martes, 12 de junio de 2018

El fútbol o yo: el pelotudo, su mujer y otras cosas del querer


Correré como un negro, para vivir mañana como un blanco. -Samuel Eto'o.

La historia: Pedro (Adrián Suar) vive tan obsesionado con el fútbol que es capaz de ver partidos durante 24 horas seguidas los fines de semana o incluso ponerse la alarma a las 4 de la madrugada para ver un partido de la liga catarí. Es tal su adicción por el deporte rey, que es hincha a la vez de Boca Juniors y de River Plate lo cual es algo insólito en su Argentina. Mientras tanto Verónica (Julieta Díaz), hace las veces de madre, ama de casa, e intenta emprender negocios sin la menor atención de su marido. Llegados a una situación insostenible como pareja, Verónica decide hacer caso a su mejor amiga y pone un ultimátum a Pedro: "¡¡O el fútbol o yo!!"


La crítica: En un cerebro tan simple como el masculino, los ultimátums hay que reformularlos de manera más adecuada. Si a un hombre le dan a elegir entre el fútbol como es el caso, y un "YO" tan mayestático, probablemente de la propia impresión de la pregunta, acabe eligiendo el fútbol como salida más sencilla sin que le de un aneurisma cerebral. En cambio, si simplificamos la cuestión a: ¡El fútbol o te quedas sin SEXO!, la elección probablemente sería muy distinta a la primera hipótesis que he sostenido. En todo caso, ¿quién no se ha enfrentado a alguna pregunta tan crucial en su vida? Yo mismo, por ejemplo, recibí un ultimátum parecido que consistía en lo siguiente: ¡¡O el cine o yo!! Evidentemente ya habréis deducido cual fue mi respuesta. Por eso, y ante la posibilidad de una futura compañera marciana, la elección es clara, o es una actriz o es una ninfocinemaníaca* compulsiva, que si además es guapa mejor que mejor. Y una vez cumplimentada esta parte de la crítica marciana, vayamos con el análisis supuestamente serio (que no lo será) de esta simpática comedia argentina.

A falta de unos pocos días para que comience el mundial de fútbol de Rusia 2018, ha llegado a las carteleras de España de una manera oportuna, pero también oportunista, la última película del cineasta argentino Marcos Carnevale que en el año 2013, firmó una gran comedia llamada Corazón de león con Guillermo Francella y de la que posteriormente se realizó un buen remake francés llamado Un Homme á la hauteur (lo recuerdo pues después de machacar a varias producciones francesas, que quede claro que no guardo ningún rencor a los camiohispanofóbicos* franchutes. Sencillamente les pido que hagan buenas películas y aquí quedarán reflejadas como por ejemplo así pasó con El hombre perfecto, Maria by Callas o El viaje del emperador).

En esta ocasión y apoyado por una premisa de salida bastante divertida, Carnevale sustentado además por un más que aceptable guión, juega sin ambages con los estereotipos y con la batalla de sexos para hacer lo que toda comedia insustancial debe aspirar a conseguir. Y esto es algo tan fácil, como hacer reír o sonreír buscando un sencillo cine de evasión que consigue lo que busca. Es decir, ni más ni menos, que pasar un rato entretenido en el cine y salir por lo tanto de la sala con una sonrisa y mejor de lo que entramos dos horas antes de comenzar la sesión, publicidad y trailers incluidos. Por cierto, ¿es lícita la publicidad en el cine una vez que hemos pagado una entrada por un espectáculo? ¿Se haría semejante cosa en la ópera? ¿Somos los espectadores de cine tratados como unos tarados mentales? ¿Por qué la cinematografía se sigue considerando el pariente pobre de la cultura? No es necesario que contestéis, las preguntas son para ir rellenando la crítica marciana.


En el reparto, nos encontramos con un Adrián Suar al que ya vimos en una comedia parecida y con cierta gracia como fue Me casé con un boludo y que sin ser ninguna maravilla como actor, se defiende como puede en este tipo de películas (abro paréntesis, esos enlaces que veis en azul turquesa no son de adorno, ni para dar colorido a la crítica, hay que pinchar en ellos para sumar visitas al marcador marciano :-), cierro paréntesis). En esta ocasión, su personaje ademas de un boludo, es un gran pelotudo en el más amplio término de esta palabra usada con cierta frecuencia en Argentina. Su contendiente y sufrida esposa, es interpretada con cierta gracia por Julieta Díaz (La señal), en un personaje al borde de un ataque de nervios como diría Almodóvar. Por último, mención especial para un personaje genial interpretado por un gran Alfredo Casero (Todas las azafatas van al cielo), que se encarga de apadrinar a Pedro en su intento de desintoxicarse de su pasión por el fútbol.

En los aspectos técnicos y adicionales caben destacar algunas bellas vistas aéreas de la ciudad de Buenos Aires, y un gran plano cenital de apertura, con La bombonera en estado de ebullición. Con ello se presenta al estadio de fútbol del Boca Juniors como ejemplo de los nuevos templos sagrados de nuestra época. Todo ello con permiso de los grandiosos locales que ahora regenta el amigo Papa Francisco (perdón y amén).

En conclusión, El fútbol y yono aspira a ser más que un juguete cinéfilo sin más pretensiones que entretener y apurando mucho ya, un aviso a navegantes y "navegantas" ante la inminente Copa Mundial de la Fifa.  Por cierto, un chollo para los abogados matrimonialistas que a mediados del mes de julio, harán su agosto por adelantado. Entre esto y las vacaciones con las queridas suegras, se avecina un verano calentito y no precisamente por el cambio climático. Suerte para todos los pelotudos del planeta Tierra y que gane el mejor.

Nota: 6/10.

Palabras inventadas hoy:

*ninfocinemaníaca: mujer adicta al cine, que además después de los menesteres sexuales propios de la especie humana, sean con fines reproductivos o recreativos, lejos de pedir mimos, sale disparada a la televisión a poner el último estreno de Netflix.

*camiohispanofóbicos: amables conciudadanos franceses que en décadas pasadas se dedicaban a la noble tarea de volcar la fruta y la verdura de los camiones españoles a su paso por la frontera.

Mis disculpas por adelantado a todos los "gremios" afectados y citados, es decir: hombres, mujeres, pelotudos, futboleros, boludos, franceses, académicos, ninfómanas, abogados, católicos, suegras y ofendidos/as en general.

Las quejas al buzón de voz.

P.D. En la próxima crítica, por fin hablaremos de Cine.

Nacionalidad: Argentina.

Dirección: Marcos Carnevale.

Reparto: Adrián Suar, Julieta Díaz,
Alfredo Casero, Natalia Santiago.

Guión: Marcos Carnevale, Adrián Suar.

Música: Iván Wyszogrod.

Fotografía: Rolo Pulpeiro.

Duración: 105 minutos.

Estreno Argentina: 10/08/2017.

Estreno España: 8/06/2018.