"Si los seres humanos tuviésemos dos cerebros, seguro que haríamos el doble de tonterías". Woody Allen.
Terminator: destino oscuro llega a las carteleras de los cines españoles el día 31 de octubre de la mano del cineasta Tim Miller. El actor metido a político, Arnold Schwarzenegger ycon 72 años a cuestas, vuelve al cine en la sexta entrega de la saga que le dio la celebridad mundial.
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La historia: Tras los sucesos ocurridos en Terminator 2, y obviando lo ocurrido en la tercera, cuarta y quinta parte de la saga, Sarah Connor (Linda Hamilton) se ve obligada a luchar del lado de Grace (Mackenzie Davis). Esta mujer es un híbrido entre humano, cyborg y Donald Trump. De ellas, dependerá el futuro de la humanidad que está gravemente amenazado por un nuevo y poderoso Terminator (Gabriel Luna).
En su camino, además, tendrán la ayuda del modelo T-800 (Arnold Schwarzenegger) para acabar de montar el circo o el lamentable despropósito perpetrado por Tim Miller.
La crítica: Si alguna vez me encuentran ahorcado en el cuarto de baño de un cine, que me encontrarán, será por culpa de películas tan feas, desagradables, oscuras, violentas y repetitivas como Terminator: destino oscuro. No tengo más que decir. Fin.
Nota: 1/10 (el uno es porque sale la actriz colombiana Natalia Reyes y también para su maquillador)
Nacionalidad: Estados Unidos.
Director: Tim Miller.
Guión: David S. Goyer, Josh Friedman,
Billy Ray, Justin Rhodes
Música: Junkie XL
Fotografía: Ken Seng
Duración: 128 (interminables) minutos
Reparto: Mackenzie Davis,
Linda Hamilton, Gabriel Luna
Arnold Schwarzenegger, Natalia Reyes
Amundsen llega a los cines en España el próximo 8 de noviembre tras su exitoso recorrido por los países escandinavos del Norte de Europa. La cinta noruega está dirigida por el cineasta nominado al Oscar: Espen Sandberg.
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La historia: Roald Amundsen (Pål Sverre Hagen), desde que era un niño, siempre soñó con emular a los grandes exploradores que eran aclamados por la población cuando regresaban a casa. Su ambición se pondrá a prueba cuando siendo ya un hombre inicia una expedición para competir con el británico Robert Scott por ser el primer humano en llegar al centro de la Antártida. Esta es la mítica historia de un hombre enamorado de la nieve que marcó un hito en la historia de Noruega.
La crítica: Los biopics son como los pimientos de Padrón. Es decir, unos pican y otros no. En esta ocasión, el biopic noruego sobre la vida del legendario explorador noruego Roald Amundsen (1872-1928) se queda a medio camino entre el picante y la dulzura narrativa.
El cineasta noruego Espen Sandberg, director de la película “Kon-Tiki”, nominada al Oscar y a los Globos de Oro como mejor película de habla no inglesa, acierta en el tono general de la narración aunque no acaba de decantarse entre lo épico (el picante) o la compleja vida sentimental (la dulzura) expuesta en pantalla. El director retrata a Roald Amundsen como un hombre implacable y eficaz, pero obsesionado en su carrera por llegar al Polo Sur, compitiendo con el equipo comandado por el explorador Sir Robert Scott en nombre del Imperio Británico.
Amundsen es un personaje que trasciende a sus logros en la conquista de los territorios helados del planeta. La cinta en ese aspecto es intachable y cumple con rigor con la figura histórica retratada. Si peca de algo es de conservadora. No obstante, y aunque se ha escrito mucho del tramo final de la vida de Amundsen, quizás ese cierto tono documental le venga bien al filme. El cineasta no entra en el tono amarillo que ha contaminado en parte los épicos logros del explorador. Me refiero a lo escrito sobre cómo murió y a lo especulado en este aspecto.
Lo que si queda claro, o al menos esa es la tesis que sostiene el cineasta, es que el explorador noruego se movió desde joven por un acusado narcisismo. Ahí, Espen Sandberg si entra a juzgar al personaje y a la persona. De hecho, parece claro que la fama era su objetivo prioritario. Quizás incluso más que dejar un legado en la conquista de algunos territorios vírgenes del planeta. De hecho, no dudo ni un solo momento en alimentarse de los propios perros que tiraban de sus trineos para vencer a Scott. Este hecho le fue afeado en el Reino Unido y en parte de Noruega.
El peso del reparto recae sobre Pål Sverre Hagen que interpreta con acierto, ayudado por un cuidado maquillaje, las distintas etapas vitales de Roald Amundsen. Otro personaje importante en la película y en la historia fue su hermano León Amundsen. Se encarga de meterse en su piel el buen actor noruego Christian Rubeck. Un momento clave de la historia sucede cuando León Amundsen a las 11 de la mañana del 7 de marzo de 1912 recibe un telegrama que no escondía otra cosa que la conquista del Polo Sur Geográfico. El 8 de marzo, 84 días después de que una bandera de Noruega se posase en ese punto, el mundo se despertaba con la histórica noticia. En la parte femenina del reparto y metida con calzador aparece la bella actriz londinense Katherine Waterston que cumple las veces de amor platónico del expedicionario noruego.
La parte técnica, sobre todo en la fotografía, busca una conexión con los personajes para crear una respuesta emocional. Se utilizan para ello cámaras de mano en las escenas más íntimas. En esa línea y en las escenas interiores, las lámparas a media luz contrastan con la primorosa utilización de la luz en las escenas exteriores. En las secuencias de aventuras se usan helicópteros para darle a la película un aire épico. Viajaremos a lugares exóticos en el que se captura el sol de medianoche, veremos las auroras boreales que Amundsen experimentó en el páramo helado, y las luces del Norte de las que estaba tan enamorado.
El filme cuenta con fiestas de palacio, galas reales, se recrea la vida primitiva de los inuit y la soledad total de los parajes helados debajo de las zonas polares. El explorador noruego no era ajeno a ninguno de estos estilos de vida, pero se sentía mejor en las regiones polares que en la civilización. Para él, la naturaleza tenía un alma hermosa, mientras que la urbe, por otro lado, con sus ciudades y personas, era para él confusa y ruidosa. Durante el verano, la cinta es cálida y colorida, lo que es un fuerte contraste con la región polar. La música es grandiosa en los territorios naturales e intima en los espacios cerrados. Es otro personaje más.
Roald Amundsen fue en definitiva uno de los hombres más controvertidos de Noruega. Dejó su huella en una nación sin grandes referentes. Un hombre que dedicó su vida al descubrimiento de tierras desconocidas, y que estaba dispuesto a sacrificar todo para alcanzar sus objetivos. Incluso mintió y traicionó a quienes le rodearon para lograr sus metas. Esto le hizo muy popular, pero como persona lo pagó con creces en su conciencia.
Amundsen a pesar de estar pasada de metrajees una cinta única para conocer más de cerca a un héroe que cambió la historia del siglo XX. No es un filme que pasará a la historia pero si es un buen filme histórico.
Nota: 7/10.
P.D.Amundsen tenía programada su fecha de estreno en España para el día 25 de octubre. Su fecha de estreno se retrasa hasta el día 8 de noviembre. La crítica que acaban de leer ya estaba programada para publicarse un día antes de la fecha de su estreno inicial.
Lo único bueno de la película Showgirls de Paul Verhoeven del año 1995 fue que terminó con la trayectoria de Elizabeth Berkley. Una "actriz" que dio bastante la lata con la serie 'Salvados por la campana'.
Showgirls consiguió 7 Premios Razzies, incluyendo los de Peor Película, Peor Actriz y Peor Director. En el año 2004 también obtuvo un recuerdo y fue nominada como el peor drama de los últimos 25 años.
Pero hay que salvar una cosa del proyecto. El cartel. Al menos el póster era atractivo y habrá servido para que alguien haya pinchado en este post de Cine y críticas marcianas. A partir de aquí vamos con el surrealista y extraño mundo de los carteles de cine. En las últimas entradas he hecho referencia al mundo de los carteles o afiches de las películas. A veces para bien y en otras ocasiones para mal.
Hoy vamos con 10 carteles de cine para reír, llorar o emigrar de planeta...
1. Jurassic Park se anunció así en los cines de Ghana:
2. Harry Potter en una versión pintada a mano en la India:
3. En España se anuncio así la película que ya en el mismo título era una declaración de intenciones, "Pepito piscinas" con Fernando Esteso:
4. En México destrozaron más si cabe los ya extraños pósters originales de la película italiana Arroz amargo. Supongo que cuando los actores vieron el destrozo en sus rostros, necesitaron varios meses de psicoanálisis:
5. En Polonia y no sabemos si por el efecto de alguna droga hicieron el siguiente cartel para presentar Los pájaros del maestro Alfred Hitchcock:
6. Los estadounidenses tampoco se salvan de los despropósitos con numerosos ejemplos. Exposados es uno de ellos tanto por el póster como por la presentación del mismo realizada en la órbita hispana:
7. Volvemos a España con este curioso cartel presentado en 1965 para la reposición de King Kong:
8. El cine de animación tampoco se salva y en esta ocasión título y póster de presentación en España lo dice todo: Capitán Calzoncillos de 2017:
9. Entramos en terrenos pantanosos y surrealistas con la película del año 2007 de Mitchell Lichtenstein titulada originalmente como Teeth y traducida con el inclasificable título de Vagina Dentada (observen con atención el cartel):
10. Y por último y en uno de mis preferidos, nos encontramos con este cartel mexicano que lejos de ser una broma pasa directamente a la historia del surrealismo cinematográfico con todos los honores. Atención también a la leyenda de presentación: "Más sediento de sangre y lleno de pasión por bellas mujeres, monstruo del mal, ejerce poder satánico sobre sus inocentes victimas". Drácula vuelve de la tumba:
Aunque puede ser una tarea de fuerte desgaste, voy a hacer la pregunta obligada:
¿Cuál de ellos es tu preferido ya sea por curioso, loco o directamente disparatado?
De momento lo dejamos aquí, pero os aseguro que la documentación gráfica es tan rica y surrealista que no descarto futuras entregas de más carteles para el "recuerdo".
Día de lluvia en Nueva York dirigida por el maestro Woody Allen se estrena en España el día 11 de octubre. La película es la número cincuenta de un cineasta legendario para la historia del cine y de las artes escénicas.
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La historia: Ashleigh (Elle Fanning) y Gatsby (Timothée Chalamet) son una joven pareja de universitarios que han planeado un viaje a Manhattan para pasar un romántico fin de semana. Ella, además, tiene programada una cita con un reputado cineasta para hacerle una entrevista para el periódico de su facultad. Gatsby ama el Nueva York vintage, y organiza un abarrotado itinerario de lugares típicos. Pero la entrevista de Ashleigh se complica de una manera inesperada dando lugar a una situación de enredo con consecuencias imprevisibles.
La crítica: Sí, ahora más que nunca, no me cansaré de repetir lo que escribí a cuenta del estreno de Café Society. En aquellos momentos, como ahora, la sensación de estar asistiendo a un momento histórico era único. Por aquel entonces, Cine y críticas marcianas era un proyecto embrionario en el que un servidor acudía al cine como un espectador más. En la actualidad, por fortuna, he tenido el privilegio de asistir al pase de prensa previo al estreno en un hecho que jamás hubiera soñado cuando era un niño. No voy a gastar ni una sola palabra en juzgar a Woody Allen como persona. El artista, el creador y su genialidad como director es indiscutible. El resto lo dejo para las revistas del corazón o para el amarillismo que juzga, prejuzga y condena sin tener prueba alguna contra el sujeto puesto en el punto mira. Y sí, me reafirmo en que ver un estreno del maestro Woody Allen se asemejaría a ver pintar un cuadro del pintor más reputado del momento. O algo tan sencillo como ver una puesta de sol.
Día de lluvia en Nueva York cuenta con todos los elementos que han sembrado el cine de Woody Allen. La cinta es como un catálogo de todos sus deseos, frustraciones e ilusiones que han recogido ya muchas de sus películas. Y claro, algunos dirán que es una cinta que ya hemos visto antes por las situaciones creadas. Algo que sería tan estúpido como plantear que un orgasmo no es un hecho placentero por haberlo disfrutado con anterioridad. Woody Allen hace con su película número cincuenta algo parecido a lo que refleja el lema de la Real Academia de la Lengua. Es decir, limpia, fija y da esplendor a un cine tan luminoso y especial como el que nos ha regalado a lo largo de su carrera.
La narrativa de la historia gira en torno a la búsqueda de la identidad de la pareja protagonista. Ashleigh es una chica de la América profunda que ha sido educada para montar a caballo, pescar y jugar al golf. Es dulce, muy ingenua e idealista. Gatsby es su antítesis y como polos opuestos se atraen. Él es urbano, bohemio y cuenta con un cierto aire intelectual que le hace irresistible para la muchacha. La relación viene marcada por el ensayo y error. El fin de semana en Nueva York les hará ver si están hechos el uno para el otro o si por el contrario los personajes que cruza Woody Allen en su camino les harán replantearse su situación como pareja. El tono cómico que impregna el cineasta a través de los ingeniosos diálogos hacen del filme un disfrute en el tono del discurso general. Pero sobre todo, la historia disecciona la condición humana a través de los personajes bien diseñados y mejor interpretados.
Elle Fanning destaca de manera muy notable en escena. Su papel en La seducción dirigida por Sofia Coppola ya fue sensacional. Allí interpretaba a una joven pícara e incluso malévola. Ahora cambia de registro de manera inversa. Su personaje es ingenuo y casi virginal. Gran actriz que antes o después debería ser galardonada con el Premio de la Academia de Cine. Timothée Chalamet que brilló en Beautiful Boy, no da la talla como alter-ego del propio Allen. El resto del reparto está formado por Jude Law y Liev Schreiber en la parte inglesa y por Selena Gomez y Diego Luna en la parte latina. Todas las secuencias en las que interviene el elenco están marcadas por la comedia de enredo al servicio de la pareja protagónica.
Todos los personajes de Día de lluvia en Nueva York tienen problemas que giran en torno a su identidad. Gatsby padece el complejo más obvio: todavía no ha descubierto quién es. Finalmente, su madre se revela como una persona diferente a aquella que su hijo pensaba que era. Una y otra vez también se nos recuerda la identidad no formada de Ashleigh. Por ejemplo, cuando se encuentra con el resto de los personajes está tan nerviosa por la fama de estos que no puede recordar su propio nombre. Incluso dos veces sostiene su permiso de conducir para identificarse. Son escenas marca de la casa e hilarantes para el espectador.
La fotografía de Vittorio Storaro es mágica.Utiliza distintas clases de luz y cadencia tras la cámara para enfatizar las diferencias de Gatsby y Ashleigh. Con ella, como es brillante y apasionada, emplea colores más cálidos. Es decir, utiliza la longitud de onda caliente para remarcar las emociones. Con Gatsby se decanta por tonos azules más distantes para remarcar su cierta frialdad. Storaro usa la Steadicam para planos de seguimiento con ella y una cámara fija para él. En definitiva una lección de cinematografía ejemplar para los estudiantes y las escuelas de cine.
Como Nueva York, la lluvia es otro personaje más de la cinta. Es un símbolo romántico. Para Woody Allen hay algo muy bello en esos días lluviosos en la ciudad de los rascacielos. Así lo hace saber a través del personaje de Gatsby que es un bohemio. Sin embargo, para Ashleigh la lluvia es tristeza.
Las localizaciones también son de cine. El cineasta de Manhattan nos lleva al Bowery Hotel del East Village, por las casas del Upper East Side, de paseo por Central Park y de bares míticos como el Bemelman del Hotel Carlyle donde Gatsby es seducido por una prostituta.
En conclusión, Día de lluvia en Nueva York es una película pequeña, clásica y un verdadero deleite para los amantes del cine del maestro Woody Allen. Un cineasta que una vez al año vuelve a demostrar, a pesar de los vetos, que el sueño del cine es lo que mueve sus emociones y con ellas las de millones de cinéfilos de cualquier punto del planeta.
Calificación: Made in Woody Allen.
Nacionalidad: Estados Unidos Título original: A Rainy Day in New York Director: Woody Allen Guion: Woody Allen
Géminis dirigida por el cineasta Ang Lee tiene su estreno mundial el próximo 11 de octubre. En Cine y críticas marcianas ya está disponible la crítica de la nueva película protagonizada por Will Smith.
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Henry Brogan (Will Smith) es un mercenario de élite al servicio de los Estados Unidos. De repente, comienza a ser perseguido por un agente secreto que parece ser capaz de predecir sus movimientos. El hombre que quiere acabar con su vida cuenta con unos rasgos faciales casi idénticos a Henry. Con la ayuda de la agente federal Danny (Mary Elizabeth Winstead), intentará averiguar qué está sucediendo.
El cine, como la vida, es extraño. Cuando el director taiwanés Ang Lee dirigió la poética historia narrada en Brokeback Mountain se hacia difícil pensar que pudiera rodar un filme tan comercial como es el reseñado hoy. Pero si observamos su trayectoria, poco a poco, se ha ido deslizando por un terreno peligroso en lo narrativo aunque brillante en lo visual.
En esta ocasión, utiliza un filme de acción con toques de ciencia-ficción para trasladar su mensaje anti-bélico. Ya lo hizo en la desapercibida producción Billy Lynn y ahora lo vuelve a intentar. La cinta se centra en el personaje de Henry Brogan. Como comentaba en la breve sinopsis, él es un legendario asesino a sueldo del gobierno. Está en el ocaso de su carrera y atormentado por el considerable número de trabajos que ha realizado. Cuando informa a sus responsables que va a retirarse del servicio activo, Henry se convierte en la presa del único asesino de todo el planeta que tiene la capacidad de acabar con él: un clon de sí mismo, de 23 años de edad, con la orden de eliminarlo.
Géminis es una cinta con dos vertientes que no encuentran un nexo de unión. Por un lado, es brillante en la parte técnica en un filme rodado a 120 fotogramas por segundo que usa el sistema HFR (High Frame Rate). Pero por otro lado, nos encontramos con una historia con demasiados lugares comunes vistos ya en el cine de espionaje.
Y es que la historia tiene una premisa demasiado débil para llegar a provocar emociones que vayan más allá del puro entretenimiento. Es decir, un agente secreto que ha dado todo por la patria y cuando decide retirarse su gobierno se lo trata de impedir por ser portador de información demasiado relevante. Hasta ahí nada nuevo. Sin embargo, la mayor o única aportación narrativa relevante es la utilización de la clonación humana para formar al soldado perfecto. Ang Lee intenta transmitir de esa manera su visión del mundo en materia de defensa nacional. O más bien trata de adelantar un futuro en el que ya están trabajando los ministerios de defensa en buena parte del mundo.
En el reparto, Will Smith carga con todo el peso de la cinta en un doble papel. No solo interpreta al protagonista, el sicario de cincuenta años que se jubila, sino también -a través de una vanguardista tecnología- a su antagonista. Junior es una versión de sí mismo de 23 años de edad que le persigue por tres continentes distintos. La cinta, por tanto, es también una road-movie circular que termina por donde comienza en un grato detalle.
En la parte femenina del reparto destaca Mary Elizabeth Winstead. Una actriz, que sin ser una súper estrella, me trae gratos y buenos recuerdos personales. No es que conozca a la muchacha, sino que allá por el año 2016, cuando el blog marciano arrancaba, reseñé una gran película llamada Calle Cloverfield 10 en la que ella actuaba. Entonces, era una aprendiz de actriz y yo un aprendiz de crítico. Ahora ella es una interprete de verdad, y yo sigo siendo igual de burro. Pero la vida es así. El divulgador cinematográfico Alfredo García tuvo la gentileza de incluir a este marciano entre los críticos de Cinefilia y gracias a eso, y a los favores sexuales que voy repartiendo, un servidor asiste a los preestrenos junto a otra gente de mal vivir. En fin, sigo con la reseña. No estoy drogado. Creo...
En el papel de villano aparece un Clive Owen desdibujado e irreconocible. Su trabajo es para olvidar. El personaje, lleno de clichés, tampoco ayuda para nada en su labor actoral. Así que Owen debería ir al rincón de pensar o incluso a la cárcel. Allí hay buenos talleres de teatro para pasar el rato.
La dirección de arte del filme, como vemos en la imagen superior de Budapest, es una obra cumbre de esta disciplina cinematográfica. La narración también nos lleva hasta la bella ciudad de Cartagena de Indias en Colombia o hasta Savannah en Georgia. Este lugar es una de las joyas del sur de los Estados Unidos. Música, sonido y efectos visuales también brillan a una gran altura. Esto que digo si es en serio. Creo...
En conclusión, Géminis es una gran obra en lo visual y una moderada decepción en su narrativa. Ang Lee, no consigue cuadrar el círculo entre el prodigio técnico y la historia tratada. En cualquier caso, nos deja una película que traspasa las fronteras técnicas con esos 120 fotogramas por segundo que ya son parte de la historia del cine. Imprescindible, eso sí, visualizar la proyección en 3D nativo para disfrutar del filme en plenitud.
"Sigo sin saber qué me gusta más: si ir al cine, hacer cine o hablar de cine".José Luis Garci.
El crack cero dirigida por Jose Luis Garci llega a las pantallas de cine el próximo día 4 de octubre. Este singular proyecto es la precuela de la cinta que supuso el ansiado reconocimiento general para el añorado actor español Alfredo Landa. "El crack",a su vez, dio por sepultado el landismo.
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La historia: Madrid,año1975. Tras el supuesto suicidio del afamado sastre Narciso Benavides, una misteriosa mujer (Patricia Vico) visita a Germán Areta (Carlos Santos) para pedirle ayuda urgente. Areta es un prestigioso detective privado y acepta la investigación que la mujer le propone. Ella, está convencida de que el sastre, que además era su amante, fue asesinado. Es entonces, cuando Areta con la ayuda de Moro (Miguel Ángel Muñoz), se percata de que lo que sospecha su clienta tiene todos los visos de ser un crimen y no un suicidio como cuenta la versión oficial.
La crítica: En el año 1981, dos meses después del fallido golpe de Estado en España, se estrenó "El crack" con una gran recepción entre la crítica.
De manera posterior, Jose Luis Garci realizó la segunda parte de la historia con el título de "El crack 2". Nunca se sintió satisfecho con el título elegido por la comparación con "El Padrino 2". Es ahora, y 38 años después del primer filme, cuando el oscarizado cineasta español cierra la saga con una precuela de un bellísimo gusto estético y narrativo.
La historia, coescrita junto a Javier Muñoz y filmada en blanco y negro fiel al estilo noir señalado en el titular, recrea una Gran Vía muy diferente a la que podemos ver en la actualidad. Rodada en Madrid el año pasado, la cinta cuenta con imágenes de archivo que se integran en la cinta de una manera bastante orgánica. Garcí se aferra a rodar con lentes esféricas tradicionales en contraposición a Woody Allen que ya rueda en digital. Quizás esa terquedad de Garci en no adaptarse al nuevo medio, hacen que El crack cero no brille en lo visual tanto como lo hizo la Roma de Alfonso Cuarón. Sin embargo, la narrativa supera al filme de origen.
Durante la película hay una escena que me lleva a preguntarme sobre las casualidades o la sincronía de algunas situaciones. En un momento dado, el inspector Areta escucha por la radio que el dictador Francisco Franco ha muerto. Era el 20 de noviembre de 1975. Pues bien, un servidor, a la salida del pase de prensa de la película hoy reseñada, escuchaba por radio que el Tribunal Supremo de España había acordado por unanimidad y por razones de interés general autorizar la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos. Con ello, el máximo tribunal rechazaba el recurso presentado por la familia del tirano contra la decisión del Gobierno. El cine, la historia y la actualidad se unían por momentos.
Respecto al argumento, la historia funciona de manera independiente. De este modo, no es necesario que el espectador haya visto las películas predecesoras. El filme es pura esencia noir y Garci crea una atmósfera única que nos lleva, desde el Madrid de los años 70, al Hollywood de Lauren Bacall, Humphrey Bogart, Barbara Stanwyck o Robert Mitchun. Sí, ese cine donde se fundían el sexo y el saxo, el misterio y el asesinato, la oscuridad y el rencor o los sombreros y las gabardinas. Un cine marcado por una exquisita dirección de arte que pasaba por comisarias, burdeles, hoteles o casinos llenos de humo como sucedía en la mítica Gilda.
En el reparto, Carlos Santos (El hombre de las mil caras) protagoniza la última película de la trilogía. Gran trabajo encarnando el papel de un joven inspector Germán Areta. Este personaje es el que marcaría un hito en la carrera del genial Alfredo Landa. Santos, con este papel, tiene alguna opción de disputar el Goya a Banderas por su gran interpretación como trasunto de Almodóvar en Dolor y Gloria. La historia, que narra los inicios de aquella clásica agencia de investigación, nos permitirá asistir también al momento en que Areta ficha a El Moro, antes interpretado por Miguel Rellán y al que en esta ocasión da vida un irreconocible Miguel Angel Muñoz en el mejor papel de su carrera.
Estupenda también Patricia Vico en el papel de la doliente amante del sastre asesinado cuya muerte deberá resolver Areta. Pedro Casablanc, en el papel del comisario de policía al que todos llaman El Abuelo (personaje encarnado en su día por José Bódalo), y la joven María Cantuel como la delicada novia de Areta completan un reparto de gran envergadura. Mención especial para Macarena Gómez y para Cayetana Guillén-Cuervo que cumplen con roles propios del cine negro.
Hace no mucho, comentaba el aspecto de algunos carteles de cine o afiches como los llaman en Argentina. El cartel, muy especial en esta ocasión, es obra del ilustrador madrileño Miguel Navia. Él, es colaborador habitual de la revista Fiat Lux de género negro. Sus ilustraciones se han publicado en medios como El País o en publicaciones de la editorial Planeta. El artista, que en 2011 publicó Gran Vía, recrea para este cartel la famosa avenida madrileña en la que tiene su sede Areta investigaciones. Una obra de arte que paso a mostrar antes de concluir con la crítica.
El crack cero es en conclusión una reconciliación con el cine en general, con el género negro en particular y que pone en valor la denostada, por algunos, cinematografía española. Un filme pausado, firme y lleno de matices con el que, quizás, Jose Luis Garci haya puesto el merecido broche de oro a una carrera llena de amor por el cine. Gracias Maestro.
Nota: 9/10.
Nacionalidad: España
Dirección: José Luis Garci
Guion: José Luis Garci, Javier Muñoz
Fotografía: Luis Ángel Pérez
Duración: 120 minutos
Estreno: 4 de octubre de 2019.
Reparto: Carlos Santos,
Miguel Ángel Muñoz,
Luisa Gavasa, Patricia Vico,
María Cantuel, Macarena Gómez,
Belén López, Raul Mérida,
Cayetana Guillén Cuervo,
Luis Varela, Ramón Langa.