El brutalista dirigida por Brady Corbert se ha estrenado el 24 de enero de 2024 en cines españoles. Con Adrien Brody de protagonista la cinta es una de las favoritas para los Premios Oscar.
🎬🎬🎬🎬🎬
La historia: Huyendo de la Europa de la posguerra, el visionario arquitecto László Toth llega a Estados Unidos para reconstruir su vida, su obra y su matrimonio con su esposa Erzsébet tras verse obligados a separarse durante la guerra a causa de los cambios de fronteras y regímenes. Solo y en un nuevo país totalmente desconocido para él, László se establece en Pensilvania, donde el adinerado y prominente empresario industrial Harrison Lee Van Buren reconoce su talento para la arquitectura. Pero amasar poder y forjarse un legado tiene su precio...(A24).
La crítica: Overture. Así comienza esta grandiosa película. Nominada a 10 Oscars de la Academia en competencia con la ridícula Emilia Pérez (13 nominaciones), veremos si se opta por un premio político o por premiar al Cine. Voy a aclarar varias cosas que no todo el mundo tiene porque conocer. El movimiento brutalista surgió en la década de 1950. Liderado por el arquitecto franco-suizo, Le Corbusier, sus principios básicos eran el uso del hormigón, materiales industriales inacabados, elementos estructurales fuertes, formas rígidas y colores monocromáticos. (El nombre derivaba del término francés para el hormigón en bruto: béton brut). Los edificios brutalistas pretendían proyectar una imagen utilitaria, con ejemplos famosos como el ahora Frick Madison de Nueva York, el Barbican de Londres y la Catedral de Santa María de la Asunción de San Francisco. Nuestro protagonista, que es ficticio, se inspira en este modelo para desarrollar su carrera.
El brutalista, sin embargo, no es una película sobre arquitectura aunque esté muy presente. Es un filme que nos habla de inmigración, de las paradojas del sueño americano y del derecho a la dignidad. Sus tres horas y media de duración con descanso incluido, sería la parte más polémica del planteamiento. En parte, hablamos de un hueso duro de roer y a su vez de cine para paladares exquisitos -y muy pacientes-.
Cine en definitiva para ver en pantalla grande y más teniendo en cuenta que está rodada en celuloide. Su director con 36 años da un recital de planos, narra parte de la historia de Estados Unidos y se convierte por derecho propio en un maestro del cine. Incluso a aquellos que la cinta no pueda convencer del todo, reconocerán las grandiosas formas y miradas de un cineasta con muy largo recorrido.
La película es para verla y menos para leer sobre ella por lo que no me extenderé demasiado. Las claves están dadas: la inmigración, arquitectura, sueño americano a veces invertido y una historia que también nos habla de la familia, de las raíces y de los sueños por lograr. También del miedo, el desdén hacia el que viene de fuera o los apátridas cuyas voces que en el caso judío llegan hasta nuestros días.
Brody da un recital interpretando a László Toth. Un personaje que está basado en una persona que no existió con lo que la cinta gana alejándose del biopic al uso. Lo que encuentra el personaje a su llegada al mundo occidental es una América muy diferente a la que esperaba. La promesa del sueño americano demuestra ser una mera ilusión y su reputación como arquitecto de éxito en Budapest no parecen resonar en el aristocrático entorno de Pensilvania. Su esposa está muy bien interpretada por Felicity Jones. Su personaje Erzsébet, está atrapada en la Europa oriental de posguerra y su mayor deseo es volver a estar con su marido. El otro personaje importante lo hace el genial Guy Pearce interpretado a Lee Van Buren que da trabajo a Tóth para construir un monumento conmemorativo a la difunta madre de este en la enorme propiedad del oligarca, en el estado de Pensilvania. En el transcurso de la película, ese monumento se convierte en todo un símbolo de la genialidad de Tóth, de todo el sufrimiento que le acarrea la guerra y de la épica batalla en la que se enzarza con el capitalista para poder construirlo.
La parte técnica es sobresaliente. La fenomenal banda sonora se acopla al montaje o viceversa. Fotografía, diseño de vestuario y espacios brutalistas son igualmente perfectos. Se recrea con destreza la vida urbana y rural de Estados Unidos en la Pensilvania de mitad de siglo, lo que requiere un diseño de producción específico en cuanto a la época y el enclave. También fue necesario crear la imponente visión arquitectónica del proyecto que László va construyendo en diferentes fases y que comienza sobre una colina de Pensilvania para para luego ir desarrollándolo en el transcurso de muchos años.
El brutalista me ha parecido un film grandioso aunque algo excesivo en el metraje. Hablamos de cine hecho a fuego lento y que quedará en la memoria colectiva de los espectadores. Con unas grandes interpretaciones y una imágenes conmovedoras hablamos de cine de otro tiempo. De cine clásico. Del cine que me habló mi padre y de un arte que aún merece la pena. Un arte con presente y futuro. Un arte que nos enseña, nos emociona, nos cabrea, nos duele y nos hace sentir también mucho más humanos. La cinta, en definitiva, es la celebración del séptimo arte.
Nota: 9/10.
Nacionalidad: EE UU
Género: Drama
Director: Brady Corbet
Guion: Brady Corbet
Música: Daniel Blumberg
Fotografía: Daniel Blumberg
Duración: 215 minutos
Reparto: Adrien Brody, Felicity Jones,
Guy Pearce, Joe Alwyn.