Amenaza en el aire dirigida por Mel Gibson se estrena en cines españoles el próximo día 28 de febrero de 2025. Tras ocho años sin dirigir una película, el aclamado director y actor de Hollywood, vuelve a la gran pantalla con una película protagonizada por el ganador del Oscar, Mark Wahlberg acompañado de la cuatro veces nominada al Emmy, Michelle Dockery.
✈✈✈✈✈
La historia: En este claustrofóbico thriller, un piloto (Mark Wahlberg) transporta en su avioneta a una teniente general (Michelle Dockery) que custodia a un testigo (Topher Grace) que va a testificar en un juicio contra la mafia. A medida que atraviesan las montañas de Alaska, las tensiones se disparan, ya que no todo el mundo a bordo es quien parece ser. Y a 3000 metros de altura no hay escapatoria posible (Diamond Films).
La crítica: La parte buena de la cinta es que tiene el don de un moderado entretenimiento a base de un cierto humor negro. Sin embargo, la parte mala es que hablamos de una producción dirigida por Mel Gibson, pero que podría haber estado dirigida por cualquier debutante. No hay rastro del director en las secuencias, no hay narrativa de profundidad y los ocurrentes diálogos están escritos por el guionista Jared Rosenberg. En definitiva, Gibson solo ha puesto el nombre al servicio de la producción que ha funcionado bien en la taquilla estadounidense doblando su presupuesto. El filme, una vez exhibido en los cines, tiene todos los tintes de emitirse en las sobremesas de Antena 3 varios millones de veces en los próximos años. También vale para los noches de insomnio.
Amenaza en el aire cuenta de salida con una premisa sencilla. Tres desconocidos encerrados en un pequeño avión en el que surge un conflicto al destaparse las intenciones del piloto. La cinta intenta conseguir una mezcla excitante de acción trepidante y una guerra psicológica en el aeroplano que sobrevuela las majestuosas vistas del terreno alaskeño. La historia nos recuerda a aquella peli noventera de Con Air (Convictos en el aire), pero en versión reducida. Por cierto, los 90 minutos de metraje son un acierto. Cuando ves que tu peli se aproxima al churro, corta pronto.
La película juega con el miedo a volar a grandes alturas, a la caída y a estrellarse. Nada muy nuevo, pero que contiene ciertas dosis de adrenalina y en cierta manera evade al espectador del panorama mundial que cada vez se parece más al circo de los horrores. Para mantener la tensión del espectador, Madolyn debe dominar a un asesino maníaco, tomar el control del avión, y aterrizar sin peligro. Pero no tiene experiencia alguna pilotando por lo que debe fiarse de su instinto y su entrenamiento como militar.
Buen papel de Michelle Dockery en el personaje de Madolyn. Antes de que surja la impactante y mortal amenaza, la tarea principal de la mujer es tomar el control del contable fugitivo quien ha huido a Alaska, pelear con él a bordo de un pequeño avión, y eventualmente hacerle llegar al juicio. Al principio, las constantes quejas y el sentido del humor fuera de lugar de Winston molestan a Madolyn, pero cuando sus vidas se encuentran en peligro a más de 3.000 metros en el aire, en medio del campo de batalla claustrofóbico definitivo, forman una incómoda alianza. Una alianza contra el piloto cuyo personaje está encargado de interpretar un irregular Mark Wahlberg. Hablamos de un personaje con todos los tópicos del mundo y un poco más allá hasta llegar al infinito.
En la técnica de rodaje y para proporcionar las impresionantes imágenes del avión volando por encima de la naturaleza de Alaska y las montañas cubiertas de nieve, utilizaron un escenario sonoro inmersivo conocido como Volume en el que se utilizan paneles LED como fondo para un escenario en el que se proyectan vídeos o imágenes generados por ordenador que pueden proyectarse en tiempo real. La mayor parte de la película se rodó en un escenario de Las Vegas, donde se instaló The Volume, por lo que la mayor parte de la acción se desarrolla dentro de los límites de este avión Cessna Grand Caravan.
Amenaza en el aire es una chaladura, pero hace pasar un buen rato de evasión en el cine. En su extravagancia está su punto fuerte y en su poco peso su punto débil. Con un reparto desigual y una técnica bien conseguida, hablamos de un producto divertido aunque inane. Esperemos que Mel Gibson cuando vuelva a dirigir se planteé realizar algo acorde a su prestigio y a su talento. Hoy le aprobamos por los pelos.
Nota: 5/10.