La actriz es una víctima real del Estado Islámico, secuestrada y vendida con 9 años. Eido se pone por primera vez frente a cámara para este proyecto y resuelve de manera notable. Su personaje, después de haber sido secuestrada en Sinjar, consigue huir. No es más que una adolescente perdida y lo único que anhela es recuperar su hogar. En ese viaje, Arjin descubrirá la fuerza que alberga. ¿Podrá la muchacha aprender a canalizar sus emociones y aplacar el miedo ante la tremenda pérdida? Las milicias kurdas otorgan sentido a su vida y encuentra en ellas la valoración que como mujer ha sido anulada por los cavernícolas del Estado Islámico.
miércoles, 29 de junio de 2022
Sinjar: la inexistencia femenina
La actriz es una víctima real del Estado Islámico, secuestrada y vendida con 9 años. Eido se pone por primera vez frente a cámara para este proyecto y resuelve de manera notable. Su personaje, después de haber sido secuestrada en Sinjar, consigue huir. No es más que una adolescente perdida y lo único que anhela es recuperar su hogar. En ese viaje, Arjin descubrirá la fuerza que alberga. ¿Podrá la muchacha aprender a canalizar sus emociones y aplacar el miedo ante la tremenda pérdida? Las milicias kurdas otorgan sentido a su vida y encuentra en ellas la valoración que como mujer ha sido anulada por los cavernícolas del Estado Islámico.
jueves, 23 de junio de 2022
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viernes, 17 de junio de 2022
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domingo, 12 de junio de 2022
Cinco lobitos: maternidad a tiempo completo
Cinco lobitos dirigida por Alauda Ruiz de Azúa fue la gran triunfadora del Festival de Cine de Málaga 2022 obteniendo la Biznaga de Oro a la mejor película y guion, el premio de interpretación para Laia Costa y Susi Sánchez y el Premio del Público. La película estrenada en cines españoles el pasado 20 de mayo conforma junto a Alcarràs y La abuela lo más aceptado del cine español en este primer semestre del año.
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La historia: Amaia (Laia Costa) acaba de ser madre. Su pareja se ausenta durante meses y ella se ve desbordada, incapaz de atender a su bebé y recuperar su trabajo como traductora. Es entonces cuando busca refugio en casa de sus padres con la esperanza de que estos cuiden de ella y su bebé en su hogar de la infancia, un bonito pueblo costero del País Vasco. Pero la vida tiene otros planes, su madre cae enferma y es Amaia quien tendrá que cuidar de su bebé y de sus padres.
La crítica: Con un cierto aire al cine profundo de Pilar Miró o incluso al del maestro Juan Antonio Bardem, nos hallamos ante una ópera prima inusual por su contundencia narrativa. Cinco lobitos escrita y dirigida por Alauda Ruiz de Azúa juega con los roles en la familia cuando estos se invierten cambiando sus relaciones para siempre. La hija se convierte en la madre de todos. Amaia, que hasta ahora solo quiso a su madre, comenzará a entenderla y con ello a comprender su sacrificio.
La cineasta lanza al aire una batería de preguntas sobre la maternidad de manera cruda y directa: ¿Cómo se aprende a ser madre? ¿Cómo cambia la maternidad la forma en que vemos a nuestros padres? ¿Por qué dignificamos tan poco lo doméstico ni nos paramos a pensar en el esfuerzo o tiempo que hay detrás de las personas que nos cuidan? ¿Cómo vamos a dignificar algo que no valoramos?
A través de un relato directo, crudo y dramático vamos conociendo los entresijos de una familia normal en su vida cotidiana. La película es a veces tan seca e hiperrealista con las tareas del cuidado del bebé recién llegado al mundo, que nos recuerda a un formato documental sobre la crianza. Juega en su contra la falta de alguna nota de humor y la pesadumbre que pesa en el ambiente por la precaria situación de los padres del bebé. Los abuelos, que se unen a la crianza, aportan lo más mollar del relato con una especie de reflexión sobre la vuelta a los orígenes y sobre la precariedad laboral que viven los más jóvenes.
El mundo doméstico, por tanto, está presente en toda la película de forma recurrente. El tiempo del cuidado no es épico, ni notorio, es casi ruido de fondo, y sin embargo, es imprescindible cuidar de nuestros seres queridos y vulnerables. La cineasta nos habla de los cuidados desde lo emocional, pero sin emocionar demasiado. Quién cuida a quién en las familias es algo que nos dice mucho sobre sus relaciones y el momento que vive una familia. Generalmente son las mujeres; las hijas las que se hacen cargo de estas situaciones de manera natural en una especie de ciclo inalterable en el tiempo. Cuidar a una madre o a un padre, cuando siempre fueron ellos los que te cuidaron a ti es un viaje a la inversa, que tiene algo de reconciliación y de encontrarse desde otro sitio.
Cinco lobitos combina el retrato generacional sobre madres actuales con el de esas otras madres, ahora abuelas, que se quedaron en casa, cuidaron de la familia y sin las cuales no se entiende la sociedad actual. Amaia, la protagonista, es interpretada de manera sensacional por Laia Costa que se perfila como una de las favoritas en la próxima temporada de premios. El personaje de su madre, ahora abuela, es la esencia de la película. Susi Sánchez nos regala una interpretación muy sólida con un personaje lleno de vida hasta que la propia vida comienza a diluirse como un azucarillo. La enfermedad aparece ahora como frente discursivo en una vuelta de tuerca que incrementa el drama y deja poco espacio para la felicidad que trae la llegada al mundo de un nuevo bebé. Completan el reparto el padre de la criatura, interpretado por un discreto aunque eficaz Mikel Bustamante y el veterano Ramón Barea como padre, abuelo y esposo en un rico personaje.
En la técnica se ruedan en espacios reducidos que incrementan la sensación de claustrofobia que viven los personajes. Algunos exteriores en la costa vasca ayudan a recordar que estamos en el cine y qué se supone que estamos en la sala para evadirnos de la realidad cotidiana. No obstante, cabe reconocer un gran trabajo en la dirección de arte que se emplea a fondo y otorga (más) realismo al relato presenciado.
Nota: 7/10.