El amor se compone de una sola alma que habita en dos cuerpos. -Aristóteles.
La historia: En el Londres de los años 50, Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) encabeza junto a su hermana, una firma de alta costura que viste a la realeza, a estrellas de cine y en general a la alta sociedad británica. Centrado absolutamente en su trabajo de una manera casi obsesiva, Reynolds no tiene tiempo para el amor. Pero todo cambia en su vida cuando conoce a una joven camarera llamada Alma (Vicky Krieps), que revoluciona su mundo interior y altera su planteamiento vital en cuanto a las relaciones amorosas. El conflicto entre su vocación y su amor está servido.
La crítica: La delicadeza, el buen gusto y la exquisitez con la que está rodada la filmación hacen del cine una experiencia visualmente deslumbrante. Incluso los diálogos se sienten innecesarios, pues todo se podría narrar a través de las miradas de sus protagonistas, de las costuras de sus telas y de una forma de entender la cinematografía que conecta de inmediato con algo tan sencillo y a la vez tan riguroso, como es volver al cine clásico. Y es que a través de películas como esta, es cuando podemos comprender y sentir que este medio de expresión artístico es algo más que un mero entretenimiento. De hecho, el cine nace siendo no sonoro como el mejor medio de transmitir el arte mediante fotogramas en movimiento. Es entonces, cuando nos reencontramos en este hilo invisible con un sueño visual y musical que otorga sentido a que la cinematografía siga existiendo dentro de las salas de cine.
Con el aval de 6 nominaciones a los Premios Oscar de la Academia, entre ellos el de mejor película, mejor actor principal, y mejor director para Paul Thomas Anderson (Pozos de ambición), llega a las carteleras de España y a las del resto del mundo, probablemente la mejor película que se haya hecho en la historia para comprender el oficio de diseñador de moda de alta costura. La historia parece estar inspirada en el modista español Cristóbal Balenciaga, pero con un guión original del propio cineasta. En dicho libreto se implicó el propio actor protagonista Daniel Day-Lewis. Lógicamente el diseño de vestuario de la producción parece contar con todas las posibilidades de llevarse el Oscar. Es sencillamente prodigioso. Telas, bordados, encajes, botones, hilos y sedas, desembocan en un unos vestidos femeninos de autentico ensueño. Por lo tanto, película de culto para este gremio del cine que desde la sombra da luz a las estrellas.
La historia en sí nos habla de polos opuestos unidos por la necesidad de amar. Aunque ese amor como en otras tantas ocasiones, se perciba desbalanceado en una de sus dos partes. Quizás el nexo de unión en esta pareja, sea una especie de interrelación masoquista y ciertamente tóxica pero en la que paradójicamente, ambos miembros se sienten integrados en una extraña conjunción.
Para Alma, él es su primer amor, para Reynolds probablemente su último y único amor. Ella es su musa, su diosa, la ama y la odia a partes iguales, la quiere y la detesta, no puede vivir con ella, pero sin ella tampoco. Y es en ese punto, donde el cineasta Paul Thomas Anderson se detiene y fija el punto de mirada en sus personajes. Toda la narración es detallista, minuciosa y me atrevería a decir que delicadamente lenta. Quizás un tempo demasiado pausado para los espectadores más inquietos, pero no siempre lo lento es sinónimo de aburrido. Los susurros, las caricias, y los besos, cuanto más lentos, mejor sabor dejan. Por eso, cada filmación, cada historia, cada espacio, tienen su momento, y siempre es ella, -la película-, la que debe elegirte a ti. Es en mí opinión, algo tan sencillo como esto, lo que hace que la percepción del arte sea diferente para cada persona. Y precisamente ahí, radica lo maravilloso del cine.
En 1989, siendo aún un niño -que lejos suena-, fue cuando descubrí a Daniel Day-Lewis en una desaparecida sala de cine de la ciudad de Madrid (curiosamente ahora es una tienda de moda), con una portentosa actuación en el excelente film de Jim Sheridan, Mi píe izquierdo. Pues bien, casi 20 años después y con el rostro ya marcado por el paso del tiempo, la actuación del actor británico es sencillamente magistral. Consigue que ames y odies a su personaje a partes iguales. Lo amas y admiras por la pasión, devoción y empeño que pone en su trabajo de modisto y sastre de altos vuelos. Y lo odias por su impertencia, rareza y una egolatría que llega a irritar por momentos. Pero aunque a simple vista, sea el personaje más complejo del largometraje, posiblemente Alma, su amor, sea de una complejidad aún mayor.
De nuevo, y aunque parezca increíble en lo que va de año, nos encontramos a una nueva versión de la diosa Circe vestida de seda. Utiliza el veneno como medio para conseguir sus propósitos amatorios. Se encarga de meterse en este papel la actriz luxemburguesa Vicky Krieps (Antes del frío invierno), con una sorprendente y comedida actuación. Y para acabar con el reparto, en el papel de la estricta y autoritaria hermana del modisto, tiene una excelente aparición la británica Lesley Manville (El secreto de Vera Drake). Esta interpretación le ha valido la nominación al Oscar como actriz de reparto en este 2018.
En conclusión y con una maravillosa música como hilo conductor compuesta por el gran Jonny Greenwood de Radiohead, El hilo invisible (Phantom Thread), es el proyecto y la obra más personal de Paul Thomas Anderson. En ella se ha implicado tanto, que incluso se ha encargado de la dirección de una fotografía tan exquisita como su cine. Aunque la película no tiene aparentemente defectos formales, llama la atención que la sexualidad aparezca reprimida en la filmación. De hecho, deja una tensión sexual no resuelta, al menos en la mente del espectador. Por lo demás, es una película que podrá gustar más o gustar menos, pero lo que no cabe duda es que hay seducción y calidad en cada fotograma exhibido. Cine clásico de alta costura.
Nota: 8/10.
Título original: Phantom Thread.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección, guión y fotografía:
Paul Thomas Anderson.
Reparto: Daniel Day-Lewis,
Vicky Krieps, Lesley Manville.
Música: Paul Thomas Anderson.
Duración: 130 minutos.
Estreno EE UU: 25/12/2017.
Estreno España: 2/02/2018.
Estreno México: 16/02/2018.