Cine y críticas marcianas
Una mirada al mundo del cine
martes, 3 de junio de 2025
Doñana, donde el agua es sagrada: retrato de belleza incomparable
martes, 27 de mayo de 2025
El Jockey: magnética, original y extravagante
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La historia: Remo Manfredini (Nahuel Pérez) es una leyenda de las carreras de caballos, pero su comportamiento autodestructivo empieza a eclipsar su talento y a amenazar su relación con Abril (Úrsula Corberó), jinete y pareja de Remo. Ambos trabajan para Sirena, un poderoso empresario. En la carrera más importante de su vida, Remo sufre un grave accidente y desaparece del hospital sin dejar rastro. Sirena le está buscando y Abril tendrá que encontrarlo antes de que sea demasiado tarde.
Imaginativo, radical y con un gran sentido del humor negro, el nuevo largo de Ortega, comienza con una historia sencilla y compresible. El Jockey nos presenta a Remo que es básicamente un ídolo venido a menos caído en el mundo del alcohol y las drogas, pero su jefe mafioso sigue confiando en él como una especie de amuleto por las ganancias obtenidas. Lo tratan de rehabilitar por las buenas o por las malas. Tras un accidente, todo estalla y la narrativa se convierte en un homenaje al cine de lo absurdo.
El choque entre el mundo interior y el mundo exterior es el campo de batalla donde transcurre la película. Mientras más intenso es el mundo interior del personaje, más violento es este choque con el afuera. Buscando la salvación, El Jockey va cambiando de identidad, viendo si por medio de una u otra puede alcanzar la libertad. Pero todas las identidades están atormentadas. Cuando hablo de identidad hablo de la sexual cosa que comparte con su novia Abril. Una excéntrica, pero divertida bisexualidad va marcando la evolución de los dos personajes principales.
El mundo del filme parecería estar armado de tal manera que nunca sabremos nada a ciencia cierta. Ni en su final. Pero el verdadero desafío del protagonista es no enloquecer. Y quizás la del público también. Pero repito, a excepción de la parte final -que es interpretativa- la cinta es comprensible apostando por ser un volcán en erupción a costa de perder algo de credibilidad en su narrativa. En cualquier caso la película es extrañamente hipnótica y ahí está su valor añadido.
El Jockey está protagonizada por Nahuel Pérez Biscayart ('El Prófugo'), Úrsula Corberó ( El árbol de la sangre) y Daniel Giménez Cacho ('La mala educación'). No me acaba de convencer la interpretación de Nahuel Pérez al que veo encorsetado en su papel. Otra cosa es su personaje que evoluciona de una manera colosal. Corberó realiza un gran trabajo con su personaje de Abril que está embarazada de Remo y tiene que lidiar con toda la conflictividad del personaje masculino. Actriz, por cierto, desaprovechada para el cine con apenas un par de películas destacables y centrada en el mundo de las series y de las redes sociales que darán mucho dinero, pero nada comparado a la gloria del cine. Por último, y aparte de los grandes secundarios, destacar a Giménez Cacho en un papel muy en la linea de El Padrino al estilo argentino.
La técnica objetivamente es una maravilla. El director de fotografía es el maestro Timo Salminen que da un colorido a la película sensacional. La otra parte a destacar es la grandiosa banda sonora con Gardel, Palito Ortega o Nino Bravo entre otros grandes artistas que obran con sus canciones la magia del cine. Se podría hablar de melodrama, pero me decanto por adscribirla al género de la comedia negra.
El Jockey me ha parecido magnética, original y extravagante. A mi juicio es una bendita locura que al contrario de lo que parezca no busca provocar o incomodar al espectador. También tengo claro que no es una película para todos los públicos y que algunos la calificarán como estrafalaria e incluso pedante. En definitiva, hablamos de un tipo de cine que genera debate, provoca reacciones encontradas, pero con la virtud de no dejar indiferente a nadie que se atreva a embarcarse en un submundo tan peculiar y con unos personajes al borde de un ataque de nervios.
Nota: 7/10.
martes, 20 de mayo de 2025
Una función inesperada (Ezra): emotivo retrato sobre el autismo
martes, 13 de mayo de 2025
Flow: el gato que ha conquistado al mundo
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La historia: Un gato se despierta en un mundo cubierto de agua, donde la raza humana ha desaparecido. Busca refugio en un barco con un grupo de otros animales. Pero llevarse bien con ellos resulta ser un reto aún mayor que superar su miedo al agua. Todos tendrán que aprender a superar sus diferencias y adaptarse a este nuevo mundo en el que se encuentran.
La crítica: Con la victoria en los Oscar de Flow se marca un hito histórico para el cine letón. Su director es ya considerado un héroe nacional y su recibimiento fue apoteósico. Y eso que dicen que los gatos negros dan mala suerte. Por fin, se rompe un mito y observamos que el color de la piel o del pelo gatuno no influye en la fortuna. La suerte también se busca.
La fascinación de Gints Zilbalodis por el cine comenzó a una edad temprana, cuando veía películas clásicas y empezó a hacer cortometrajes. Antes de “Away”, realizó 7 cortometrajes utilizando diversas técnicas, como la animación dibujada a mano y la animación 3D de acción real, a menudo mezclando sus características estéticas. “Flow, un mundo que salvar” -título en España- es su segundo largometraje de animación, que se estrenó mundialmente en el Festival de Cannes en la sección Un Certain Regard y ahora comienza a llegar a plataformas.
La cinta es una road - movie clásica en la que en un grupo de animales unen sus fuerzas para subsistir en un mundo distópico en el que hay vestigios humanos pero con la raza extinguida. Gato -ya que Flow no es su nombre- se encarga de liderar a un pequeño grupo de animales en una balsa ya que el planeta está inundado: un perro, una capibara, un lémur y un ave secretaria. Estos animales, que actúan de manera realista sin antropomorfismo -no hablan, no hay diálogos (pero si gruñen, maúllan y se comunican)-, forman una comunidad improvisada para sobrevivir a la gran inundación. La narrativa destaca sus interacciones y el simbolismo de sus comportamientos, como la cooperación y la resiliencia. El mensaje en tono de fábula más evidente es la importancia de la amistad.
Flow es una lección, muy dura para Disney que no deja de hacer el ridículo ya sea con La sirenita negra o con la nueva mulata Blancanieves en acción real en la que se profana un clásico de manera descabellada. Qué nadie vea racismo en mis palabras pues la raza negra es igual o en muchos casos superior a la blanca. Esto de escribir cada vez es más complejo pues si perdemos tiempo en justificarnos bajamos el nivel de la literatura. Del tema de los enanitos ya ni comento nada. Sé que es la acondroplasia y empatizo con ellos. De nuevo, justificación. Pero la lección para Disney no es solo por ese complejo, es por no saber crear narrativas nuevas, importantes y sólidas.
Personajes principales
Gato negro: El protagonista, un felino cauteloso y temeroso del agua, representa la independencia y la superación de los miedos. A lo largo de la historia, aprende a confiar en otros animales y a enfrentar sus temores. Su voz fue grabada del gato real Miut, perteneciente al diseñador de sonido Gurwal Coïc-Gallas.
Perro (Golden Retriever): Un animal juguetón, amigable y dependiente al inicio, que busca guía en los demás. Evoluciona hacia la autonomía, mostrando un contraste con el gato. Está inspirado en los perros del director según leo en la nota de prensa del filme.
Capibara: El personaje más pacífico y equilibrado, actúa como una figura de mentor. Simboliza la paz interior y la capacidad de adaptarse al momento. Zilbalodis lo eligió por su naturaleza diplomática, y su sonido en la película proviene de un camello bebé, ya que el sonido real de capibara no encajaba con su calma.
Lémur: Reservado y territorial, muestra una actitud desconfiada, pero su obsesión por coleccionar objetos refleja su deseo de ser aceptado por el grupo. Termina apoyando a sus compañeros
Ave secretaria: Un personaje majestuoso y protector, con un aire místico. Inicialmente pensado como una gaviota, se cambió por su imponente presencia. Defiende al gato, lo que le cuesta ser herido por su propia parvada, y su destino en una escena clave (absorbido por una luz) simboliza sacrificio o trascendencia.
La ballena: Personaje extraordinario, con un aire místico. Su destino en una secuencia fundamental simboliza la trascendencia y aquí la película cobra otra dimensión. Mitología, desaparición de las especies -incluida la humana- y otras teorías que quedan a la libre interpretación.
La técnica es sencilla y sorprende por el preciosismo de las imágenes. Visualmente es una maravilla y la música acompaña con éxito a la fábula. La cinta es de bajo presupuesto, pero no lo parece. Se ha utilizado un sistema de código abierto mediante el software Blender. Hoy con el mundo digital accesible para casi todos en el cine prima más el talento que los grandes presupuestos. Vale más un lápiz, que mil cachivaches.
Flow me ha parecido original, intensa, y mucho más profunda de lo que aparenta. Pero para ser honesto también le pondría algún pero: a veces es repetitiva, puede generar confusión en su final abierto y las altas expectativas pueden causar alguna decepción. De lo que no cabe duda es que el filme europeo es emotivo, pone en valor la cooperación y sobre todo es una invitación a reflexionar sobre el papel de los humanos en su casa, en su planeta. Nos falta hermandad y nos sobra soberbia. Tenemos el don de la vida, la Naturaleza, un planeta inigualable, unos animales que nos acompañan y nos alimentan y además tenemos el poder de crear vida. Somos una especie desaprovechada y que no se enfoca en el talento para poder desarrollarnos en armonía y felicidad. Aún con todo solo nos queda seguir creyendo en los valores humanistas y en volver a creer en valores que podamos compartir todos: libertad económica e individual, solidaridad entre pueblos, democracias asentadas, respeto a los animales, a la Naturaleza y a las personas y sus ideas, ayuda a la investigación médica y justicia como mecanismo para la creación de la verdadera igualdad y de las oportunidades para todos. El ser humano está a tiempo de revertir el daño causado y tiene el derecho además de disfrutar de lo único real que tenemos que es la vida. El cine nos habla a lo largo de su historia de cómo éramos, de cómo somos, de cómo seremos y puede aportar su granito de arena para reflexionar sobre el sentido de la vida con películas tan sencillas, pero a su vez tan reflexivas como la hoy reseñada.
Nota: 7'5.
martes, 6 de mayo de 2025
Cónclave: magistral radiografía de la elección de un nuevo Papa
La crítica: Con aromas al gran filme Las sandalias del pescador, Cónclave está basada en el bestseller homónimo de Robert Harris. La novela ha sido tildada de "Versión eclesiástica de House of Cards" por The Times. Su adaptación a la gran pantalla corre a cargo del guionista nominado al Oscar Peter Straughan (El topo) que ahora sí ha ganado el Oscar a mejor guion adaptado por la cinta hoy reseñada. Merecido.
Cónclave trata sobre la inesperada muerte del Papa y como los miembros del Sacro Colegio Cardenalicio se reúnen en el Vaticano para elegir a su sucesor, una decisión que inaugurará una nueva era para la Iglesia católica. Aislados dentro de la Capilla Sixtina, cardenales de todo el mundo compiten por convertirse en el nuevo sumo pontífice. El cardenal Lawrence (Ralph Fiennes), decano del Colegio Cardenalicio, ejercerá el deber sagrado de presidir este ritual secreto celebrado desde hace siglos.
Los cardenales papables que empiezan a posicionarse como favoritos son el cardenal Bellini del Vaticano (Stanley Tucci), Trembley de Montreal (John Lithgow), Tedesco de Venecia (Sergio Castellitto) y Adeyemi de Nigeria (Lucian Msamati), que de ser elegido se convertiría en el primer papa africano de la historia. A mi juicio las mejores interpretaciones son las de Fiennes, Tucci y el personaje de la monja, encargada de la Casa Santa Marta, interpretada por Isabella Rossellini.
La cinta empieza con un duelo de guante blanco en la que parece que nadie quiere el papado. Pero pronto, el cineasta convierte al filme en un intenso thriller en el que no faltan conspiraciones y "puñaladas por la espalda" entre cardenales para conseguir los votos necesarios. Cada uno opera por interés propio y oculta secretos comprometedores que podrían cerrarle las puertas al cargo más importante de la Iglesia católica. A las revelaciones inesperadas y los complots maquiavélicos que amenazan con desbaratar el proceso se suma la lucha interna a la que se enfrenta Lawrence, sumido en crecientes dudas sobre su vocación. Al descubrir que el anterior pontífice también tenía secretos, su sentido de la responsabilidad le lleva a investigar a fondo el asunto. Jamás hubiera podido imaginarse el insospechado giro final que en mi caso me ha parecido estrambótico restándole al menos un punto para que el resultado completo hubiera sido un sobresaliente cerrado.
El difunto papa tenía una última sorpresa para el Cónclave: el nombramiento reciente y secreto del cardenal Benítez de Kabul. El encargado de interpretar a este recién llegado es Carlos Diehz, en su primer papel importante en cine. Tiene un estilo muy fresco y una gran capacidad para transmitir todos los valores cristianos. Benítez se convierte en la inesperada voz de la razón y la conciencia, apoyando a su candidato que es Lawrence sin ambages. Un atentado islamista que rompe los cristales de la Capilla Sixtina enardece el debate y será clave en la elección del nuevo Papa. Otros se descartan al conocer sus escándalos.
La técnica de la película es brillante y nos mete de lleno con un realismo lírico en las alcobas, comedores o rincones predilectos del Vaticano donde los papables ya no esconden sus cartas. La luz a veces tenue y otras luminosa es una metáfora del bien y del mal que encierra la Iglesia. Una institución que es uno de los patriarcados más antiguos del mundo. Marginan a las mujeres, que no tienen voz ni voto. La mayoría de los personajes, incluido Lawrence, acepta que el sistema sea así. Pero hacia el final de la película empezamos a preguntarnos por qué la Iglesia no puede abrirse a escuchar a otras voces sobre todo por su supervivencia. Es inexplicable que las mujeres no puedan ejercer y subir en la escala del sacerdocio y por tanto no cuentan con derecho al voto en la elección del Papa.
Cónclave es un drama político que explora las tensiones entre el idealismo, la espiritualidad y la realpolitik. Habla de cómo las negociaciones y el poder corrompen, porque hacen peligrar la integridad y el altruismo. Todo ello ambientado en un mundo fascinante al que no solemos tener acceso y en la que cineasta, novelista y guionista han realizado un magistral trabajo radiografiando lo que es la máxima asamblea de Cardenales. En breve se anunciará con la fumata blanca el rumbo que tomará la Iglesia en los próximos años. En conclusión, tensión y tradición se dan la mano en un apasionante thriller que nos adentra en el funcionamiento interno de la Iglesia católica, mostrando un proceso plagado de misterio y suspense.
Nota: 9/10.