lunes, 24 de mayo de 2021

El año de la furia: forma, informa y entretiene


El año de la furia dirigida por Rafa Russo se estrena en cines españoles el próximo día 28 de mayo. La película es una coproducción hispano-uruguaya, ambientada en el año que precedió al golpe de estado militar ocurrido en Uruguay el 27 de junio de 1973. Distribuida por Filmax España. 

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La historia: Montevideo, 1972. Leonardo (Joaquín Furriel) y Diego (Alberto Amman) son los guionistas de un popular programa de televisión que se dedica a la sátira política. En un momento dado, comienzan a recibir fuertes presiones de la cúpula militar del país para que rebajen el tono de sus parodias. Uruguay se dirige hacia la dictadura y Rojas (Daniel Grao), un teniente del ejército, comienza a hacer méritos ante la cúpula a base de torturas a los sospechosos de colaborar con simpatizantes de la guerrilla de los Tupamaros. Es entonces, cuando Susana (Martina Gusmán), una prostituta, entra en acción con un peligroso romance junto al teniente Rojas que afectará a los demás protagonistas. 


La crítica: Con libreto escrito por el propio Rafa Russo, el cineasta español vuelve a ponerse detrás de la cámara, tras una larga temporada en la que ha trabajado como guionista de películas como Lluvia en los zapatos, La decisión de Julia o Remember Me. El año de la furia es el vehículo que utiliza el director para indagar en las relaciones personales y en los acontecimientos que derivaron en la dictadura cívico-militar del Uruguay de la década de los setenta del siglo pasado. Se han realizado muchas películas sobre las dictaduras militares sudamericanas, aunque quizá menos sobre la del Uruguay, pequeño país encajonado entre los gigantes, Argentina y Brasil. Pero el país hispanoamericano también fue víctima de la geopólitica estadounidense. En general, todo el Cono Sur, fue afectado por la Operación Cóndor que en sí misma viene derivada de la Guerra Fría que afectó también a otros países caribeños.

En cualquier caso, El año de la furia, centra también la mirada en una historia de amor, en la amistad de los protagonistas y en las traiciones que se produjeron durante la incipiente dictadura militar. El cineasta nos inquiere con la pregunta base de si el amor es un refugio posible ante tanta crueldad. Pero también lo hace desde el lado opuesto. Así es como podemos comprender mejor como los torturadores eran piezas que no siempre estaban de acuerdo con lo que hacían. El miedo del teniente Rojas es un buen ejemplo de ello. Hablamos de hombre gris, un militar que, según sus superiores, “no tiene suficientes cojones”, y que por miedo a ser degrado o torturado se convierte en un torturador. Esto ayuda a entender cómo en los totalitarismos se utilizan todos los recursos para que todo funcione bajo una cadena de mando sin fisuras. Pero Rojas, también ama. Al enamorarse de una prostituta, baja la guardia y todos los fantasmas pasados comienzan a cernirse sobre su conciencia. 

La narrativa del filme hispano - uruguayo es sencilla con un ritmo pausado que ayuda a entender mejor el contexto geográfico y sentimental ante el que nos encontramos. Bien ambientada en los setenta por el diseñador de producción, Javier Fernández, viajamos junto a los protagonistas por un Montevideo sórdido, grisáceo y muy oscuro en lo moral.

El año de la furia, llamada así porque es el sobrenombre con el que se conoce al infausto año que precedió al golpe de estado militar en el Uruguay en 1973, puede considerarse también el reflejo americano de como obraba la moribunda dictadura española al otro lado del Atlántico. Los mismos perros, con distintos collares, que ahora y bajo distintos signos políticos, someten a los ciudadanos de diversas naciones del mundo. 


Lo mejor de la película pasa por un sólido reparto coral en el que destacaría a un sensacional Daniel Grao (El árbol de la sangre). Este teniente del ejercito es el eje que vertebra a los demás personajes de la historia. Grao expresa de manera sobresaliente el sentimiento de culpa que ronda la cabeza del personaje interpretado. También el miedo y la cobardía. Encuentra en el amor hacia una prostituta una extraña forma de redención. Ésta, es interpretada por la actriz argentina Martina Gusmán. Asimismo, ella es el enlace con el personaje de Diego (Alberto Amman). Diego y Susana viven en una casa de huéspedes, junto a otros hospedados, y entre ellos tienen una amistad digamos que especial. Además de fijar la mirada en las relaciones personales, el cineasta hace hincapié en las contrapuestas ideas políticas de los dos hombres que intentan influir o conquistar a Susana. No sabemos muy bien porque Susana ha caído en las redes de la prostitución. Esta ambigüedad del libreto quiere dotar de cierto misterio a este personaje. En la resolución, se aclara algo del pasado de la mujer y entramos también en el asunto de los bebés robados por las dictaduras.

Completan el reparto un siempre eficaz Joaquín Furriel como otro de los guionistas puestos en el punto de mira del ejercito y Maribel Verdú que regenta la casa de huéspedes que es frecuentada por personas contrarias al gobierno. Allí vive con su hija, interpretada con acierto por Sara Sálamo. La pensión, que recuerda también con fuerza a las españolas de los 60 y 70, cobrará gran fuerza narrativa en el último tercio de la película. Observaremos como la represión de las autoridades se ceba con esta familia que comienza a plantearse la huida del país para salvar sus vidas.


El año de la furia me ha parecido un filme necesario por dar a conocer al mundo un periodo histórico muy presente en los uruguayos pero quizás desconocido para el resto del planeta. Otras dictaduras sudamericanas con hechos más espectaculares son conocidas por todos. Pero la película no es estrictamente política. Más bien hablamos de un filme que nos habla de amistad, de amor y de traición en un convulso momento político. Con un reparto coral muy sólido y las clásicas estructuras narrativas del thriller bien planteadas, nos hallamos ante una propuesta que cumple con el propósito que mencionaba Manolo Munguia en su entrevista para Cine y críticas marcianas. Es decir: "Toda película debe cumplir con tres principios: formar, informar y entretener"

Nota: 7/10. 


Nacionalidad: España - Uruguay

Dirección: Rafa Russo

Guion: Rafa Russo

Música: Claudia Bardagí

Fotografía: Daniel Aranyo

Duración: 102 minutos

Reparto: Daniel Grao, Joaquín Furriel,
Alberto Ammann, Martina Gusman, 
Sara Sálamo, Maribel Verdú, Paula Cancio, Miguel Ángel Solá