lunes, 27 de marzo de 2017

El Bar


Bar: Local en el que se despachan bebidas que suelen tomarse de pie, ante el mostrador. - Real Academia Española.

Sólo en la calle Atocha de Madrid hay más bares que en toda Noruega. -Diario EL PAIS, 1980.

La historia: Madrid, hora punta del desayuno en un bar del centro. Entre chascarrillos de bar, los clientes apuran su café matutino antes de entrar a trabajar. Cuando uno de ellos sale por la puerta principal recibe un disparo en la cabeza de un francotirador. El pánico entre la clientela empieza a cundir. ¿Se atreverá alguien más a salir? ¿Aguantarán encerrados con los teléfonos móviles sin cobertura?¿Qué pasará cuando un cliente se empiece a encontrar enfermo y los demás sospechen que es portador de un virus peligroso? La miseria humana no tardará en aparecer.


La crítica: Extraordinario plano secuencia que nos regala el cineasta Álex de la Iglesia (Los crímenes de Oxford) para dar comienzo a la historia. Con un manejo casi poético de la cámara, presenta e introduce a los variopintos personajes en el bar a través de un travelling que roza la perfección y que de inicio nos congracia con lo que un día fue llamado séptimo arte. La cantidad de información introducida en unos pocos minutos debería estudiarse en cualquier escuela de cine en cuanto tengan la copia a su disposición. Un golpe genial que sumado al cierre visualmente perfecto en plena Gran Vía madrileña, hacen aún más redonda esta por fin gran película española.

Habría que hablar de una mezcolanza de géneros cinematográficos para definir la cinta en primer lugar. Aunque está presentada como un thriller en su fulminante comienzo, podríamos decir que evoluciona hacia una comedia dramática con altas dosis de humor negro. Una diversión asegurada que no obstante trataré de dejar lo más viva posible para no fastidiar el efecto sorpresa. Es más, si tienen interés en visionar el film, dejen de leer y vuelvan si les apetece cuando la hayan visto.

Si aún siguen por aquí, les contaré algo de la trama a través de sus personajes y su reparto coral. En la barra del bar se encuentra la propietaria que es una señora mayor de armas tomar interpretada sobresalientemente por Terele Pávez. Su ayudante es un jovial pero inseguro camarero al que el cómico Secun de la Rosa saca buen partido. Al otro lado de la barra, aparece Mario Casas como un hipster malasañero resolviendo cómo puede la situación. Joaquín Climent interpreta a un policía retirado con un carácter insoportable. Carmen Machí es la típica jugadora compulsiva de las máquinas tragaperras y está genial como siempre. La cuota internacional, la pone el actor argentino Alejandro Awada en el papel locuaz de un vendedor de ropa interior femenina. Jaime Ordoñez es el actor revelación del año interpretando a un vagabundo que depara los momentos más hilarantes de la cinta.

Y he querido dejar para el final del reparto, al personaje clave de la cinta. Se trata de la típica chica de elevada posición social que se encontraba a la hora equivocada y en el lugar equivocado. Alrededor de ella giran los personajes y la interpreta con acierto Blanca Suárez. Y la dejo para el final del reparto, porque de nuevo la polémica en el cine español ha estallado en las redes sociales durante el fin de semana.

Y esta vez al ser un tema de salud pública ya tratado en este blog (Shakira y su mensaje en Zootopia) no lo quiero dejar pasar. La actriz ha sido "acusada" en algún foro de contar con unos kilitos de más en la actualidad fuente de la noticia. De nuevo, sembrando cizaña y desconcertado a las chicas más jóvenes e indirectamente fomentando un modelo de mujer que puede conducir a la anorexia a adolescentes inseguras. Basta ya de gilipolleces, dejen a la gente en paz y vivan su vida. Y es que además Blanca Suárez es muy guapa y tiene una esbelta figura, así que supongo que personalmente le importará muy poco lo que digan de ella. La siguiente fotografía de El bar habla por si misma.


Volviendo al cine, la cinta además de ser un puro recreo, lleva varios mensajes que nos hablan principalmente del miedo y el egoísmo incrustado en nuestras sociedades. Una vez que los personajes se quedan atrapados y sin salida del bar, empiezan a aparecer las desavenencias personales de cómo resolver la situación y encontrar la mejor manera de salir de allí con vida. En breve, e imbuidos por el terror que sienten, comienzan a acusarse unos a otros de todos los males del mundo. La policía no acude al lugar y un vagabundo completamente loco que estaba en el bar está llevando la situación al limite. La peor condición del género humano empieza a asomar y no se sabe si hay mayor peligro fuera que dentro del local. Sin salidas factibles y atrapados, Alex de la Iglesia a través de un brillante guión, nos lleva a un terreno frenético con un cierto punto de suspense tragicómico que hacen de su propuesta un carrusel de giros inolvidables.

Técnicamente, la cinta es una auténtica maravilla. El director, valiéndose de unos fundidos a negro que hacía tiempo no veía, va ofreciendo la trama en una serie de actos para dar cierto aire al espectador. La buena música interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bratislava acompaña con acierto pero sin opacar lo que está sucediendo en pantalla.

Pero si algo destaca sobremanera en la técnica es la brillantísima fotografía de Ángel Amorós (Musarañas). Una cromacidad única es la que consigue adaptando la luz de una manera increíble. Brillante en las escenas luminosas a las que impregna un ligero tono dorado, pasa a los tonos azulados cuando se trata de tomas con menos luz. Además, la perfecta iluminación de las escenas sin luz o nocturnas consiguen el complicado efecto de ver en la oscuridad. Con ello se demuestra que además de posible, es muy necesaria la buena iluminación nocturna en el cine. Puede sonar contradictorio lo que expongo, pero no lo es, ya que refugiarse como hacen algunos en querer crear misterio con no ver lo que está sucediendo en pantalla, suena a excusa de mal pagador. El impecable sonido directo y el maquillaje completan una sobresaliente parte técnica.

Para concluir ya, diré que en mi opinión Álex de la Iglesia firma su mejor película hasta la fecha y me deja con muchas ganas de ver sus próximos proyectos. Salvo algunas exageraciones y excesos que se cometen en la historia, y un "peliculero" último tercio de la misma, la cinta deja unas sensaciones óptimas que invitan a un segundo visionado para volver a disfrutarla. Cuando sucede algo así en el cine y sales de la sala con la adrenalina por las nubes la satisfacción es mayúscula. Original y contundente, El bar es hasta el momento la mejor película del cine español en lo que va de año. Esperemos que la cosecha siga dando buenos frutos.

Nota: 9/10.

P.D. Al cierre de esta reseña, me llega la información de que El bar entrá directamente al número 2 de la taquilla española superando a Logan y Kong y solo por detrás de La Bella y la Bestia. A pesar de todas las polémicas, el cine local causa un interés muy especial.

Nacionalidad: España.

Dirección: Álex de la Iglesia.

Guión: Álex de la Iglesia y
Jorge Guerricaechevarría.

Reparto: Blanca Suárez, Mario Casas,
Terele Pávez, Secun de la Rosa,
Carmen Machi, Jaime Ordoñez.

Música: Carlos Riera, Joan Valent.

Fotografía: Ángel Amorós.

Duración: 102 minutos.

Estreno España: 24/03/17.