O la gran estafa que hicieron los grandes bancos y corporaciones, que dio lugar a la gran burbuja inmobiliaria que arruinó a millones de personas en Estados Unidos y en otros muchos países. Con este punto de partida, nos encontramos con una atractiva idea para una película que demuestra que desde Hollywood también se puede hacer cine de denuncia social.
El problema de La gran apuesta surge cuando una buena premisa no acaba de funcionar como apuesta dramatizada. La cinta no consigue involucrar al espectador con una narrativa que se convierte en un tratado sobre ingeniería financiera.
Se produce un abuso de los términos que se utilizan en los mercados financieros: Swaps, Warrants, Cfds, posiciones de venta en corto, seguros de cobertura para acciones y así podríamos segir casi hasta el infinito. Supongo que sería mucho más sencillo para el espectador explicar que los bancos engañaron a los ciudadanos a través de sus hipotecas tóxicas. Finalmente la realidad demostró que los mismos bancos sabían que antes o después estas hipotecas dejarían de pagarse, y que ellos serian rescatados con dinero público.
Las nacionalizaciones de los bancos en muchos países del mundo, incluyendo Estados Unidos, Inglaterra o España nos llevó paradójicamente a que el capitalismo recurriera a ideas socialdemocratas para salvar la economía.
La gran apuesta en vez de centrarse en contar el drama de las familias, se recrea en como unos inversores se percatan de que el sistema está a punto de caer. Sin embargo, en la narrativa existen detalles muy cinematográficos. Un ejemplo está en la secuencia en la cual el personaje interpretado por Steve Carell baja a pie de calle para ver qué estaba pasando con la ciudadanía. Así es como se percata de que un ciudadano había puesto la hipoteca a nombre de su perro, o como una bailarina de streptease tenia tres pisos y dos chalets con estas hipotecas basura. Es en ese momento cuando se da cuenta que la burbuja inmobiliaria está a punto de estallar.
Con respecto a las interpretaciones cabe destacar a Christian Bale que es uno de los inversores en una espléndida interpretación. Brad Pitt está correcto en un papel secundario y Steve Carell no está demasiado acertado en su papel dramático. También es cierto que siendo un actor que procede de la comedia lo tiene más difícil para dar credibilidad a este tipo de personajes.
Recapitulando ya, La gran apuesta parte de una buena base pero la filmación no consigue emocionar y se pierde en un laberinto financiero de la que no consigue salir con buen pie.
Nota: 4/10.
Para não me prolongar muito a respeito do material, direi apenas isto, Miguel: Infelizmente, não há mais um cineasta como Frank Capra. Ele seria o mais indicado para atribuir qualidades humanistas a uma película como esta, nos tempos de hoje.
ResponderEliminarAbraços.
Que gran recuerdo hacia uno de los cineastas más grandes de la historia.
ResponderEliminarSin duda el maestro Capra hubiera hecho de esta una historia humana y deliciosa. ¡Que bello es vivir!
Un abrazo Eugenio y gracias por tu visita.