Lo
que él no sabría es que este retrato les acompañaría el resto de
sus vidas, al menos, mientras estén juntos y vivos… - Eme.
Lina (Joan Fontaine), es una atractiva pero introvertida joven de la alta burguesía británica que absorbida por la estricta educación que ha recibido de sus padres se limita a seguirles la corriente y a guardar las buenas formas de una cerrada sociedad.
Cuando aparece en su vida, un locuaz vividor llamado Johnnie (Cary Grant), cae rendidamente enamorada de él y contraen matrimonio clandestinamente para evitar la oposición de sus padres. Tras una luna de miel visitando Nápoles, Capri y París, Lina descubre que Johnnie está arruinado y empieza a sospechar que su marido la ha conquistado por la posibilidad de hacerse con la herencia que ella reciba. La sombra de la duda comienza a envenenar la relación.
En 1941, Alfred Hitchcock y Cary Grant unieron por primera vez sus carreras en una adaptación de la novela 'Before the Fact' del escritor británico Anthony Berkeley Cox. Como es norma el maestro del suspense nos regala una presentación riquísima en matices aunque un tanto ingenua. Nos presenta a Lina que es una recatada señorita que viaja sola en un vagón de primera clase de un tren. Vemos a una ávida lectora con lentes y un elegante sombrero alado. Tiene en sus manos un libro de psicología. Jhonnie acaba de sentarse frente a ella, seductor, la mira desde los tobillos hasta el sombrero, podría decir que se la come con la mirada. Lina recuerda que su cara la ha visto en alguna parte, y cae, claro es porque está en el periódico. Ese guapo galán que tiene frente a ella es conocido y él no le quita ojo de encima. Ese recorte del periódico lo guardaría en su libro, sería el inicio de su relación. La soltería de la inteligente Lina ha llegado a su fin.
Y para Jhonnie es otra manera de seguir disfrutando de su vida de empeño. Es adicto a las carreras de caballos y vive del cuento, literalmente. Se inventa mil argucias para seguir adelante. Gana con la misma alegría que pierde. Es el tipo de jugador que no da "palo al agua" pero que cualquier estrategia será buena para conseguir dinero y seguir jugando. Y Lina puede que sea su próximo plan. Él no dudará en vender cualquier cosa, aunque signifique mucho más que el valor que tenga el objeto. No tiene sensibilidad para ello. "Porque él es un truhán, es un señor, ama la vida, ama el amor, toma de todo un poco y de cada una saca el mejor partido."
La película evoluciona de una manera asombrosa desde una ingenua comedia romántica hasta convertirse poco a poco, en un intenso thriller de suspense. La génesis del conflicto narrativo surge cuando la virginal Lina, empieza a sospechar que su marido está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para hacerse con la herencia familiar. En esos momentos cualquier cosa puede tambalear la relación. El enamoramiento más dulce puede agriarse por un aditivo añadido y medido a tiempo. Hay indicios de que Jhonnie pueda llegar a ser un asesino por su extrema ambición. La sospecha empieza a herir a Lina... ¿Acaso él es verdaderamente culpable de esta situación? ¿Puede que ella sea su próxima víctima? ¿O acaso es todo una paranoia de ella? Esto es lo maravilloso del cine de Hitchcock. Es decir, la interpelación directa con el espectador al que convierte en una marioneta de sus juegos malabares.
Unos jovencísimos y encantadores Cary Grant y Joan Fontaine son los protagonistas absolutos del reparto. Son esos rostros inolvidables llenos de matices y expresiones que envuelven unos primeros planos en blanco y negro. Unas caras elegantes y sutiles, con una aguda y fina forma de arquear la mirada. Y la nuestra, la mirada me refiero, no se pierde en otros detalles, la pantalla está llena con dos mitos del séptimo arte. Su presencia es constante, robando los primeros, segundos y terceros planos. Del resto del reparto, solo destacaría a un viejo amigo de Jhonnie, llamado Beaky (Nigel Bruce), que representa la inocente complicidad en las artimañas de este personaje tan siniestramente encantador que Hitchcock concedió a Cary Grant.
En cuanto a premios, Joan Fontaine fue galardonada con el Oscar de la Academia por esta interpretación. La música un tanto excesiva de Franz Waxman mereció la nominación, pero no el más alto galardón de la industria de Hollywood. Otro aspecto a destacar es un conseguido vestuario de época, unos interiores de estilo georgiano y el uso de unos vehículos con puertas a favor del viento que en la épica escena del precipicio cobrarán una importancia singular.
Pero por encima de otras consideraciones, 'Sospecha' es sobre todo un viaje hasta la duda que habita en el interior humano. Hay una frase de Lina en la que dice: <<Estoy segura que hallarás la manera de justificarte a ti mismo y explicarselo a los demás>>, cuando es en realidad ella la que está justificándose continuamente y dudando de su primer amor. Pero no es ella la que duda sola, Hitchcock nos lleva en una controvertida y debatible parte final, a dudar junto a él, en un final sorprendente y desconcertante que hacen de la película un inteligente vehiculo que merece un segundo visionado para comprender toda la composición de la historia. A fin de cuentas, con cineastas como Alfred Hitchcock, se puede decir sin dudar eso de ¡Qué maravilloso es el cine!
Nota final: Este texto está elaborado en común con Emerencia Joseme que es escritora y autora del magnífico blog viajero y literario Viaje y Fotos. Allí, nos narra sus experiencias viajeras y sus aterciopeladas letras en unos relatos literarios de primer nivel. Es la segunda colaboración en Cine y críticas marcianas, tras Inside Out con Mane Lander, y la experiencia ha sido todo un regalo de letras y cine. Os dejo con unas palabras de Emerencia que ha querido dedicar a todos los asiduos a este espacio marciano:
"Acudir
a la pantalla, aunque sea de la tele, y recuperar esta película del
1941 ha sido toda una experiencia. Gracias Miguel por invitarme a
verla y formar parte por un día de este estupendo blog de reseñas
cinematográficas que tienes y que cuidas con tanto esmero. Me
siento, así como… importante por un día con la magia del cine. Y
sobre todo, he tenido la oportunidad de admirar este maravilloso
trabajo de interpretación actoral. Una película que se centra en
estos dos personajes y son ellos los que te cuentan la historia, pero
lo hacen al oído, de una forma cauta, para que no te sorprendas de
pronto. La sorpresa y la sospecha están dosificadas. Ya se encarga
Lina de dártela a sorbitos. Y aquí me despido. Un abrazo para todos."