viernes, 24 de febrero de 2017

Fences


Nunca digas que amas a alguien si no has visto su ira, sus malos hábitos, sus creencias absurdas, y sus contradicciones. Todos pueden amar una puesta de sol y la alegría, solo algunos son capaces de amar el caos y la decadencia.
- Acción poética Cartagena.

La historia: Troy (Denzel Washington) trabaja en el servicio de limpieza en el Pittsburgh de los años 50. Sus sueños como jugador de béisbol quedaron atrás y ahora lucha junto a su mujer Rose (Viola Davis) por sacar a flote su hogar y por aliviar su precaria situación económica. Las relaciones con sus hijos, más una tercera persona que se cruza en el matrimonio, harán saltar los resortes de lo que parecía una convivencia en armonía.

La crítica: Denzel Washington además de encabezar el reparto, dirige y produce con fuerza su tercera película tras Antwone Fisher (2002) y The Great Debaters (2007). En esta ocasión, la cinta está basada en la obra teatral del mismo nombre y fue galardonada con el Premio Pulitzer. Este hecho, supuso el reconocimiento internacional para el dramaturgo August Wilson, que antes de su fallecimiento dejó adaptado el guión para ser llevado al cine.

Sus obras se caracterizan por entrelazar las vidas individuales, para mostrar una perspectiva en su conjunto de la realidad social afroamericana en el pasado siglo XX. Temas como la esclavitud, la re-conversión industrial que se cebo con los trabajadores negros, o la humillante segregación racial fueron las fuentes de su creación. Por otra parte, su deseo de que su obra fuera filmada por un afroamericano se ha visto cumplido cuando Denzel Washington decidió hacerse cargo del proyecto.

Las cuatro nominaciones al Oscar que ha recibido Fences (mejor película, mejor actor, mejor actriz de reparto, mejor guión) suponen un reconocimiento póstumo del mundo del cine a la trayectoria del escritor que firmó un libreto lleno de pasión y arrebato.


La presentación con veinticinco minutos de diálogos de vértigo dan paso a un drama complejo en el que la imperfección de las relaciones humanas se emparentan con la cruda realidad. Toda la historia gira hacia la figura de un padre y marido totémico, que va marcando con su carácter a los demás miembros de la familia. Su ego infinito, nos habla del miedo a verse superado por sus hijos mientras estos se debaten entre la admiración y el miedo a su agridulce progenitor.

La atmósfera que consigue el cineasta es por momentos asfixiante, pero balanceada con hábiles ráfagas de humor que se concretan en el patetismo de un padre de familia que a sus más de 50 años aún juega a encontrar su lugar en el mundo. La acción prácticamente en su totalidad está desarrollada en el hogar familiar, concretamente en el porche exterior, recogiendo claramente las influencias teatrales de las más de 500 representaciones que la obra lleva en Broadway.

Quizás por esto mismo, los 139 minutos de metraje se sienten excesivos para una cinta que aunque paradójicamente resulte muy veloz en los diálogos, pierde frescura en lo parsimonioso del desarrollo. O lo que es lo mismo, un disfrute para el que quede enganchado por los personajes o un exceso para aquel que desconecte de las historias personales con demasiadas capas en su transición. Es evidente que Washington es un enamorado de esta historia, pero es incomprensible que no haya podido valorar que la cinta con los 90 minutos de rigor hubiera ganado mucha habilidad narrativa. En mí opinión es mejor quedarse corto y dejar al espectador con ganas de más, que pasarse de metraje y caer en lo más temido por un cineasta, el aburrimiento o las miradas al reloj.


Lo que si es absolutamente abrumador es el trabajo de Denzel Washington interpretando con pasión, calor y arrojo a un personaje que no es fácil de comprender por sus actitudes contradictorias. Una de las mejores interpretaciones de su carrera, sino la mejor. Por otra parte, aparece como coprotagonista en pantalla Viola Davis (Criadas y Señoras), que le da una fantástica réplica en el papel de una mujer que dio toda su vida por el amor hacia su marido y ahora se ve sorprendida por los devaneos amorosos extraconyugales de su pareja. Con la nominación al Oscar por esta interpretación, pasa a la historia como la mujer negra con más nominaciones a los citados premios de toda la historia.

Hay que señalar que la pareja de actores recibieron sendos Premios Tony por la interpretación teatral que hicieron de Fences sobre las tablas de Broadway. Del resto del reparto habría que destacar a Stephen Henderson en el papel de Jim, interpretando al eterno buen amigo que intenta llevar por el camino recto al personaje principal y la muy prometedora presencia en pantalla de Jovan Adepo que hace el papel del hijo que quiere emular a su padre en la pasión por el béisbol.

En el aspecto técnico destaca la fabulosa fotografía realizada por la danesa Charlotte Bruus Christensen (Lejos del mundanal ruido), que envejece con brillo el aspecto de las imágenes para trasladarnos a la Pensilvania de mediados del siglo pasado. La dirección de arte con la recreación de la casa familiar y los exteriores completan un buen trabajo.

En resumen, una película que destaca sobre todo por las majestuosas interpretaciones y que hará las delicias de los amantes del teatro llevado al cine. En su debe, habría que colocar su parsimoniosa relación de hechos, así como ciertas alegorías religiosas fuera de lugar. En cualquier caso, el reparto será recordado, asimilado y emulado en las futuras clases que se impartirán en cualquier escuela de teatro o cine que se reparten por tantas ciudades del planeta. ¿Es suficiente esto para recomendar la película? En sus manos queda.

Nota: 7/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Denzel Washington.

Reparto: Denzel Washington,
Viola Davis, Jovan Adepo
Stephen Henderson.

Guión: August Wilson.

Fotografía: Charlotte Bruus Christensen.

Música: Marcelo Zarvos.

Duración: 139 minutos.

Estreno EE UU: 25/12/2016.

Estreno España: 24/02/2017.

domingo, 19 de febrero de 2017

Jackie


Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas. - John Fitzgerald Kennedy.

La historia:  El 22 de noviembre de 1963 y durante una visita a Dallas el 35 presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, fue asesinado por un francotirador en presencia de su esposa Jacqueline. La narración nos lleva al momento anterior al magnicidio para centrarse después en los días posteriores al dramático suceso. La visión de los hechos y el trauma vivido por Jackie Kennedy ponen en valor como era, que sentía y que labor desarrollaba la ex primera dama. Un biopic centrado en unos días que conmovieron al mundo mientras una mujer perdía a su marido.

La crítica: La brutal pérdida del reino de Camelot estadounidense es filmada magistralmente por la mirada del cineasta chileno Pablo Larraín que ya demostró su autoridad en la estupenda película 'No'. Y lo hace a través de unos primeros planos de una exquisita factura en los que la actriz Natalie Portman (Jane got a gun) demuestra que ya es historia viva de la cinematografía mundial.

Pero la cinta es algo más que Portman y Larraín. De hecho, el impulso del proyecto es del director y ahora productor de Jackie, Darren Aronofsky, que ya llevó a la actriz a ganar un Oscar por la aclamada cinta 'Cisne negro'. Para ello, se valió de un gran guión de Noah Oppenheimer que fue galardonado como el mejor libreto en el pasado Festival de Cine de Venecia. Un trabajo en equipo de la que sin embargo sale una de las películas más personales del cineasta chileno.

Últimos momentos de felicidad

La cinta retrata la pérdida de la inocencia de la sociedad estadounidense y de la propia Jacqueline Kennedy. Y es que ella sostuvo entre sus manos el cráneo desfigurado del presidente en unas imágenes vistas a nivel mundial. Aunque no fue el primer presidente asesinado en la historia de los Estados Unidos si ha sido uno de los magnicidios que más controversias ha despertado entre los historiadores y periodistas del mundo entero. La película en sí, no desarrolla ninguna teoría de la conspiración pero si deja algún matiz a cuenta de la tibieza del presidente sucesor Lyndon B. Johnson.

Lo que parece claro es que el asesinato cometido por Lee Harvey Oswald supuso como mínimo una grave dejación de funciones de las autoridades policiales de Texas. Dos asesinatos demasiado fáciles, el de Kennedy y el del propio Oswald, que solo los historiadores e investigadores serios podrán aclarar en toda su magnitud. Las locas ideas conspiranoicas no caben en esta cinta. De hecho, es un retrato muy intimista de lo que sintió una mujer, una persona y un icono como fue la joven Jackie. Un desborde emocional, intenso y aunque un tanto pausado que sugiere a una mujer mucho más fuerte que ese mito de Chanel que la cultura contemporánea se encargó de crear. 

Y es que la historia se narra a través de la única entrevista que concedió la "reina y viuda de América" al periodista de la revista Time, Theodore H. White, en los días posteriores al trágico suceso. De ahí, el cineasta va recomponiendo el puzzle sentimental por la que atravesó esta mujer. Ella, a pesar de los devaneos amorosos de su marido, supo y quiso estar a su lado más allá de su muerte y transmitir el enorme legado en cuestión de derechos civiles que nos dejó el presidente Kennedy.

La soledad

El reparto es ante todo una descomunal Natalie Portman ocupando prácticamente la totalidad de planos de la producción. Nominada y ganadora de premios por esta actuación su actuación está muy por encima de lo que obtenga o deje de obtener. La que fue una niña prodigio ya es maestra de actores a sus 35 años. La acompaña interpretando a Bobby Kennedy, Peter Sarsgaard (An Education) en una actuación creíble y formal de un actor que personalmente me encanta. Como asistenta de Jackie, aparece la actriz en alza Greta Gerwig (Maggie's Plan) aportando la calidez que la caracteriza. El periodista encargado de la entrevista que sirve como hilo conductor del largometraje es interpretado con corrección por Billy Crudup. Mención especial para John Hurt (El expreso de medianoche), en su último buen papel en la gran pantalla antes de dejarnos recientemente. Interpreta al sacerdote que intenta dar consuelo a la protagonista.

La música de Mica Levi es un personaje más de la película actuando como catalizador de los sentimientos de Jackie. Una excelente banda sonora que ha obtenido una obligada nominación a los Oscars de la Academia. También lo ha hecho un gran diseño de vestuario y paradójicamente lo mejor técnicamente de la película, que es la sobresaliente dirección de arte, se ha quedado fuera. Y es que los escenarios tanto naturales como las recreaciones artísticas de los distintos interiores dejan completamente maravillados con la grandeza del cine (por cierto la mayoría de la cinta está rodada en Francia).

En definitiva, Jackie es una excelente propuesta interior que nos sumerge en la personalidad de la primera dama más popular de la historia de los Estados Unidos. Lo que se echa de menos en la película es la falta de profundidad en las relaciones personales de la pareja para comprender en su totalidad el comportamiento de la protagonista. Otro defecto que nos encontramos, no se debe al hecho artístico, sino al marketing comercial de la productora que da a entender que la película es un retrato de la vida de Jackie Kennedy cuando la realidad es que la historia esta basada en los días posteriores al asesinato del presidente Kennedy.

Jackie es una emocional, brutal y desgarradora historia que te atrapa a través de Natalie Portman y su gran capacidad de conexión. El cine, una vez más, refleja un acontecimiento histórico cumpliendo perfectamente con su función de espectáculo y a la vez sirviendo como vehículo sociocultural de primer nivel.

Nota: 9/10.

Nacionalidad: Estados Unidos,
Chile, Francia.

Director: Pablo Larraín.

Reparto: Natalie Portman,
Peter Sarsgaard, Greta Gerwig.

Música: Mica Levi.

Fotografía: Stéphane Fontaine.

Duración: 95 minutos.

Estreno EE UU: 02/12/16.

Estreno Chile: 16/02/17

Estreno España: 17/02/17.

Estreno México: 24/02/17.

Estreno Perú: 9/03/17.

jueves, 16 de febrero de 2017

Sesión Teta: Otra manera de ir al cine


La idea de esta publicación en Cine y críticas marcianas nació una tarde en la que me disponía a sacar una entrada en las taquillas de un cine en la ciudad de Madrid. Me encontraba tranquilamente leyendo los horarios de las películas cuando para mi sorpresa, en una de las producciones, aparecía un indicativo señalizando ese pase con el sobrenombre de Sesión Teta. Lo primero que pensé es que se trataba de una sesión erótica o incluso un error de imprenta. Pero claro, ya se sabe que los hombres antes de preguntar una dirección o consultar con otra persona preferimos hacer 10.000 kilómetros si con ello queda demostrada nuestra gran sabiduría. El caso es que me daba vergüenza preguntar a las chicas de las taquillas y fue el teléfono móvil con la conexión a Internet el que me sacó de dudas. La Sesión Teta consistía en una iniciativa para que las mamás en periodo de lactancia pudieran acudir al cine con sus bebes en unas condiciones muy favorables para ambos. Este es el curioso prólogo con el que doy paso a divulgar esta información para todos aquellos que lean estas lineas y que como yo, desconocían esta bonita manera de acudir al cine.


La idea nace de la enfermera de pediatría Carmen Maderuelo durante unos talleres de lactancia en el centro de salud Doctor Castroviejo situado en Madrid. El aislamiento de las madres en los actos socioculturales por tener que cuidar a sus pequeños es una de las razones que le llevaron a impulsar esta popular iniciativa que se esta extendiendo por el resto de España. Ojalá que muy pronto se pueda extender por el resto del mundo y especialmente entre nuestra comunidad iberoamericana donde la natalidad siempre esta necesitada de estímulos.

El 27 de febrero del año 2015 se proyecta la primera sesión de estas características en los cines del centro comercial La Vaguada. Para llegar a esta meta, la enfermera se puso en contacto con el propietario de estos multicines y llegaron a un acuerdo para facilitar una sesión a la semana. Pero claro, las condiciones para acoger a estos bebés, a sus madres o a algunos padres que también se fueron apuntando debían ser especialmente acogedoras por el bien de los más pequeños.

A continuación expongo cuales son las principales características que deben cumplir estas sesiones.

La climatización: La temperatura de la sala debe ser acogedora y adecuada a las condiciones que necesitan los peques. Por lo tanto el aire acondicionado en verano tiene que ser moderado y por supuesto en invierno tiene que haber la calidez que proporciona una no muy potente calefacción.


El sonido: Los decibelios de la sala no deben superar los 65, cuando lo habitual es que estén en torno a los 100 en las sesiones para todos los públicos. No hay que olvidar que la protección auditiva es muy importante para el normal desarrollo de la audición en los bebés.


El precio: Los cines donde acogen esta iniciativa ofrecen un descuento sobre la entrada de referencia en una sesión ordinaria. Podríamos hablar de entre un 20 o 30 por ciento de ahorro según en que ciudad y en que sala.

La movilidad: Esto es importante porque si un bebé se pone a llorar nadie se va a quejar. Las mamás se podrán levantar, acunar o incluso dar un paseo con su niño si con ello se calma y acomoda a la situación. Por supuesto, el amamantar al bebé en plena proyección es otra de las ventajas de la Sesión Teta, de ahí su nombre. Se recomienda también en la medida de lo posible llevar a la criatura en brazos o en mochilas preparadas para ello. El fin de esto es el de no obstaculizar las salidas de emergencia con los carritos.

La edad y la programación: Se recomienda también que la edad adecuada no debe superar los 20 meses en los bebés. A partir de este momento y debido al desarrollo cognitivo ya empiezan a comprender algunas situaciones de las películas que podrían no ser adecuadas para ellos. En cualquier caso esto ya queda a criterio de los padres. La programación será acorde con los mejores estrenos del momento evitando eso sí, las películas de terror o las de mucha acción por los cambios bruscos en el volumen de la audición.



La iniciativa surgió hace ahora dos años y empezó como algo anecdótico en un solo cine y en una sola sesión en la capital española. Hoy en día se ha propagado por el resto del país y ya llega a Barcelona, Murcia, Cartagena o Palma de Mallorca por citar solo algunas de las ciudades donde está presente. En Madrid son muchos los cines que están dando el paso en los últimos meses.

Giorgia Bussolino y otras madres fueron las impulsoras de la creación de una página temática en Facebook en la se ofrecen las últimas novedades e incorporaciones al respecto. Se llama @alcinecontubebe y para los no usuarios de esta red social también disponen del correo sesionteta@gmail.com aunque este está especialmente habilitado para los cines que se quieran sumar a la propuesta.

Una idea que nace de la ciudad de Madrid para el resto del mundo. Así que cualquier persona que quiera sumarse a este proyecto ya sea en España o en cualquier otro lugar, ya sabe que el camino recorrido por Carmen Maderuelo no solo es factible, sino posible. La iniciativa también es un punto de unión entre el negocio cinematográfico y la labor que este tiene para la socialización de las personas. Muchas de estas madres hicieron amistad en las propias salas de cine. Otras en el futuro lo harán con el telón de fondo del séptimo arte como reclamo. Por mí parte y al tener un blog de cine lo mínimo que puedo hacer es poner mí granito de arena en la divulgación de la iniciativa. Todo suma en un una propuesta tan original y tan atractiva para el mundo del cine.

jueves, 9 de febrero de 2017

¡Qué maravilloso es el cine! Gilda


¿Te interesa saber lo mucho que te odio, Johnny? Te odio de tal manera que buscaría mi perdición para destruirte conmigo. -Gilda.

Una parte muy importante de la historia del cine viene marcada por los grandes clásicos que conectaron con amplio sectores de la población. Gilda es uno de los casos más paradigmáticos en este aspecto con muchas singularidades que concurrieron tras la presentación de la película. Sin duda, la cinta será recordada por la famosa interpretación de la canción 'Put the blame on mame' con la que Rita Hayworth alcanzó la universalidad y se convirtió en un mito erótico del siglo XX. Nunca un "no striptease" de una estrella de Hollywood dio tanto que hablar. De hecho, la actriz solo se desprende de los guantes durante la escena. En todo caso, la cinta es mucho más que esto. Nos encontramos ante una gran historia de amor romántico impregnada de la mejor esencia del cine negro. Cine para el recuerdo que marcó un hito en la cinematografía universal. 


Película del año 1946

La historia nos lleva hasta el Buenos Aires de la década de los 40 del siglo pasado. En escena aparece Johnny (Glenn Ford), que es un jugador de mal vivir que es rescatado de un un asalto por el millonario Ballin Mundson (George Macready). Este hombre es dueño de un casino y decide darle una oportunidad empleándole en el salón de juegos como su mano derecha. Es entonces cuando aparece Gilda (Rita Hayworth).

Ella fue un antiguo amor de Johnny. A partir de ahí, el dueño del casino le comunica a su empleado que va a contraer matrimonio con ella. Los antiguos amantes ocultan al empresario la relación que mantuvieron pero pronto los celos y las pasiones encontradas sacarán a relucir unos sentimientos que nunca estuvieron apagados. El conflicto pasional está servido.


La película es un cocktail explosivo de amor, celos, pasiones, violencia, erotismo, engaños, contradiciones, odios y miedos agitados a la perfección por el cineasta húngaro Charles Vidor. El guión fue firmado por Jo Eisinger que en su improvisación es donde halla su genialidad. El director europeo que emigró a los Estados Unidos para vivir el sueño del cine sonoro, logró fichar por la Metro Goldwyn Mayer aunque el éxito para la posteridad que logró con Gilda. Nunca obtuvo un triunfo tan arrollador como en esta película pero que realizó otras grandes obras entre las que destacó una nueva adaptación de 'Adiós a las armas' de Ernest Hemingway en el año 1957.

El análisis de Gilda tiene su principal motivación en la psicología de unos personajes que no dejan de representar a unos arquetipos de aquella sociedad y de la actual. Unos personajes con numerosas capas donde encontramos la esencia de todo lo que significó y significa esta película.

De menor a mayor importancia habría que hablar en primer de lugar del personaje del millonario Ballin Mundson  (George Macready). Él desde la primera escena en la que salva a Johnny, representa la displicencia y la compra de voluntades con su carácter seductor pero tramposo en sus fines. Una vez que el jugador de malos hábitos es contratado como pieza importante en el casino del empresario, no solo ha contratado a un empleado, si no que ha conseguido un súbdito. De hecho, por momentos parece mostrar más interés en el propio Ballin que en su amada Gilda. Mundson es sin duda es el gran 'capo' de la vida nocturna de la ciudad porteña y la bella Gilda no es más que otra de sus adquisiciones. Una vez que contraen matrimonio queda absolutamente enamorado de ella. A partir de ese momento la lucha entre los negocios y la conquista de su mujer marcará el devenir del personaje.

Seguimos el viaje con el personaje de Johnny Farrell (Glenn Ford) que en la cinta es la correa de transmisión entre un matrimonio de conveniencia que está condenado al sufrimiento más que a la esperanza. En su momento a este personaje se le asoció una bixesualidad por su admiración por el hombre que le había sacado de las calles. Quizás sea un análisis un tanto forzado, pues si bien es cierto que durante el metraje se aprecia una excesiva adoración hacia su jefe, esto no parece implicar ningún tipo de deseo sexual. En todo caso, el personaje queda marcado para la historia del cine por la sonora y polémica bofetada que le propinó a Gilda tras la sensual interpretación de 'Put the blame on mame'. Esta acción ha hecho correr ríos de tinta y provocado muchos equívocos. Evidentemente este es un hecho denigrante y machista, pero por rodar esta escena el cineasta no está justificando la violencia. 

Filmar un asesinato, una violación o un conflicto bélico no justifican de ningún modo estos actos. Por la misma razón no se puede acusar a Charles Vidor de contemplativo en estos asuntos. La interpretación de Glenn Ford en este papel fue bastante convincente y supo transmitir bien en su faceta expresiva su relación de amor/odio con Gilda.

Y como no, llegamos a través de esas pasiones enfrentadas al mítico papel de Gilda interpretado con mayúsculo acierto por Rita Hayworth. Ella solía bromear en la vida real con la siguiente frase: "Los hombres se acuestan con Gilda pero se levantan conmigo". La película estuvo preparada en cada detalle para el lucimiento de la actriz. En cada secuencia desborda por su belleza y por sus buenos matices interpretativos. Fue tan grande el impacto de su actuación que podría considerarse la primera estrella de cine que empezó a cobrar un porcentaje de los resultados en taquilla.

Gilda representa en primer lugar a la mujer dañada. Todo el personaje está basado en el despecho que siente hacia el que fuera su pareja y que una vez la dejó plantada. Sus actos siempre se mueven en una estrategia para recuperar a su pareja mediante el uso de los celos como arma envolvente. Lejos de conseguir su propósito, lo que consigue es sembrar la semilla de un profundo odio en su ex pareja envenenando de ese modo la relación de una manera notable. Si por algo destaca la película es por reflexionar sobre la toxicidad de las relaciones humanas y sus consecuencias. Gilda consigue hacer entender que precisamente es el odio un sentimiento más feroz y devastador que cualquier otro sentimiento de la condición humana. Solo el amor puede servir de redención a cada uno de los personajes representados.


La censura encontró en Gilda un buen puñado de razones para cebarse con la película. Sin embargo, sorprende que en España, país donde los censores tenían el trabajo asegurado, se estrenó sin amputaciones significativas. El problema surgió con los sectores más conservadores de la sociedad con la iglesia católica como principal opositora a la exhibición de la cinta. En su delirio, los obispos consideraron a Gilda como gravemente peligrosa para la moral y la clasificaron para mayores de 21 años. Esto no hizo otra cosa que aumentar la leyenda y el deseo de los espectadores por visionarla. Rezos, protestas y diversos boicots frente a los cines donde se exhibió aún causan perplejidad mundial por lo exagerado de la reacción de dichos sectores de la sociedad.

Como anécdota más significativa cabría resaltar que algunos arzobispos españoles amenazaron con la excomunión a los fieles que osaran a ver el largometraje. Y todo por el famoso guante de Gilda que en definitiva era lo único que se quitaba. Evidentemente no era el guante lo que molestaba. Sencillamente era el control sexual de la población como herramienta de trabajo.

El anecdotario de Gilda es infinitamente rico en la historia de la cinematografía universal más allá de la censura o de las polémicas estériles. Una de las curiosidades es que Rita Hayworth no es la intérprete real de las canciones de la película, sino que hace playback de los temas interpretados por Anita Ellis. Otro de los puntos de interés, fue que la sensual interpretación de la actriz también provocó un alto interés en el público femenino por los vaporosos vestidos elegidos por la dirección de vestuario.

Mención aparte, merece el peinado ondulado de la artista que hoy en día sigue estando de actualidad en las peluquerías femeninas para fiestas de gala o cenas románticas. En recientes fechas la actual Reina de España Letizia, causó revuelo en algún sector de la sociedad por lucir en un acto público el peinado y un vestido negro de tirantes inspirados en el look de Gilda. En definitiva, los ecos de la pelirroja más famosa de la historia del cine aún llegan hasta nuestros días. En la siguiente fotografía podremos apreciar la imagen real de Gilda a todo color. El blanco y negro tan bello para el cine clásico impedía apreciar el verdadero color del cabello de la artista.


En conclusión, nos encontramos ante una película que trascendió mucho más allá de sus valores cinematográficos que ya eran altos de por sí. De desigual recepción entre la crítica especializada, la cinta ha logrado ganar peso con el paso de los años. De hecho, es de las películas que ha conseguido no envejecer con el transcurrir de las décadas y estar de plena actualidad en pleno siglo XXI. Sentimientos tan universales como el amor, el odio, la traición, el desamor, o la atracción sexual son las razones por la Gilda cobra vigencia y es uno de los iconos de la cultura popular de todos los tiempos.



domingo, 5 de febrero de 2017

Múltiple (Split/Fragmentado)


La historia: Kevin (James McAvoy) es un paciente psiquiátrico con personalidad múltiple en tratamiento por la Dra. Fletcher (Betty Buckley). A pesar de que su enfermedad parece controlada, en un arrebato de locura secuestra a tres chicas y las encierra en sótano de su residencia. A partir de ese momento comienza una lucha psicológica entre las 23 personalidades de Kevin y las jóvenes raptadas.

La crítica: El cineasta hindú M. Night Shyamalan (El sexto sentido) afronta con irregular resultado su enésima incursión en el thriller de suspense. Si bien hay que reconocer que el guión firmado de su puño y letra engancha de salida (a pesar de ser una premisa repetida), por otra parte y como suele ser habitual en su filmografía sus desvaríos en el desarrollo opacan su excelente tempo narrativo.

En esta ocasión se vuelve a tocar en el cine el trastorno de identidad disociativo (TID). Esta es una enfermedad mental en la que distintas personalidades conviven dentro del mismo individuo. En el año 1957 el cineasta Nunnally Johnson ya afrontó este reto en la bien documentada cinta Las tres caras de Eva y en el año 2003 James Mangold lo propuso en la escalofriante Identity.


¿Y qué es lo que sucede con 'Múltiple' teniendo todo para haber brillado a una altura distinta de lo que lo hace? Pues que vuelve a sostener el cliché de que todas las enfermedades mentales nos llevan a un villano psicópata con retorcidos propósitos. Con esta premisa solo logran confundir a la población con una información sesgada de poco valor médico.

En todo caso hay que reconocer que Shyamalan es uno de los mejores especialistas en generar suspense en su narrativa y una vez más lo consigue de una manera notable. Los personajes se van trenzando a fuego lento implicándonos en el terror de las chicas secuestradas. Veloces diálogos entre las victimas y las distintas personalidades de Kevin dan muestra de la capacidad de cineasta para mantener la tensión.

Mientras tanto, la psiquiatra encargada del desequilibrado secuestrador empieza a sospechar que algo no va bien cuando el paciente empieza a asomar la personalidad numero 24 conocida como "la bestia" (¿será Donald Trump?). Y es ahí, cuando en el tercio final de la cinta el que empieza a desvariar no es el paciente, sino el cineasta con salidas de tono absurdas que dan al traste con toda la buena trama expuesta hasta el momento.

Imposible además concentrarse con lo que en principio creí que era un error de racord, pero no es más que una tomadura de pelo del director. Se trata de la caracterización de una de las jóvenes secuestradas. Y es que después de luchas, llantos, días y noches encerrada, el personaje de Casey permanece con el maquillaje intacto como recién salida de una sesión de fotos promocionales de Vogue. Ver para creer (la escena de la ambulancia es sólo un ejemplo). Además, la joven presenta unos arañazos de "gato desganado" en su abdomen (mal maquillaje) que representan un abuso en su niñez. Es entonces cuando el psicópata empatiza con su víctima en otro desbarre del cineasta cuando es sabido que la falta de empatía es la principal característica de los psicópatas.


Lo mejor de la película llega con la extraordinaria interpretación de James McAvoy (Expiación), impregnándose con las distintas personalidades de Kevin. Desde un niño asustado hasta una mujer malévola son interpretados con maestría por el actor escocés. En el papel de psiquiatra encargada del paciente aparece una emotiva Betty Buckley que ya trabajó con el cineasta en 'El incidente'. De las jóvenes secuestradas destaca Anya Taylor Joy ('The witch') en el papel de Casey.

No voy a extenderme mucho más. Multiple al ser una cinta en la que el suspense y el misterio son una de sus cualidades debe quedar viva sin desvelar partes importantes de la trama. En todo caso y como conclusión final, es una verdadera lástima que un director único para crear atmósferas tan difíciles de conseguir en el cine desperdicie todo su talento en unos desvaríos finales más propios de un cineasta adolescente que de un director profesional. Un cineasta en definitiva que sigue apuntando alto y que no acaba de conseguir el equilibrio necesario para hacer una obra completa en la forma y en el fondo.

Nota: 4/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección y guión: M. Night Shyamalan.

Reparto: James McAvoy, Betty Buckley,
Anya Taylor Joy, Jessica Sula.

Música: West Dylan Thordson.

Fotografía: Michael Gioulakis.

Duración: 116 minutos.

Estreno EE UU: 20/01/17.

Estreno España: 27/01/17.

Estreno Argentina: 2/02/17.

Estreno México: 17/02/17.

jueves, 2 de febrero de 2017

Melanie. The Girl with all the Gifts


La historia: Melanie es una niña con una extraña infección fúngica que es puesta en cuarentena junto a un grupo numeroso de niños con idéntico problema. Mientras el ejercito británico los vigila una profesora se encarga de su educación y cuidado. El extraño virus está arrasando el mundo y convirtiendo en zombis a los humanos infectados. La esperanza está puesta en los médicos que luchan contra reloj para lograr una vacuna que contenga el escenario apocalíptico que se empieza a imponer. Los niños infectados aún conservan parte de su humanidad, pero el hongo vírico que portan, los está zombificando a pasos agigantados. Melanie tendrá la clave para salvar a la humanidad...

La crítica: Tras su buen paso por el Festival de Cine Fantástico de Sitges, llega ahora a las carteleras de cine en España esta distópica cinta de ciencia ficción y terror postapocalíptico. Está dirigida con bastante potencia por el cineasta británico Colm McCarthy. La historia está basada en la novela homónima de Mike Carey que también se encarga de adaptar el guión para la producción cinematográfica. Buen dúo y con buenas ideas.

¿Por qué si los zombis están tan sedientos de sangre, no se comen entre ellos?

La pregunta no es mía. La hacía un espectador a la salida del pase de la película. Supongo que será por cierta camaradería y por el corporativismo que acecha nuestra sociedad (mundo zombi incluido). Fuera de bromas, nos encontramos ante una más que interesante propuesta en este tipo de cine que tantos partidarios y detractores cosecha. Podríamos decir que la historia deja varios mensajes bastante talentosos sobre la soledad y la desconfianza en un mundo globalizado como el nuestro.


La presentación de la historia contiene una fuerza expresiva rotunda. Unos niños aislados en una base militar que son fuente de experimentación para que los científicos puedan encontrar una solución para el control de la plaga que se extiende por toda Inglaterra. Mientras, en el exterior, nos encontramos ante un escenario catastrófico en el que se vislumbra una ciudad de Londres arrasada por los "hambrientos" que es como se denomina a los infectados por el hongo.

Toda la historia pasa por Melanie y su lucha por desterrar todo el mal que simbólicamente se aferra sobre ella. La lucha entre su parte humana y su parte sobrenatural simbolizan la eterna lucha entre el bien y el mal. Cuando la base militar es invadida por los zombis, ella se pone de parte de su profesora que es la única persona que le ha dado cariño en su corta pero dura experiencia vital.

En una huida sin retorno del recinto militar y aferrados a la esperanza, la niña y su maestra se unen a dos militares y a una médico en busca de una esperanza en encontrar una solución a la pandemia que está sucediendo en el país. Las contradicciones morales entre los miembros supervivientes afloran cuando la parte más brutal de Melanie sale a relucir.

Metafóricamente la historia nos habla de los dos lados que se supone que todo humano tiene en su interior y la lucha por sacar lo mejor de nosotros mismos. Mientras que la historia nos ofrece gotas de pensamiento emocional debidamente racionadas, por otro lado obsequia con un festival de ataques zombis de un cine gore bastante manejable y divertido. En sus virtudes, están también sus defectos. Y es que alguien podría pensar que se queda a medio camino entre el cine intelectual y el mero divertimento zombi. En mi opinión, las situaciones están bien balanceadas y consiguen un buen espectáculo. 


El reparto está encabezado por Sennia Nanua que interpreta a Melanie. Actuación sensible y a la vez radical que la valió para recibir el premio a la mejor actuación femenina en el último Festival de Cine de Sitges. Ojalá le sirva para hacer carrera en el difícil mundo del cine. Por lo demostrado en este papel se lo merece y mucho. En el papel de la cariñosa maestra de la niña nos encontramos con una poderosa Gemma Arterton ('Primavera en Normandía').

Y un gusto es volver en escena a Glenn Close ('Atracción Fatal') en su papel de médica sin escrúpulos como villana de la película. Magisterio en escena y en plena forma. El militar al mando del grupo, sin embargo, es llevado a la pantalla por un irregular Paddy Considine ('Pride').

En conclusión, nos encontramos con un entretenido e inteligente cine apocalíptico que hará las delicias de los aficionados al cine de zombis y de terror. Este subgénero parece experimentar un resurgir con esta producción y con la cinta surcoreana 'Train to Busan' que ha tenido un enorme éxito entre la crítica especializada. Desde luego la exitosa serie de televisión 'The Walking Dead' es la impulsora de este nuevo amanecer zombi. Sin hablar de una obra cumbre, encuentro a 'Melanie. The Girl with all the Gifts', como una muy aceptable propuesta.

Nota: 7/10.

Nacionalidad: Reino Unido.

Dirección: Colm McCarthy.

Reparto: Sennia Nanua, Gemma Arterton, 
Annamaria Marinca, Glenn Close.

Guión: Mike Carey.

Fotografía: Simon Dennis.

Música: Cristobal Tapia de Veer.

Duración: 105 minutos.

Estreno Reino Unido: 23/09/2016.

Estreno España: 3/2/2017.