martes, 26 de noviembre de 2024

La infiltrada: potente retrato de los héroes anónimos


La infiltrada dirigida por Arantxa Echevarría se estrenó en cines españoles el día 11 de octubre de 2024. Un día mágico para el Cine ya que coincidió con la puesta de largo de La sustancia situándose ambas películas como revelaciones de la temporada y del año. 

👽👽👽👽👽
 
La historia: Tras pasar varios años infiltrada en los ambientes de la izquierda abertzale como una joven simpatizante más de la banda terrorista ETA, una agente de policía consigue lo que buscaba: ETA contacta con ella. Necesitan que aloje en su piso a dos etarras que tienen el objetivo de preparar varios atentados. A partir de este momento empieza la misión más difícil de su vida: ir informando a sus superiores mientras convive con dos terroristas que, si en algún momento sospechan de ella, no dudarán en matarla.

La crítica: Con más de 1 millón de espectadores que han pasado por taquilla y casi dos meses después de su estreno comercial, La infiltrada se sitúa ya como la segunda película española más vista del año siguiendo aún en algunos cines en un hecho casi insólito en el panorama actual. 

Arantxa Echevarría tras Carmen y Lola o Chinas se consolida como una de las mejores cineastas españolas y ahora además arrasa en taquilla de manera muy merecida. Intuición, talento y buena narrativa marcan el sello de la casa manejándose en cualquier género como pez en el agua. 

La infiltrada está basada en lo siguiente: Aranzazu Berradre es el pseudónimo con el que en 1998 se infiltró una policía nacional en ETA con 22 años. Consiguió adentrarse en la banda presentándose como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño, siendo la única mujer que convivió con la banda terrorista. Durante su infiltración, que duró 6 años, no se vio obligada a cometer ningún delito e hizo posible la desarticulación del comando Donosti, liderado por Sergio Polo y Kepa Etxebarria. Se demuestra con ello que a ETA le fueron colando topos que fueron decisivos en la disolución de una banda que dejó 850 muertos y miles de heridos en el conjunto de España. 

A modo de reflexión personal, que coincide con la unidad política de aquellos momentos, la principal petición del Estado y pueblo era que ETA dejara las armas. Con ello podría defender sus postulados -la independencia vasca- a través del parlamento o sea a través de la palabra. Lo curioso y absurdo de todo el asunto es que una vez derrotada la banda con entrega de armas incluida, aún hay voces que ahora también están en contra de que esos postulados se puedan defender parlamentado. El lodo político lo embarra todo, pero no olvidemos de dónde venimos. 

Volviendo al trepidante filme ya desde su comienzo tiene un fuerte enganche para el espectador. Quizás para el espectador foráneo menos, pues hablamos de un contexto muy local y se dan por sabidos hechos que no todo el mundo tiene porque conocer. Sin embargo, para todos aquellos que vivimos la barbarie etarra no hace falta mucha explicación. Había que meter topos en la banda criminal y estos héroes anónimos así como los confidentes fueron clave para la desarticulación de ETA. 

Gran interpretación de Carolina Yuste que se coloca como clara favorita para ganar el Goya a mejor actriz. Su personaje, Aranzazu, es reclutada para infiltrarse en las entrañas de ETA lo cual consigue con un duro trabajo de seis años. Es dura, terca, leal al Estado y sobre todo una persona con valores muy sólidos anteponiendo el bien común. 

Buen papel también el de Luis Tosar que interpreta al inspector jefe que tiene la idea de reclutar a jóvenes policías para topar a la banda. Con él también observamos la rivalidad que existió entre la Policía Nacional y la Guardia Civil para detener comandos terroristas. También es terco, protector y luchador hasta la extenuación para lograr acabar con ETA. 

Respecto a los dos personajes reales del comando Donosti se encargan de interpretarlos Iñigo Gastesi y Daniel Anido que da un recital en otra majestuosa interpretación. A los etarras se los retrata con realismo puro: gente fanática, sin escrúpulos y bordeando la psicopatía en algunos casos. 

En la parte técnica destaca la fotografía y las localizaciones llevadas a cabo en San Sebastían, Pasajes o Errenteria. Otro aspecto muy sólido es el sonido y un montaje muy complejo pues no es nada sencillo narrar seis años de la vida de una persona en 118 minutos. 

La infiltrada es a mi juicio la película del año por su potente narrativa, su vigor en el género del thriller y por su despolitización del relato. Se muestran los hechos tal como fueron y se deja de manera acertada la emotividad para su tercio final. La cinta se centra en lo concreto y con ello consigue universalizar el dolor causado por un grupo terrorista que fue vencido por la unidad del Estado a pesar de los palos en las ruedas que algunos se empeñaron en colocar. En conclusión, hablamos de la consolidación definitiva de una cineasta nacida para dar grandes alegrías al cine como medio de transmisión de los buenos valores. 

Nota: 9/10.


Nacionalidad: España 

Género: Thriller

Dirección: Arantxa Echevarría

Guion: Arantxa Echevarría

Música: Fernando Velázquez

Fotografía: Javier Salmones

Duración: 118 minutos

Reparto: Carolina Yuste,
Luis Tosar, Iñigo Gastesi,
Diego Anido


martes, 3 de octubre de 2023

Chinas: Arantxa Echevarría retrata la identidad china en España


Chinas dirigida por Arantxa Echevarría se estrena en cines españoles el próximo día 6 de octubre de 2023. La película es una producción de Tvtec, La Zona y Hojalata Films. Cuenta con la participación de RTVE, Orange, Movistar + y Eitb.

🎬🎬🎬🎬🎬

La historia: Lucía, Xiang y Claudia, tres chicas de origen chino viven en Madrid pero con realidades opuestas. Lucía es hija de inmigrantes chinos, tiene 9 años y su sueño es celebrar su cumpleaños en un Burger King. Sus padres, que no hablan español y trabajan más de 14 horas en el bazar para darles un futuro a sus hijas, piensan que eso son cosas de españoles. Claudia, la hermana adolescente de Lucía, está empezando a vivir en primera persona las diferencias culturales y el racismo entre adolescentes. Xiang es una niña adoptada de 9 años que comienza a hacerse preguntas sobre su familia biológica. Las tres historias se cruzan y se separan, pero mantienen un objetivo común: la búsqueda de la identidad.

La crítica: Tras su muy notable ópera prima Carmen y Lola y la aséptica La familia perfectaArantxa Echevarría vuelve al rigor narrativo con una película profunda, sensible y bien estructurada. No es una cinta redonda, pero si me ha parecido un retrato casi perfecto sobre la identidad que tratan de encontrar las segundas generaciones de chinos nacidos en España. La historia aunque recoge la idiosincrasia ibérica, toma aire universal pudiendo identificar los patrones de la inmigración china en cualquier lugar del mundo. Una comunidad, la china, que no acaba de integrarse con tanta normalidad como lo han hecho la árabe, la rumana o la latina que por motivos de lengua común y costumbres lo ha hecho de manera muy rápida. También se recoge con alta sensibilidad y empatía el asunto de las adopciones de menores.

Chinas recupera el naturalismo del debut de la cineasta. La manera de rodar, encuadrar y planificar las secuencias otorgan un estilo muy especial y reconocible. El libreto lleva dos líneas narrativas sobre dos familias que se encuentran para hilar la trama. Sin embargo, encuentro demasiados rodeos o parsimonia en la narración expresados en 120 minutos que se sienten excesivos para lograr un ritmo narrativo adecuado. 

Lo mejor de la película es la radiografía social de los niños y jóvenes chinos que se encuentran en la encrucijada de mantener las tradiciones familiares y tratar a su vez de compaginar esta circunstancia con los usos sociales que se dan en los países a los que emigraron. Las primeras generaciones parecen que dan por perdida esa adaptación a la cultura y se refugian en sus negocios. Otra curiosidad que refleja Echevarría con acierto son los diversos racismos que se dan entre los más jóvenes. Llama la atención la secuencia de racismo en bucle entre españoles, árabes y chinos y especialmente como entre estas dos últimas comunidades se increpan llamándose ente ellos "moros" o "chinos" a modo de insulto. También se observa una reflexión autocrítica, que nos atañe a todos, cuando vamos a un "chino" y no le llamamos tienda o bazar. Ese aire de superioridad o desdén se refleja muy bien en una secuencia en la que unas adolescentes entran en el bazar regentado por la madre de una de las niñas protagonistas. Allí humillan a la propietaria vaciándole una lata de cerveza en su cabeza. Por desgracia este hecho no es aislado y este tipo de incidentes son el pan nuestro de cada día.

En el reparto de Chinas destacan Leonor Watling y Pablo Molinero que hacen de los padres de la niña china adoptada. Son de clase alta y no consiguen que Xiang se adapte a su vida escolar y familiar. Los problemas de identidad aparecen con fuerza. La cría no se siente ni china, ni española y permanece abstraída del mundo. Por otro lado, está la familia de Lucía, la otra niña china, que son de clase popular y han renunciado a relacionarse con la comunidad española al margen de su tienda. Pero tanto la niña, como su hermana adolescente Claudia no parecen tener problemas de identidad y luchan por integrarse en la sociedad. Muy interesante la mirada sobre la juventud actual, de manera especial en las barriadas periféricas urbanas. A través de Claudia observamos las conductas límites relacionadas con las drogas, el alcohol y la sexualidad en las que las chicas adoptan roles que creíamos ya superados. Buenas interpretaciones de Shiman Yang, Ella Qiu y Xinyl Ye con la colaboración destacada de Carolina Yuste como una joven que entabla amistad con la pequeña Lucía

En la parte técnica destaca la perfecta elección de los espacios urbanos donde se desarrolla la acción. Hablamos de un retrato hiperrealista del barrio de Usera en Madrid. La zona es un crisol de culturas en la que conviven españoles, chinos y latinoamericanos con más o menos fortuna. Los interiores también son poderosos reflejando la humildad o el lujo según sea la familia retratada. La música no aporta demasiado a la historia y por tanto no se enfatizan las emociones. 

Chinas es un notable retrato sobre la identidad y sobre como las segundas generaciones de inmigrantes chinos no acaban de encontrar su sitio en la sociedad. Por otro lado, la película tiene un final abierto o inconcluso que no acaba de funcionar de manera cinematográfica. Falta emoción y cerrar de manera redonda. No obstante y a pesar de las pegas del exceso de metraje y de un final agridulce, la película es sólida cuando refleja la relación de ruptura entre la tradición y la adaptación a los nuevos tiempos.

Nota: 7/10. 


Nacionalidad: España

Género: Drama

Dirección: Arantxa Echevarría

Guion: Arantxa Echevarría

Música: Marina Herlop

Fotografía: Pilar Sánchez Díaz

Duración: 120 minutos

Reparto: Leonor Watling, Ella Qiu,
Carolina Yuste, Pablo Molinero,
Shiman Yang, Xinyi Ye.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Carmen y Lola: La película del escándalo


La intolerancia puede ser definida aproximadamente como la indignación de los hombres que no tienen opiniones. -Gilbert Keith Chesterton.

La historia: Lola es una joven gitana que reside en una humilde barriada periférica de Madrid junto a sus padres y a su hermano pequeño. Ella está a punto de cumplir los 17 años y su orientación sexual comienza a decantarse por las personas de su mismo sexo. Es entonces, cuando conoce a otra joven gitana llamada Carmen de su misma edad que está prometida y a punto de casarse con su novio. Pero antes de llevarse a cabo el enlace matrimonial de está ultima, surge una fuerte amistad entre las dos chicas en lo que será la semilla de un romance que revolucionará la vida de sus familias. ¿Triunfará el amor?


La crítica: Tras su luminoso paso por la emblemática Quincena de Realizadores del Festival Internacional de Cine de Cannes, la estupenda ópera prima de la cineasta Arantxa Echevarría se ha convertido en la película del escándalo en parte de la comunidad gitana en España. Carmen y Lola ha llegado a ser acusada de mostrar una imagen estereotipada de la misma en un artículo realizado por la Asociación de Gitanas Feministas por la Diversidad en la que afirmaban haber sido vetadas por la directora.


De hecho, llegó a suspenderse el pase de la cinta en La Muestra de Cine y Mujeres de Pamplona con una fuerte polémica entre la directora y parte de este colectivo en cuanto a dicha estereotipación racial. Pero aparte de polémicas estériles que sin duda se ven amplificadas por el rechazo homófobo de otros sectores hacia el amor lésbico, lo que encontramos en Carmen y Lola es un tipo de cine independiente y con coraje que hace algo tan sencillo como narrar una buena historia. Además, está guionizada a través de un excelente libreto redactado por la propia directora del film que llega ahora a los cines españoles con una expectación siempre bienvenida.

La cinta hay que analizarla desde dos prismas distintos, y a la vez complementarios. Por un lado habría que fijar la mirada en el retrato que Echevarría nos trata de trasladar como mensaje de fondo y por otro lado, tendríamos que fijarnos en el virtuosismo técnico en el manejo de la cámara que es absolutamente poético.

La historia en sí misma afronta el tema de la homosexualidad y la búsqueda de la orientación sexual en el despertar de la vida, como ya lo hicieron en este año 2018 las estupendas Call Me by Your Name y Disobedience. Pero en este caso se sube la apuesta a máximos, y además de introducir el lesbianismo que aún causa estupor en los sectores ultra-conservadores, hay que sumar el tabú que este tema produce en la comunidad gitana según nos hace ver la cineasta. Todo en la historia y desde una perspectiva valiente, gira en como dicha comunidad se debate entre no querer dejar morir lo viejo para dar paso a lo nuevo en forma de libertades individuales.

Pero en mi opinión y fuera de debates estériles y obsoletos, lo mejor de la película pasa por una sinfonía en el manejo de la cámara que nos regala unos encuadres con una composición de escenas que se asemejan a lienzos en movimiento. Sencillamente y sin adjetivarla más en este aspecto, podemos hablar de una obra de arte que conseguirá emocionar a todo aquel que esté interesado en el arte visual y en la forma pictórica de componer una obra cinematográfica. Todo ello además, supone un fuerte contraste pues el lenguaje utilizado por los personajes tiende a la vulgarización del mismo. Por ello,  habrá que saber distinguir entre la locución puesta en boca de los personajes y el propio prisma óptico desde el que se enfoca a dichos personajes. De hecho, la mezcla de ternura con los exabruptos presenciados en pantalla, conllevan rasgos de parte del cine del Buñuel más polémico. También podemos encontrar semejanzas con el cine de Berlanga e incluso visualmente aspectos que el mismísimo Fellini hubiera firmado en una especie de nuevo y afortunado neorrelismo mágico español. Con ello, Arantxa Echevarría, deja el listón muy alto para su siguiente proyecto que va a ser mirado y examinado con lupa.

Ejemplar y emocionante composición artística

Respecto al reparto de la película está compuesto por actores y actrices no profesionales que lejos de menoscabar la producción, otorgan una mayor fuerza narrativa a pesar de contar con alguna carencia técnica propias de esta circunstancia. Básicamente hay que citar en el reparto a las dos protagonistas del romance que son Rosy Rodriguez y Zaira Morales que ofrecen una actuación compacta, fresca y con una sensualidad desbordante. Pero no quisiera olvidarme del papel del padre de la joven Lola, interpretado por un debutante Moreno Borja que está absolutamente impresionante y en estado de gracia. Atención a este actor porque si no está nominado a mejor actor revelación del año en los próximos Premios Goya es para que cierren la Academía por unos cuantos años. De hecho, este trabajo le ha valido al actor malagueño para que Paco León le haya otorgado un papel en la serie 'Arde Madrid' que se estrenará próximamente en la plataforma Movistar Plus.

Moreno Borja en su escena cumbre

La dirección artística de Carmen y Lola actúa como sujeto narrativo en la historia con localizaciones exteriores en la ya deteriorada UVA de Hortaleza, el horripilante edificio de viviendas conocido como "La carcel" en Moratalaz o sobrevolando con vistas cenitales la carretera de circunvalación M-30 de Madrid. Con ello, nos sumergimos en zonas muy deprimidas con un recurso muy almodovariano para acercar el contexto social mediante imágenes que hablan por sí mismas. Una vez más, los espacios en el cine son utilizados como medio para expresar en este caso la desolación de los personajes representados. Respecto a la fotografía dirigida por Pilar Sánchez Díaz es un festival de luminosidad con una densidad cromática espectacular. Con ello, sitúa en mi opinión, al cine digital muy por delante ya del celuloide tradicional que debería quedar para las películas de época o para las cintas que sitúen la acción en el siglo pasado. También a destacar en la producción el festival de planos cinematográficos con una composición geométrica de bellísima factura. En especial, quisiera hacer hincapié en algunos planos picados y dorsales que harán las delicias de los más cinéfilos siendo un gran ejemplo para las escuelas de cine.

Arantxa Echevarría componiendo un plano/lienzo de museo

Reacapitulando ya, la cinta trata de reflejar como el amor y el deseo sexual actúan como movimientos rupturistas en sociedades cerradas y patriarcales como la reflejada en la historia. Me gustaría recordar antes de concluir la crítica, una secuencia en la que una de las protagonistas dice textualmente que las gitanas por no tener, no tienen ni sueños, en una frase lapidaria y demoledora ante la situación por la que que está transitando en un camino sin retorno.

Carmen y Lola es en definitiva una filmación poética en su mirada visual y profunda en sus texturas narrativas. Arancha Echevarría hace del cine un vehículo perfecto para transmitir emociones a través de los afectos universales.

Nota: 9/10.

Nacionalidad: España.

Dirección y guión: Arancha Echevarría.

Reparto: Rosy Rodriguez, Zaira Morales,
Moreno Borja, Carolina Yuste.

Fotografía: Pilar Sánchez Díaz.

Música: Nino Aranda.

Duración: 103 minutos.

Estreno España: 7 de septiembre de 2018.