💫💫💫💫💫
La historia: Fanny (Lou de Laâge) y Jean (Melvil Poupaud) parecen el matrimonio ideal: ambos tienen éxito en su trabajo, viven en un piso precioso en un exclusivo barrio de París y parecen estar tan enamorados como cuando se conocieron. Pero cuando Fanny se topa accidentalmente con Alain (Niels Schneider), un antiguo compañero de instituto, se vuelve loca de amor. No tardan en volver a verse y cada vez intiman más...
La crítica: Con un final digno de una obra maestra, Woody Allen vuelve a su mejor versión con una cinta muy en la línea de Match Point. Con 87 años, siendo su película número 50 y con ese cierre narrativo, quizás sería el momento de retirarse por la puerta grande.
Golpe de suerte es la vuelta a París del maestro estadounidense. Aunque la filmografía de Woody Allen está indiscutiblemente asociada con Nueva York, la Ciudad de la Luz siempre ha ocupado un lugar muy especial en el corazón del realizador. Después de filmar -en parte- "Todos dicen I love you" en París en 1996 y de convertir a la capital francesa en un personaje por derecho propio en "Midnight in París", esta vez regresa a la capital gala para rodar una película íntegramente en francés.
El azar y la suerte, un tema recurrente en la obra de Allen, vuelven a aparecer con fuerza en Golpe de suerte. El cineasta siempre ha pensado que la fortuna y el azar juegan un papel mucho más importante de lo que estamos dispuestos a reconocer: nos gusta pensar que si trabajamos duro, si nos aplicamos y somos disciplinados, podremos controlar nuestras vidas. Pero eso solo es una verdad a medias, a pesar de que es una idea que puede resultar desconcertante. En la película, Jean, el marido de Fanny, comenta que él fabrica su propia suerte sin saber lo que le espera. Cuando Fanny se cruza casualmente en la calle con Alain, un antiguo compañero de clase reconvertido en escritor, la mujer queda prendada de él. No sólo le reaviva la atracción que él siente por ella, sino que Fanny comprende que no está viviendo la vida que realmente quería y que se ha convertido para Jean en una especie de esposa trofeo de la que está orgulloso de presumir ante su círculo de amigos. ¿Qué estará dispuesto a hacer este hombre ante la infidelidad de su esposa? ¿Fanny se atreverá a dejar su posición social por amor? ¿Qué papel jugarán los celos?
Buen trabajo de la actriz francesa Lou de Laâge como Fanny. Su personaje es el de una joven que se sentía vulnerable e insegura y que, en un momento concreto de su vida, necesitó apoyarse en alguien y por eso recurrió al adinerado y excéntrico Jean. Su marido logra ocultar algunos aspectos de su personalidad que se vuelven cada vez más siniestros. De eso también trata la película: nunca conoces del todo a la persona con la que vives. Papel interpretado con corrección por Melvil Poupaud. Y luego para completar el triangulo amoroso aparece Alain. Un personaje que se presenta como trasunto de lo que Woody Allen fue o quiso ser en su juventud. Alain es un optimista empedernido que confía plenamente en la vida y se deja llevar por la corriente. Cuando se cruza con Fanny, el único amor de su vida que se le escapó en su momento, consigue que ella se descubra a sí misma, a lo que solía ser, a lo que ha perdido. Buena interpretación de Niels Schneider.
Importante trabajo en la dirección de fotografía del maestro Vittorio Storaro. En mi opinión el mejor fotógrafo de cine de la historia. Café Society, también con Allen, fue un trabajo deslumbrante, y en Golpe de suerte vuelve a deslumbrar por hacer narrativa con la luz de sus lentes. La fotografía y los diferentes colores, desde los tonos cálidos y dorados hasta los más fríos, realzan la belleza de la ciudad y expresan el viaje emocional que van a recorrer los personajes. Storaro busca enfatizar visualmente la oposición entre los dos protagonistas. Escoge tonalidades cálidas para Fanny, utilizando la preciosa luz del mediodía o la cálida luz del atardecer, ya que son los momentos en los que se ve con Alain. Para realzar la sensación de libertad de Fanny, la filma principalmente con una Steadicam y con un objetivo más largo. Con Jean fue todo lo contrario, ya que el personaje se asocia con la luz de la luna. Asimismo, quiso conferir al precioso piso parisino -el territorio por excelencia de Jean- un tono azulado que se va intensificando a medida que aumenta la tensión.
La fotografía de Storaro, los lugares y los barrios de París por los que se mueven los personajes ofrecen una visión idealizada de la ciudad. Al igual que las localizaciones y el diseño de producción, el vestuario ayuda, a su manera, a narrar la historia y a acentuar los momentos de tensión y emoción. En el caso de Jean y Fanny, se muestra el estatus social y el buen gusto de la pareja a través de sus trajes, zapatos y joyas. En cuanto a Fanny, al principio luce un look sofisticado y elegante que se vuelve más sencillo y desenfadado a medida que se acerca a Alain.
Golpe de suerte me ha parecido la mejor película de Woody Allen en muchos años. Con un guion vestido de ligereza se afrontan los temas más importantes en la vida desde una perspectiva desenfadada. Temas como el amor, las rupturas sentimentales, las pasiones vividas, las ilusiones, los celos, el engaño, o la vida profesional van tejiendo una historia que finaliza de manera sorprendente e inesperada.
Hablamos de un libreto equilibrado entre tragedia y comedia con el clímax típico del genial Allen. En esta película, cada fotograma, cada decisión creativa -ya tenga que ver con el montaje o con la música- mantiene un equilibrio constante entre el patetismo y el humor, entre la sensación de amenaza y de despreocupación, de modo que te ríes y te emocionas a la vez gracias a esta asombrosa ambivalencia. El elemento de vodevil-farsa enlaza con una tradición del drama cinematográfico francés, pero está impregnado de una dimensión más oscura y ambigua a través de los personajes. La cinta expresa la visión de la existencia de Woody Allen: la vida es como jugar a los dados y todos estamos a merced del destino. La estructura del guion, implacable a pesar de su apariencia de fábula, nos congracia con el cine y con la felicidad de las buenas películas.
Nota: 9/10.