martes, 2 de abril de 2019

Dumbo (2019): Tim Burton resucita a Dumbo en una fábula con aromas del Romanticismo


Has visto volar a un caballo. Has visto volar a una libélula. Incluso has visto volar a una mosca. ¡Pero no has visto nada hasta que no hayas visto volar a un elefante! - Baritono Bates, Dumbo.

La historia: Max Medici (Danny DeVito) es el dueño de un humilde circo que no pasa por su mejor momento económico y que sobrevive gracias a la generosidad de sus artistas. Cuando Holt Farrier (Colin Farrell) que era una antigua estrella del circo Medici, regresa del ejercito, se hace cargo junto a sus hijos Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins) del cuidado de un elefante recién nacido cuyas enormes orejas llaman la atención de todos los allí presentes. Pero cuando descubren que Dumbo puede volar, el circo vuelve a tener un enorme éxito. Es entonces, cuando llega hasta el lugar el empresario Vandevere (Michael Keaton), que se empeña en contratar al pequeño elefante para Dreamland que es su novedoso y deslumbrante parque de atracciones. Allí Dumbo tiene que trabajar mano a mano con Colette Marchant (Eva Green), que es una delicada y bella trapecista atrapada en el enorme imperio del malvado señor Vandevere.


La crítica: En el año 1941 Walt Disney estrenaba el clásico animado 'Dumbo' que con su poco más de una hora de duración conquistó el corazón y la memoria cinematográfica de millones de espectadores. El filme a su vez era una adaptación del libro homónimo de Helen Aberson y Harold Pearl.

En cualquier caso, es muy complicado juzgar una obra de los años 40 del siglo pasado con los criterios cinematográficos y técnicos que tenemos a disposición en la actualidad. Vista por lo tanto hoy en día solo cabe recordarla con cariño a pesar de que contaba con algunas carencias narrativas y estaba claramente dirigida casi en exclusiva hacia un público infantil. Hoy en día, el cine de animación ha evolucionado de tal manera, tanto en la narrativa como en ciertos mensajes subliminales, que parece realizado en algunas ocasiones para adultos siendo los niños meros observadores.

El nuevo Dumbo de Tim Burton solo comparte con su predecesora el nombre, el vuelo del paquidermo, y el mensaje inclusivo en cuanto a la integración del individuo que es distinto, deforme o desprovisto de los cánones de belleza aceptados por la sociedad. El resto del relato es nuevo, con mucha mayor profundidad narrativa y justificando el verdadero sentido del remake. Éste sería dar una nueva versión a una historia que haya podido quedar vieja, desactualizada o fuera del contexto histórico temporal o cultural en el que nos situemos.

La cinta gira sobre el mundo del circo que es un espectáculo que ha evolucionado junto a una sociedad que parece por ejemplo más concienciada en alejar a los animales de los espectáculos circenses o incluso a prohibir su exhibición en ellos. Cabe recordar por ello, que si el mensaje que se trataba de transmitir en la cinta de 1941 solo hacía hincapié en la integración del diferente, en la nueva versión de 2019, se trata además, de dar un mensaje en relación al medioambiente, y al respeto por los animales en favor de su integración en el medio natural.

Pero siendo relevante el mensaje, sobre todo en el cine de animación, lo verdaderamente importante cinematográficamente hablando es la gran película que ha realizado Tim Burton.

En la cinta reseñada hoy no esconde sus señas de identidad como cineasta y como creador de universos singulares. En esta ocasión, y en forma de obra de arte se lleva al pequeño Dumbo de aventuras a unos terrenos muy cercanos al viejo movimiento del Romanticismo. Incluso se permite realizar incursiones narrativas en el gótico planteando un espectáculo visual impresionante.


En este nuevo Dumbo se combina la animación CGI computerizada para dar vida a los animales y para recrear los escenarios donde se desarrolla la acción. Sin embargo, los humanos se integran en la película con actores reales como comentaba en la sinopsis de la historia. Así es como vemos a unos personajes arquetípicos y que se corresponden con el imaginario colectivo (lleno de clichés) de cualquier fábula de animación.

Los dos hermanos huérfanos de madre son interpretados por el niño Finley Hobbins y por la niña Nico Parquer en la que nos encontramos con el nacimiento de una estrella con su esplendoroso debut cinematográfico.

Su progenitor es interpretado por un inexpresivo Collin Farrel que toma el rol del padre viudo, veterano de guerra, y perdido en un nuevo mundo que no sabe como interpretar. ÉL tendrá que comprender a través de la mirada de sus hijos que le proporcionan lecciones de vida. 

El rol del villano recae en Michael Keaton que parece seguir viviendo una segunda juventud al que acompaña un gran Danny DeVito como dueño del humilde circo en el que nace Dumbo. Por último, destacar a Eva Green en su papel de trapecista y con la que Tim Burton rinde homenaje a las actrices del Hollywood dorado y en la que podemos ver reflejadas características de Doris Day, Marilyn Monroe, o de la propia Charlize Theron, pero en una nueva versión gótica, bizarra, morena y afrancesada. 


Tim Burton acompañado del libreto de Ehren Kruger fija su atención en la novela de Sara Gruen: Agua para elefantes, que ya fue llevada al cine en el año 2011 con el mundo del circo como referencia. Este es uno de los muchos tributos o referencias que toma Burton que nos va mostrando guiños a distintas películas y géneros cinematográficos.

Desde Memorias de África con el vuelo exterior de Dumbo y Eva Green, hasta la mítica secuencia de El paciente inglés en la que Juliete Binoche volaba mediante cuerdas para conocer los frescos de una iglesia en el interior de Italia. También, se observan referencias al mítico ya número musical Planetarium de La La Land en el que Emma Stone bailaba junto a Ryan Gosling con el universo como fondo de pantalla. Por último, y con la creación del parque de atracciones Dreamland rinde tributo a la Disneylandia del viejo Walt Disney. Allí, toma retazos del fabuloso mundo de los muertos de Coco, y sobre todo, fija su atención en el Inside Out de Pixar con distintas islas temáticas. Vemos entonces como la consola central técnica operativa de Dreamland bebe del significado sentimental de la consola central del pensamiento que se recreaba en la citada Inside Out. 


El compositor Danny Elfman en su decimoséptima colaboración con Tim Burton crea una banda sonora mágica apoyado en una flauta baja en los momentos más tristes de Dumbo, así como cierto estilo con reminiscencias indias. Elfman también rinde homenaje al circo en la banda sonora. De hecho, compuso música temática que se oye en segundo plano durante las funciones. Sin embargo, se echan de menos más canciones como tradicionalmente se han escuchado en las películas de Disney. Para compensar esto se realiza una poderosa versión de la inolvidable canción de cuna "Baby Mine” que fue nominada al Oscar en el clásico de 1941.

En esta ocasión la elegida para interpretarla ha sido Sharon Rooney que encarna a Miss Atlantis y que merece la pena ser escuchada de nuevo en este precioso cover interpretado por Georgia Merry.


Dumbo se parece más a una secuela que un remake, e incluso podríamos hablar de una película completamente nueva en la que Tim Burton despliega un inmenso homenaje a la cinematografía universal.

Disfrutarán con más intensidad del filme aquellas personas que puedan ver reflejadas o identificar las referencias anteriormente citadas. Además, los amantes del circo en la cinematografía se sumergirán de una manera muy especial en este universo mágico. El cineasta mezcla los rasgos del cine de Federico Fellini, cuando este fijaba su mirada en los personajes circenses, con su propio mundo romántico y gótico que ha marcado su carrera. Por supuesto, no hay que olvidar que es una cinta enmarcada en el mundo Disney que sin dejar de lado sus frecuencias habituales, consigue a través del nuevo Dumbo crear una cinta llena de emoción.

Nota: 9/10. 

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Tim Burton.

Guión: Ehren Kruger.

Reparto: Collin Farrel, Danny DeVitto,
Michael Keaton, Eva Green,Nico Parker,
Finley Hobbins, Sharon Rooney.

Música: Danny Elfman.

Fotografía: Ben Davis.

Duración: 111 minutos.

Estreno: 29/03/2019. 



viernes, 4 de mayo de 2018

Roman J. Israel, Esq: Denzel Whasington y la excelencia como norma de trabajo


Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.
-Montesquieu.

La historia: El veterano letrado Roman J. Israel (Denzel Whasington), pierde su puesto de trabajo en un bufete de abogados especializado en la defensa de los derechos civiles. Esto sucede cuando su jefe y mentor muere y la empresa es liquidada por sus herederos. Tras el luctuoso acontecimiento, una nueva vida comienza para él, cuando es contratado por George Pierce (Collin Farrel) que es un joven y engreído abogado que dirige con mano de hierro el bufete más importante de Los Ángeles. A partir de entonces, el choque de generaciones y caracteres será inevitable. Todo se complica aún más en la vida de Roman, cuando entabla amistad con la activista Maya Alston (Carmen Egogo) y lo que parece ser la semilla de un romance, comienza a peligrar por un suceso imprevisto en un caso de asesinato en el que trabaja el abogado.


La crítica: Dice un refrán "qué nunca es tarde, si la dicha es buena". Y es que por fin, este 4 de mayo y tras 6 meses desde su estreno en Estados Unidos y 2 meses después de ser estrenada en México, Roman J. Israel, llega a las carteleras españolas como una muy interesante propuesta judicial escrita y dirigida de una forma muy seria por Dan Gilroy.  No sabemos muy bien el porqué de este desfase temporal del estreno en España de una cinta que que tuvo serias opciones en la temporada de premios. De hecho, Denzel Whasington estuvo nominado como mejor actor al Premio Oscar de la Academia y según mi criterio, el galardón debió recaer en él por un papel en el que una vez más demuestra su excelencia a la hora de afrontar un trabajo.

Quisiera aclarar algún aspecto sobre el peculiar título de la producción: Roman J. Israel, Esq. Aunque resulte obvio, Roman J. Israel es un nombre y no tiene nada que ver con la nación de Israel. Pero quizás a alguna persona le extrañe o no sepa que es eso de Esq. Pues bien, en la versión original de la película y en los subtítulos, el término equivale a letrado/abogado y es un diminutivo de Esquire. Se podría concluir entonces que es una especie de mención honorífica anexionado al apellido de un abogado y que se usa tradicionalmente en Estados Unidos.

Por cierto y aunque el cine judicial no resulte en principio muy atractivo, cabe recordar que la justicia debería ser la base sobre la que se asienta nuestra vida. Y es que hay dos sucesos ocurridos en relación a la justicia, que aunque no tengan relación directa con el cine, si tienen que ver que un sistema judicial que se ha convertido en una estafa como denuncia en su fondo Roman J. Israel, Esq. El primero de ellos ha ocurrido en México; con el terrorífico suceso ocurrido con los tres estudiantes de cine asesinados y disueltos en ácido por el crimen organizado en el país azteca. ¿Qué va a hacer la justicia corrupta de México para parar esta orgía de crímenes? NADA. Y en España, ¿cómo es posible que la violación de una niña de 18 años, por cinco repugnantes tipos conocidos como "La manada" se despache con una sentencia profundamente machista, indignante e irrisoria? Desde el cine, solo queda la obligación de denunciar estas situaciones como modo de concienciación social y a su modo, la película reseñada hoy, es una enmienda a la totalidad de la justicia en Estados Unidos y por ende al resto del mundo.

Y es que Roman J. Israel, Esq, lo que trata de mostrar es como el sistema judicial del Estado de Los Ángeles en Estados Unidos, es un mercado de compra y venta de sentencias en un sistema corrupto en el que solo los que más dinero han acumulado, tienen la posibilidad de evitar la cárcel o ver rebajadas sus sentencias. El mercadeo es realmente asqueroso entre fiscales y abogados defensores. La base sobre la que se asienta este sistema y que denuncia la cinta, consiste en evitar ir a juicio y resolver las causas mediante vistas orales y acuerdos, que van siempre en contra del más elemental derecho a la defensa del más débil, en contraposición con la "justicia" que reciben los más poderosos. ¿Recuerdan la cárcel VIP en la cumple condena el personaje interpretado por Leonardo Di Caprio en El Lobo de Wall Street?


El reparto y como señalaba anteriormente, está encabezado por un extraordinario Denzel Whasington que tras su espectacular papel en Fences, (y su monumental enfado al no recibir el Oscar), se volvió a quedar sin su esperada tercera estatuilla dorada por este papel reseñado hoy. Creo que el mejor ejemplo de que hay que tomarse los premios con cierta distancia, es la adorable actriz Meryl Streep que tras 21 nominaciones al Oscar, "solo" ha conseguido tres de ellos. Lo que parece claro, es que el record de Khatarine Hepburn con 4 Premios de la Academia, no solo es difícil de batir, sino que parece una quimera que sea igualado. Volviendo al reparto de Roman J. Israel, Esq, hay que destacar una excelente réplica de Collin Farrel (La seducción), en una de sus actuaciones más serias y brillantes. Aquí encarna a un abogado sin escrúpulos, que recibe una lección de vida del veterano letrado Roman J. Israel. En la parte femenina del reparto, Carmen Egogo (Animales fantásticos) pone el contrapunto emocional y emotivo a la filmación, en una actuación secundaria pero clave para entender el conjunto de la historia.

La parte adicional más llamativa es el diseño de vestuario de la producción. En cierta manera es otro personaje más de lo que quiere transmitir el cineasta. Por un lado, el personaje de Denzel Whasington vive anclado en los años 70 y sigue vistiendo con esos trajes tan característicos de la época (y con el pelo a lo afro). Y por otro lado, vemos a Colin Farrel con unos trajes de último diseño y de firma, con los que parece soñar el veterano letrado. A través de este aspecto de la filmación, vemos el choque entre dos mundos, entre dos generaciones y entre dos formas de pensar. Es por ello que a través del vestuario, llegamos a la conclusión de que lo viejo en forma de ideas, se niega a dar paso a lo nuevo. Pero es que probablemente lo nuevo sea tan superficial, que lo viejo adquiera el poder de la vanguardia al menos en cuanto a ideales y principios vitales. La película en su conjunto, nos habla de los principios del ser humano y de la traición a ellos por cuestiones mercantiles. Y en esto caso, los trajes y algo en principio tan secundario como es el vestuario en el cine, son utilizados como forma narrativa sin que apenas nos percatemos de la función dramática que cumplen en la argumentación.

En conclusión, Roman J. Israel, Esq, es cine de denuncia social sobre un sistema judicial obsoleto y corrupto, visto desde el idealismo del mayo del 68 (aplicado a la justicia) del que ahora se cumplen 50 años. La película en sí misma no es la mayor diversión que me he encontrado en lo que va de año 2018, y mucho menos cine palomitero, pero desde luego es un cine que tiene calidad en cada fotograma exhibido. Es por ello, que si sumamos las interpretaciones a una buena narrativa cinematográfica la experiencia además de positiva, es enriquecedora.

Nota: 7/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección y guión: Dan Gilroy.

Reparto: Denzel Whasington,

Collin Farrel, Carmen Egogo.

Música: James Newton Howard.

Fotografía: Robert Elswit.

Duración: 129 minutos.

Estreno EE UU: 3/11/2017

Estreno México: 2/02/2018.

Estreno España: 4/05/2018.

lunes, 4 de septiembre de 2017

La seducción (The Beguiled)


Amo la costura de tu falda, amo la estructura de tu espalda, amo lo que ves y lo que tocas, amo lo que no es y lo provocas. -Ricardo Arjona.

La historia: En el año 1864, y durante la Guerra de Secesión estadounidense, el soldado unionista John Mcburney (Colin Farrel) deserta del campo de batalla tras caer herido. Es entonces, cuando llega maltrecho hasta un internado femenino regentado por la estricta Miss Martha (Nicole Kidman). Tras las dudas iniciales, la dueña de la escuela decide acoger al soldado enemigo y proporcionarle las primeras curas hasta decidir si lo entrega a las autoridades o no. Mientras tanto, el alboroto entre las estudiantes y la profesora de apoyo de Martha va en aumento. La insólita situación está llevando a una lucha soterrada para conquistar con sus encantos al soldado herido. Lo que no sabe Mcburney es que el grado de competencia entre las muchachas, por seducirle, pondrá en riesgo su vida tanto o más que la guerra en la que combatía unos días atrás.


La crítica: ¿Es Sofia Coppola (Lost in translation) la mejor cineasta femenina de lo que va de siglo XXI? Casi todas las comparaciones son odiosas, pero sino la mejor desde luego está entre las más talentosas e inteligentes en mi forma de entender la cinematografía. Sofia es una escritora, guionista y directora que lleva el cine en la cabeza y lo hace con una composición artística que se aproxima mucho a lo que una vez se denominó séptimo arte. En esta cinta, es ella la que nos seduce en primer lugar con los tonos brumosos, nacarados y vaporosos que se aprecian en pantalla. A continuación da da a hablarnos de las relaciones humanas que tanto hace dos siglos como ahora, parecen ser una entremezcla de sustancias químicas y emocionales. Y es en este juego seductor de pensamientos encontrados, donde Coppola se desenvuelve como pez en el agua en este paseo preciosista por la Virginia sureña del siglo XIX.

La seducción está basada en la novela enmarcada en el subgénero literario del gótico sureño, titulada A painted devil del escritor Thomas P. Cullinan y que fue publicada en 1966. Cinco años después Don Siegel la adaptó cinematográficamente con Clint Eastwood de protagonista y con el título de El seductor. Por lo tanto, la cinta reseñada hoy es un remake de la de 1971 que no entraremos a evaluar hoy. Lo que si llama la atención y esto es el debe del cine en la actualidad es la falta de guiones originales que impulsen la industria de una manera adecuada. Por eso y a pesar de estar ante una notable película, se les debe exigir a guionistas y directores de la talla de Sofia Coppola que apuesten por sus propias historias como por ejemplo el maestro Woody Allen sigue haciendo en su cita anual con la gran pantalla.

Pero volviendo al relato en sí mismo de la cinta, el cuestionamiento dramático de la propuesta se basa en el doble juego seductor que se establece entre John y las internas de la institución femenina.Y es que es el propio soldado, el que es objeto seductor y seducido a su vez. En cierta manera, los papeles clásicos de Hollywood se ven invertidos en esta ocasión con la sonrisa cómplice y literal del público femenino. Por otro lado, es el miedo de John a ser entregado por Martha al ejercito sureño el que le lleva a emprender un juego un tanto suicida. Este consiste en intentar seducir, de una u otra manera, a todas las componentes femeninas de la escuela. Mientras ellas, niñas incluidas con unas u otras intenciones, le devuelven el juego seductor con sus mejores sonrisas o sus mejores galas. Todo estallará cuando los celos hagan su aparición de la manera más insospechada y cruel. En cierta manera, la obra es un pequeño tratado sobre los celos y las consecuencias de los mismos en la vida de las personas.


Nicole Kidman brilla en su papel de Miss Martha que es una versión buenorra de la señorita Rottenmeier en la serie de animación infantil Heidi. Por su parte, Collin Farrell cumple sin más en un papel en el que se le siente algo incomodo y en el cual sigue con su habitual gesto de eterno enfado con el mundo. Nueva y buena aparición de la "resucitada" Kirsten Dunst a la que ya vimos este año en (Figuras ocultas) y que en está ocasión interpreta a la ayudante de dirección del internado y de la que se enamora supuestamente el soldado herido. Otras apariciones interesantes, son las de la pícara y próxima estrella de Hollywood, Elle Fanning (The Neon Demon) y la de la niña Angourine Rice que tan buenas sensaciones dejó el año pasado en su papel en Dos buenos tipos.

Algo muy destacable en la producción es la hermosísima fotografía del francés Philippe Le Sourd que debería ser nominada en los Oscars de la Academia del próximo año. Sus tonalidades pastel, entreveladas y aterciopeladas son quizás lo mejor de la película. Otro personaje más de la filmación es el barroco y parejo diseño de vestuario que engalana a las actrices de la película. Mucha ropa, eso si; ya que en el caso de alguna de estas muchachas se decidiera a hacer un streptease para acabar de volver loco al soldadito americano, tendría que empezar a hacerlo más o menos a las seis de la tarde, para con suerte, a medianoche empezar con los menesteres amorosos.

En conclusión, la propuesta de Sofia Coppola se siente como un moderado acierto, aunque ella es una cineasta que debe aspirar al sobresaliente por su capacidad, talento y trayectoria. La seducción nos habla de situaciones sobrevenidas y de adaptación a las mismas. Pero especialmente, la cinta y como su título indica, nos habla del juego de la seducción y no solo a nivel amoroso o sensual, sino como medio para conseguir los propósitos de las partes implicadas en casi cualquier faceta de la vida. La venganza, el doble juego e incluso la perversión se disfrazan de una bruma literal en una casa entre bucólicos bosques. Como colofón no serán pocos los espectadores que encuentren el recuerdo inverso de la última cena bíblica en la secuencia final de la cinta. 

Nota: 8/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección y guión: Sofia Coppola.

Novela de Thomas Cullinan.

Reparto: Nicole Kidman, Collin Farrel,
Kirsten Dunst, Elle Fanning, Angourine
Rice, Oona Laurence, Emma Howard.

Fotografía: Philippe Le Sourd.

Música: Phoenix.

Vestuario: Stacey Battat.

Duración: 91 minutos.

Estreno EE UU: 23/06/17.

Estreno España: 18/08/17.

Estreno Chile: 7/09/17.

Estreno Argentina: 26/10/17.