miércoles, 14 de marzo de 2018

Loving Pablo: Llegó la hora de dar por sepultado el "género narco-escobariano"


Mantén cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos. - Mario Puzo (adoptada por Pablo Escobar Gaviria).

La historia: A finales de la década de los 70 del siglo pasado, Pablo Escobar (Javier Bardem) está en un ascenso imparable en el mundo del narcotráfico en Colombia. Él es el fundador y líder del Cartel de Medellín. Casado y con dos hijos, conoce a la periodista Virginia Vallejo (Penélope Cruz) con la que comienza a mantener una tormentosa relación extramarital. Mientras Escobar coquetea con la política en su país para evitar ser extraditado a Estados Unidos, las calles en Colombia se convierten en un auténtico infierno de violencia provocada por él mismo. A partir de ese momento se convierte en el enemigo numero uno para la administración estadounidense.


La crítica: Cuando el cine, las series de televisión o la literatura le toman "cariño" a un personaje, ese amor se vuelve inversamente proporcional para el espectador que hastiado, aburrido y extenuado dice basta ya, y es cuando el cine, la televisión y la literatura ponen su mirada en el próximo objetivo de la carnaza comercial.

De la guerra civil española en el cine patrio ni hablamos y de la de Vietnam en el estadounidense, pues que decir ya con la paliza que nos han pegado. Después de estos años con Narcos, Benicio del Toro, Javier Bardem y de refilón Tom Cruise con Barry Seal: El tráficante/American made (que por cierto es la mejor), más las series o docudramas colombianos al respecto de Pablo Escobar, creo que conozco mejor la vida de este tipo, que la de mi propio padre o incluso que mi propia vida. Como dicen en Andalucía: ¡Qué jartá!

Pero lo más raro de todo esto es por qué un director con la categoría intelectual de Fernando León de Aranoa se ha metido en este extraño subproducto, que atención, es una coproducción hispano-búlgara y que además ha sido rodada en inglés como si fuera la lengua materna de Escobar. Realmente la cosa es muy loca. La producción, además, tiene un cierto aire hollywoodiense que la convierten en un cocktail absurdo.

La trama está tratada tan linealmente que no consigue enganchar con las situaciones narradas aún tirando de sexo y violencia. De hecho es tan gris, e incluso tan correcta en su forma narrativa que lo único que provoca es frecuentes miradas al reloj. Sinceramente para ver esto, prefiero sufrir incluso el último trabajo del ínclito Aronofsky y su querida Madre! 

Es por ello que el film se convierte en un simple producto correcto en sus formas, pero que sinceramente no aporta nada nuevo a unos hechos muy manidos ya. Volviendo a la génesis de la historia, nos encontramos con un biopic al uso, basado en la novela autobiográfica Amando a Pablo, odiando a Escobar, que escribió la afamada periodista colombiana Virginia Vallejo sobre su relación con el narco entre 1983 y 1987. Como comentaba anteriormente, lo desconcertante de todo este asunto es la presencia en la dirección de Fernando León de Aranoa que es un excelente cineasta pero que parece haber perdido el rumbo cinematográfico. Y es que León de Aranoa firmó entre los años 1995 y 2010 cinco magníficas películas de cine independiente español, retratando la marginalidad social de que existe en España con la crisis económica de por medio, tocando temas, además, como fueron la soledad, la prostitución, la inmigración o la precariedad laboral entre otros muchos.

Estas películas fueron: Familia, Barrio, Princesas, Amador y la magistral Los Lunes al sol, con precisamente Javier Bardém, Luis Tosar y Fernando Tejero en el reparto. A partir de ahí, se produce un parón en su filmografía y cuando vuelve en 2015 lo hace con un extraño producto rodado en inglés (A perfect day) y con las estrellas Tim Robbins, Benicio del Toro y la estrellita Olga Kurylenko. Es ahora, con Loving Pablo, cuando comete el mayor error de su carrera. Esto debería servirle como punto de inflexión para que volviera a hacer cine de verdad, con valores y en la linea de sus comienzos. La pregunta es si será tarde ya y seguirá el ridículo camino que ha emprendido Jose Antonio Bayona, -otro cineasta español que apuntaba muy alto- y que ahora se dedica a dirigir la enésima secuela de Jurasic Park.


Lo mejor de la película pasa por un Javier Bardem inconmensurable en una verdadera transfiguración (con gran barriga incluida), en la figura del narco colombiano. Irreprochable actuación del que en mi opinión es el mejor actor español en la actualidad. Realmente está de premio, pero es una isla en la película que no consigue salvar. De hecho, no hay actor o actriz que consiga salvar una mala película o incluso una mediocre producción como es el caso. A su lado aparece Penélope Cruz interpretando, por decir algo, a la periodista colombiana Virginia Vallejo. Y es que realmente "Pe" se dedica a lucir su belleza en pantalla, poner sus mejores poses y a cobrar su caché. En el resto del reparto y entre lo más reseñable, estaría Peter Sarsgaard en el papel de un agente americano. También en un muy buen papel secundario aparece la actriz colombiana Julieth Restrepo que interpreta a la esposa de Escobar.

Para concluir ya, pues realmente poco más se puede decir de una producción tan plana y horizontal, Loving Pablo, debería suponer el cierre a este nuevo género cinematográfico al que he bautizado como "narco-escobariano". En definitiva, una película que sin ser pésima, genera más indiferencia que polémica, si es que alguna vez lo hubo pretendido. Cine de fabrica y lineal que ni disgusta, ni embelesa; o sea más o menos, como la relación que mantengo con el microondas de mi casa: buenos días y buenas noches.

Nota: 5/10.

Nacionalidad: España, Bulgaria.

Dirección: Fernando León de Aranoa.

Reparto: Javier Bardem, Penélope Cruz,
Peter Sarsgaard, Julieth Restrepo.

Guión: Fernando León de Aranoa.

Música: Federico Jusid.

Fotografía: Alex Catalán.

Estreno España: 9/03/2018.


domingo, 10 de septiembre de 2017

Barry Seal: El traficante (American Made)

 

¡Barry, si no cambias me vuelvo al Kentucky Fried Chicken! - Lucy Seal, su esposa.

La historia: Barry (Tom Cruise), es un piloto de la compañía aeronáutica TWA que a finales de la década de los 70 del siglo pasado, decide abandonar su puesto de trabajo para crear una empresa tapadera y realizar vuelos a Centroamérica privados con dudosos fines. En un juego a dos bandas y dada su pericia como piloto, es reclutado por la CIA y por el propio cartel de Medellín con fines contrapuestos. Sin dudarlo, acepta ambas propuestas y a través del narcotráfico comienza a llevar una vida a todo lujo. En breve comprenderá que su situación es limite y con pocas salidas.


La crítica: El cineasta y hombre de Hollywood Doug Liman (Sr. y Sra, Smith), es el encargado de ponerse a los mandos de esta producción que viene con la coletilla habitual de: "basada en una historia real". Pero en este caso, eso es lo de menos. Esto es cine espectáculo y la narrativa de la cinta está puesta a su servicio por encima de verosimilitudes idénticas con lo que pasó en la realidad. Quiero decir con esto, que en las películas suelen estar tratadas las tramas con mucho más glamour y épica que en la vida real. En todo caso, hay una cierta "suciedad" e incertidumbre con los personajes representados que hacen a la historia merecedora de una oportunidad.

Barry es básicamente un golfo, un atrevido y un rufián con el que sin embargo se empatiza en pantalla a las primeras de cambio. Este es un buen truco cinematográfico para implicarte con un personaje al que no puedes evitar tomarle cierto cariño. Y hablando de implicación en el cine, nada mejor que un fulminante comienzo y una magistral llegada a Colombia del protagonista con unos tonos tostados en la fotografía, para enganchar de inicio al espectador con la propuesta.

Así se comienza una historia, y por cierto, así se acaba también. Y es que la última parte de la cinta y sin desvelar nada importante, contiene un guiño final con una pulsera de diamantes de por medio que servirá de contrapunto a la composición artística del conjunto. ¿Pero es suficiente un prometedor comienzo y un buen final para dar la proposición por aceptable? En mi opinión sí y bastante. Si bien es cierto que en la parte central del largometraje se abusa de tópicos y clichés, no hay que olvidar que esto es cine de palomitas y si está bien realizado hay que darlo por bueno. Siempre será mejor esto que la octava parte de Jurasic Park o la doceava de Misión Imposible.

Barry Seal no renuncia tampoco a relatar buena parte de lo que aconteció políticamente en América Central en la década de los 80. Nos habla de como Ronald Reagan armó a la contra nicaragüense en su cruzada anticomunista y como para ello utilizó todos los medios a su alcance ya fueran legales o ilegales. La cinta también nos habla, mientras nos entretiene, del famoso irangate que implicó además a Nicaragua y a Irán en una venta de armas prohibida por el propio senado estadounidense. Quizás los más jóvenes, aprendan algo de historia o al menos recojan algunos conceptos, mientras pagan a precio de oro las palomitas o a la "grandiosa" gastronomía cinéfila (lo último pizzerias dentro del cine o nachos con supuesto guacamole ).


El reparto está encabezado por el omnipresente Tom Cruise que acapara prácticamente todos los planos de la producción. Un actor que está ganando con los años, pero que se ha encasillado por voluntad propia en blokbusters que no dejan apreciar su evolución actoral. Como decía antes, es un interprete que suscita rechazos para unos y amores para otros, bueno más bien para otras y al que se echa de menos en alguna producción independiente para ver lo que da sí. Me temo que los dólares y la cienciología, le gustan más que el cine de autor. 

Por otro lado, nos encontramos a Sara Wrigh que hace el papel de la esposa de Barry Seal y deja unas sensaciones muy positivas de cara a futuros proyectos. Su personaje se dedica a hacer la vista gorda ante los desmanes de su marido, mientras que en la casa familiar no dejen de entrar millones de dólares en maletas, bolsas de deporte o cajas de zapatos. El tercer personaje destacado de la producción, es el narcotraficante Pablo Escobar que es interpretado correctamente por el actor colombiano Mauricio Mejía, experto ya en estas lides. Es curioso, pero el cine y las series han encontrado en Escobar un nuevo filón de oro que van a explotar hasta el fin de mundo y más allá. No obstante, se espera con ganas el nuevo trabajo del cineasta español Fernando León de Aranoa sobre el narco colombiano que cuenta en el reparto con Javier Bardem y Penélope Cruz. Loving Pablo se titula y acaba de pasar por la Mostra de Venecia. Veremos.

En conclusión, Barry Seal es una película que responde con energía a lo que se espera de este tipo de espectáculos y se puede afirmar que no defrauda. Incluso supera las expectativas para este tipo de cine/circense, que estando bien realizado, no debiera suscitar demasiado rechazo. La cinta en una segunda lectura nos habla de la ambición desmedida por el dinero en algunas personas y por otra parte de que en la ideología política todo vale por conseguir tus propósitos. Como curiosidad adicional, cabe destacar que el propio Tom Cruise pilotó en realidad los vuelos que se reflejan en la historia. Por último, me gustaría destacar las espectaculares localizaciones en Colombia, resaltando las grabaciones en la ciudad de Medellín. Quizás el viaje turístico sea lo mejor de la película. El resto no engaña a nadie sometiéndose a innumerables lugares comunes, pero reflejando en su balance final un saldo positivo.

Nota: 7/10.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Dirección: Doug Liman.

Reparto: Tom Cruise, Sarah, Wright,

Domhnall Gleeson, Mauricio Mejía.

Guión: Gary Spinilli.

Fotografía: César Charlone.

Música: Christophe Beck.

Duración: 114 minutos.

Estreno España: 1/09/2017.

Estreno México y Perú: 14/09/2017.

Estreno EE UU  y Argentina: 28/09/2017.