martes, 12 de marzo de 2019

The Mule: Clint Eastwood vuelve a su mejor cine tras sus últimos tropiezos


Una retirada a tiempo es una victoria. -Napoleón Bonaparte.

La historia: Earl Stone (Clint Eastwood) es un octogenario que disfruta de de su retiro profesional dedicándose al mundo de la horticultura. Separado de su familia desde hace unos años, ahora las flores son su vida, y su vida es para las flores. Pero todo cambia cuando recibe una notificación de embargo y su economía se desmorona. Es entonces, y casualmente, cuando entra en contacto con el Cartel de Sinaloa que le propone que sea una de sus "mulas" trasportando en su vieja furgoneta fardos de cocaína por el interior de los Estados Unidos. Lo que casi comienza como un juego, le transforma en la mejor "mula" por lo inaudito de su edad y por su habilidad al volante. A partir de entonces, y dada la cantidad de droga transportada, las autoridades se alertan y se cruza en su camino el agente de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper) en lo que se convertirá en el clásico juego del ratón y el gato.


La crítica: Siempre he pensado que en una carrera artística del nivel demostrado por el maestro Eastwood la retirada debería producirse con una gran película que pusiera un broche de oro a su dilatada carrera. The Mule sería la retirada perfecta tras su irregular última etapa en la que perpetró, por ejemplo, la irreconocible y muy flojita producción 15:17 tren a París. Pero conociendo su carácter, está claro que será él, y solo él, quién decidirá su retirada. En cualquier caso, nos encontramos, en mi opinión, con en el mejor narrador cinematográfico estadounidense de la cinematografía contemporánea.


La cinta está basada en la historia real de Leo Sharp que fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, a sus más de 80 años, se convirtió en narcotraficante y mensajero del Cartel de Sinaloa. El encargado de adaptar el estupendo libreto es Nick Schenk. También cabe decir que hacía 10 años que Clint Eastwood no se hacia cargo de actuar y dirigir a la vez cosa que sucedió por última vez en su magistral Gran Torino.

Y es que The Mule casi podría considerarse una segunda parte de la citada cinta pero humanizando más al personaje desde las primeras tomas. En The Mule, vuelve a incidir con un cierto tono de humor sarcástico en su propio carácter político conservador. Para ello, hace cierta auto-crítica hacia ciertas expresiones racistas, vuelve a hablarnos de la redención en cuanto a los lazos familiares mal gestionados, e incluso se permite la gamberrada políticamente incorrecta de montarse un trío con dos prostitutas en una orgiástica fiesta en la casa de un narco mexicano.


En el reparto, además del viejo maestro Eastwood que está sensacional, nos encontramos a su amigo personal Bradley Cooper en el que tiene depositadas  muchas de sus esperanzas. Con su Ha nacido una estrella Cooper comienza también su camino conjunto en la interpretación y en a dirección. Que gustazo poder ver juntos a los dos en la gran pantalla. Sin duda, el mensaje es de relevo generacional cuando el maestro decida su despedida.

Por el momento, The Mule es un feliz, muy feliz reencuentro con ese Clint Eastwood que nos puso un nudo en la garganta en ese inigualable final de Los Puentes de Madison, con aquella propuesta que nos hablaba de la vejez en positivo con sus Spaces Cowboys, o con ese final redentorista que nos dejó en Gran Torino y que vuelve a repetir con fuerza y acierto en la por ahora, su última gran película.

Nota: 8/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Clint Eastwood.

Reparto: Clint Eastwood, Bradley Cooper,

Dianne Weist, Taissa Farmiga, M. Peña.

Guión: Nick Schenk (Ártículo Sam Dolnick).

Música: Arturo Sandoval.

Fotografía: Yves Bélanger.

Duración: 116 minutos.

Estreno EE UU: 14/12/2018.

Estreno México: 26/01/2019.

Estreno España: 08/03/2019.


domingo, 11 de febrero de 2018

15:17 tren a París: ¿De verdad ha dirigido esto el maestro Clint Eastwood?


La mejor estructura no garantizará los resultados ni el rendimiento. Pero la estuctura equivocada es una garantía de fracaso. -Peter Drucker.

La historia: Spencer, Anthony y Alek se conocen en el colegio y entablan amistad tras numerosas visitas al despacho del director. Desde entonces, sus vidas transcurren en común hasta superar la adolescencia. Dos de ellos se alistan en el ejercito y otro decide trabajar en otros ámbitos. Es entonces cuando en el verano de 2015 deciden irse de vacaciones juntos a recorrer la vieja Europa. El 21 de agosto toman un tren desde Amsterdam y con destino final en París. Lo que no sospechan, ni ellos, ni el resto de pasajeros, es que en el tren va un terrorista fuertemente armado y dispuesto a acabar con el mayor número de vidas posibles.


La crítica: Dice el refrán que "El mejor escribano echa un borrón". Y en esta ocasión, mi director de cine favorito, con obras maestras como Los puentes de Madison o Gran Torino, hace descarrilar esta especie de tren en forma de docudrama de una manera absolutamente impropia e irreconocible. De hecho, si hubiera visto la película al azar sin ver los títulos de crédito y alguien me hubiera preguntado que de quien creía que era la película; entre las 50 primeras respuestas no hubiera pronunciado ninguna que comenzara por Clint. Repito, algo absolutamente irreconocible a excepción de un tufillo patriótico, que por otra parte no indica mucho, pues es seña de identidad de buena parte del cine estadounidense.

Pero hagamos una breve parada en la estación para explicar la génesis de esta flojita producción. La historia está basada en un suceso real que ocurrió el 21 de agosto de 2015, y que saltó rápidamente a las agencias de noticias a nivel mundial. Un terrorista había sido reducido por un grupo de pasajeros cuando se disponía a perpetrar una auténtica masacre a bordo de en tren con destino a París. Después se escribió un libro sobre lo sucedido y finalmente Clint Eastwood al conocer a los protagonistas del acto heroico decidió llevar el suceso a la gran pantalla.

El problema principal de la producción radica en que más de la primera hora de la misma se dedica a la presentación de los personajes y a su desarrollo vital, siendo un relleno innecesario para comprender como van a actuar luego en el suceso clave en el tren. Sinceramente en diez minutos se podría haber hecho comprender los rasgos ciertamente heroicos de los tres chicos. Pero ciertamente Eastwood, se recrea en un viaje por Europa con paradas en Venecia, Roma, Berlin, y Amsterdam en una especie de turismo cinematográfico que recuerda más a lo que hizo Woody Allen en Barcelona o Roma, que a la propia narrativa del cineasta californiano. Y es que hay escenas como una parada en una heladería o un paseo en barquito por Venecia que son incompatibles en una supuesta película de intriga.


En el reparto, además, nos encontramos con otro de los problemas de la película y no es otro que un supuesto ataque de genialidad del bueno de Clint Eastwood, se le ocurrió rodar la película con tres actores no profesionales como son Anthony Sadler, Alek Skarlatos y Spencen Stone. Ellos son los tres muchachos que en la vida real estuvieron involucrados y fueron protagonistas del frustrado atentado de París, pero no son actores y se les nota a la legua. La profesión de actor o de actriz es mucho más que interpretarse a sí mismo. Otra cosa es que la la cinta hubiera sido un documental y entonces si hubieran tenido cabida. Pero esto es cine ficcionado aunque sea sobre un hecho real y para ello durante años se preparan los actores y actrices profesionales con miles de horas sobre las tablas o las escuelas superiores de interpretación.

La parte positiva de 15:17 tren a París es que nos habla con cariño de valores como la amistad, el valor o el arrojo para afrontar situaciones comprometidas. Pero lo mejor, sin duda, es que con esta historia parece que Clint Eastwood pone final a una trilogía que nos habla del heroísmo estadounidense y que comenzó con El francotirador (American Sniper), continuó con Sully y el conocido como "milagro del rió Hudson", y acaba con este descarrilamiento de su tren en París. En mí opinión, estamos ante el mayor fracaso artístico del cineasta en los últimos 20 años. La buena noticia es que Eastwood ya tiene entre sus planes un nuevo proyecto llamado "The Mule". En el mismo parece que a sus 87 años parece decidido a volver a explorar su mejor cine (también volverá a la interpretación), y a buscar las historias de la América profunda. Su carrera se merece un broche de oro, ya que esta vez, no podremos decir aquello de : "Siempre nos quedará París".

Nota: 4/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Clint Eastwood.

Reparto: Anthony Sadler, Alek Skarlatos
Spencen Stone, Judy Greer, Tony Hale.
Guión: Dorothy Blyskal.

Fotografía: Tom Stern.

Música: Christian Jacob.

Duración: 94 minutos.

Estreno mundial: 9/02/2018.

domingo, 11 de diciembre de 2016

¡Qué maravilloso es el cine! Gran Torino


¡Magisterio de cine sin contemplaciones!

El maestro dando una lección de cinematografía que deslumbra en cada secuencia. Dos horas de virtuosismo que vuelan reduciendo el concepto de tiempo a una simple anécdota. Los relojes pierden su valor real para encontrarnos ante un espacio hipnótico de cine donde lo nuevo se hace viejo y lo viejo se hace nuevo. Deslumbrante en lo sencillo.

Walt Kowalski (Clint Eastwood) es un veterano de la guerra de Corea y ya jubilado de su trabajo en la cadena de montaje de la empresa automovilística Ford. Recién enviudado, y con un carácter duro, hosco e impredecible se dedica a cuidar su casa y a su amado Ford Torino del año 1972. Un símbolo de lo que fue su vida. Su lugar de residencia es una deprimida zona a la que llegan multitud de inmigrantes asiáticos en un entorno de cambio. Él se siente a contracorriente y desplazado. Sus ideas racistas se irán moldeando cuando conoce a varios miembros de una familia asiática. En especial a un joven con el que actúa de mentor enseñándole a desenvolverse en su nuevo país y aprendiendo también con él y su familia. Los sucesos que acontecerán marcarán las vidas de Walt con sus nuevos vecinos.

Cine cocinado a fuego lento para paladares exquisitos. Dar importancia y seriedad a una película es el primer paso para tomarse y que te tomen en serio. Ahí la mano del cineasta es la clave al contar una historia.

Si el espectador ya sea más o menos cinéfilo. percibe que le están tratando con respeto este es el primer paso para conseguir la complicidad con la acción desarrollada. Pero lo fundamental en un largometraje es su poder de seducción y de enganche con el receptor del mensaje. Eastwood en eso es el mejor. En su otoño cinematográfico ha logrado ser un gran seductor del lenguaje fílmico y visual. Maestro de maestros. Es decir, todo un catedrático del cine.


¿Pero de que nos habla 'Gran Torino' en realidad? Supongo que de adaptación a lo nuevo sin acabar de morir lo viejo. Esa en mi opinión es la idea principal a transmitir. Entrando más a fondo, el entorno de cambio a nivel mundial con los flujos migratorios, y la incomprensión del fenómeno por parte de la sociedad es lo que retrata la cinta. En su primera parte y con un cierto tono de humor sarcástico el cineasta realiza un ejercicio irónico y autoparódico que no muchos comprendieron.

El filme nos habla de un amor hacía la juventud que ya no volverá. En el fondo, el personaje de Walt, que es un tipo literalmente gruñón y desencantado, lo que echa de menos es el comienzo del despertar a la vida. Para ello, se pone manos a la obra y ayudará a dos jóvenes hermanos asiáticos a luchar por un futuro mejor respetando los valores universales del trabajo, el esfuerzo y el respeto por los mayores. La sorpresa acontecerá cuando sea el propio Walt el que sea depositario de alguna que otra lección por parte de sus jóvenes nuevos amigos. Encontrará en la tolerancia su expiación personal.

La parte redentorista y más emblemática de la cinta llega de mitad del metraje en adelante. Es ahí cuando la comprensión de su propio yo explota en una reacción en cadena emocional en la que sacrificio y purga de su propio interior se expondrá en todo su ser. Estos matices son los que en la cinta 'Sin Perdón' ya explotó. En esta ocasión, utiliza la forma inversa de acción final para conseguir una venganza más pausada pero igual de efectiva que en aquella cinta. 


'Gran Torino' de manera injusta no estuvo en la carrera de los premios Oscars en el año 2008 y esto causó estupor entre crítica y público. Si bien es cierto que la productora no apostó lo suficiente por su propia película. Cabe decir, que los citados premios tienen un fuerte carácter de promoción interna, y los académicos con derecho a voto han de ser seducidos por las productoras, que no comprados. El reparto secundario, un tanto débil tampoco ayudó a estos efectos.

Aun así obtuvo los siguientes galardones: Premio César de la Academia francesa a mejor película extranjera, Premio David di Donatello en la misma categoría citada anteriormente y Clint Eastwood obtuvo el premio al mejor actor en los Critics Choice Awards. El American Film Institute la consideró entre las diez mejores cintas de 2008.

Música y cine: Eastwood tan polifacético como siempre, también ha demostrado su versatilidad atreviéndose a componer parte de los soundtracks de sus películas. En esta ocasión, deja en manos de su hijo Kyle y de Michael Stevens la composición de la banda sonora. Él se reserva un pequeño cameo con su voz rasgada en una de las canciones del film. Sin pasar a la historia del cine esta banda sonora deja momentos muy bellos sobre todo en el tema que cierra la película.

Os dejo con un enlace donde el cantante y pianista Jamie Collum interpreta el tema musical de cierre de la película. En mi opinión, Gran Torino es una de las mejores películas del director en su carrera.

Año: 2008.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Clint Eastwood.

Reparto: Clint Eastwood, Christopher Carley,
Bee Vang, Ahney Her, Jhon Carroll Lynch.

Fotagrafía: Tom Stern.

Música: Kyle Eastwood, Michael Stevens.

Duración: 119 minutos. 

domingo, 6 de noviembre de 2016

Sully


Solo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo. - Séneca.

La historia: Basada en hechos reales y guionizada sobre el libro autobiográfico del piloto de aviación Chesley Sullenberg, la cinta dirigida por Clint Eastwood retrata los sucesos acaecidos el 15 de enero del año 2009. Ese día, el comandante Sully se vio obligado a realizar un aparatoso amerizaje de emergencia en las heladas rió Hudson en Nueva York.

La crítica: Clint Eastwood: "A mis 86 años no me fatiga el trajín de dirigir. Yo disfruto de aprender algo nuevo cada día, y en cada película nueva que hago aprendo algo que no sabía. Esto es lo que me estimula a seguir adelante". 


Toda una declaración de intenciones del mejor director de cine de los últimos treinta años. A partir de ahí y reconociendo que las virtudes de esta película son mayores que sus defectos, siento una sensación agridulce tras el visionado de su nueva propuesta. Y es que las expectativas son tan grandes cuando te enfrentas a su visión cinematográfica, que una leve bajada en su mirada causa una sensación de extrañeza difícil de explicar.

No obstante, la cinta viene precedida de un gran éxito de crítica y público desde su estreno el pasado 9 de septiembre en Estados Unidos. Sus primeros datos son apabullantes. Con un presupuesto de 60 millones de dolares, ya ha conseguido triplicar sus resultados económicos y está a la espera la distribución comercial por el resto del mundo. Llama la atención sin embargo, que para su estreno en España Warner Bros no haya hecho una gran campaña publicitaria. Toda la estrategia comercial se basa en los recuerdos del incidente aéreo. Pero hablemos de la película que es lo que nos trae aquí.



El llamado "milagro del Hudson" queda completamente rebatido en la cinta. Se demuestra que la decisión de intentar un acuatizaje (que sería la expresión mas correcta por tratarse de un aterrizaje sobre un río y no sobre el mar), no fue una decisión para probar fortuna o por intersección divina. Todo contrario; fue la decisión técnica más adecuada para intentar salvar las vidas de pasajeros y tripulación del vuelo 1549 de U.S Airways del 15 de Enero de 2009.

Siendo una historia conocida de alguna manera por casi todo el mundo, lo que trata de hacer el cineasta es reflejar las sensaciones, los miedos e incluso las dudas que abordaron al capitán del avión tras el incidente aéreo más mediático de aquel momento. El argumento se sustenta en la gran contradicción sentimental que sentía Sully.

Y es que mientras era aclamado como un héroe por el pueblo americano en las entrañas del sistema era denostado por las autoridades aeronáuticas (Junta Nacional de Seguridad del Transporte). Se le acusaba de que pudo volver al aeropuerto y haber intentado un aterrizaje de emergencia más convencional. Así podría haber salvado la nave y las millonarias compensaciones de los seguros acordados. La peor condición humana puesta en escena.

Por lo tanto, esta es la esencia que trata de reflejar Clint Eastwood en su manera de narrar la historia. El problema surge cuando la película se torna más en un reflejo documental de los sucesos que en el lado artístico o emocional en la trama. Por momentos, el balance es algo mecánico y se torna grisáceo en la investigación del accidente. Aun así, es notoria la mano del director en la profundización del personaje principal, así como en las relaciones que se establecen con el copiloto y con su propia esposa tras el accidente aéreo. La producción resuelve todas las dudas al respecto, pero para ello habrá que visionar la propuesta y ver los dobles matices impregnados.


El reparto está encabezado por el omnipresente en toda la historia Tom Hanks. Él interpreta al veterano piloto Chesley Sullenberg y que le debería llevar a su sexta nominación a los Oscars. Una actuación soberbia, metódica y contenida que demuestran su plena madurez como interprete. Como segundo de a bordo, está acompañado por Aaron Eckhart (Objetivo Londres) en el papel de copiloto y que puede ser su mejor trabajo hasta la fecha. Breves apariciones de Laura Linney (Mr. Holmes) como la mujer de Sully aportando cierta calidez a la película.

En el aspecto técnico destacan los impresionantes y justificados efectos visuales tan necesarios en una cinta de este tipo. La película ha sido filmada con cámaras con tecnología Imax para poder exhibirse en los lugares donde dispongan de este tipo de sala de proyecciones. El propio Clint Eastwood se encarga de algunos pasajes musicales del film como ya viene siendo habitual en su filmografía. La fotografía algo sombría que no encuentra demasiada justificación y se contradice al haber sido filmada en el formato antes citado.

Recapitulando, nos volvemos a encontrar con un estilo de hacer cine que se sumerge en la búsqueda de la visión de los héroes o antihéroes anónimos. En esta ocasión no deslumbra, pero documenta un hecho histórico tan de película como fue el acuatizaje de un vuelo comercial sobre las aguas del río Hudson en New York City. La realidad suele superar a la ficción y esta es una buena prueba de ello. Interesante y bien estructurada cinta que retrata un acontecimiento sobrecogedor para la historia de la aviación y sus protocolos de seguridad.

Nota: 7/10.

P.D. Parece ser que los traductores en España están de vacaciones (espero que largas), pues últimamente han dejado tres películas con su título original: Blood Father, Maggie's Plan y Sully. Solo de imaginar los posibles títulos alternativos siento escalofríos.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Director: Clint Eastwood.

Reparto: Tom Hanks, Aaron Eckhart,
Laura Linney, Anna Gunn,
Jerry Ferrara, Sam Huntington. 

Música: Christian Jacob.

Guión: Todd Komarnicki.

Fotografia: Tom Stern.

Duración: 96 minutos.

Estreno EEUU: 9 de septiembre 2016.

Estreno España: 4 de noviembre de 2016.

Estreno Argentina: 1 de diciembre de 2016.

miércoles, 11 de mayo de 2016

¡Qué maravilloso es el cine! Los puentes de Madison


¡Cine con mayúsculas! La sublimación del séptimo arte es lo que consiguió con su cámara el maestro Clint Eastwood. La obra que es toda ella un bello canto al amor y al desamor. Disparo al corazón.

Las sensaciones y emociones que consigue transmitir en esta película son difíciles de olvidar y dignas de rememorar por ejemplo, en una tarde lluviosa en homenaje a la escena final de la historia. La magia de un momento fugaz que pudo cambiar el desenlace de la trama. Después lo recordaremos sin desvelar los detalles.

Breve argumento: Francesca es una solitaria ama de casa que vive en una apartada casa del condado de Madison en Iowa. Mientras su marido e hijos están pasando unos días de viaje, ella conoce a un fotógrafo que está haciendo un reportaje de los singulares puentes de esta zona geográfica. La entrañable amistad que surge entre ambos, pronto desembocará una historia de amor de difícil resolución.

Es una historia narrada de una manera pausada, recreándose en la belleza visual que aportan tanto las preciosas localizaciones, como la gran dirección artística que nos va introduciendo en la trama. A partir de ahí, y cuando el director ha conseguido captar totalmente nuestra atención, desata la tormenta de emociones que desde el principio tenía planeadas. Nos prepara con un delicioso entrante para sorprendernos con el plato principal que será suculento a todas luces. 


La puesta en escena de la filmación es un auténtico lujo, independientemente de la fuerza argumental de la cinta. En esta ocasión, las secuencias están cuidadas con todo lujo de detalles. La escenografía de la casa familiar situada en los años sesenta, nos transporta a esta década dorada para el cine americano. 

Los maravillosos paisajes si suman puntos a la cinta, pues son una parte fundamental en el trabajo fotográfico de Robert. En este caso, el director los sostiene de una manera totalmente natural e integrados perfectamente en la producción.

El coche es otro protagonista de la filmación. Nos relata la llegada de Robert al condado, sirviendo de punto intermedio en los distintas subtramas argumentales y recobrando una vital importancia en la resolución final de la película.


La fuerza del amor no entiende de edades ni de estados civiles. Es algo arrollador que puede llegar en el momento más inesperado de la vida. Esto es en mi opinión, la esencia que quiere transmitir el director. Otro duro planteamiento que consigue manejar es el del sacrificio y la generosidad de su protagonista femenina con su marido e hijos.

Un difícil dilema, que nos lleva a plantearnos cuál es el verdadero amor, si el egoísta que implicaría exclusivamente nuestros deseos hacia el objeto amado o el desinteresado que sin embargo nos llevaría a sacrificar nuestros intereses por el bien de la otra persona. Ella ama de las dos maneras, pero solo puede elegir una opción.

La interpretación de Meryl Streep es una antología de matices y una sinfonía de retratos. En este caso el personaje interpretado es el de una mujer con muchísimo más recorrido del que podamos pensar en la presentación de la cinta. Sin duda, nos encontramos ante una de las más grandes actrices de toda la historia del cine. Tan "solo" diecinueve nominaciones y tres premios Oscar la avalan, prodigiosa actriz.

Mr Eastwood también nos deja una magnifica interpretación, y consigue estar delante y detrás de la cámara con una gran armonía. Su largometraje fue un gran éxito para público y crítica. En cifras con un presupuesto de 35 millones de dólares obtuvo una taquilla de más de 170 millones.

El oscarizado director José Luis Garcí dijo que la cinta fue una obra maestra absoluta y la recordó en uno de sus programas de televisión. Rita Kempley en 'The Washington Post' quedó impactada por su tramo final. La escritora habla de la elección final, yo propongo denominarlo como: "el dilema de Madison".


La escena final: bajo mi punto de vista, la secuencia con la que finaliza la cinta, probablemente sea una de las más emotivas que haya visto nunca en una sala de cine. Altísima intensidad, y mucha tensión narrativa que la convierten en una auténtica joya. La magia del cine en estado puro.

Cada vez que vuelvo a ver la película sucede algo maravilloso y es que aun conociendo el final, todavía me queda la duda de si Meryl Streep abrirá o no la puerta del coche para iniciar una nueva vida. No despejaré la incógnita por si algún lector no conoce la resolución.

Música y cine: de nuevo nos encontramos ante una bellísima banda sonora compuesta por Lennie Niehaus, colaborador de Eastwood en otras ocasiones. Se da la singularidad que el tema principal de la película titulado, 'Doe eyes', fue compuesto a dúo entre el compositor y el propio director. A continuación os dejo con un enlace a un vídeo en el que apreciamos la belleza de este tema. La película es una adaptación de la novela homónima del escritor Robert James Waller.

Este texto está dedicado a mi amiga Raquel Camarillo por su amor por el cine en general y por esta película en particular.


domingo, 13 de marzo de 2016

Ranking de mis 10 directores de cine favoritos


La clave en una producción cinematográfica es la figura del director. Si además es el autor del guión o el creador de la historia, recae sobre él buena parte de la responsabilidad del éxito de la película.

En este ranking, solo estarán aquellos directores a los que tuve oportunidad de ver en una sala de cine.  Por ello, faltarán nombres del cine clásico de la talla de Orson Welles, John Ford, Howard Hawks o Luis Buñuel por citar solo algunos ejemplos.

Clint Eastwood como director, no tanto como actor que también, es el que mas me ha emocionado en las últimas dos décadas. En mi opinión, el gran salto de calidad, lo da con el oscarizado western 'Sin perdón' y a partir de entonces, no deja de realizar grandes obras como la exquisita 'Los puentes de Mádison'. 

Otras obras de Clint Eastwood que me "pellizcaron" fueron: 'Space Cawboys' por el cariño y ternura con la que trata a nuestros mayores o 'Gran Torino' donde se recrea en su propia maestría.

Sin mas preámbulos a continuación os dejo mi ranking:

1. Clint Eastwood

2. Anthony Minghella (por la eterna 'El paciente inglés)

3. Steven Spielberg (el gran constructor de sueños: 'E,T' - Indiana Jones - El color púrpura - La lista de Schindler, o la reciente 'El puente de los espías)

4. Alejandro Amenábar (talento puro en sus películas: 'Abre los ojos', 'Mar adentro' o el reciente cortometraje comercial 'Vale' donde demuestra como en pocos minutos se hace cine "delicatessen")

5. Woody Allen (maestro de maestros e inmensa filmografía, yo me quedo con 'Match Point')

6. Alejandro González Iñárritu (cine de vanguardia. 'Amores Perros' su obra maestra hasta la fecha)

7. Martin Scorsese (palabras mayores en el cine: 'Taxi Driver', 'Toro salvaje', 'Casino' o 'El lobo de Wall Street' solo algunos de sus ejemplos)

8. Fernando Leon de Aranoa ('Familia', 'Barrio', 'Los lunes al sol' o 'Princesas' son cine social en estado puro)

9. Francis Ford Coppola (Consiguió lo mas difícil. Con la segunda parte de la obra maestra 'El Padrino' no solo no defraudo, sino que para muchos superó en calidad a la primera parte)

10. Santiago Segura (mi lado heterorodoxo y "marciano" en la crítica cinéfila, pero me hizo reír a carcajadas con la saga de 'Torrente' y por eso me tomo esta licencia)

Y para terminar no me puedo despedir sin mencionar al mago del suspense, el maestro Alfred Hitchcock que estaría fuera de toda categoría por su inconfundible estilo y por la huella que dejo a lo largo de su carrera.

Y ahora os toca a vosotros: ¿cuál es vuestro director preferido? ¿cuál es vuestra película favorita?