El próximo día 2 de octubre se estrena en cines españoles Akelarre dirigida por Pablo Agüero. Tras su buena recepción en el Festival de San Sebastián, el filme cuenta con un buen reparto encabezado por Àlex Brendemühl y con la presencia de la sorprendente actriz Amaia Aberasturi.
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La historia: Ambientada en el País Vasco del año 1609 la historia narra la llegada a la región del juez Rostegui. Éste ha sido encomendado por el Rey de España para purificar la región. Los hombres de las poblaciones se han ido a la mar para conseguir su sustento. Mientras tanto, la joven Ana participa en una fiesta en el bosque con otras chicas de la aldea. El juez Rostegui molesto con este tipo de fiestas las arresta y las acusa de brujería. Además, decide hacer lo necesario para que confiesen lo que saben sobre el akelarre, ceremonia mágica durante la cual supuestamente el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas.
La crítica: La mayoría de las cosas de las que eran acusadas las brujas, al final eran delitos comunes, envenenamientos o cuestiones que nada tienen que ver con la magia. Algo parecido sucedía en los ajustes de cuentas que se produjeron en la Guerra Civil. Allí, tanto el bando franquista como el republicano, aprovecharon la guerra para dirimir asuntos particulares. De esta manera es como en Akelarre se hace un gran retrato de como la inteligencia femenina intentó vencer a los inquisidores en su caza de brujas.
Cuando se estudia la caza de brujas, la inquisición, los juicios y demás temáticas que afectaron especialmente al Norte de España, nos hallamos ante un claro desenfoque del folklore tradicional. En Akelarre, lo único que hacían las muchachas era ir al bosque para cantar, danzar o contarse sus intimidades. Por cosas así, muchas chicas fueron acusadas de brujería. La Iglesia, en su paronia, no podía permitir conductas "impuras", "lascivas" o "impropias" de jóvenes que debían someterse al hombre en exclusividad.
La cinta nos transporta de manera ágil a principios del siglo XVII para narrar un truculento episodio recogido a su vez en el libro “La Bruja” de Jules Michelet. Nos situamos en el País Vasco, donde Pierre De Lancre -en el filme representado por el juez Rostegui-, fue el más barroco y literario de los inquisidores desarrollando su akelarre fantasmagórico. Llegó a hacer cantar y danzar a supuestas brujas que lo perturbaban por su juventud, libertad y belleza. Así es como Pablo Agüero se inspiró para fundir en Akelarre lo que fue una primera visión feminista del mundo y que costó a muchas mujeres la vida al ser acusadas de brujas.
De hecho, la película es una certera sátira contra la monarquía clerical y sobre los fantasmas del hombre representados en un juez que dictaba las sentencias de antemano. Es entonces cuando las muchachas se percatan de que van a ser sentenciadas a muerte. Para evitar el plan del juez inquisidor urden entre ellas un plan para dar la vuelta a la tortilla. Deciden asumir los cargos de brujería e inventan una historia de como se hicieron brujas con el objetivo de ganar tiempo. En la próxima luna llena está previsto que sus padres, novios o hermanos regresen del mar y con su llegada tienen la esperanza de que puedan ser salvadas de la quema.
La narrativa es un juego entre el ratón y el gato a cuenta del cuento inventado por las muchachas. La líder del grupo es interpretada de manera sensacional por la joven actriz Amaia Aberasturi. Ella, en el papel de Ana, además de involucrar al grupo, es la que se auto-acusa de bruja y de haber bailado con el Diablo. Ante tal confesión, el juez inquisidor se queda perplejo y decide alargar los interrogatorios para tratar de averiguar la verdad de tal confesión. Un papel interpretado con gran solidez por Àlex Brendemühl. El resto del reparto esta apoyado en cinco muchachas comprendidas entre los 16 y los 23 años. Las actrices son Garazi Urkola, Irati Saez de Urabain, Jone Laspiur, Lorea Ibarra y Yune Nogueiras. Ninguna de estas cinco jóvenes actrices tenía experiencia en el rodaje de una película antes de trabajar en Akelarre. Destacan por su espontaneidad y además se desenvuelven con soltura en euskera y español. Mención especial en el reparto para el veterano actor argentino Daniel Fanego que interpreta de manera majestuosa al consejero particular del juez Rostegui.
Akelarre sabe conjugar la ironía, el humor y la sensualidad para lograr una historia luminosa en un mundo lúgubre. Así es como Pablo Agüero consigue retratar con realismo la historia de un juez que recorrió el País Vasco interrogando a centenares de personas y condenando a decenas de mujeres a la hoguera por supuestos actos de brujería. Un filme, en definitiva, que está marcado por una mirada feminista y una aproximación diferente al relato de la caza de brujas.
Nacionalidad: España-Argentina
Director: Pablo Agüero
Música: Maite Arrotajauregi, A. Calleja
Fotografía: Javier Agirre Erauso
Duración: 100 minutos
Reparto: Amaia Aberasturi,
Àlex Brendemühl, Daniel Fanego,
Iñigo de la Iglesia, Yune Nogueiras,
Asier Oruesagasti, Elena Uriz