martes, 27 de julio de 2021

"Amor a primera vista" con Mario Casas & Mireia Oriol, y... ¡Hasta septiembre!

Amor a primera vista dirigido por Ian Pons Jewell es un cortometraje patrocinado por la cervecera Estrella Damm que rinde homenaje al teatro y a la interpretación en el entorno del verano del 2021. Con esta pequeña cápsula de cine me quiero despedir de vosotros hasta el próximo mes de septiembre. Cine y críticas marcianas volverá con fuerzas renovadas para afrontar una segunda parte del año que deberá marcar la recuperación de la industria del cine gracias a la inmunización colectiva frente al Covid-19. 

Durante el primer semestre del año (+ julio) hemos vivido unas cuantas aventuras de cine. Comenzamos dando "23 paseos" en una oda al amor viejuno y perruno. Después, viajamos hasta el Berlín de "Fritzi" donde asistimos a la caída del Muro. También tuvimos tiempo para irnos de "Vacaciones contigo...y tu mujer" en otra oda al amor con burro incluido. Hubo muchos niños siniestros, casas encantadas e incluso conocimos a "La chica del brazalete".  Acompañamos a una embarazada fumeta, a una abuela poseída y asistimos a la "Crónica de una tormenta". Más perros con una rubia de otro planeta en "Chaos Walking" y más niños con la obra maestra de Chaplin "The Kid". Lo mejor pasó por "Nomadland" y por el "Nuevo orden" al que asistimos en la Ciudad de México. También pudimos practicar el "Poliamor para principiantes", asistir a un "PVT Chat" sexual e incluso hemos visionado los húmedos "Sueños de una escritora en Nueva York". En definitiva, hubo de todo y para todos. 

Volviendo al Amor a primera vista entre Mireia Oriol y Mario Casas, cabe decir que es un corto rodado en la isla de Menorca que se presenta como un perfecto escenario veraniego. Y atención porque lo mejor de esta pieza visual pasa por la casi perfecta vocalización de los interpretes españoles. Algo insólito y que hace pensar que la crítica tiene aún alguna influencia para la mejora de algunos aspectos de la cinematografía. Rodado en verso y con un final en el Teatre Principal de Maó -uno de los teatros de ópera con más historia de España- asistimos a un sentido homenaje al sector cultural español, que como en otros países, se ha visto especialmente afectado por los efectos pandémicos. El reparto del cortometraje lo completan Laia Manzanares, Nao Albet, Pep Cruz, Mònica López, Tamara Ndong, Daniel Ibáñez y Rigoberta Bandini quien, además, es la autora de “A ver qué pasa”, la canción que pone ritmo a la pieza y que se sitúa como una de las mejores canciones de este verano 

Sin más, me despido hasta el próximo mes de septiembre agradecido, honrado y feliz por el cariño con el que me acompañáis tanto en Cine y críticas marcianas, como en Cinemagavia y en Noroeste Madrid. Sigo pensando que el cine para muchos de nosotros es un matrimonio indisoluble y un fenómeno cultural que cubre a todas las capas de la sociedad. Y ahora sí, os dejo con este veraniego "Amor a primera vista".

lunes, 18 de noviembre de 2019

Adiós: magistral thriller español dirigido con mano de hierro por Paco Cabezas


Adiós dirigida por Paco Cabezas se estrena en cines españoles el próximo día 22 de noviembre. La impactante película ibérica está protagonizada por Mario CasasNatalia de Molina, Ruth Díaz y Carlos Bardem

🔝🔝🔝🔝🔝

Hay películas que marcan un antes y un después en la vida de un cineasta. Adiós es una de ellas. Hoy tengo el placer y la responsabilidad de escribir sobre la película que más me ha impactado en este año 2019. Peliculón sin reservas. Hay críticas que se pueden despachar en dos lineas. Pero hoy es el día para entrar a analizar en profundidad una historia desgarradora convertida en un orgullo y en un lujo para la cinematografía española. Ejemplo a seguir y un viaje sin retorno para el director español. 

La pequeña hija de Triana (Natalia de Molina) y de Juan Santos (Mario Casas) muere en un accidente de tráfico en la barriada de Las Tres Mil Viviendas en Sevilla. El padre iba al volante y es embestido por otro vehículo de una manera brutal. Juan, preso en tercer grado, junto a su pareja Triana, va a remover cielo y tierra con tal de encontrar a los culpables del crimen. Ambos, con la ayuda de la inspectora Eli (Ruth Díaz) se toparan con toda una difusa red que busca tapar al criminal conductor que acabó con la vida de su pequeña. La agente, recién incorporada al cuerpo policial, se involucra en una investigación que le llevará a sumergirse en las entrañas de las marginales calles del barrio sevillano. Pero Juan y Triana recelan de la investigación policial liderada por Eli, lo que lleva al joven matrimonio a buscar apoyo en su clan familiar apodado como Los Santos. Estos fueron expulsados en el pasado de las propias Tres Mil Viviendas y se implicarán en la investigación tomándose la justicia por su cuenta. Con la policía y la familia investigando el caso, el choque a tres bandas entre padres e inspectora destapará toda una red de pactos silenciados que pululan a lo largo y ancho de las cloacas de la barriada sevillana. Un lugar filmado de manera impresionante donde esquinas y soportales ocultan secretos que conducirán a todos los protagonistas a un choque brutal con consecuencias imprevisibles para todos ellos. 


El encargado de llevar a cabo la impresionante filmación es el cineasta español Paco Cabezas. Por si alguien desconoce su trayectoria, apuntaré unas notas sobre su carrera. Paco Cabezas (Sevilla, 1976) es un guionista y director de cine andaluz. Tras estudiar dirección en el Centro Andaluz de Teatro y dirigir varias obras, su carrera empieza a forjarse en 2005 con su primer cortometraje: Carne de neón. Lleva años desarrollando su labor creativa también cómo guionista. Tras rodar Aparecidos y Carne de neón (el largo), que obtuvo una gran acogida internacional, se le abren las puertas de Hollywood y decide aceptar el reto que le depara la vida. 

Actualmente vive entre Madrid y Los Ángeles, donde ha rodado sus dos últimas películas: Tokarev, protagonizada por Nicolas Cage y Mr. Right, con guion de Max Landis y protagonizada por Sam Rockwell y Anna Kendrick. En los últimos años también dirige series de televisión internacionales entre las que se encuentran: Dirk Gently, Into the Badlands, The Strain, Fear the Walking Dead, The Alienist y Penny Dreadful. 

Ahora vuelve a sus orígenes. A su país, a su familia, a su barrio. Y de esa necesidad vital parte la idea de rodar un filme tan especial y emotivo. Una película muy dura también. Durísima, diría yo. Si un servidor que acude casi a diario a una sala de cine ha salido impactado de la proyección, el espectador que solo acude de manera ocasional al cine va a salir aturdido. Los rostros cubiertos de lágrimas prevalecerán ante una narrativa brutal. Si el cine es emoción, Paco Cabezas consigue maximizar las mismas a través de un noir que marca la pauta a toda una generación de cineastas. Esa vuelta a los orígenes del cineasta español es recurrente en la historia del cine. También de la literatura. Él mismo reconoce que tras rodar a ambos lados del océano, sentía la necesidad de volver a rodar en su idioma, en español, en dialecto andaluz, en sevillano y, si se puede ser aún más concreto, en el "idioma" que hablan en el barrio de Los Pajaritos donde se crió. Quizás el único error del filme haya sido meter en este papel a Mario Casas. El actor español, que muestra una clara progresión, no es andaluz y le cuesta hacerse con el personaje. No obstante, la mano de hierro en la dirección de actores de Paco Cabezas solventa el problema y demuestra que un interprete necesita ser dirigido con rigor y astucia. 


La actriz andaluza Natalia de Molina en el papel de la madre doliente desgarra el alma en una interpretación que la debería llevar de manera directa a ser galardonada con su tercer Premio Goya. La interprete nos acompañó en Cine y críticas marcianas durante este verano en una entrevista que también fue publicada en Cinemagavia. Le da buena réplica Ruth Díaz que tan buen sabor de boca dejó en el también impactante thriller: Tarde para la ira. Ella es la inspectora que profundiza en la investigación para tratar de atar los cabos de la historia presentada. Carlos Bardem también nos regala una gran interpretación como el jefe directo policial de la agente Eli. Por último, destacar en el reparto la sobrecogedora actuación de Mona Martínez que desde luego también tiene muchas posibilidades de ser nominada en los premios de la Academia de Cine. Interpreta a la matriarca del clan de Los Santos y produce escalofríos de pavor en pantalla. Impresionante actuación. 

Vanessa de la Haza es la directora de arte del filme y consuma una obra cumbre en esta disciplina cinematográfica tan especial. El viaje hasta el barrio obrero de Sevilla cuenta con unas localizaciones que son un personaje más en la película. Los interiores también nos ponen en contexto de como se puede crear auténtico cine negro a todo color. Una bellísima paradoja que es aumentada en las vistas cenitales sobre Sevilla. La pareja protagonista es filmada de manera preciosista en una terraza que cuenta, además, con valor narrativo. Un final redondo, emotivo y circular es acompañado en las secuencias finales a través de la fotografía de Pau Esteve Birba. Todo ello conforma una brillante parte técnica. Mención especial también para la banda sonora original compuesta por Zeltia Montes y a una canción interpretada por Rosalía que pone los pelos de punta como contrapunto emocional del filme. 


En conclusión, Adios es un viaje emocional que sobrepasa los patrones del género narrativo elegido. Un filme con la venganza como principal frente discursivo pero con cientos de matices que hacen del cine una experiencia, que esta vez sí, va más allá del puro entretenimiento. El gran libreto creado por el también sevillano José Rodríguez profundiza en el dolor, en el amor y en la pérdida. Quizás, solo el que haya vivido la paternidad pueda llegar a comprender la verdadera dimensión de un filme que ya forma parte de la historia del cine negro español. 

Nota: 9/10.


Nacionalidad: España.

Dirección: Paco Cabezas. 

Guion: José Rodríguez.

Fotografía: Pau Esteve Birba

Música: Zeltia Montes

Duración: 114 minutos.

Estreno España: 22 de noviembre.

Reparto: Mario Casas,
Natalia de Molina, Ruth Díaz,
Carlos Bardem, Mona Martínez.

martes, 30 de octubre de 2018

El fotógrafo de Mauthausen: 7532 españoles en el centro del infierno nazi


Creo que empezamos a olvidar y, como europeos y sobretodo como seres humanos, no nos lo podemos permitir. -Mar Targarona.

La historia: El 5 de mayo del año 1945, la 11ª División Acorazada de los Estados Unidos entraba en el campo de concentración de Mauthausen en Austria, siendo recibidos con alborozo entre los presos que no habían sido exterminados y con unas pintorescas pancartas hechas con sábanas en las que había escritas unas palabras de bienvenida en español. De hecho, aquel lugar en el que se cometieron crímenes a destajo fue conocido como "el campo de los españoles" y en él, Francisco Boix (Mario Casas), desempeñó un papel crucial como fotógrafo retratando y escondiendo los negativos que sirvieron posteriormente para denunciar lo allí sucedido y encausar a algunos de los responsables de aquellos crímenes contra la humanidad.


La crítica: La cineasta catalana Mar Targarona (Secuestro) ha conseguido con gran eficacia narrativa aportar luz a la historia del preso republicano español Francisco Boix. Éste aprovechó sus conocimientos en fotografía para conseguir un puesto en el laboratorio fotográfico de Mautaushen-Gusen en una historia que si bien había sido llevada al cómic o al documental, nunca había llegado a ser ficcionada a través de la gran pantalla de cine.

Cuando los nazis preguntaron a su aliado, el dictador Francisco Franco, sobre que sugerencias proponía para los presos españoles encerrados en los campos de exterminio, el genocida ibérico respondió que esas personas no eran españolas y junto a su cuñado Serrano Suñer, acordaron con las fuerzas alemanas un pacto no escrito para que los españoles allí encarcelados formaran parte de la solución final y fueran exterminados junto a los demás ciudadanos europeos que habitaban dichos campos. De hecho, los españoles fueron marcados con un triangulo azul que significaba: apátridas. A esto, los propios miembros del ejercito alemán añadieron una S de spanien, reconociéndoles al menos un estatus o país de procedencia para clasificarlos como presos políticos y no como judíos. Es decir, hasta los propios nazis tuvieron más "sensibilidad" con los españoles que los propios gobernantes ibéricos si es que a esa banda de franquistas infectos se les puede calificar como gobernantes. Lo más curioso es que aún hoy en 2018 se siguen escuchando voces en España con el dicho de: "con Franco se vivía mejor". Claro se vivía mejor si no te habían matado antes. Como no quiero caer en ningún tipo de maniqueísmo, esto mismo valdría para los rusos que dicen que con Stalin se vivía mejor, o para lo futuros fanáticos que dirán que con Castro o con Chavez se vivía de puta madre. Sin duda, el fanatismo político del hombre nos determina a repetir una y otra vez la historia y ese es el fondo del mensaje que El fotógrafo de Mauthausen trata de transmitir, como en su día lo hizo Spielberg con La lista de Schindler.

Volviendo a la película en sí, lo que trata de reflejar la cineasta es la importancia de los fotógrafos para constatar de manera gráfica los acontecimientos históricos desde que tenemos este medio a nuestra disposición. Supongo que a todos nos habrá llamado la atención en algún momento de nuestra vida cuando hemos visto a algún reportero de guerra trabajar en medio de un conflicto bélico o tras un atentado terrorista sin socorrer a los heridos. Bueno ahí puede surgir un conflicto ético, pero seguramente estos fotógrafos sacrifiquen su conciencia personal, para retratar a modo de denuncia la barbarie en la que el ser humano ha incurrido a lo largo de la historia. Por eso y quizás sin el sacrificio de hombres como Francisco Boix, hoy no hubiéramos conocido gráficamente lo que se hizo en Mauthausen.

¿Y que se hizo allí? Pues estas angelicales criaturas alemanas se dedicaban a las nobles tareas de practicar tareas de exterminio con cámaras de gas fijas, o en camiones móviles, fusilar o ametrallar a los presos, matarlos de hambre en celdas de castigo sin proporcionarles alimentos ni agua hasta su fallecimiento, flagelaros con latigazos hasta su muerte, darles duchas de agua helada en invierno con las consecuencias imaginadas, practicarlos el sangrado o el desangrado hasta la muerte para mandar su sangre a los frentes del este, hacer experimentos médicos con los presos y utilizarlos de esclavos en la famosa "escalera de la muerte de Mauthausen", que con sus 186 pavorosos escalones, era sinónimo de muerte cuando los reos tenían que subir piedras de granito de unos 25 kilogramos como si fueran animales de carga hasta que caían extenuados. En dichas escaleras, y en mitad de la noche, algunos presos eran "suicidados" arrojándolos desde arriba como se muestra en una secuencia de la película. Cabe decir que muy buena de la arquitectura totalitaria nazi proviene de este yacimiento de granito austriaco.


El peso de la producción está soportado casi en su totalidad por el mejor Mario Casas (Toro), que yo haya visto en el cine y que por fin deja sus tics juveniles para convertirse en un verdadero actor. Lo más loable en esta transición actoral es un buen trabajo, muy buen trabajo en la dicción que siempre es lo que más le hemos criticado. De hecho, muy acertadamente y para apreciar su buena evolución en este aspecto la directora le permite abrir la producción narrando en off el principio de la historia en un hecho insospechado en sus comienzos. Cabe destacar además que ha recibido clases de alemán para interpretar al personaje y ha perdido quince kilos para aportar la credibilidad necesaria. Así que al Cesar lo que es del Cesar, y a Mario lo que es de Mario. El resto del reparto es monocorde, destacando eso sí a Alain Hernandez en su papel del preso Balbuena o a Macarena Gómez que interpreta brevemente a Dolores que es una muchacha española obligada a ejercer la prostitución. Pero, ¿existía la prostitución en Mauthausen? Pues efectivamente, así es. En el colmo del despropósito nazi-machismo, se instaló un prostíbulo con esclavas sexuales para que algunos presos de "confianza" tuvieran un "premio", y para que estas mujeres fueran multivioladas por las tropas alemanas aunque esto se omite en la película.


En la parte técnica de la producción cabe destacar la buena fotografía digital de Aitor Mantxola que tiñe la película de grises pero que deja ver lo que sucede en todo momento. Otro aspecto muy destacable es la dirección de arte y vestuario ya que cabe recordar que en el campo de concentración había además de los oficiales y soldados, presos que ejercían de fotógrafos, peluqueros, albañiles, sastres o administrativos y hubo que buscar materiales y ropa acorde con el contexto histórico narrado. Y como no, destacar la música del compositor canario Diego Navarro que firma unos pasajes extraordinarios. Ademas la producción se ha llevado hasta Budapest para aprovechar lo que quedaba de la recreación que se hizo del campo en la película 'El niño del pijama de rayas'. En cambio, en el debe de la película cabría poner alguna pega a cierta teatralización en su conjunto y a la utilización del melodrama de manera innecesaria aunque comprensible en el contexto narrado.

En conclusión, El fotógrafo de Mauthausen es una buena propuesta que actúa como testigo directo de la vida y obra de Francisco Boix que consiguió gracias a su ingenio, a su fortaleza mental y a sus ideales realizar más de mil fotografías en el centro del infierno nazi en el que perecieron 4.816 presos españoles de los 7532 que fueron trasladados hasta Mauthausen. Con parte de ese material gráfico, Boix pudo demostrar, documentar y testificar en los Juicios de Núremberg y con ello ayudar a condenar a parte de la jerarquía nazi al mando del campo de exterminio austriaco.

Nota: 7/10.

Nacionalidad: España.

Dirección: Mar Targarona.

Reparto: Mario Casas, Alain Hernandez,
Macarena Gómez, Richard Van Weyden.

Guión: Alfred Pérez-Fargas, Roger Danès.

Música: Diego Navarro.

Fotografía: Aitor Manxola.

Duración: 110 minutos.

Estreno España: 26/10/2018.





lunes, 27 de marzo de 2017

El Bar


Bar: Local en el que se despachan bebidas que suelen tomarse de pie, ante el mostrador. - Real Academia Española.

Sólo en la calle Atocha de Madrid hay más bares que en toda Noruega. -Diario EL PAIS, 1980.

La historia: Madrid, hora punta del desayuno en un bar del centro. Entre chascarrillos de bar, los clientes apuran su café matutino antes de entrar a trabajar. Cuando uno de ellos sale por la puerta principal recibe un disparo en la cabeza de un francotirador. El pánico entre la clientela empieza a cundir. ¿Se atreverá alguien más a salir? ¿Aguantarán encerrados con los teléfonos móviles sin cobertura?¿Qué pasará cuando un cliente se empiece a encontrar enfermo y los demás sospechen que es portador de un virus peligroso? La miseria humana no tardará en aparecer.


La crítica: Extraordinario plano secuencia que nos regala el cineasta Álex de la Iglesia (Los crímenes de Oxford) para dar comienzo a la historia. Con un manejo casi poético de la cámara, presenta e introduce a los variopintos personajes en el bar a través de un travelling que roza la perfección y que de inicio nos congracia con lo que un día fue llamado séptimo arte. La cantidad de información introducida en unos pocos minutos debería estudiarse en cualquier escuela de cine en cuanto tengan la copia a su disposición. Un golpe genial que sumado al cierre visualmente perfecto en plena Gran Vía madrileña, hacen aún más redonda esta por fin gran película española.

Habría que hablar de una mezcolanza de géneros cinematográficos para definir la cinta en primer lugar. Aunque está presentada como un thriller en su fulminante comienzo, podríamos decir que evoluciona hacia una comedia dramática con altas dosis de humor negro. Una diversión asegurada que no obstante trataré de dejar lo más viva posible para no fastidiar el efecto sorpresa. Es más, si tienen interés en visionar el film, dejen de leer y vuelvan si les apetece cuando la hayan visto.

Si aún siguen por aquí, les contaré algo de la trama a través de sus personajes y su reparto coral. En la barra del bar se encuentra la propietaria que es una señora mayor de armas tomar interpretada sobresalientemente por Terele Pávez. Su ayudante es un jovial pero inseguro camarero al que el cómico Secun de la Rosa saca buen partido. Al otro lado de la barra, aparece Mario Casas como un hipster malasañero resolviendo cómo puede la situación. Joaquín Climent interpreta a un policía retirado con un carácter insoportable. Carmen Machí es la típica jugadora compulsiva de las máquinas tragaperras y está genial como siempre. La cuota internacional, la pone el actor argentino Alejandro Awada en el papel locuaz de un vendedor de ropa interior femenina. Jaime Ordoñez es el actor revelación del año interpretando a un vagabundo que depara los momentos más hilarantes de la cinta.

Y he querido dejar para el final del reparto, al personaje clave de la cinta. Se trata de la típica chica de elevada posición social que se encontraba a la hora equivocada y en el lugar equivocado. Alrededor de ella giran los personajes y la interpreta con acierto Blanca Suárez. Y la dejo para el final del reparto, porque de nuevo la polémica en el cine español ha estallado en las redes sociales durante el fin de semana.

Y esta vez al ser un tema de salud pública ya tratado en este blog (Shakira y su mensaje en Zootopia) no lo quiero dejar pasar. La actriz ha sido "acusada" en algún foro de contar con unos kilitos de más en la actualidad fuente de la noticia. De nuevo, sembrando cizaña y desconcertado a las chicas más jóvenes e indirectamente fomentando un modelo de mujer que puede conducir a la anorexia a adolescentes inseguras. Basta ya de gilipolleces, dejen a la gente en paz y vivan su vida. Y es que además Blanca Suárez es muy guapa y tiene una esbelta figura, así que supongo que personalmente le importará muy poco lo que digan de ella. La siguiente fotografía de El bar habla por si misma.


Volviendo al cine, la cinta además de ser un puro recreo, lleva varios mensajes que nos hablan principalmente del miedo y el egoísmo incrustado en nuestras sociedades. Una vez que los personajes se quedan atrapados y sin salida del bar, empiezan a aparecer las desavenencias personales de cómo resolver la situación y encontrar la mejor manera de salir de allí con vida. En breve, e imbuidos por el terror que sienten, comienzan a acusarse unos a otros de todos los males del mundo. La policía no acude al lugar y un vagabundo completamente loco que estaba en el bar está llevando la situación al limite. La peor condición del género humano empieza a asomar y no se sabe si hay mayor peligro fuera que dentro del local. Sin salidas factibles y atrapados, Alex de la Iglesia a través de un brillante guión, nos lleva a un terreno frenético con un cierto punto de suspense tragicómico que hacen de su propuesta un carrusel de giros inolvidables.

Técnicamente, la cinta es una auténtica maravilla. El director, valiéndose de unos fundidos a negro que hacía tiempo no veía, va ofreciendo la trama en una serie de actos para dar cierto aire al espectador. La buena música interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bratislava acompaña con acierto pero sin opacar lo que está sucediendo en pantalla.

Pero si algo destaca sobremanera en la técnica es la brillantísima fotografía de Ángel Amorós (Musarañas). Una cromacidad única es la que consigue adaptando la luz de una manera increíble. Brillante en las escenas luminosas a las que impregna un ligero tono dorado, pasa a los tonos azulados cuando se trata de tomas con menos luz. Además, la perfecta iluminación de las escenas sin luz o nocturnas consiguen el complicado efecto de ver en la oscuridad. Con ello se demuestra que además de posible, es muy necesaria la buena iluminación nocturna en el cine. Puede sonar contradictorio lo que expongo, pero no lo es, ya que refugiarse como hacen algunos en querer crear misterio con no ver lo que está sucediendo en pantalla, suena a excusa de mal pagador. El impecable sonido directo y el maquillaje completan una sobresaliente parte técnica.

Para concluir ya, diré que en mi opinión Álex de la Iglesia firma su mejor película hasta la fecha y me deja con muchas ganas de ver sus próximos proyectos. Salvo algunas exageraciones y excesos que se cometen en la historia, y un "peliculero" último tercio de la misma, la cinta deja unas sensaciones óptimas que invitan a un segundo visionado para volver a disfrutarla. Cuando sucede algo así en el cine y sales de la sala con la adrenalina por las nubes la satisfacción es mayúscula. Original y contundente, El bar es hasta el momento la mejor película del cine español en lo que va de año. Esperemos que la cosecha siga dando buenos frutos.

Nota: 9/10.

P.D. Al cierre de esta reseña, me llega la información de que El bar entrá directamente al número 2 de la taquilla española superando a Logan y Kong y solo por detrás de La Bella y la Bestia. A pesar de todas las polémicas, el cine local causa un interés muy especial.

Nacionalidad: España.

Dirección: Álex de la Iglesia.

Guión: Álex de la Iglesia y
Jorge Guerricaechevarría.

Reparto: Blanca Suárez, Mario Casas,
Terele Pávez, Secun de la Rosa,
Carmen Machi, Jaime Ordoñez.

Música: Carlos Riera, Joan Valent.

Fotografía: Ángel Amorós.

Duración: 102 minutos.

Estreno España: 24/03/17.

viernes, 22 de abril de 2016

TORO


El cine español sigue en plena forma. Después de una década bastante irregular parece que en los últimos años los estrenos españoles son tan esperados como algunas producciones de Hollywood.

Kike Maíllo nos presenta su segundo largometraje tras ganar el Goya al mejor director novel en 2012 por la película de ciencia ficción 'Eva'. En esta ocasión, nos presenta un thriller de alta intensidad en el que nos cuenta la historia de dos hermanos que se reencuentran tras varios años del menor encerrado en una cárcel. Un mal robo hizo que el hermano pequeño fuera detenido y el mayor escapara.

Lo primero que llama la atención de la historia es la manera en la que la narrativa nos lleva por los caminos del cine negro. Curioso pues es un terreno no demasiado explorado en la cinematografía española. Hay que reconocer los riesgos que esto entraña para el éxito de la producción.

El argumento gira sobre el pasado delictivo de  los dos hermanos interpretados por Luis Tosar y Mario Casas. Las estrechas relaciones que aún mantienen con el jefe de un clan mafioso (José Sacristán) marcan el ritmo de la historia. 

El mafioso aprovecha que el hermano mayor le debe dinero para intentar convencer a "Toro" (Mario Casas) de que vuelva a ser su hombre de confianza como lo era antes de caer preso. Él está reinsertado, con trabajo y a punto de cumplir su pena de prisión. Además, ahora es feliz con su novia y no quiere volver a delinquir. Los hermanos tratarán de huir por todos los medios antes de volver a caer otra vez en manos mafiosas.

 

La película y su idea central nos habla de lealtades y traiciones. También nos transmite la idea o la pregunta sobre si es posible salir de una organización criminal y cuáles son las consecuencias de ello.

La realidad indica que hay amigos o familia que son susceptibles de ser amenazados. A pesar de que Toro intenta hacer vida normal junto a su pareja, al final no tendrá más remedio que pelear por defender a su hermano y a su sobrina secuestrada. 

La representación del cártel mafioso está muy bien elaborada y quizás sea lo más enjundioso de la película. En el reparto brilla José Sacristán en un personaje a lo Vito Corleone cañí. Su presencia en pantalla inspira respeto y miedo por momentos. 

Luis Tosar es un actor en pleno crecimiento. No se divisa techo en su carrera y es una buena alternativa con respecto a Javier Bardem en el cine español. En mi opinión son los dos mejores actores que tenemos en España. Mario Casas se queda en la nada, y en la nula vocalización al interpretar. 


La película tanto en su fotografía, como en su música y en su dirección artística nos recuerda por momentos al cine negro más violento. Cinta por lo tanto bien planteada en su técnica cinematográfica, pero excesiva en su violencia e incluso cruel con el espectador.

Pero aun con todas las pegas que podamos poner a la película, hay que reconocer el esfuerzo puesto por el cineasta por adentrarse en terrenos pantanosos. No tendremos la sensación de haber perdido el tiempo ante un trabajo de tal seriedad.

¿Es divertida? Sí, no te aburrirás. ¿Es violenta? Sí y bastante ¿Es emocionante? La película no emociona demasiado por la bajeza moral de los protagonistas. Sin embargo, si logra tensión emocional en las escenas de persecuciones y en la desgarradora violencia.

Pero entonces es un sí o es un no. ¿Es buena la película? En mi opinión, la cinta es moderadamente divertida, pero no alcanza a los últimos éxitos del cine español como han sido: Cien años de perdón, El desconocido o El niño. Sin duda, lo mejor de Toro son las primeras referencias a los personajes y  a sus contradicciones. Otros mensajes nos hablan del perdón, de la lealtad y sobre todo de la traición, de esa cruel, y maldita traición.

 Nota: 7/10.


Dirección: Kike Maíllo.

Reparto: Luis Tosar, Mario Casas,
José Sacristán, Ingrid García Jonsson.

Nacionalidad:España.

Estreno: 22 de abril 2016.

Guión: Rafael Cobos, Fernando Navarro.

Fotografía: Arnau Valls Colomer.