martes, 18 de febrero de 2025

La última reina (Firebrand): la mujer que plantó cara a Enrique VIII

La última reina dirigida por Karim Aïnouz se estrena en cines españoles el próximo día 21 de febrero de 2025. Protagonizada por Alicia Vikander en el papel de Catalina y Jude Law como el tiránico Enrique VIII, es el primer filme en inglés del director brasileño Karim Aïnouz.

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La historia: En un ambiente de suspense psicológico y ambientada en la sangrienta corte Tudor del infame rey Enrique VIII de Inglaterra (Jude Law), nos cuentan sus vidas desde el punto de vista de la reina Catalina Parr (Alicia Vikander), la sexta y última esposa de Enrique y la única que evitó el destierro o la muerte (Vértice Cine). 


La crítica: El cineasta nos lleva de viaje a la Edad Media en un filme que trata de aportar algo nuevo sobre la vida de Enrique VIII y su pasión por acabar con la vida de sus esposas. La muerte mejor que el divorcio diría él. Hablamos de una historia que va de menos a más, pero que adolece de la épica necesaria para implicar del todo al espectador. Sin embargo, para los amantes del cine histórico podemos encontrar miradas interesantes. 

La última reina se presenta como una reinvención de la película de época y narra los hechos desde el punto de vista de un personaje muy subrepresentado en la historia de Inglaterra, Catalina Parr, la última esposa de Enrique VIII, reina consorte de Inglaterra e Irlanda y responsable de la reconciliación entre Enrique y su hija María, quien más tarde sería la primera soberana de Inglaterra por derecho propio, María I.

El guion, a cargo de las hermanas Henrietta y Jessica Ashworth (Tell It To The Bees, Night Bus), está basado en la novela histórica ’Queen's Gambit’ de Elizabeth Fremantle, primera novela de la autora y entrega inicial de la Trilogía Tudor, en la que, a través de los ojos de Catalina y su joven doncella, cuenta la historia de dos mujeres muy diferentes en una época muy turbulenta.

La narrativa se sostiene sobre las intrigas de palacio haciendo hincapié en la forma de llevar el catolicismo de Enrique VIII. Un rey, y la jefatura de su Iglesia, que se negaban a que La Biblia fuera traducida del latín para mantener a la población en la ignorancia. La reina Catalina hizo lo que pudo para dar al pueblo lo que deseaba y eso estuvo a punto de costarle morir en la hoguera. Se libró por los pelos. 

Alicia Vikander hace un buen papel representando a la reina Catalina. La reina es nombrada regente mientras el tirano Enrique lucha en ultramar. Horrorizada y afligida, cuando regresa el rey enfermo y paranoico, Catalina luchará por su propia supervivencia. La conspiración resuena por todo el palacio. Todos esperan que la reina cometa un desliz, y que Enrique le corte la cabeza como a sus anteriores esposas. Lo mejor de la cinta pasa por la gran interpretación de Jude Law que aparece irreconocible en el papel de Enrique. El rey ya no tiene la fuerza física de antaño, a lo que se suma su vulnerabilidad mental. Un personaje que ya no era aquel joven príncipe, en otro tiempo en apariencia perfecto, ese músico y deportista bello, vibrante, viril y romántico, terminara siendo este anciano obeso, enfermizo, desgraciado y decadente de poco más de cincuenta años. Creó un mundo en el que nadie podía decirle que se estaba muriendo. Entre los personajes clave de la última parte del reinado de Enrique figuran el obispo conservador Stephen Gardiner, interpretado por Simon Russell, y la predicadora protestante Anne Askew, interpretada por Erin Doherty. La propia Catalina participó en el movimiento reformista, pero, debido a su proximidad al Rey, tuvo que moderar su activismo.

La parte técnica es muy notable en cuanto a diseño de interiores, vestuario y diseño de producción en general. Rodada en Haddon Hall, el guion se reescribió de nuevo para incorporar la narración de la Corte Real escapando de la plaga de Londres. Al ser Haddon Hall la única localización de la película, también se convirtió en un personaje por derecho propio.

La última reina es una película eficaz, preciosista en lo visual aunque monótona en su narrativa. Con unas buenas interpretaciones, y un sólido diseño de los espacios escenográficos, gustará a los amantes del género histórico, y quizás, cause cierta indiferencia al espectador que busque épica o acción. Hablamos más bien del clásico filme que narra unas intrigas palaciegas en las que el mínimo error te llevaba a la hoguera. 

Nota: 7/10.


Nacionalidad: Reino Unido

Género: Histórico

Dirección: Karim Aïnouz

Guion: Henrietta Ashworth

Música: Dickon Hinchliffe

Fotografía: Hélène Louvart

Duración: 120 minutos

Reparto: Alicia Vikander, 
Jude Law, Eddie Marsan,
Ruby Bentall.

martes, 11 de febrero de 2025

La red fantasma: cuando la venganza libera el alma

La red fantasma dirigida por Jonathan Millet se ha estrenado el 7 de febrero de 2025 en cines españoles. El thriller de Millet abrió la Semana de la Crítica de Cannes y ha competido en la sección Punto de Encuentro de la Seminci.

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La historia: Hamid, un profesor sirio en el exilio, forma parte de un grupo secreto que persigue a los dirigentes fugitivos del régimen. Su misión le lleva a Francia tras la pista de su antiguo torturador. La venganza con la que lleva años obsesionado está a un solo paso (La Zona Cine).

La crítica: Por su posición geo estratégica, Siria se ha convertido en las últimas décadas en un país infernal y por lo cual se ha producido un éxodo de refugiados. El filme se ha rodado, por supuesto, antes del derrocamiento del tirano Bashar Háfez al-Ásad. Un hombre al se quiso ver como un renovador y sin embargo por mantenerse en el poder convirtió al país en un paria en el que se han librado guerras, experimentos con armas militares, pruebas de las mismas o violaciones de los derechos fundamentales. Es por eso que la historia aunque ambientada fuera del país, cobra un gran interés histórico y además funciona de manera moderada como thriller cinematográfico. 

La red fantasma sigue los pasos de Hamid, integrado en una red de espías no profesionales, en busca de uno de los torturadores del régimen sirio. Un tipo capaz de idear torturas con electricidad y probar todo tipo de químicos contra las personas detenidas. Como ya decía, Siria, ha sido un campo de pruebas que incluso dejan a Iraq o a Afganistán como segundones en estas malas artes. Hasta para nacer en un país o en una región determinada hay que tener suerte. La serendipia. 

El realizador francés Jonathan Millet se ha basado en una situación real, que ha seguido muy de cerca, para rodar su primer largometraje de ficción. Su lente está puesta en la situación de los refugiados sirios víctimas del régimen de Bashar al Asad, de su suerte dentro y fuera de las fronteras de su país, y especialmente en una lucha casi clandestina que pocos conocen: la de una célula de espías instalados en Europa que se encarga de localizar a sus propios torturadores.

La red fantasma está inspirada a partir la publicación de dos artículos en abril de 2019, en Libération, sobre la célula de Yaqaza y la caza del «Químico» en Alemania. A partir de ese momento, el cineasta quiso seguir esa pista. La narrativa es deliberadamente tranquila y no hay escenas violentas. Más bien hablamos del juego del ratón y el gato aunque se echa algo de menos más acción. Tampoco existen flasbacks rememorando las torturas y me parece inteligente. No es necesario mostrar para saber lo que se había producido con los detenidos en Siria. 


Protagonizada por el actor franco tunecino Adam Bessa (Premio del Festival de Cannes por Harka), se las apaña para sostener la cinta ya que sale en casi la totalidad de los planos del filme. Se le podría achacar algo de frialdad o de contención en su papel. En el papel del torturador -que nunca sabemos a ciencia cierta si lo es- aparece un buen Tawfeek Barhom que es el personaje que da suspense a la cinta. Muy breve aparición de la actriz Julia Richter como compañera de la red de espionaje. 

La técnica de la película es plana sin poder destacar ningún elemento. Si acaso una fotografía correcta y un metraje bastante digerible. Las localizaciones se realizan en Europa.

La red fantasma es una cinta correcta que sabe manejar bien los elementos del suspense tradicional. Todo se centra en la narrativa por lo que adolece de espectáculo o secuencias evasivas. El cineasta tampoco lo busca. Hablamos más bien de un grito de auxilio sobre lo que sucedió y probablemente siga sucediendo con los torturadores sirios. Como sucedió con los nazis huidos, el mundo no debería descansar en paz hasta que el último de estos malnacidos sea detenido, juzgado y encarcelado.

Nota: 6/10.


Nacionalidad: Francia

Título original: Les fantômes

Dirigida por Jonathan Millet

Guion de Jonathan Millet

Director de fotografía: Olivier Boonjinj

Música original de Yuksek

Duración: 106 minutos

Reparto: Adam Bessa,
Tawfeek Barhom, Julia
Franz Richter, Hala Rajab.

martes, 4 de febrero de 2025

María Callas: Angelina Jolie y la tristeza


María Callas dirigida por Pablo Larraín se estrena en cines españoles el próximo día 7 de febrero de 2025. Su nominación al Globo de Oro reafirma el lugar de Angelina Jolie como una de las actrices más destacadas de este año.

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La historia: Asistimos a  los últimos días de vida de la legendaria soprano en el París de los años 70. La diva, recluida en su apartamento de la capital francesa, lucha en privado con sus inseguridades y las relaciones tormentosas, como la que tuvo con el magnate griego Aristóteles Onassis, mientras que el planeta entero la adora por su prodigiosa voz. 


La crítica: Asisto con ilusión a una nueva vuelta de tuerca en la filmografía sobre la Callas y me encuentro con una de las películas más tristes que he visto en mi vida. No sé en que momento se encuentran Larraín y Jolie, pero desde luego consiguen transmitir la pesadumbre de manera óptima. Y no es que tenga nada en contra de la tristeza. De hecho, en Inside Out decíamos que la tristeza es un instrumento reparador que, en muchas ocasiones, actúa como 'alarma de auxilio'. Pero en este caso lo que hace es que salgamos del cine peor de lo que hemos entrado. Y justo debería ser al revés. El cine es ilusión, alegría sin estar exento de profundidad. 

La película comienza con los servicios funerarios recogiendo el cuerpo inerte de María Callas. Tras dos horas de la narrativa de la penuria, volvemos al punto inicial en un final circular. Es cierto que hay algún flasback que nos recuerda la sonrisa de la diva, pero son momentos menores. La narración se centra en los últimos días de una artista que se presenta falsamente como altiva, sin media sonrisa y eso sí completamente adicta a las drogas medicamentosas. Y me da rabia porque como estudioso de la Callas siempre fue una mujer alegre y con la sonrisa en los labios incluso antes de morir. No entiendo este retrato tan sombrío de una mujer que disfrutó de la vida y de su profesión. 

Ana María Cecilia Sofía Kaloyerópulos, conocida mundialmente como Maria Callas, nació un 2 de diciembre de 1923 en Nueva York y murió a la temprana edad de 53 años el 16 de septiembre de 1977 en París. Existe una película documental francesa, donde se recogen testimonios, entrevistas y actuaciones de la celebre soprano que revolucionó el mundo de la ópera y del bel canto a mediados del pasado siglo XX. Una cinta preciosa y con un gusto soberbio: Maria by Callas. 

Recojo algo de lo que escribí entonces sobre el documental: "María by Callas es un perfecto retrato histórico y una bella crónica periodística sobre una figura icónica de la cultura contemporánea. También es un viaje junto a la artista por las ciudades de Lisboa, Mallorca, Nueva York, con paradas en el bucólico Lago de Garda italiano o en el impresionante Festival de Cine de Cannes. Pero ante todo, la cinta lo que trata de recoger es la dicotomía que sostuvo la soprano entre la mujer y el mito, entre la persona y la estrella, o entre María y la Callas. Esa es la esencia del film y probablemente la esencia en la vida de la artista".


Angelina Jolie frente al espejo. No creo que sea casualidad que la actriz haya elegido este papel. Y sobre todo esa parte casi macabra a la que está dedicada la película. Como voy teniendo unos años recuerdo a la Jolie en sus primeros papeles cuando nadie la conocía. Una actriz salvaje y con ganas de comerse el mundo. Bella sigue siendo, pero algunos de los planos de la cinta parecen impostados. Seria, queriendo resaltar su belleza y ensimismada en sí misma. Vuelve, Angelina, Vuelve. 

El resto de personajes es casi inexistente: un periodista que la hace el último reportaje, su personal de servicio y Onassis que le pone un poco de picante al plato servido. El movimiento del piano por la casa de la diva es lo mejor del filme. Un puntito de humor negro. 

Salvamos la técnica de rodaje que es monumental. La fotografía de Edward Lachman, nominada al Oscar, es un recital. Música, vestuario y diseño de producción si están a la altura. Ahí todo es bonito. 

María Callas me ha perecido una película prescindible, grisácea y muy triste. Los propios títulos de crédito con imágenes reales dan fe de una mujer alegre, simpática e incluso sonriente en la piscina de su casa antes de morir. Hablamos de una biografía fúnebre que recoge el final de una vida y el final de su voz que fue en definitiva lo que le amargó sus últimos días. He querido realizar una crítica de un tirón, sincera y sin entrar en las motivaciones de productores y demás. De momento me voy a ver una comedia de Fernado Esteso y Pajares que al menos con sus payasadas levantaran mi ánimo tras el visionado de la cinta hoy reseñada. 

Nota: 4/10.


Nacionalidad: Italia

Título Original: Maria

Género: Drama

Duración: 2h 03m

Dirección: Pablo Larraín

Guion: Steven Knight

Fotografía: Edward Lachman

Montaje: Sofía Subercaseaux

Reparto: Angelina Jolie, 
Pierfrancesco Favino, 
Alba Rohrwacher, Haluk Bilginer.

martes, 28 de enero de 2025

El brutalista: Cine con Mayúsculas


El brutalista dirigida por Brady Corbert se ha estrenado el 24 de enero de 2024 en cines españoles. Con Adrien Brody de protagonista la cinta es una de las favoritas para los Premios Oscar. 

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La historia: Huyendo de la Europa de la posguerra, el visionario arquitecto László Toth llega a Estados Unidos para reconstruir su vida, su obra y su matrimonio con su esposa Erzsébet tras verse obligados a separarse durante la guerra a causa de los cambios de fronteras y regímenes. Solo y en un nuevo país totalmente desconocido para él, László se establece en Pensilvania, donde el adinerado y prominente empresario industrial Harrison Lee Van Buren reconoce su talento para la arquitectura. Pero amasar poder y forjarse un legado tiene su precio...(A24).


La crítica: Overture. Así comienza esta grandiosa película. Nominada a 10 Oscars de la Academia en competencia con la ridícula Emilia Pérez (13 nominaciones), veremos si se opta por un premio político o por premiar al Cine. Voy a aclarar varias cosas que no todo el mundo tiene porque conocer. El movimiento brutalista surgió en la década de 1950. Liderado por el arquitecto franco-suizo, Le Corbusier, sus principios básicos eran el uso del hormigón, materiales industriales inacabados, elementos estructurales fuertes, formas rígidas y colores monocromáticos. (El nombre derivaba del término francés para el hormigón en bruto: béton brut). Los edificios brutalistas pretendían proyectar una imagen utilitaria, con ejemplos famosos como el ahora Frick Madison de Nueva York, el Barbican de Londres y la Catedral de Santa María de la Asunción de San Francisco. Nuestro protagonista, que es ficticio, se inspira en este modelo para desarrollar su carrera. 

El brutalista, sin embargo, no es una película sobre arquitectura aunque esté muy presente. Es un filme que nos habla de inmigración, de las paradojas del sueño americano y del derecho a la dignidad. Sus tres horas y media de duración con descanso incluido, sería la parte más polémica del planteamiento. En parte, hablamos de un hueso duro de roer y a su vez de cine para paladares exquisitos -y muy pacientes-. 

Cine en definitiva para ver en pantalla grande y más teniendo en cuenta que está rodada en celuloide. Su director con 36 años da un recital de planos, narra parte de la historia de Estados Unidos y se convierte por derecho propio en un maestro del cine. Incluso a aquellos que la cinta no pueda convencer del todo, reconocerán las grandiosas formas y miradas de un cineasta con muy largo recorrido. 

La película es para verla y menos para leer sobre ella por lo que no me extenderé demasiado. Las claves están dadas: la inmigración, arquitectura, sueño americano a veces invertido y una historia que también nos habla de la familia, de las raíces y de los sueños por lograr. También del miedo, el desdén hacia el que viene de fuera o los apátridas cuyas voces que en el caso judío llegan hasta nuestros días.


Brody da un recital interpretando a László Toth. Un personaje que está basado en una persona que no existió con lo que la cinta gana alejándose del biopic al uso. Lo que encuentra el personaje a su llegada al mundo occidental es una América muy diferente a la que esperaba. La promesa del sueño americano demuestra ser una mera ilusión y su reputación como arquitecto de éxito en Budapest no parecen resonar en el aristocrático entorno de Pensilvania. Su esposa está muy bien interpretada por Felicity Jones. Su personaje Erzsébet, está atrapada en la Europa oriental de posguerra y su mayor deseo es volver a estar con su marido. El otro personaje importante lo hace el genial Guy Pearce interpretado a Lee Van Buren que da trabajo a Tóth para construir un monumento conmemorativo a la difunta madre de este en la enorme propiedad del oligarca, en el estado de Pensilvania. En el transcurso de la película, ese monumento se convierte en todo un símbolo de la genialidad de Tóth, de todo el sufrimiento que le acarrea la guerra y de la épica batalla en la que se enzarza con el capitalista para poder construirlo.

La parte técnica es sobresaliente. La fenomenal banda sonora se acopla al montaje o viceversa. Fotografía, diseño de vestuario y espacios brutalistas son igualmente perfectos. Se recrea con destreza la vida urbana y rural de Estados Unidos en la Pensilvania de mitad de siglo, lo que requiere un diseño de producción específico en cuanto a la época y el enclave. También fue necesario crear la imponente visión arquitectónica del proyecto que László va construyendo en diferentes fases y que comienza sobre una colina de Pensilvania para para luego ir desarrollándolo en el transcurso de muchos años.


El brutalista me ha parecido un film grandioso aunque algo excesivo en el metraje. Hablamos de cine hecho a fuego lento y que quedará en la memoria colectiva de los espectadores. Con unas grandes interpretaciones y una imágenes conmovedoras hablamos de cine de otro tiempo. De cine clásico. Del cine que me habló mi padre y de un arte que aún merece la pena. Un arte con presente y futuro. Un arte que nos enseña, nos emociona, nos cabrea, nos duele y nos hace sentir también mucho más humanos. La cinta, en definitiva, es la celebración del séptimo arte. 

Nota: 9/10.


Nacionalidad: EE UU

Género: Drama

Director: Brady Corbet

Guion: Brady Corbet

Música: Daniel Blumberg

Fotografía: Daniel Blumberg

Duración: 215 minutos

Reparto: Adrien Brody, Felicity Jones, 
Guy Pearce, Joe Alwyn.

martes, 21 de enero de 2025

Babygirl: Nicole Kidman brilla en una mediocre cinta sobre el impulso sexual


Babygirl dirigida por Halina Reijn se ha estrenado en cines españoles el día 17 de enero de 2025. Nikole Kidman ganó la Copa Volpi en Venecia a la Mejor Actriz por su arriesgado y valiente papel. 

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La historia: Sensual thriller erótico que narra la historia de Romy (Nicole Kidman), una alta ejecutiva que inicia una ardiente aventura de sexo extremo con su joven becario, Samuel (Harris Dickinson) a espaldas de su marido Jacob (Antonio Banderas). Romy invertirá su rol habitual en el trabajo, pasando de ser quien da las órdenes a disfrutar siendo sometida en la cama. Esta tórrida relación le permitirá encontrar el camino hacia su libertad sexual, a pesar del riesgo y los prejuicios.


La critica: Sin mucha novedad que cualquier adulto ya no sepa en lo erótico, quizás lo mejor del filme es que refleja los tabúes a los que se ha de enfrentar una mujer, sus deseos sexuales y, sobre todo, la jerarquía de poder en el mundo de los negocios. En realidad, con algo más de fetichismo, nos hallamos ante un intercambio de papeles en los que miles de jefes hacían con sus secretarias lo que no se atrevían a pedirles a sus esposas. Sin la gran Nicole Kidman esto se hubiera caído. Derrumbado. 

Babygirl trata de manera episódica como el deseo es capaz de llevar a una persona con una vida feliz a ir traspasando límites sin valorar los efectos laborales, familiares o personales. Entendemos la frustración del personaje cuando le espeta a su marido que en toda una vida de convivencia jamás ha tenido un orgasmo con él. Pobre hombre. Puntería cero. Pero digo yo, ¿le podría haber dicho algo, no?

Total, que cuando en el trabajo de la señora Romy entra un becario buenorro (¿se dice así?), comienza un tórrido romance con consecuencias inesperadas muy esperadas y de las que poco puedo contar más. La narrativa es tan lineal -dentro de la supuesta transgresión- que se vuelve monótona por momentos y sobre todo muy previsible en su conjunto. 


En Babygirl, Romy, interpretada de manera genial por Nicole Kidman, es el resultado de indagar en la cuestión de las mujeres poderosas. Como una CEO educada, madre y esposa que vive en la ciudad de Nueva York, habita en un mundo de control extremo, agendas estrictas y una aguda conciencia de cómo es percibida en un campo dominado por hombres. En su propio matrimonio tampoco ha encontrado placer con su dulce y cariñoso marido artista, Jacob en un papel plano de Antonio Banderas. Mientras Romy intenta mantener su fachada, se derrumba tras conocer a Samuel (Harris Dickinson). Él percibe su deseo de perder el control, y comienza a penetrar más allá del armazón que ella ha construido con tanto cuidado. Ella se desata y supongo que el espectador empatiza con la situación que vive la mujer. 

La técnica de la película es impecable: fotografía, música, dirección de arte, vestuario o espacios escenográficos hacen que la digestión de la cinta sea óptima. En el debe toca señalar a un guion muy plano. 

Babygirl es un filme entretenido, rítmico, pero muy presumible en su desarrollo. Hablamos de un juego del gato y el ratón, en el que el eje del poder se desplaza de manera constante, y que a primera vista recuerda la época dorada de los thrillers eróticos de los años 90. A "segunda vista" la historia se cae aunque nos deja una gran actuación de Kidman

Nota: 6/10. 


Nacionalidad: Estados Unidos

Género: Thriller erótico 

Dirección: Halina Reijn

Guion: Halina Reijn

Fotografía: Jasper Wolf

Música: Cristobal Tapia 

Duración: 114 minutos

Reparto: Nicole Kidman, 
Antonio Banderas, Sophie Wilde,
Harris Dickinson.

martes, 14 de enero de 2025

Desmontando un elefante: diario de una adicta

 
Desmontando un elefante dirigida por Aitor Echevarría se ha estrenado en cines españoles el 10 de enero de 2025. La cinta ha sido la ganadora del Premio AC/E a la Mejor Dirección de película española en el Festival de Cine Europeo de Sevilla. 

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La historia: Marga (Emma Suárez), una arquitecta de éxito, regresa a casa tras haber pasado dos meses internada en un centro de rehabilitación por un problema de adicción con el que su familia convivió en silencio durante años. Tras su llegada, Marga intentará rehacer su vida anterior mientras su hija menor Blanca (Natalia de Molina), verá cómo la atención que vuelca sobre su madre afecta tanto a sus relaciones como a su sueño de ser bailarina profesional. Un año después, "el elefante" sigue tan enorme como siempre. Aunque por lo menos, ahora, todos pueden verlo (Filmax).


La crítica: ¿Puede un adicto dejar de serlo? ¿Es la familia el mejor núcleo para olvidar una adicción? ¿Son los amigos los culpables? ¿Las malas compañías? ¿La soledad o la rutina? ¿Cuando empieza y cuando acaba una adicción? ¿Cómo la mentira influye en las relaciones familiares? ¿Existe el perdón o es la pena hacia el enfermo lo que nos insta a actuar? ¿Por qué no se actúa hasta que el 'elefante' ya no cabe en la habitación? Todas estas preguntas y algunas más son las que trata de responder Aitor Echevarría en su aséptica ópera prima. 

Desmontando un elefante nos habla de la adicción al alcohol, como en La sustancia nos hablaban de la adicción a la belleza. Cualquier elemento es susceptible de crear adicción: belleza, moda, drogas, sexo, alcohol, poder, dinero, juego. El ser humano siempre ha creído en su capacidad para dominar las sustancias externas. Sin embargo, son las internas como la dopamina las que dominan nuestros actos, actitudes, impulsos e ilusiones. Los demonios internos están en nuestros cerebros. 

Echevarría realiza un retrato casi perfecto, pero distante y frío sobre una madre adicta al alcohol. Hablamos de una familia de clase alta en la que el marido se presenta como el padre ausente y observamos como una hija lucha hasta la extenuación por sacar a su madre del descenso a los infiernos en los que ha incurrido. Ingresos en una clínica de desintoxicación, relaciones paterno filiales y la soledad en toda su dimensión marcan la narrativa. Una narrativa intachable, pero a la que se echa de menos más riesgo, algo de humor negro y sobre todo esperanza. 

El cineasta propone una película que habla de la adicción en una familia. De la madre al alcohol y de la hija a su madre. Un enganche que impide a las dos avanzar, que las limita y las sume en una cotidianidad llena de fidelidades silenciosas. También realiza una reflexión sobre la familia y los vínculos que nos unen con nuestros seres queridos.  A pesar de la crudeza de las situaciones, sostiene la idea de que afrontar los problemas no es fácil pero es siempre mucho mejor que evitarlos.


Correcto papel de Emma Suárez interpretando a Marga. No sabemos de manera completa por qué ha caído en las redes del alcohol, pero intuimos que la rutina familiar y laboral la ha superado. Lo tiene todo en lo material y sin embargo se ve impedida para dejar de beber. Le da réplica una gran Natalia de Molina con una interpretación más visceral poniendo el fuego que le falta a la película para prender la mecha de la emoción colectiva. Su personaje no se da tregua en la lucha invertida de hija a madre. Por otro lado y en el papel del padre tenemos a un buen Darío Grandinetti que sin embargo no sabe o no quiere afrontar lo que sucede con su esposa. Completa el reparto Alba Guilera que por razones geográficas y de maternidad no se implica en la dinámica familiar. 

La parte técnica es plana. No se utiliza música acorde a las emociones, la fotografía es plúmbea y de manera muy curiosa el metraje de poco más de 80 minutos se siente de discurrir lento. Si destacan los buenos primeros planos y la dirección de arte en interiores. De hecho, no hay apenas exteriores en un mal que se va extendiendo como la pólvora. 

Desmontando un elefante es un filme honesto, necesario y a su vez frío como un tempano de hielo. Cuesta entrar en la historia y la parte positiva es que la narrativa transcurre de menos a más dejando el conflicto entre personajes para la parte final. El elefante estalla cuando los personajes ya no caben en la habitación. En definitiva, hablamos de un correcto debut cinematográfico a la espera de que Echevarría se suelte las cuerdas y estalle en su próximo largometraje o siga una línea en la que la cadencia narrativa sea su modo de expresión preferido. 

Nota: 6/10. 


Nacionalidad: España

Género: Drama

Director: Aitor Echevarría 

Guion: Aitor Echevarría 

Fotografía: Pau Castejón

Dirección de arte: Nina Caussa

Duración: 85 minutos

Reparto: Natalia de Molina,
Emma Suárez, Darío Grandinetti, 
Alba Guilera.

martes, 7 de enero de 2025

Ciudad de asfalto: Sean Penn juega con los dados de Dios

 
¡Feliz año 2025 y que el Cine y la Suerte nos acompañe!

Gracias de nuevo por acompañarme en esta senda que comenzó hace nueve años. Este año tengo pensado publicar todos los martes menos en agosto como ya casi sucedió el año pasado. Pido disculpas de antemano si algunos comentarios se quedan sin contestar, pero no dudéis en hacer preguntas directas si queréis, aunque con vuestras reflexiones aprendemos todos de cine y de la vida. Comenzamos. 

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Ciudad de asfalto dirigida por Jean-Stéphane Sauvaire se estrena en cines españoles el próximo día 10 de enero de 2025. El tercer largometraje de Sauvaire (Una oración antes del amanecer, Johnny Mad Dog), está protagonizado por el ganador de dos Oscar Sean Penn (Licorice Pizza, El árbol de la vida) y Tye Sheridan (El bar de las grandes esperanzas, Ready Player One). 


La historia: Ollie Cross (Tye Sheridan) es un joven paramédico que, mientras prepara el examen de acceso a la Facultad de Medicina, recorre con Gene Rutovsky (Sean Penn) en ambulancia las calles de Nueva York. Rutovsky, curtido en mil batallas y uno de los paramédicos más veteranos de la ciudad, será su compañero y mentor. De él aprenderá todo lo necesario para tratar a los pacientes y sobrevivir a su caos diario. 


La crítica: Con un guion escrito a cuatro manos entre Ben Mac Brown y Ryan King, el filme se sustenta en el género thriller y está basado en la novela homónima de Shannon Burke de 2008. La cinta tiene ribetes de buen policial aunque los protagonistas se dediquen a la sanidad. 

Ciudad de asfalto gira con vigor sobre la labor que los paramédicos hacen en las ambulancias de Nueva York. Su función es ejercer como médicos de urgencias, estabilizar a los pacientes y trasladarlos en ambulancia a los distintos hospitales. Dígamos que su estatus estaría un peldaño por debajo de los médicos y un peldaño superior que los enfermeros. En la práctica son doctores, policías y conductores. Todo ello en la caótica Nueva York que es mostrada de manera principal en la noche, de manera turbia y con servicios muy peligrosos o urgentes a vida o muerte.  

La cinta que es presentada en capítulos (servicios médicos) toma casi el formato de serie y se podría estirar tanto como los productores quisieran. El ritmo es frenético, se intercalan episodios de la vida sentimental de los protagonistas y el final es de una potencia inmensa. El compañerismo, los conflictos entre trabajadores y los pacientes problemáticos son el hilo conductor para presentarnos la cara más sucia y turbulenta de la ciudad. Conoceremos la parte más oscura y la que por lógica no es presentada a los turistas. Por estos lares no rodaría Allen para que nos entendamos. 

Nueva York se ha retratado a través del cine con cineastas como Scorsese, Friedkin, Schlesinger, Allen, Lumet, Cassavetes, y sus secuencias del metro, los puentes y las sirenas de las ambulancias. Aquí tenemos un recital de ese tipo de adrenalina aunque ciertas secuencias son predecibles según va avanzando el metraje. Aunque la película transcurre en Harlem o en Brooklyn, se centra principalmente en la epidemia de drogas que cada poco azota a la urbe. El guion plasma la realidad tal y como es, no  se limita a replicar el pasado. En el libro, el enemigo es la epidemia de crack que asoló la ciudad, mientras que en la película el ‘enemigo’ es un sistema sanitario fallido que en Estados Unidos se impone como otra forma de caos social. Lo cierto es que las personas sin seguro médico lo tienen muy crudo y no hay forma de implantar un sistema que llegue a todos.  


Buen trabajo de Penn que investigó con el cuerpo de paramédicos, e hizo un entrenamiento intensivo y muchos viajes afiliados al Wyckoff Heights Medical Center en la parte trasera de la ambulancia. Llevaba un sombrero y una mascarilla, por lo que nadie le reconoció. Al igual que Tye Sheridan, su compañero de reparto y de producción, Sean Penn se tomó el proyecto muy en serio, y se sumergió en el papel, asegurándose de que cada gesto fuera auténtico para un médico de urgencias. En su personaje encontramos todo el bien y el mal de la historia. Quemado, como otros paramédicos veteranos, comienza a jugar a ser Dios y a decidir quien puede ser salvado o no. Solo ocurre una vez por el hartazgo de tener que salvar a asesinos, narcos, drogadictos o criminales. Pero un médico, como un abogado no tiene opción, su misión es salvar la vida de quien sea y luego que sea la justicia la que decida. La reflexión y dilema me llega muy dentro como creo que llegará a los demás espectadores. 

En la técnica destaca la buena iluminación nocturna. Qué bien cuando una película se puede ver. Por lo demás, Nueva York es el otro protagonista principal. Su cara b. Al filmar largas escenas, sin cortes, aumenta la tensión, y funcionan muy bien las llamadas de emergencia a las que asistimos con temor de que habrá sucedido y si habrá salvación. 

Ciudad de asfalto es un filme hondo, sólido y muy trabajado. Recuerda a ese cine de los 90 que se movía entre la acción, el policial y toques de la vida personal de los protagonistas. Una vida y una amistad que cobra mucha importancia en la conclusión. La cinta retrata el día a día de los paramédicos de forma honesta y muy realista. Casi documental. En definitiva, hablamos de un filme que aunque pueda parecer una serie, creo que merece la pena ser visto en pantalla de cine. 

Nota: 7/10.


Nacionalidad: EE UU

Título original: Black Flies

Dirección: Jean-Stéphane Sauvaire

Guion: Ben Mac Brown

Fotografía: David Ungaro

Música: Nicolas Becker

Duración: 120 minutos

Reparto: Sean Penn, Tye Sheridan,
Katherine Waterston, Mike Tyson