés dirigida por Jonathan Glazer fue la cinta galardonada con el Oscar a la Mejor Película Internacional en este año 2024. Tras su paso por los cines el próximo día 10 de mayo llega a Filmin.

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La historia: El comandante del campo de Auschwitz, Rudolf Höss, y su esposa Hedwig se esfuerzan en construir una vida de ensueño para su familia en una casa con jardín cerca de la instalación militar. El filme retrata el día a día de esa familia alemana cuya casa colinda con el campo de exterminio.


La crítica: Una de las cosas más asombrosas del filme es cómo muestra que las personas pueden llegar a interiorizar y naturalizar el horror. Y no hablo solo de los mandos militares, sino más bien de sus familias y allegados que veían en ellos a simples funcionarios del exterminio. También llama la atención como el cineasta retrata de manera perfecta la liturgia nazi aunque pienso que se equivoca en el epílogo. Se muestran ciertas tareas cotidianas en los trabajos que actualmente se realizan en Auschwitz que podrían asociarse a la indiferencia de manera injusta o equivoca. 

La zona de interés toma su titulo de la denominación utilizada por las SS durante el régimen nazi para referirse a la zona de cuarenta kilómetros cuadrados que rodeaba el complejo del campo de Auschwitz, a las afueras de Oświęcim, en Polonia. En 2014, Martin Amis usó la frase para el título de una original novela picaresca en la que el punto de vista entre colaboradores, verdugos y presos se intercambia. En el libro, uno de los personajes describe la 'zona' como algo parecido a un espejo que revela la verdadera identidad de cada uno. El filme también pudiera verse como una reflexión en la que los personajes rehúsan a verse a sí mismos; ya que el reconocimiento y la identificación podría llevarles a la locura.

Jonathan Glazer es uno de los cineastas más originales del cine actual, y alejándose de la perspectiva de Amis, mantiene el relato en la parte civil dentro de la división de Auschwitz, sumergiendo al espectador en la soleada negación de la próspera y trepadora familia Höss. Viven como si al otro lado de la valla del jardín no ocurriera nada. Tampoco hay mucha diferencia a lo que hace la sociedad de hoy. Estamos viviendo un genocidio en directo en la franja de Gaza y nadie mueve un dedo. Y si se mueve es para ayudar al verdugo que de manera paradójica pasa de pueblo oprimido a pueblo opresor como el que cambia de zapatos. 


Christian Friedel interpreta con corrección al comandante Rudolf Höss. Un personaje bien construido que vive obsesionado por mantener su puesto y asimismo cuidar con mimo su casa con jardín. Hedwig (Sandra Hüller), la odiosa esposa de Rudolf, le enseña a su madre -que ha venido de visita- el espléndido jardín y le explica que va a plantar yedra para tapar la horrible tapia que la separa del otro lado. "Los judíos están al otro lado del muro", añade. Una verdad basada en la negación más monstruosa. En ese edén artificial, los Höss se esfuerzan en llevar una vida normal mientras las nubes de humo de muerte se elevan por encima del campo.

En la parte técnica destaca la asombrosa dirección de arte y el sonido que ha sido premiado con el Oscar. Los gritos, disparos y órdenes del campo de exterminio se escuchan en segundo plano mientras la familia hace su vida normal. Baños en la piscina incluidos. Puede parecer paradójico, pero la absoluta calma y los tranquilos movimientos de la cámara bajo una luz natural son testigos de lo extremo que llega a ser el guion.

La zona de interés es en el orden cinematografico la prueba palpable de que no todo está inventado en el cine. Por otro lado y en el orden moral es una llamada de auxilio ante la indiferencia global hacia los pueblos oprimidos. Hablamos de una película pequeña, original y perturbadora que ha ido creciendo gracias a los premios obtenidos. Por una vez los galardones tienen sentido si el objetivo real de éstos fuera el de ampliar las audiencias. Sea como fuere, y a pesar de la poca emotividad de la narración, el conjunto de la obra propuesta es ya historia viva del cine. 

Nota: 7'5/10.


Nacionalidad: Reino Unido, Polonia 

Género: Drama, Bélica 

Título original: The Zone of Interest

Dirección: Jonathan Glazer

Guion: Jonathan Glazer

Música: Mica Levi

Fotografía: Lukasz Zal

Duración: 106 minutos

Reparto: Sandra Hüller,
Christian Friedel, Ralph Herforth,
Max Beck, Marie Rosa Tietjen,
Sascha Maaz, Stephanie Petrowitz.