jueves, 30 de enero de 2020

Entrevista a Carolina Lapausa: "Mi profesión es mi trabajo, pero también es mi vida"


Hoy recibimos en Cine y críticas marcianas a la actriz española Carolina Lapausa. La interprete ha sido noticia tras el estreno en Antena 3 Televisión de la serie Perdida. Esta primera temporada comenzó el pasado 14 de enero y se desarrollará durante 11 capítulos. La audiencia marcará la pauta para saber si la serie tendrá una segunda temporada.

Carolina Lapausa interpreta a Imma. Ella es la madre de Soledad. Separada de Antonio. Mujer impulsiva, con carácter y decidida. Para ella es muy importante su familia. Tras la desaparición de su hija, pasó años entregada a una búsqueda desesperada que llegó a poner en peligro su vida. Perdida es en definitiva un thriller emocional que narra el viaje de unos padres que harán lo imposible para descubrir lo que ha pasado con su hija.

Carolina Lapausa (Madrid, 1980) es una actriz española de televisión, cine y teatro. Estudió ballet y danza española en el Conservatorio Profesional de Danza de Madrid, para después realizar su sueño de ser actriz e ingresar en la RESAD, donde se licenció en Interpretación. Se define como inquieta, maja, tímida y a veces, un poco gruñona.

Ha trabajado en teatro (Las bicicletas son para el verano, como Charito. Dir. Emma Cohen), televisión (La señora) o en cine ( Zipi y Zape y la isla del capitán). Pero su currículum es tan espectacular que no cabría en esta presentación. Qué sea ella la que nos cuente sus sueños como actriz.


Hola Carolina, acabas de estrenar en Antena 3 televisión la serie Perdida que podría emitirse también en Netflix. ¿De qué trata la serie y que rol cubre el personaje qué tú interpretas?

Mi personaje es Inma. Ella es la madre de una niña que desaparece en el primer capítulo. Lo que cuenta Perdida es la historia de una desaparición, pero no tratada de la manera típica que concebimos. Perdida cubre toda la historia que hay detrás de lo que lleva a cada personaje, a cada ser humano a hacer todo lo que está en su mano por revertir esta situación. Observamos, sobre todo, la reacción de los padres y la búsqueda de los porqués de dicha desaparición. Es decir, vemos reflejado el drama humano y las razones por las que ha pasado el suceso pero desde el punto de vista de todos los personajes.

¿Qué mensaje nos lanza Perdida? ¿Qué buscan decirnos sus creadores?

Perdida nos habla en mayor medida de la esperanza y del amor de unos padres hacia una hija. Esto es algo absolutamente irracional y comprensible, claro. Ese amor los supera. Podríamos hablar de un amor incondicional, primitivo y animal. Creo que la desaparición de un hijo debe ser el peor de los dolores. Ni siquiera tienen un cuerpo al que llorar. Por tanto, es una herida que no se cierra nunca. Pero en Perdida lo que predomina es la esperanza por encontrar a esa niña que es el motor de la vida de sus padres.

¿Qué ha significado para ti rodar una serie tan importante como Perdida y qué está siendo emitida en prime time?

Para mí Perdida ha significado sobre todo un gran salto en mi carrera profesional pero también en lo personal.

¿Cómo ha sido la experiencia de un rodaje internacional que se ha llevado a cabo en muy buena parte en Colombia?

Yo tuve la suerte de que estuve antes del rodaje en Colombia porque estuve de vacaciones. Fue hace seis años y fue un país que me enamoró. Colombia es uno de los países con más diversidad geográfica que existen. Es cierto que al principio pasé miedo y preocupación por todo lo que se dice de allí pero el rodaje fue una gran experiencia. He aprendido mucho de grandes profesionales y de otra cultura muy rica. Aunque tienen también sus prejuicios en cuanto a la mujer. En definitiva, Inma, mi personaje ha hecho su viaje pero Carolina también.

¿Cuánto ha durado el rodaje de Perdida?

El rodaje ha sido largo. Han sido casi siete meses. Se rodó en Valencia (España) seis o siete semanas. Luego hubo un pequeño parón para el trabajo de avance de la producción en Colombia. Allí estuvimos rodando desde junio hasta mediados de septiembre del año pasado.

¿Cómo ves el auge que están viviendo las series a nivel nacional e internacional?

A mi me parece que las plataformas audiovisuales son un trampolín. Están trayendo muchas cosas buenas. Primero, porque se está produciendo mucho más y después porque se está arriesgando también en lo narrativo. Las historias que se cuentan en las series de hoy son muchísimo más complejas y nada conformistas. Incluso se está arriesgando a trabajar con personajes políticamente incorrectos. Eso, entre otras cosas, enriquece y quizás de ahí el auge de la series que citabas en tu pregunta.

Texto y fotos: Miguel Pina

¿Qué ha supuesto la irrupción de Netflix para las personas que trabajáis en el sector audiovisual?

Pues por ejemplo el otro día hablaba con un amigo mío y me comentaba que los rodajes internacionales habían aumentado en gran cantidad. Todo eso que soñamos -y que viene de esa generación del 80 a la que yo pertenezco- de trabajar con interpretes o cineastas internacionales, de repente lo ves más accesible. Tenemos más capacidad de cumplir nuestros sueños. Netflix es un escaparate internacional que antes no tenías y que garantiza una difusión internacional increíble.

¿Qué te impulsó a ser actriz y como te preparaste para ello?

No me he planteado otra cosa desde que era pequeña. Siempre me ha gustado lo artístico. Ya en el colegio me apuntaba a todo. Aunque no fuera de teatro -risas-. También empecé a bailar desde muy pequeña. Hay una cosa que comentaba a una de mis profesoras. Les decía...es que yo estoy entre la interpretación y la política -risas de un servidor al escuchar la grabación-. Fíjate que cosas más dispares. Luego, yo que soy muy vehemente, ya me dije tengo que dedicarme a la interpretación que me gusta mucho más. Después de la danza entre en la Escuela de Arte Dramático (RESAD) donde me licencié. Complementé mi formación con Juan Carlos Corazza. Estuve, además formándome en Nueva York, Buenos Aires y Londres. También es importante incorporar las cosas que te van pasando en la vida a tu técnica de trabajo. Un actor debe aprender su propio método o como me gusta decir a mí: "aprender a tocar su violín".


Eres una actriz con clara formación teatral y con grandes trabajos en tu currículum. ¿En qué consiste el proyecto en el participas llamado: “Teatro para la vida”?

Mi profesión es mi trabajo, pero también es mi vida. De ahí nace el proyecto de "Teatro para la vida". A mí me acompaña 24 horas al día el hecho de ser actriz. Y es que para mí es una manera de desarrollarme en lo personal. Es mi vocación y mi manera de estar en el mundo. Yo llevo quince años dando clases de teatro en un hospital de día. Allí hay adolescentes con distintos trastornos y tratamientos. Parte de ese tratamiento es que reciban clases de teatro para que aprendan a identificar que es lo que les sucede. Ahí es donde más humanidad he aprendido. Entonces lo que hago con "Teatro para la vida" es llevar todas esas herramientas a gente que tan solo lo hace para aprender. O bien porque quiera ser actor profesional o bien porque tiene inquietudes artísticas y personales. Este es un trabajo que hago con una compañera que es psicóloga. Intento ofrecer un producto profesional y creativo. Yo he aprendido mucho de mis alumnos que quieren ser actores. En "Teatro para la vida" también tenemos talleres intensivos cuando mi trabajo me lo permite.

El cine es también el sueño de cualquier actor. Tú has trabajado por ejemplo en la exitosa Toc toc y en Zipi y Zape y la isla del capitán. ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en el cine y con cuáles directores te gustaría trabajar? ¿Cuál es la diferencia entre trabajar en el teatro y en el cine?

Para mí la grandísima diferencia entre el cine y el teatro es que en teatro el actor es el que cuenta la historia. Sin embargo, en cine es la cámara. Es adaptar la diferencia de código. En el cine es la cámara la que lleva la narrativa y tú te tienes que adaptar a esta situación. La verdad está en ambos medios; solo que cambia como decía antes la narrativa. Respecto a los directores que me gustaría trabajar hay muchísimos y ya he tenido la suerte de trabajar con muchos muy buenos.

¿Qué proyectos tienes entre manos y cuál sería tu sueño como actriz?

Tengo una película por estrenar que se llama "Los europeos" de Víctor García León en este año 2020. Este director es uno de los mayores talentos que tenemos en la actualidad. Está protagonizada por Raúl Arévalo y Juan Diego Botto y es una película que va a sorprender. En teatro estreno una obra titulada "El Otro" en el Teatro Fernan Gómez de Madrid. Será en marzo y es un texto de Unamuno que ha versionado Alberto Conejero. Por otro lado, mi sueño como actriz es seguir trabajando como hasta ahora y poder vivir de ello. También crear un proyecto propio como escribir una obra de teatro, una serie o una peli. Me encantaría también probar el otro lado y ejercer, por ejemplo, como directora teatral.


Test Personal

Tu película preferida de todos los tiempos 

Dos en la carretera y La princesa prometida

Tu película preferida española 

La escopeta nacional o cualquiera de Berlanga

Tu director de cine favorito

Berlanga

Tu actor favorito

 Will Keen

Tu actriz favorita

Anna Magnani

La sala de cine más bonita que conozcas o que hayas conocido

Cinema Río o The Coronet Theatre en Londres

Un libro que te gustaría recomendar

Una mañana radiante de James Frey

Tu plato de comida preferido

Los canelones de mi madre (risas)

Una ciudad para vivir

Bilbao

Una ciudad por conocer

Chicago

Una ilusión por cumplir

Tener una vida muy larga, ser muy feliz y poder seguir viviendo de lo que me gusta. Pero con estar viva y tener salud me conformo -risas-.


Agradecimientos: A Lolina Vintage Café de Madrid por la cesión de las instalaciones para realizar la entrevista y la sesión fotográfica. También a Mesala Films y a Carolina Lapausa por aceptar esta entrevista que también puedes leer con diferente texto y formato en Cinemagavia

Foto: Miguel Pina

Maquillaje y peluquería de Carolina Lapausa realizado por Rut Alcalá.

domingo, 26 de enero de 2020

Judy: del mago de Oz al Londres del 69


Judy dirigida por Rupert Goold llega a las pantallas de cine en España el día 31 de enero. La cinta es un biopic parcial sobre los últimos años de la niña que enamoró al mundo en la obra maestra "El mago de Oz". 

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La historia: En el Hollywood del año 1939 la joven Judy Garland comienza a replantearse su vida de niña prodigio. El implacable calendario del rodaje la está dejando agotada y le exaspera que el estudio controle cada aspecto de su vida. Tras un salto en el tiempo de 30 años viajamos al Londres de 1969. Allí, la artista viaja para dar una serie de conciertos con el objetivo de recomponer su precaria situación económica. 


La crítica: Hay momentos de una película que justifican el precio de un billete de cine. En Judy, hay un diálogo brillante cuando en pleno declive de su carrera un doctor le hace la siguiente pregunta a la Garland:

¿Toma algo para la depresión?

Ella, muy digna le respondió así: "Sí, cuatro maridos". Después vendría un quinto esposo que tampoco supo comprender la soledad de las estrellas de cine. En cierta manera la vida de Judy Garland es un reflejo de lo que vivió Marilyn Monroe en su vida como actriz. Y no solo como artistas que comenzaron sus carreras desde niñas. También les acompañó la mala fortuna en el amor y ambas tuvieron un final tan trágico como injusto. La cinta reseñada hoy bebe claramente de la película Mi semana con Marilyn en la que la rubia más famosa de Hollywood también viajaba a Inglaterra para cumplir un contrato artístico. 

Judy tiene como mayor cualidad narrativa los flasbacks que su cineasta intercala mientras la artista actuaba en Londres. Así es como rememoramos la chispa que sintió allá por 1938 con el también niño prodigio Mickey Rooney. Estaban los dos en una cafetería bebiendo batidos y hablando sobre si la maquinaria publicitaria del estudio prefería que fueran simplemente amigos, o bien (como querría Judy) algo más.

También recordamos de manera muy emotiva cuando de vuelta en el hotel tras un concierto no consigue conciliar el sueño. Su mente divaga por las épocas en que trabajaba para el estudio y recibía pastillas para dormir, pastillas para mantenerse despierta y pastillas para perder peso.

Recuerda una fiesta en una piscina en su decimosexto cumpleaños –o, más bien, en la fecha que el estudio consideró conveniente para celebrar su cumpleaños, dentro de su apretada agenda–, en que le prohibieron comer de su propia tarta de cumpleaños, y ella se rebeló tirándose a la piscina con toda la ropa puesta. Esperando entre bastidores, Judy también recuerda cuando en 1939 decidió anteponer el amor de sus seguidores a todo lo demás. Después de todos estos años, Judy sigue sin poder resistirse a su público y la volveremos a ver interpretando, quizás, una de las canciones más bellas de la historia de la música. Sí, se trata del "Over the Rainbow" que enamoró a varias generaciones de cinéfilos.


Todo el peso de la producción recae en una irreconocible Renée Zellweger que no obstante realiza una interpretación memorable. Si alguien toma como referencia su actuación en El diario de Bridget Jones tendrá que recomponer su mente. El cambio físico es tan brutal que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Los demás actores y actrices están al servicio de la producción sin aportar nada demasiado relevante a la narrativa. Si acaso, habría que destacar a la actriz irlandesa Jessie Buckley haciendo de Rosalyn Wilder. Ésta, había recibido de parte de Bernard Delfont el cometido de cuidar de Judy durante su estancia en Londres. Mención especial para la joven artista británica Darci Shaw que se mete con eficacia en el papel de Judy Garland cuando era una niña y rodaba El mago de Oz. El parecido, además, es más que razonable. 


La música de Judy es lo más destacable de la producción en los aspectos adicionales. Se encarga de la composición el maestro Gabriel Yared al que todos recordaremos por la mítica banda sonora de El paciente inglés. Así mismo, cabe destacar el buen trabajo vocal de Renée Zellweger que tras un año de ensayos se ha encargado de interpretar los temas más icónicos de Judy Garland. Espléndido, ademas, el conjunto de figurantes con unas 300 personas vestidas con sus mejores galas sesenteras. He observado en la proyección como en las recreaciones de las galas londinenses de la artista americana hay gente llorando de verdad entre los extras de cine. Y bien podría ser una tercera o cuarta toma la que ha visto finalmente la luz. Esto indica la emoción que se produjo durante el rodaje.


En conclusión, Judy demuestra que las biografías cinematográficas funcionan mucho mejor cuando son parciales que cuando intentan abarcar toda la carrera del personaje filmado. La cinta es un retrato descarnado de la otra cara de Hollywood y de como la industria juega con sus iconos para mercantilizar al máximo sus carreras. Por último, nos trata de dejar un mensaje a modo de moraleja recordando lo que ya se decía en El mago de Oz: "Un corazón no se juzga por lo mucho que tú ames, sino por lo mucho que te amen los demás".

Nota: 7/10.

P.D. Renée Zellweger ha sido nominada al Oscar de la Academia por su interpretación en Judy. 



Nacionalidad: Reino Unido

Dirección: Rupert Goold

Guion: Tom Edge

Música: Gabriel Yared

Fotografía: Ole Bratt Birkeland

Duración: 118 minutos

Reparto: Renée Zellweger,
Rufus Sewell, Finn Wittrock,
Michael Gambon, Jessie Buckley,
Bella Ramsey, John Dagleish,
Gemma Leah Devereux

miércoles, 22 de enero de 2020

Gloria Camarero, profesora de cine: "La interpretación de Antonio Banderas en Dolor y Gloria ha sido la mejor de toda su carrera"


Dolor y Gloria dirigida por Pedro Almodóvar acaba de ser nominada al Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional. Además, Antonio Banderas ha sido también nominado en la categoría de Mejor Actor Protagonista. Para hablarnos de ello, hoy recibimos a Gloria Camarero Gómez que es ya nuestra profesora cinematográfica de cabecera.

Gloria ya nos acompañó para hablarnos de sus libros: "Ciudades americanas en el cine" y "Madrid en el cine de Pedro Almodóvar". Este último, ha sido reeditado para incluir en él los espacios urbanos utilizados por el cineasta manchego en "Dolor y Gloria" relacionados con Madrid.  Hoy nos hablará también de la renovada edición del ensayo.

Para los nuevos lectores y amigos de Cine y críticas marcianas haré una breve semblanza de la invitada de hoy. Gloria Camarero Gómez ejerce como profesora titular de Historia del Cine e Historia del Arte de la Universidad Carlos III de Madrid. Además, es profesora invitada en las universidades de La Plata en Argentina, Freie Universität de Berlín o de Pau et des Pays de l’Adour en Francia. También dirige el Máster en Gestión de la Industria Cinematográfica. Su actividad investigadora se centra en el estudio de los lenguajes visuales en relación con las artes plásticas, la arquitectura y el urbanismo.

Texto y fotos: Miguel Pina

Hola, Gloria. Sabemos que eres una amante casi incondicional del cine de Pedro Almodóvar. “Dolor y Gloria” ha tenido una gran acogida entre la crítica y ha sido seleccionada por la Academia para competir por el Oscar. ¿Qué te ha parecido en lo personal la película? ¿Se podría considerar una especie de testimonio vital del director?

Personalmente me ha gustado mucho, tanto en lo narrativo cómo en lo visual. Almodóvar ha transferido algunos pasajes de su biografía a la del personaje protagonista. Como bien dices, “Dolor y gloria” es el testimonio vital de Pedro Almodóvar y ahí radica su importancia. Hay una constante translación de vivencias y tiene mucho de autoficción. Mallo revive su infancia y una buena parte de ella es la del propio Pedro. Ya de adulto, viste de manera similar, lleva gafas oscuras para protegerse de la fotofobia que padece y acaba de sufrir una operación de columna, situaciones de salud que tiene en común con el director manchego. Los recuerdos que transitan por la película son los de Mallo y se presentan desde su mirada. Necesita actualizarlos para volver a escribir. No son los de Pedro, pero coinciden en un alto porcentaje.

Banderas está impresionante como trasunto de Pedro Almodóvar. Creo que el Goya ya tiene dueño y además ha sido nominado al Oscar ¿Qué te ha parecido la interpretación de Banderas y cuánto de su personaje hay de biográfico en relación al cineasta manchego?

La interpretación de Antonio Banderas es magnífica. Me atrevería a decir que ha sido la mejor de toda su carrera y el Festival de Cannes así lo reconoció, otorgándole el premio al Mejor Actor por este papel. Reitero que hay mucho de la biografía del cineasta manchego en el personaje. Comparte profesión, enfermedades, inseguridades, miedos y algunas de las historias personales que nos cuentan.

Madrid en el cine de Pedro Almodóvar acaba se ha reeditado para incluir en el libro tu visión de “Dolor y Gloria”. El filme que es la última película del cineasta manchego vuelve, aunque en menor medida, a usar la capital de España como plató de rodaje. ¿Qué espacios escenográficos destacarías de la película en relación a Madrid?

“Dolor y gloría” profundiza en la línea intimista articulada en “Julieta”. El nudo argumental, que es la madurez y decadencia física de un director de cine, Salvador Mallo, se desarrolla en el Madrid de 2019, un Madrid, en la película, de perfil bajo y relativamente poco visible. Los protagonistas se mueven por el paseo del pintor Rosales, Lavapiés, Justicia o Vallecas. Beben algo en el Lobby Bar del hotel Miguel Ángel y viven eventos cinematográficos, teatrales y artísticos en el cine Doré, la Sala Mirador en Doctor Fourqueto The Sibarist de la calle San Lorenzo. En ese Madrid, el protagonista conoce el «dolor», pero subyace otro, sin presencia física y continuadamente rememorado: el Madrid de los años 80, el de la Movida, donde el mismo Mallo alcanzó la «gloria» profesional y vivió un intensó amor sin final feliz. Es crónica de la ausencia.

¿Sigue siendo la ciudad de Madrid el espacio urbano preferido de Pedro Almódovar?

Sí, pero radica en los sentimientos del personaje principal y no en las imágenes. Por lo tanto, Madrid sigue siendo el espacio de representación predominante en el cine de Pedro y vuelve a ser protagonista el Madrid vinculado a su persona, en el que recrea los lugares que conoce, los locales que frecuenta e, incluso, el espacio que habita. Pero es un Madrid que responde a un nuevo concepto: es el Madrid de la nostalgia del Madrid de los años 80.

Dolor y Gloria es una película que cuenta también con una escenografía muy rica en los interiores. ¿Qué aspectos te gustaría señalar sobre la dirección de arte en los espacios cerrados del filme?

El decorado del interior de la casa que habita Salvador Mallo en Madrid es verdaderamente espectacular y lleno de significado. Vive en el Paseo del pintor Rosales número 108 y desde la terraza de su salón se ve el parque del Oeste. Es cerca de donde reside Pedro Almodóvar. Tal elección no fue casual porque si este viene a ser el alter ego de aquel, resulta lógico que haya una identidad entre la vivienda de uno en la realidad y la vivienda del otro en la ficción.


¿En «Dolor y Gloria» se reconstruyó la casa en estudio o es la actual casa de Pedro Almodóvar? ¿Qué muebles o esculturas son del propio cineasta?

La casa se reconstruyó en estudio, exactamente igual a la original, especialmente la cocina, el salón y el cuarto de baño. Me consta que algunos obreros que habían trabajado en la de Pedro, lo hicieron en la recreada en el set de rodaje. La residencia madrileña de Mallo lleva incorporado casi todo lo que tiene la auténtica. Muebles y otros objetos son del director, como la tostadora de Smegvintage, que se distingue en la cocina; la lámpara de pie en la estética Mondrian del salón; el aparador de Fornasetti o el sillón de Rietveld. También lo es la escultura de Miguel Navarro que destaca en el pasillo, los cuadros de Guillermo Pérez Villalta, Maruja Mallo, Jorge Galindo, Martín Begué, Miguel Ángel Campano o Manolo Quejido.

Me gustaría que explicases el concepto de “ciudad narrativa”. El mismo, aparece en el prólogo de esta nueva edición de Madrid en el cine de Pedro Almodóvar.

La “ciudad narrativa” es aquella cuyas calles, plazas, puentes y edificaciones más o menos reconocidas y reconocibles no sólo aparecen en el filme, sino que se integran en el relato cinematográfico y se convierten en un personaje más de la trama para ser signo y significado de la acción. Se llama “narrativa” porque forma parte de la narración. Tiene valor argumental. Expresa la historia contada y el carácter o situación de los protagonistas. Ese es el papel de Madrid en el cine de Pedro Almodóvar. Nunca ha sido ni es un mero escenario.

El libro ofrece material gráfico y mapas de la ciudad de Madrid. ¿Invitas a que el lector haga turismo cinematográfico por la ciudad?

Puede utilizarse como tal y, de hecho, se utiliza, aunque no es su objetivo prioritario. Contiene itinerarios físicos e integra planos que recogen las localizaciones. Pero está lejos de ser una guía turística. Lo más importante es el itinerario conceptual que desarrolla, es decir, constatar lo que significa Madrid en el cine de Pedro Almodóvar, desde criterios interpretativos más que descriptivos.

Por último, me gustaría saber algo sobre tus futuros proyectos literarios. Has escrito sobre pintores en el cine, sobre las ciudades americanas y europeas en el cine o sobre escenografía en el cine entre otros muchos temas. ¿Sobre qué te gustaría escribir en los próximos años?

Tengo un proyecto sobre la mesa que vendría a completar mi libro de “Pintores en el cine” (J.C., 2009). Estudiaría e incluiría las vidas de mujeres artistas y cómo las ha recreado la ficción cinematográfica. Me refiero a Frida Kahlo, Camille Claudel, Artemisia Gentileschi, Maud Lewis, Dora Carrington o Séraphine de Senlis, en las películas biográficas correspondientes. También espero seguir investigando el cine de Pedro Almodóvar, pero ya en otros aspectos, al margen de Madrid.


Test personal almodovariano

¿Cuál es tu actor y papel preferido de la filmografía almodovariana?

Banderas en su papel casi novel de Ricki, en “¡Átame!”. Derrochaba frescura y se declaraba a su compañera desde la ingenuidad total: «Tengo 23 años y 50.000 pesetas. Estoy solo en la vida y espero ser un buen marido para ti y un buen padre para tus hijos». Me sigue maravillando la ternura del personaje.

¿Y tú actriz preferida en los mismos términos?

Me decanto por una secundaria de excepción y muy repetida en la filmografía almodovariana: Chus Lampreave. Como madre de Amanda Gris en “La flor de mi secreto” sobrepasó la ficción y entró en la realidad del arquetipo de “madre imprescindible”, siempre presente en las vidas de las hijas, que muchas hemos tenido, reconocido y querido profundamente.

¿Cuál es tu película preferida de Pedro Almódovar?

Me es difícil elegir sólo una, pero creo que me quedaría con “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”.

¿Y la que menos te gusta?

“Los amantes pasajeros”. Me costó entender su sentido.

¿Cuál es tu director preferido del cine clásico?

Billy Wilder

¿Y tú director de arte preferido del cine español?

Félix Murcia a partir de los años 80 con su trabajo en “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Algo antes, Gil Parrondo con sus dos Oscars y los grandes escenógrafos del cine español de la autarquía, con Sigfrido Burmanna la cabeza.

¿Qué ciudad te parece la más cinematográfica del planeta?

Los Ángeles, sin duda. Ya lo hablé en mi libro “Ciudades americanas en el cine” (Akal, 2017). La imagen mental que de dicha urbe tenemos es fruto casi exclusivo de lo que los numerosos filmes y series de televisión que en ella transcurren, nos han ido filtrando de la misma. No alberga edificios singulares a los que asociarla. Apenas existen iconos angelinos inconfundibles. Tan sólo cabría citar el mundialmente conocido letrero de Hollywood, a modo de sinécdoque visual. Los Ángeles es la «no ciudad», la ciudad alumbrada por el cine, la «ciudad cinematográfica» por excelencia.

¿Qué libro has leído últimamente que puedas recomendar?

No voy a ser nada original en mi respuesta. Mi recomendación va para “Patria” de Fernando Aramburu, que cuenta con miles de ejemplares vendidos. Me ha parecido un testimonio muy válido de “los años de plomo”.

¿Cuál es tu género cinematográfico predilecto en el cine?

Me gusta el cine policíaco y la comedia clásica norteamericana con sus derivados.

Una ilusión por cumplir…

Que me sobrase tiempo para ir mucho al cine, ver buenas películas y disfrutarlas.


La nueva edición de "Madrid en el cine de Pedro Almodóvar" está disponible en el siguiente enlace de Amazon

viernes, 17 de enero de 2020

Jojo Rabbit: Scarlett Johansson y el niño que hablaba con Hitler


Jojo Rabbit dirigida por Taika Waititi llega a las salas de cine en España el 17 de enero con Scarlett Johansson y Sam Rockwell como estrellas del reparto. La cinta es una lograda sátira ambientada en el Berlín de finales de la Segunda Guerra Mundial y no dejará indiferente al espectador. 

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La historia: Jojo Rabbit (Roman Griffin Davis) es un niño de 10 años al que su madre soltera (Scarlett Johansson) apunta a las juventudes hitlerianas para encubrir que oculta a una niña judía en el desván de su hogar en Berlín. El chico ha desarrollado a un amigo imaginario que es el mismo Adolf Hitler. Con él, mantiene conversaciones en torno al totalitarismo y el odio a la comunidad judía. Una serie de acontecimientos pondrá en la encrucijada a Jojo y con ello comenzará a cambiar su visión del mundo. 


La crítica: En medio de alguna polémica estéril por quién parece no comprender la función de la sátira, Jojo Rabbit es un soplo de aire fresco en el panorama cinéfilo de actualidad. Basada en la aclamada novela de Christine Leunen, El cielo enjaulado, la historia transcurre en la población ficticia de Falkenheim. Este pintoresco pueblo sometido al gobierno nazi ve como el fin de la guerra se aproxima súbitamente. Sin embargo, en la habitación de Jojo Betzler, de diez años, la expectación crece. El menor que representa la inocencia en su máxima expresión es susceptible a la omnipresente propaganda de su entorno. Con ello, el cineasta trata de reflejar como el nazismo caló en la población juvenil alemana. En cierta manera, el filme hoy reseñado es una fabulación invertida de lo que Roberto Begnini hizo con su aclamada La vida es bella. Ambas películas tienen como señas de identidad el uso del humor como mejor medio para denunciar la barbarie. Otro elemento común con la cinta del genio italiano es el giro hacia el melodrama en su tercio final.  

Jojo Rabbit es una alegoría cómica sobre el precio de permitir que la intolerancia eche raíces, sea en el marco de una habitación o de una nación. Asimismo, Jojo hace un viaje muy real, dejando atrás la niñez hacia un pensamiento más maduro. Porque cuando encuentra el valor de abrir su mente, descubre el poder del amor capaz de cambiar su camino.  

La cinta, en la que siempre está presente el humor, nos habla también de la figura del padre ausente y de los significados sentimentales que esta situación tiene sobre los menores. La amistad, el amor o el sentimiento identitario o nacionalista quedan también analizados por la fresca mirada de Taika Waititi que además de dirigir e interpretar a un personaje firma un libreto bastante divertido. En estos tiempos de auge de nacionalismos, antisemitismo y otras manifestaciones de intolerancia religiosa y racial, la necesidad de llamar la atención sobre estas situaciones es apremiante. El cine entonces -una vez más- me parece el vehículo perfecto para incidir de una manera original en este tipo de cuestiones. 


En el reparto destaca el niño Roman Griffin Davis que no se amilana ante el elenco de estrellas internacionales de la producción. Fue elegido en un casting de entre mil chavales de su edad. La otra niña presente en el filme es Thomasin McKenzie que interpreta a Elsa. Ella, es la chica oculta detrás de la pared que descubre un apabullado Jojo. Waititi busca en ella representar a una adolescente judia con una fuerza de acero y compostura capaces de apaciguar la desconfianza del niño.

En la parte de los adultos un gran Sam Rockwell interpreta a un patético oficial alemán que habiendo perdido la visión de un ojo se dedica a entrenar a los jóvenes cachorros hitlerianos. En el papel de Adolf Hitler se mete el propio director de la cinta. Taika Waititi, por tanto, emula de alguna manera al Charles Chaplin de El gran dictador pero de manera innovadora y como amigo imaginario del crío. Hitler aparece representado con un lenguaje embravecido y con gestos exagerados. También le infunde a su versión del dictador la alegría infantil de un chiquillo, hasta que se empieza a descoser por las costuras imaginarias. Y por último, destacar a una gran Scarlett Johansson que es como ver a un mito viviente en la gran pantalla. El halo que desprende ya está a la altura de las grandes actrices americanas del siglo XX como en su momento fueron Grace Kelly, Marilyn Monroe o Kim Novak. En una de las secuencias más conmovedoras de la película, Scarlett -con su voz más grave- imita al padre de Jojo, que los abandonó, para intentar llegar a su hijo. Para ello, se pinta barba y mantiene una conversación a dos vías consigo misma que abarca desde la explosión de emoción a la melancolía pasando por la ternura. Impresionante actriz que atraviesa su cenit en la meca del cine.


Para hacer las veces del pueblo ficticio de Falkenheim donde reside Jojo la producción se dirigió a Žatec y Úštěk, dos localidades pequeñas de la República Checa. Se trata de una zona que en ocasiones formó parte de Alemania y fue ocupada en la Segunda Guerra Mundial. Aquí, en una localidad que nunca fue bombardeada, los edificios que datan de antes de la guerra han sido conservados. De ahí, que tenga un encanto de libro de cuentos. Otro aspecto adicional a destacar es el vestuario encargado a Mayes Rubeo. Cuando viste a Johansson utiliza prendas vintage con blusas y vestidos chic que contrastan con los uniformados soldados alemanes. La música cobra vital importancia cuando la historia se acerca al melodrama. También se intercalan himnos de los Beatles y la canción "Héroes" de David Bowie con temas de corte clásico en la música de cine.

Jojo Rabbit me ha parecido una hábil propuesta, aunque a veces previsible, que aporta una innovadora mirada sobre una de las etapas más siniestras del siglo XX. El mensaje es claro: recordar para intentar -desde el humor satírico- no volver a cometer los errores de un pasado brutal para la condición humana. Además, hay cine, buenas interpretaciones y lo más importante: un buen guion sobre el que se sustenta toda la arquitectura de un filme que gana cuando apuesta por la originalidad.

Nota: 8/10.

P.D. Jojo Rabbit ha obtenido 6 nominaciones a los Oscars de la Academia. Entre ellos el de Mejor Película. Scarlett Johansson por su parte ha logrado el hito de ser doblemente nominada. Acudirá a la gala de Hollywood nominada por Jojo Rabbit y por su papel en Historia de un matrimonio.


Nacionalidad: EE UU - Alemania

Dirección y guion: Taika Waitit

Reparto: Taika Waititi, Rebel Wilson,
Scarlett Johansson, Sam Rockwell,
Roman Griffin Davis, T. McKenzie

Fotografía: Mihai Malaimare Jr.

Música: Michael Giacchino

Duración: 108 minutos

lunes, 13 de enero de 2020

Carmen Arrufat, actriz nominada al Goya: "Desde pequeña ya era muy dramas"


Hoy tenemos el gusto de recibir en Cine y críticas marcianas a la joven actriz española Carmen Arrufat. La interprete ha sido nominada al Premio Goya como Mejor actriz revelación por su papel en La inocencia. La cinta quedó reseñada en la publicación que recoge este enlace.

En dicha crítica comentaba lo siguiente: "El papel de Lis está interpretado con brillantez por la joven actriz española Carmen Arrufat. Su papel le ha valido la nominación al Premio Goya como mejor actriz revelación. Un personaje que es el trasunto de la directora de la película". 

Carmen Arrufat (Castellon, 2002) recogía, en noviembre, su galardón como Mejor Actriz en los Premis de l'Audiovisual Valencià. Ahora, llega el momento de competir a nivel nacional por una nominación que le ha cambiado la vida.

La actriz se ha formado en Aula Cine y TV dirigida por Víctor Antolí. En la entrevista, Carmen Arrufat nos habla de su interpretación en La inocencia, de sus sueños como artista y también contestará amablemente a nuestro test personal que tanto gusta a nuestros lectores y amigos.


Hola, Carmen. Desde Cine y críticas marcianas en primer lugar, queremos felicitarte por la fantástica interpretación en tu debut cinematográfico. También por tu nominación al Premio Goya.  ¿Qué se van a encontrar los espectadores en el cine cuando vayan a ver La inocencia?

Muchas gracias. Se van a encontrar una historia real de una niña de quince años. Ella crece y madura pero siempre manteniendo su punto de inocencia. La protagonista está buscando su identidad, quiere "volar". Ella, vive en un pueblo muy pequeño en la que encuentra muchos obstáculos para desarrollarse. Uno de sus mayores obstáculos es que se queda embarazada. En definitiva, van a ver como una niña crece y saca toda la fuerza que lleva dentro para cumplir su objetivo. También como lidia con todos los problemas que pueda tener una adolescente de su edad.

¿Cómo has llevado la transición de estar en tu entorno escolar y familiar a pasar ser una persona pública a través del cine?

Ha sido todo muy rápido y no he tenido tiempo para asimilar como lo estoy viviendo. Pero no es un rápido malo. Me levanto todos los días con mucha energía por todo lo que me está pasando, estoy muy ilusionada -por ejemplo cuando recibo una petición de entrevista en el móvil-. Y luego cuando vamos a festivales tengo una emoción que no me cabe en el cuerpo. Me gustaría tener más tiempo para pensar y analizar lo que estoy viviendo. Estoy en una nube.

¿Qué ha sido lo más difícil en esta interpretación? ¿La parte física como futura artista de circo de tu personaje o la parte psicológica que conlleva?

Fue un poco de todo. Lo de colgarme boca abajo en la secuencia del ensayo del número circense duele una barbaridad. Pero lo disfrutaba muchísimo. De hecho, después de acabar la película he seguido haciendo ese ejercicio. Luego a nivel emocional si que hubo mucho trabajo -aunque ahora lo veo desde la distancia- . Tuve que sacar la rabia, tener que llorar y fue difícil tener que abrirme tanto en el aspecto emocional. Me sentí muy vulnerable. Fue difícil.

Texto y fotos: Miguel Pina

Tu personaje está muy trabajado desde la parte física y podría representar en cierta manera los excesos que cometen los jóvenes en sus salidas nocturnas o en la falta de medidas para evitar un embarazo no deseado. ¿Crees que hay falta de información entre los más jóvenes con medidas como la píldora del día después para no tener que llegar a plantearse el aborto?

Sí, exactamente. Hace mucha falta más educación sexual. Hay a veces charlas en los centros escolares sobre como se utiliza un preservativo. Aunque en mi colegio no me lo enseñaron. Pero no hay muchos más conocimientos. No sabes que efectos tienen las píldoras...y hay gente que ni siquiera sabe que existen. 

¿Crees que esta película puede romper tabúes para que las más jóvenes busquen información sobre las consecuencias de la sexualidad si no se toman medidas preventivas?¿Sería interesante hablar de ello con los propios padres?

No es apetecible al llegar a casa el ponerte a hablar de sexo con tus padres. Pero sí que la película puede concienciar para romper las barreras y buscar la información sexual que falta a los más jóvenes.

¿Qué tiene tu personaje de Lis que veas o hayas visto reflejado en tu experiencia vital?

Muchísimas cosas. Nos parecemos mucho. Sé lo que es su ambiente pero yo no he vivido en un pueblo. Tampoco los dramas que ha tenido Lis son los míos. Pero si que es verdad que las emociones que siente ella yo las siento. Siento la rabia, siento la impotencia y además soy una persona ambiciosa al igual que el personaje que interpreto en la película. Siempre tengo ganas de romper con mi zona de confort que es también lo que busca Lis. También me identifico con su inocencia.


¿Cómo llegó el papel hasta tus manos y qué te interesó de él?

Yo estudiaba interpretación en Castellón y los pocos castings que había me los iba enviando el profesor. Cuando me llegó el de La inocencia no me interesó porque pensé que no iban a coger. Pero una amiga me animo a presentarme y pensé que no perdía nada por intentarlo. Hice un vídeo y a los cuatro días me llegó el mensaje de Lucia Alemany (la directora). Me comentó que era lo que estaba buscando y que quería verme en un casting presencial. Y para mí el solo hecho de hacer casting ya hubiera sido para un cortometraje, para una película de Youtube o para La inocencia hubiera sido igual de emocionante. 

¿Te esperabas la repercusión que ha tenido La inocencia y la de tu propia interpretación?

En el rodaje deseaba que fuese una película que se hiciese grande. Pero no sabía incluso que el proceso de montaje de una película pudiera durar un año completo. La película después llegó al Festival de San Sebastían. Yo flipo porque era una película muy pequeñita y no esperaba el éxito que está teniendo. 

¿Qué expectativas tienes de futuro en el mundo de la interpretación?

Me queda muchísimo por aprender. Llevo a Lis muy dentro de mí y respecto a mi futuro no lo quiero pensar. Quiero vivir mucho el presente, darlo todo y aprender mucho de cada cosa, sacar algo de cada entrevista, de cada promoción y de cada festival. Que venga lo que tenga que venir pero sobre todo quiero disfrutar mucho. Me encantaría dedicarme a ser actriz. Eso es una realidad y pienso trabajar muchísimo para ello. 

Por tu papel en La inocencia has sido nominada al Premio Goya como Mejor Actriz Revelación. ¿Qué ha supuesto para ti este reconocimiento que ya es un premio en sí mismo?

Fue muy fuerte cuando me llegó la noticia. Esa nominación es algo que se va a quedar siempre para mí. Es un gran impulso y una noticia muy emocionante. Aún no me lo creo a veces. De todas manera yo lo estoy viviendo de manera muy tranquila porque no hay tiempo para recapacitar. Mi familia flipa con todo esto. De hecho, mi madre se pone más nerviosa que yo en los festivales -risas-. 

¿Cuándo y por qué decidiste ser actriz?

Yo creo que es algo que no se decide, sino que se lleva dentro. Yo desde pequeña...era muy dramas -risas- y a pesar de ser tímida he sido siempre muy peliculera. Quizás la decisión de apuntarme a interpretación provenga de un verano en el que me disfracé e interpreté en el pueblo donde veraneaba una canción de estilo Eurovisión. A mi madre le gustó tanto que lo dicho, me apuntó a interpretación.


TEST PERSONAL

Tu película preferida de todos los tiempos

Interstellar

Tu película preferida española

La inocencia

Tu director de cine favorito

Christopher Nolan y Tim Burton

Tu actor favorito

Joaquin Phoenix

Tu actriz favorita

Nicole Kidman

La sala de cine qué más te gusta o qué más frecuentes

Ocine Estepark en Castellón

Género literario o temática preferida para la lectura

Temas filosóficos

Tu plato de comida preferido

Las croquetas

Un lugar para vivir

Benicàssim en Castellón

Una ciudad por conocer

Atenas

Una ilusión por cumplir

Me encanta el patinaje sobre hielo pero me ilusionaría grabar una película sobre mitología griega o romana.


¡Muchas gracias Carmen y a por el Goya!

Esta entrevista se ha realizado de manera presencial en la Librería Ocho y Medio Libros de Cine de la ciudad de Madrid. Agradecer tanto a Carmen, como a Prensa Olaizola como a Filmax España las facilidades puestas para llevar a a cabo la publicación.

También puedes leer la entrevista con otro formato y fotos en Cinemagavia

martes, 7 de enero de 2020

La inocencia: una enternecedora historia rural


La inocencia dirigida por Lucía Alemany se estrena en cines españoles el próximo día 10 de enero. La película ha recibido dos nominaciones a los Premios Goya de la Academia de cine que este año se otorgan en la ciudad andaluza de Málaga. Con esta gala se pretende potenciar su cada vez más influyente festival de cine en español. 

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La historia: Lis (Carmen Arrufat) es una joven de 15 años que sueña con ser artista de circo. Con ello, busca salir del ambiente opresivo de su pueblo. Pero para conseguir su objetivo tendrá que convencer a sus padres. Es verano y se pasa el día en la calle con sus amigas hasta que conoce a Néstor (Joel Bosqued). Él, es unos años mayor que ella y las habladurías de los vecinos obligan a la muchacha a llevar el noviazgo en secreto para evitar chismes. Una relación que supondrá el fin de la inocencia cuando la adolescente confirma que ha quedado embarazada. 


La crítica: Con La inocencia se demuestra una vez más el enorme talento que existe en la nueva ola de cineastas españoles. La directora tortosina Lucía Alemany se marca una ópera prima brillante en lo visual y profunda en su narrativa. Los rasgos auto-biográficos se palpan desde el inicio del filme. La vuelta a los orígenes sigue funcionando como rasgo distintivo en el cine o en la literatura. En este caso, la vuelta a lo rural. 

La inocencia parte de la experiencia personal de su directora que regresa a la pequeña localidad de Traiguera en Castellón. La filmación rodada en tonos pastel y dorados es una verdadera preciosidad. Allí, en su pueblo, Lucía Alemany narra sus años dorados. Las cámaras se desenvuelven con soltura entre verbenas, procesiones y encierros. La sexualidad, las hormonas en ebullición y los coqueteos con las drogas de los jóvenes son retratados de manera ambiciosa por la realizadora. El resultado es  cautivador. La cineasta contagia el amor por su pueblo y por sus gentes. Pero también retrata de manera perfecta como es el ambiente a veces tóxico que se respira en los municipios más pequeños. Unos sucesos corrientes que en una capital pasarían desapercibidos, aquí son fuente de debate entre los corrillos vecinales que tantas vidas han destruido.    

Todos los cinéfilos somos conscientes también de la importancia de la música en el cine. Y todo aquel que haya pasado el verano en un pueblo de interior sabe lo importante que es para los vecinos las fiestas de su localidad. En La inocencia, hallamos el tema "Allí en la arena" que es un moderno y original pasodoble. Con este tema musical se pone de manifiesto el papel fundamental que tienen estos en la historia de los pueblos españoles. Es una canción original de Toni Mir y está interpretado por la cantante Alba Cayuela. Ha sido nominado al Goya como mejor canción original. 

El filme es a la misma vez la historia de su protagonista y la descripción de un lugar, de un ambiente y de un pasado no tan lejano. Nos encontramos, por tanto, con un retrato personal donde lo rural predomina sobre los ambientes urbanos que prevalecen en el cine actual.  

El sueño de la Lis de ser artista de circo conecta la cinta de manera indirecta con la Gelsomina de Fellini. En este caso de manera invertida pues este personaje destaca por su belleza de manera contrapuesta al que creó el genio italiano. La muchacha siente la necesidad de huir de un pueblo y de una familia que lo aprisionan en un mundo que no es de su agrado. Un ambiente que se le queda pequeño en un espacio que no le ofrece la intimidad necesaria para crecer, madurar y descubrir quién quiere ser. Un filme que nos habla también de las peligrosas conductas sexuales de los más jóvenes. Algo está fallando en la educación sexual y de ahí el absurdo incremento de los embarazos no deseados. 


El papel de Lis está interpretado con brillantez por la joven actriz española Carmen Arrufat. La interpretación le ha valido la nominación al Premio Goya como mejor actriz revelación. Un personaje que es el trasunto de la directora de la película. Con él, nos habla de ella, de sus sueños y quizás de cuando se trasladó a estudiar a la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Catalunya. Hoy a sus 34 años se puede decir que sus sueños se han cumplido. Lucía Alemany, además, ha sabido sacar provecho de todos los actores con los que ha contado para rodar La inocencia

Entre ellos está Joel Bosqued con el que nos habla de las drogas, del sexo temprano, del papel del hombre en el aborto o de los celos como conducta violenta. Como padres de la criatura nos regalan dos buenas interpretaciones Sergí López y Laia Marull en unos personajes que parecen aún más perdidos que el de su hija adolescente. 


En conclusión, La inocencia es una notable ópera prima que nos habla con autenticidad y realismo de una de las etapas más complejas del ser humano. El paso de la adolescencia se cura con el tiempo pero algunas heridas tardan en cicatrizar muchos años más. El filme rodado en su mayor parte en escenarios naturales es una oda a la luz mediterránea. En definitiva, hablamos de un viaje interior que se cierra con una secuencia final que nos congracia con el buen cine de autor. 

Nota: 8/10.


Nacionalidad: España

Dirección: Lucía Alemany

Guion: Laia Soler, Lucía Alemany

Fotografía: Joan Bordera

Reparto: Carmen Arrufat,
Sergi López, Joel Bosqued
Laia Marull, Sonia Almarcha.

Duración: 92 minutos

Estreno: 10 de enero 2020

viernes, 3 de enero de 2020

¡Qué maravilloso es el cine! Extraños en un tren


¡Feliz año nuevo, feliz año 2020!

Aniversario de Cine y críticas marcianas

El 3 de enero del año 2016 veía la luz la primera publicación de este rincón cinéfilo. Mi objetivo consistía en algo tan sencillo como tener en el entorno digital lo que llevaba años redactando en mis cuadernos de cine. Hoy, por tanto, se cumplen 4 años de ese mítico día para la cinematografía mundial 😂. Tras más de 300 publicaciones seguimos adelante con fuerzas e ilusiones renovadas. Muchas gracias a todos y sed bienvenidos de nuevo. 

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Extraños en un tren

En el año 1951 Hollywood estrenó dos películas con premisas similares. Ambas estaban enmarcadas con el cine negro como telón de fondo. De Un lugar en el sol ya hablamos en su día y de Extraños en un tren lo haremos hoy. Con ello, comenzaremos el año 2020 volviendo una vez más a pivotar en torno al cine clásico. Lo curioso de estas dos cintas es que ambas confluyen de alguna manera en la gloriosa Match Point del maestro Woody Allen.

Las tres películas cuentan con elementos comunes en su narrativa: amor, celos, crímenes, pasiones, trastornos de la personalidad, posicionamiento social, personajes siniestros, investigación policial y sobre todo utilizan el suspense como medio unificador de las tres narrativas expuestas.

En el caso de Extraños en un tren, Hitchcock quedó muy impactado con la novela homónima  de Patricia Highsmith y ordenó a Raymond Chandler la escritura del guion para adaptar la novela al cine. La cinta supuso el exitoso debut cinematográfico del mago del suspense con Warner Bros. Después, con el mismo estudio, llegarían Yo confieso y Crimen Perfecto. Una vez ya consagrado firmó con Paramount Pictures para realizar La ventana indiscreta con los inolvidables James Stewart y Grace Kelly. 


Extraños en un tren comienza con una deliciosa secuencia con la cámara siguiendo los zapatos de los dos protagonistas masculinos. En un momento dado sus pies chocan en un acomodado vagón de tren. Esos dos extraños son Guy (Farley Granger) y Bruno (Robert Walker). El primero es un conocido tenista profesional en proceso de separación matrimonial. Y el segundo es un joven vividor con problemas psicológicos que odia a su padre. Sin embargo, adora a su extravagante madre. 

En un momento de la conversación, Bruno propone al joven tenista un intercambio de crímenes. Él, se encargará de matar a la esposa de Guy y el deportista a cambio tendría que matar al padre de Bruno. El objetivo de este siniestro personaje es heredar los bienes de su padre y facilitar de facto el divorcio del hombre al que acaba de conocer.

El joven tenista no hace caso a la extravagante propuesta y la declina no sin antes escucharla. Al cabo de unos días la esposa de Guy aparece asesinada y Bruno se presenta en casa del joven. El objetivo de la visita consistía en reclamar para sí la parte un trato que solo existía en su imaginación.  


La película muestra algunas diferencias con la novela. Estas se centran, entre otras cosas, en el personaje de Guy. Él, en la novela es un joven arquitecto mientras que en la película es un deportista. Además, en el libro (más negro, doloroso y reiterativo que el largometraje) este personaje si acepta el plan de Bruno. Pero a Hitchcock no le convencía esa parte y optó por dar al personaje de Guy un halo de ambigüedad.

Incluso se escribieron tres finales distintos. De ellos, se rodaron dos. De hecho, hay una copia alternativa británica firmada por el propio mago del suspense en la que la resolución es sutilmente distinta. Para realizar esta retro-reseña he podido ver las dos copias (la americana y la británica) y aunque los dos finales alternativos no cambian nada relevante son distintos. Es decir, no es una leyenda urbana.

En cualquier caso la cinta trata de establecer una conversación directa con el espectador sobre la codicia, el amor, el crimen y el egoísmo. Aunque el filme está en la órbita del cine negro la investigación policial no es lo que prevalece en el libreto adaptado. Más bien es una película centrada en la psicología de los personajes en los que ya asoman los primeros ribetes del film Psicosis. Y es que con el personaje de Bruno podemos apreciar como Hitchcock siembra la primera semilla de los significantes del mítico Norman Bates. De hecho, las relaciones edípicas ya aparecen con fuerza en el argumento central de Extraños en un Tren


El reparto de la película encuentra un desigual soporte sobre la base de sus dos personajes principales. Farley Granger se mete en la piel del tenista que es presionado a tres bandas. 

La primera fuente de presión proviene de su actual esposa que no consiente en divorciarse de él a pesar de que ya no le ama. Buena interpretación de Kasey Rogers que aparece con gafas en la cinta. A través del reflejo de las lentes de la actriz, Hitchcock filma el asesinato clave de la cinta de una manera muy original. 

La segunda fuente de presión para Guy se sustenta sobre la nueva relación amorosa que ha comenzado tras romper con su esposa. Este papel es interpretado con delicadeza por la diva hollywoodiense Ruth Roman. 

Y la tercera y más importante fuente de presión proviene de Bruno. Éste intensifica cada vez más sus contactos con Guy para que el tenista cometa el intercambio de asesinatos. En este papel nos encontramos con la mejor interpretación del reparto. Se encargó de llevarla a cabo un gran Robert Walker. Por último, y como curiosidad adicional, cabe señalar que Patricia Hitchcock tuvo un pequeño papel haciendo de la hermana de la nueva enamorada de Guy. Tampoco quiero dejar de recordar el habitual cameo del propio Alfred Hitchcock subiendo al tren con un enorme instrumento musical. 


En los apartados técnicos la película fue nominada al Oscar en la categoría de Mejor Fotografía en Blanco y Negro. Otro aspecto a destacar fue la gran dirección de arte en la recreación de los trenes y en el buen diseño del parque de atracciones que es el círculo concéntrico de toda la película. De hecho, el centro de recreo cobra mayor importancia que el propio tren que da título a la filmación. 

La película se situó en el top-10 del año 1951 del National Board of Review y Alfred Hitchcock fue nominado como Mejor Director por el Sindicato de Directores. Sin embargo, la Academia de Cine le ignoró. 

Extraños en un tren es una gran adaptación de la novela con la que Patricia Highsmith deslumbró en su debut literario. La cinta es un compendio de los gustos tanto de la escritora como del director. En definitiva, nos encontramos un filme seco, siniestro y a la vez divertido. Una película que nos habla de tragedias, chantajes emocionales y que nos deja un sarcástico mensaje final: "nunca hables con extraños". 


Nacionalidad: Estados Unidos.

Título original: Strangers on a Train.

Año: 1951.

Duración: 101 min.

Dirección: Alfred Hitchcock.

Guion: Raymond Chandler, Czenzi Ormonde

Novela: Patricia Highsmith.

Música: Dimitri Tiomkin.

Fotografía: Robert Burks (B&W)

Reparto: Farley Granger,  Ruth Roman, Robert Walker, Leo G. Carroll, Patricia Hitchcock, Howard St. John. 



Esta crítica participa fuera de concurso en la XVII Edición de El Tintero de Oro dirigido por David Rubio Sánchez. La parte central de este texto se publicará a finales de enero en la revista digital del mismo nombre junto a todos los relatos y reseñas participantes en el reto.