La historia: A finales de la década de los 70 del siglo pasado, Pablo Escobar (Javier Bardem) está en un ascenso imparable en el mundo del narcotráfico en Colombia. Él es el fundador y líder del Cartel de Medellín. Casado y con dos hijos, conoce a la periodista Virginia Vallejo (Penélope Cruz) con la que comienza a mantener una tormentosa relación extramarital. Mientras Escobar coquetea con la política en su país para evitar ser extraditado a Estados Unidos, las calles en Colombia se convierten en un auténtico infierno de violencia provocada por él mismo. A partir de ese momento se convierte en el enemigo numero uno para la administración estadounidense.
La crítica: Cuando el cine, las series de televisión o la literatura le toman "cariño" a un personaje, ese amor se vuelve inversamente proporcional para el espectador que hastiado, aburrido y extenuado dice basta ya, y es cuando el cine, la televisión y la literatura ponen su mirada en el próximo objetivo de la carnaza comercial.
De la guerra civil española en el cine patrio ni hablamos y de la de Vietnam en el estadounidense, pues que decir ya con la paliza que nos han pegado. Después de estos años con Narcos, Benicio del Toro, Javier Bardem y de refilón Tom Cruise con Barry Seal: El tráficante/American made (que por cierto es la mejor), más las series o docudramas colombianos al respecto de Pablo Escobar, creo que conozco mejor la vida de este tipo, que la de mi propio padre o incluso que mi propia vida. Como dicen en Andalucía: ¡Qué jartá!
Pero lo más raro de todo esto es por qué un director con la categoría intelectual de Fernando León de Aranoa se ha metido en este extraño subproducto, que atención, es una coproducción hispano-búlgara y que además ha sido rodada en inglés como si fuera la lengua materna de Escobar. Realmente la cosa es muy loca. La producción, además, tiene un cierto aire hollywoodiense que la convierten en un cocktail absurdo.
La trama está tratada tan linealmente que no consigue enganchar con las situaciones narradas aún tirando de sexo y violencia. De hecho es tan gris, e incluso tan correcta en su forma narrativa que lo único que provoca es frecuentes miradas al reloj. Sinceramente para ver esto, prefiero sufrir incluso el último trabajo del ínclito Aronofsky y su querida Madre!
Es por ello que el film se convierte en un simple producto correcto en sus formas, pero que sinceramente no aporta nada nuevo a unos hechos muy manidos ya. Volviendo a la génesis de la historia, nos encontramos con un biopic al uso, basado en la novela autobiográfica Amando a Pablo, odiando a Escobar, que escribió la afamada periodista colombiana Virginia Vallejo sobre su relación con el narco entre 1983 y 1987. Como comentaba anteriormente, lo desconcertante de todo este asunto es la presencia en la dirección de Fernando León de Aranoa que es un excelente cineasta pero que parece haber perdido el rumbo cinematográfico. Y es que León de Aranoa firmó entre los años 1995 y 2010 cinco magníficas películas de cine independiente español, retratando la marginalidad social de que existe en España con la crisis económica de por medio, tocando temas, además, como fueron la soledad, la prostitución, la inmigración o la precariedad laboral entre otros muchos.
Estas películas fueron: Familia, Barrio, Princesas, Amador y la magistral Los Lunes al sol, con precisamente Javier Bardém, Luis Tosar y Fernando Tejero en el reparto. A partir de ahí, se produce un parón en su filmografía y cuando vuelve en 2015 lo hace con un extraño producto rodado en inglés (A perfect day) y con las estrellas Tim Robbins, Benicio del Toro y la estrellita Olga Kurylenko. Es ahora, con Loving Pablo, cuando comete el mayor error de su carrera. Esto debería servirle como punto de inflexión para que volviera a hacer cine de verdad, con valores y en la linea de sus comienzos. La pregunta es si será tarde ya y seguirá el ridículo camino que ha emprendido Jose Antonio Bayona, -otro cineasta español que apuntaba muy alto- y que ahora se dedica a dirigir la enésima secuela de Jurasic Park.
Lo mejor de la película pasa por un Javier Bardem inconmensurable en una verdadera transfiguración (con gran barriga incluida), en la figura del narco colombiano. Irreprochable actuación del que en mi opinión es el mejor actor español en la actualidad. Realmente está de premio, pero es una isla en la película que no consigue salvar. De hecho, no hay actor o actriz que consiga salvar una mala película o incluso una mediocre producción como es el caso. A su lado aparece Penélope Cruz interpretando, por decir algo, a la periodista colombiana Virginia Vallejo. Y es que realmente "Pe" se dedica a lucir su belleza en pantalla, poner sus mejores poses y a cobrar su caché. En el resto del reparto y entre lo más reseñable, estaría Peter Sarsgaard en el papel de un agente americano. También en un muy buen papel secundario aparece la actriz colombiana Julieth Restrepo que interpreta a la esposa de Escobar.
Para concluir ya, pues realmente poco más se puede decir de una producción tan plana y horizontal, Loving Pablo, debería suponer el cierre a este nuevo género cinematográfico al que he bautizado como "narco-escobariano". En definitiva, una película que sin ser pésima, genera más indiferencia que polémica, si es que alguna vez lo hubo pretendido. Cine de fabrica y lineal que ni disgusta, ni embelesa; o sea más o menos, como la relación que mantengo con el microondas de mi casa: buenos días y buenas noches.
Nota: 5/10.
Nacionalidad: España, Bulgaria.
Dirección: Fernando León de Aranoa.
Reparto: Javier Bardem, Penélope Cruz,
Peter Sarsgaard, Julieth Restrepo.
Guión: Fernando León de Aranoa.
Música: Federico Jusid.
Fotografía: Alex Catalán.
Estreno España: 9/03/2018.