Hoy tenemos el placer de recibir en Cine y críticas marcianas a la directora española Laura Herrero Garvín. En la entrada anterior se publicó la crítica de La mami que ha tenido su premier española durante el D'A Film Festival Barcelona. Este, se está celebrando de manera online desde el día 1 de mayo de 2020 y llegará hasta el 10 de mayo con la gala de clausura.
Debido a la crisis del Covid-19, el citado festival ha encontrado en Filmin un excelente escaparate para ser exhibido. Así mismo, esta entrevista ha tenido que realizarse por medios telemáticos debido al Estado de Alarma por el que atraviesa España.
Laura estudió el Máster en Documental de Creación en La Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. Como socia fundadora de La Sandía Digital ha realizado más de una veintena de cortos. Ha trabajado como directora y fotógrafa durante los últimos 10 años. Su ópera prima, El remolino, se estrenó en el Festival de Cine de Locarno y fue seleccionada en más de 70 festivales. Su corto documental “¿Me vas a gritar?” formó parte de la selección oficial de Clermont Ferrand, Málaga y Palm Spring. Su más reciente filme documental "La mami" tuvo su premier mundial en la Competición Principal de IDFA y forma parte de la Selección Oficial de MoMA Doc Fortnight, SXSW y Guadalajara entre mucho otros.
Se va a encontrar con un baño: una especie de burbuja, lleno de mujeres que se transforman, que se conectan, que transfieren sabiduría, que aman y odian, mujeres con claroscuros que de repente bajan a la pista a bailar… y a partir de ahí el espectador descubrirá mucho más a fondo la historia narrada.
¿Cómo surge la idea de llevar la historia de “La mami” al cine?
Una noche de celebración con amigos, en enero de 2015, conocí a La Mami. En una visita al baño del Cabaret Barba Azul, escuché a una chica que ahí trabaja decirle a la señora que cuida los baños: “Mami, él me pidió la mano, no sé qué hacer, estoy muy emocionada...”.
La señora le contestó muy serenamente: “Hija, tranquila, ya sabes cómo es, ya te lo ha dicho muchas veces, quédate acá un poquito y ahora bajas...”. Me sorprendió esa relación tan familiar, tan maternal en un lugar tan oscuro para las mujeres. Me quedé un rato observando lo que ahí sucedía y me dí cuenta que las chicas no paraban de entrar: “Mami me puedes colocar el vestido”, “Mami necesito un consejo”, “Mami me tiene harta...”.
En medio de este lugar frenético y hostil para las mujeres, La Mami para mí significaba el abrazo, la alianza femenina, la resistencia. Es la madre postiza que todos necesitamos cuando no tenemos o estamos lejos de la nuestra. Por eso me atreví a acercarme y a proponerle realizar este documental junto a ella. Ella es dura con las chicas de fuera, pero no sé porque conmigo fue diferente, le dije que me dedicaba a contar historias y quería contar la suya, con mucho respeto y cercanía. Me citó para el siguiente martes a las 9 de la noche en el baño. Ese martes de finales de enero en 2015 empezó todo.
El trabajo de investigación, para lograr poner una cámara en este baño, fue de casi tres años. Tenía claro que iba a tener que dedicar tiempo, pero no era consciente de que tanto. Sabía que quería hacer una película íntima, cercana y que no folclorizara o supusiera. Una película que no fuera de blancos y negros sino que respetara los tonos grises de las personajes y sus realidades.
Empecé muchos meses, incluso años, solo estando, compartiendo conversaciones y conociendo sus dinámicas mucho más. Un trabajo largo de escucha y observación. Y poco a poco fui contándole a cada una de ellas sobre el proyecto, a veces fuera en un café, otras en la pista de baile con una cerveza, a otras en el baño mientras se cambiaban. La exposición de la identidad fue un tema, algunas accedían a participar solo con su voz, otras con voz y de espalda, otras pocas con todo, o sea mostrando toda su identidad.
Cuando a los 3 años logramos empezar a grabar la mayoría me fueron diciendo que participaban con todo. Al final todas se sentían parte del proyecto. El rodaje final fue bastante corto, como de 24 días, expandidos en 8 meses. Había estado mucho tiempo investigando entonces tenía los sentidos bastante entrenados para el rodaje y al hacer la cámara yo misma todo se agilizó.
A las mujeres que trabajan en el cabaret, este u otros, se las conoce popularmente por el nombre de “ficheras”. ¿Qué función realizan las ficheras o las chicas de compañía del cabaret?
“Fichera” que viene del verbo -“fichar”- se refiere al intercambio de fichas entre las mujeres que trabajan en el cabaret y los clientes, por bailar una canción o darles compañía durante una bebida. Estas fichas antiguamente se intercambian por dinero. En la actualidad el trato entre las ficheras y los clientes es más directo, no existen tales fichas. Ellas pactan sus propias tarifas y el cabaret les da el espacio para trabajar sin cobrarles nada. Ellas atraen a los principales clientes del local.
Se tiende a relacionarlas con la prostitución pero tengo entendido que solo “alquilan” su cuerpo para para bailar con los clientes. ¿Pudiera haber chicas que solo bailan y otras que sin embargo acudan a los domicilios con los clientes?
Dentro del cabaret ellas solo se alquilan para bailar y dar compañía a los hombres. Ellas son buenas platicadoras, mujeres divertidas y con perspicacia. Además tienen gracia para bailar. Lo que hagan fuera del Cabaret Barba Azul no está dentro de esta historia. Ellas son dueñas de su cuerpo y pueden hacer lo que necesiten o deseen.
Durante el rodaje de “El remolino” me contaste que entablaste amistad con Esther y con su familia que eran los protagonistas de aquella película. En esta ocasión, observamos como “La mami” y Priscila, que son las dos principales protagonistas, se van abriendo tras mostrar un lógico hermetismo inicial. ¿Sigues en contacto con ellas?
Si, sigo en contacto con La Mami y Priscila. Por supuesto se han vuelto grandes amigas. Con La Mami ya tengo una relación de más de 5 años de mucha cercanía, con Priscila de dos años, imagínate. Al final creo que este avance en la intimidad de las personajes en la película va de la mano del avance de nuestra amistad, de mi proceso de acercamiento hacia ellas. Creo en los documentales que surge de ese lugar intermedio que separa a la persona que filma y la filmada, de la relación que se crea entre directora y personajes.
¿El Barba Azul seguía funcionando antes de la llegada del Covid-19 o había cerrado sus puertas?
El Barba Azul, en estos momento se encuentra en un receso. Está clausurado por unos papeles que no estaban actualizados, pero esperemos que cuando todo el estado del Covid acabe podamos volver a disfrutar de su pista de baile.
¿Qué mensaje social tratas de transmitir con “La mami”? ¿Es una película femenina, feminista o ambas cosas?
Bueno creo que la película tiene grietas que pueden transmitir muchos mensajes. Me gustan las pelis que dan pie a diferentes lecturas, y espero esta lo sea. Yo lo que tengo claro es en cuanto a esta historia es que cada mujer tiene su propia agencia para decidir lo que hace con su vida y con su cuerpo. Y por eso decidí hacer una pelí íntima, atmosférica y transparente que las mostrara a ellas. La película no las revictimiza y respeta su forma de surfear esta vida que les ha tocado vivir.
¿Qué ha significado en lo personal llevar a buen puerto el proyecto de “La mami?
Al final acabar una película ya es todo un logro. Es largo el camino de investigación, de búsqueda de fondos, de rodaje, de montaje y llegar a estrenarla en festivales que la valoren y la cuiden. Compartirla con la audiencia en salas repletas de gente conectada con la historia...para mi eso es un buen puerto, varios buenos puertos. Esperemos que siga así, de forma online, pero que también la podamos compartir en España y en muchos países, a los que nos han faltado viajar, en las salas de cine para colectivizarla, para emocionarnos y reírnos juntos, y después, al salir, comentarla y celebrarla.
¡Sí! Nada súper definido aún. Pero estoy trabajando un proyecto documental con adolescentes junto con dos grandes amigas cineastas: Maider Fernández y Aldemar Matías. Y estoy empezando a explorar un nuevo proyecto, que está germinándose, pero no puedo contar mucho más, ni yo tengo claro hacia dónde va. Tenía el año con muchos viajes programados para la difusión de La Mami en festivales. Ese era el proyecto principal, pero ahora nada se sabe.
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Texto: Miguel Pina Fotos: Laura Herrero Garvín |
TEST PERSONAL
Tu película preferida de todos los tiempos
Puf, cambia con las épocas y las voladas de cabeza. En el último año elegiría las películas de mi amigo Lemohang Jeremiah Mosese y en especial “Mother I am suffocated, this is my last film about you”.
Una película para tiempos de crisis
En esta época de confinamiento he disfrutado mucho los Diarios de Perlov.
¿Qué película del cine clásico te hubiera gustado dirigir?
Me hubiera gustado tener los ojos de Ermanno Olmi y la pasión rebelde de Chantal Akerman.
Tu festival de cine predilecto
La gira de documentales del Ambulante en México es maravillosa.
La sala de cine más bonita que hayas conocido
Ha habido varias salas de cine, donde se ha proyectado mis trabajos en festivales, muy impresionantes, técnica y arquitectónicamente. Pero hay algo en la Cineteca Nacional en la Ciudad de México que me cautiva: tan solo cruzar una de las puertas exteriores y correr a mirar la programación, relaja y emociona.
Cine, teatro o series de televisión
Me encanta la compañía de teatro documental mexicano: “Las lagartijas tiradas al sol”.
Un libro que te gustaría recomendar
Cartas a un joven poeta, de Rilke.
Tu plato de comida preferido
Chilaquiles verdes.
Tu deporte preferido
Mmmmm, bailar.
Tu canción favorita
Puf… va por épocas, ahora con la primavera y la necesidad de animarme: "Ojalá que llueva café en el campo" (risas)
Una ciudad para vivir
Barcelona.
Una ciudad por conocer
Cali, Colombia.
Una ilusión por cumplir
Seguir contando historias y que sus procesos me remuevan, me den perspectiva del mundo, que trascienda.
Muchas gracias por esta entrevista Laura, enhorabuena por "La mami" y mucha suerte en todos los proyectos que te depare la vida.