miércoles, 3 de mayo de 2023

¡Qué maravilloso es el cine! El tesoro de Sierra Madre


México, 1925. Fred Dobbs (Humphrey Bogart) es un estadounidense que sobrevive en las calles de Tampico mendigando mientras encuentra una oportunidad de trabajo. Tras ser estafado por un contratista y acabar en un albergue para vagabundos, entabla amistad con dos compañeros y entre los tres deciden aventurarse en la Sierra Madre mexicana en busca de una mina de oro que pueda cambiar sus destinos para siempre.  


El tesoro de Sierra Madre dirigida por John Huston en 1948 se basa en la novela homónima de Bruno Traven y supuso un cambio de registro para Bogart. Nos hallamos ante una interpretación memorable para un personaje inusual en el cine de Hollywood. Hablamos de un hombre blanco, estadounidense y sin problemas de salud que mendiga en México.

Es decir, se invierten los términos o clichés que hasta la época prevalecían en este tipo de cine. Aunque la película se adscribe al género Western a mí me gusta más englobarla en el cine de aventuras ya que además fue rodada en el Este de México. La narrativa se asienta sobre la "Fiebre del oro" y los cambios psicológicos que esta producían en las personas que se dedicaban a esta tarea. 

La presentación de la película es gloriosa y consigue la paralización del espectador al ver a Bogart mendigando unas monedas para cubrir sus necesidades básicas. El cambio con respecto a Casablanca o El halcón maltés es radical. Seguimos las andanzas de Dobbs  -su personaje- por las calles de Tampico con un cierto hipnotismo. Así es como vemos su jocoso paso por una barbería, un tenso encuentro con un niño que le vende un billete de lotería, un lúbrico cruce de miradas con una prostituta (tremendo cameo de Ann Sheridan) y el primer encuentro con aires filosóficos con sus futuros compañeros de aventuras. 

Y es que los tres personajes principales: Howard, Dobbs y Curtin (Walter Huston, Humphrey Bogart y Tim Holt) tienen una primera conversación en la que se asientan las bases sobre lo que veremos en la ruta que les llevará hasta El tesoro de Sierra Madre. En ese momento observamos como John Huston presenta a tres personas con inocencia, compañerismo y buenas intenciones. Pero el más mayor, Howard, curtido en mil batallas, ya les advierte que el oro convierte a las personas en codiciosas. El filme, a lo largo de sus dos horas, se presenta como una obra maestra en relación a los cambios en la conducta humana. La maleabilidad de las personas se presenta como el principal frente discursivo llegando a altas cotas de egoísmo en el personaje de Bogart. 


La parte central del relato nos lleva de viaje por las áridas tierras de Sierra Madre donde los protagonistas encuentran un yacimiento de oro y deciden explotarlo de manera más o menos democrática. Pero pronto la codicia, la envidia o el miedo al robo hacen que cada uno de ellos guarde su parte del mineral dorado en un escondite oculto. El recelo se va a apoderando de los tres hombres y los conflictos no tardan en estallar. Los personajes están en continua evolución y transformación lo que hacen del libreto una obra magistral. Nunca serán los mismos hombres que se cruzaron en Tampico: 100.000 dólares a repartir -sin contar la inflación actualizada- en el supuesto de que consigan vender el oro. Hablamos de un botín casi inmanejable en las mentes de los que hasta hace poco eran indigentes.

La cinta cuenta con una poderosa banda sonora dirigida por el maestro Max Steiner. Visualmente, Houston se resiste a los encantos del sur de la frontera, fotografiando el paisaje con una iluminación descolorida en clave alta e incluso con una penumbra sombría que nos recuerda al cine negro. Finalmente la película recibió tres Oscar de la Academia: mejor director, guion y actor secundario para Walter Huston en su papel de viejo cascarrabias. Aunque Bogart no fuera premiado, nos hallamos ante una de las mejores interpretaciones de toda su carrera y fueron muchas. 


El tesoro de Sierra Madre es un filme magnético, retorcido por momentos e hipnótico desde el mismo momento que conocemos al personaje interpretado por Bogart. Un filme que se puede ver como una una película de aventuras o como una profunda crítica al egoísmo humano. John Huston consigue una fuerte tensión narrativa a la vez que inquiere al espectador con decenas de preguntas subliminales. De esta forma somos nosotros, como espectadores, los que vamos tomando partido por cada uno de los personajes representados sintiendo rabia, impotencia o alegría según avanza la narración. El final, antológico, me lleva a decir una vez más eso de ¡Qué maravilloso es el cine!

🎬🎬🎬🎬🎬

Nacionalidad: Estados Unidos

Año: 1948

Género: Aventuras, Western

Dirección: John Huston

Guion: John Huston

Música: Max Steiner

Fotografía: Ted D. McCord (B&W)

Duración: 125 minutos

Reparto: Humphrey Bogart, 
Walter Huston, Tim Holt, 
Bruce Bennett, Barton MacLane, 
Alfonso Bedoya, Arturo Soto Rangel

jueves, 11 de agosto de 2016

¡Qué maravilloso es el cine! Casablanca



"El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos"

Ilsa: - Lo dices porque quieres que me vaya.
Rick: - Lo digo porque es la verdad. Los dos sabemos que tu lugar es con Víctor. Tú eres parte de su obra. Si no te vas con él, te pesará.
Ilsa: - ¿Y nosotros?
Rick: - Nosotros siempre tendremos París. No lo teníamos hasta que viniste a Casablanca. Anoche lo recuperamos.
Ilsa: - Y yo dije que nunca te dejaría.
Rick: - Nunca me dejarás. También tengo obras que realizar. No puedes ser parte de lo que yo debo hacer.

Este es un solo ejemplo de los maravillosos diálogos de esta obra maestra del cine clásico. Amor, desamor, historia y belleza en el cine.

Rick Blaine es el propietario de un exitoso café-club en la ciudad marroquí de Casablanca. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial la ciudad se ha convertido en un refugio para las personas que huyen del conflicto. Hasta allí se desplaza Ilsa que fue un antiguo amor de Rick. Llega junto a su marido Víctor, huyendo también de la persecución a la que estaba sometido este. Los recuerdos y la llama de un amor aún no apagadas removerán su difícil situación.

La película está basada en una obra teatral titulada "Everybody comes to Rick's" (Todos vienen al café de Rick), de Joan Alison y Murray Burnett. La dirección fue del aclamado Michael Curtiz de origen húngaro que con una prolífica carrera superó los 150 filmes. Es cierto que ninguno llegó a alcanzar la universalidad de 'Casablanca', pero sin ninguna duda dejó en su obra otras grandes historias como fueron: 'El capitán Blood', 'Dodge City', 'Alma en suplicio' o 'Sinuhé el egipcio'.


Esta historia mil veces reseñada, vuelve a cobrar actualidad una vez más a colación con la crisis de los refugiados y de los flujos migratorias que se vienen produciendo en los últimos años. A la ya tradicional salida de dichos flujos provenientes de África hacia el viejo continente, habría que sumar ahora la salida desesperada de decenas de miles de personas huyendo de la guerra en Siria y de la insostenible violencia que sigue arrastrando Irak.

Es en este contexto, es donde me atrevo a dar mi punto de vista de esta joya del cine considerada por muchos como una de las mejores películas de todos los tiempos. No obstante, aunque casi siempre se recuerde 'Casablanca' por ser una gran historia de amor/desamor, su vinculo con los exiliados de Europa hacia esta ciudad y sus paralelismos con la huida de miles de refugiados de guerra, entroncan en cierta manera con la situación actual. Por desgracia, el ser humano esta condenado a repetir la historia. Refugiados y guerras van unidos de la mano y el cine es testigo durante el pasado siglo XX de la barbarie criminal del ser humano.

En la película, la ciudad de Casablanca era el puente para llegar a Lisboa y desde allí partir hacia el continente americano para buscar una vida mejor. Pero la salida era poco menos que imposible. Solo algunos afortunados y con altos contactos con los funcionarios destacados de la administración francesa, eran los que conseguían el famoso salvoconducto. Este hecho aparece recurrentemente en la cinta. Lo cierto es que lo que aporta fuerza y belleza a la historia es su romance, pero no conviene olvidar el contexto en el cual esta desarrollada la acción. Otro dato adicional de interés es que la cinta no se rodó en la ciudad original, sino que se filmó en los estudios de Warner Bros en la costa oeste de Estados Unidos. Los exteriores también fueron rodados en los estados de Arizona y California.


La película es ante todo belleza; sus diálogos y frases son un verdadero catálogo de antología poética. Todo es abrumador, todo inteligencia, un todo envuelto en un regalo de una historia que fue de amor y desembocó en un desamor quizás desgarrador. La identificación con un amor imposible es lo que otorga universalidad a la historia. Es decir, aquello que pudo ser y no fue, o aquello que fue y ya no puede ser. Todos somos un poco Rick, todas son un poco Ilsa y los que no, tal vez se sentirán identificados con el lado mordaz del inspector encargado de la prefectura francesa (Claude Rains). Un personaje absolutamente inolvidable.

Ilsa y Rick, Ingrid Bergman y Humphrey Bogart, dos leyendas del cine juntos para una misma historia. Estrellas de cine con mayúsculas, cada uno con sus matices, pero sin ninguna duda ambas carreras son dos ejemplos del porqué, los actores y actrices pasaron a obtener un reconocimiento a nivel mundial. Pero independientemente del prestigio bien merecido lo que ellos consiguen en la película, es que todos en algún momento soñemos con atravesar la pantalla y unirnos a la historia. El sueño del cine hecho realidad es a lo que más puede asemejarse a 'Casablanca'.

Un sueño que tuve la oportunidad de visionar en una pantalla de cine cuando aún era un niño. Sería aproximadamente a principios de la década de los 90. Por aquel entonces, en Madrid, aún quedaba alguna sala de cine en la que se volvían a proyectar algunos clásicos. Para mí, fueron unas sensaciones parecidas a las que sentía el niño de 'Cinema Paradiso'. Quizás ahí empezó a convertirse mi afición por el cine en una pasión. Es una pena que estás salas de cine, hoy en día, estén prácticamente desaparecidas de muchas ciudades. En la ciudad de Madrid si nos queda aún una auténtica joya. Se trata de la Filmoteca Nacional y sigue proyectando todo tipo de clásicos y no tan clásicos de las distintas cinematografías mundiales a unos precios totalmente asequibles. Espero y deseo que el Ministerio de Cultura, en vez de impulsar una fiscalidad desproporcionada al cine en España, se dedique a preservar esta joya que es un patrimonio cultural indispensable. En la actualidad la función de las filmotecas en las diversas ciudades de nuestro planeta debería ser un bien protegido. Quizás la única manera de poder ver en la gran pantalla joyas como 'Casablanca'.

'Casablanca' obtuvo el Oscar de la Academia de Hollywood como mejor película en el año 1943. También obtuvo dos Oscar más: al Mejor Director y al Mejor Guión Adaptado. En 1989 la película fue seleccionada para ser conservada en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por "ser cultural, histórica o estéticamente significativa". El American Film Institute la considera la tercera mejor película de todos los tiempos. También la cinta tiene sus detractores. En la época de su estreno la revista 'The New Yorker' la calificó como "apenas tolerable" y en la actualidad el escritor italiano Umberto Eco se refirió a ella: "Como una suma de arquetipos que la hacían mediocre en su sustancia". Esto prueba que la unanimidad en el cine es una quimera y así debe seguir siendo. En mi humilde opinión 'Casablanca' es una obra maestra absoluta.

Música y cine: Max Steiner fue el encargado de la brillante banda sonora de la producción. Pero sin ninguna duda lo que ha pasado a la historia es la famosa frase de: "tócala otra vez Sam" (Play it again, Sam) que por cierto, nunca se pronuncio en la película. La frase textual fue "tócala" de Bogart o "tócala una vez" de Ingrid Bergman. El personaje de Sam es interpretado por Dooley Wilson que fue un cantante y actor estadounidense que alcanzó la fama universal por interpretar la que fue la canción de Rick y Ilsa. Probablemente una de las canciones mas recordadas de la historia del cine. Sam era el pianista del café y amigo personal de Rick.

Así que una vez más le pediremos un último favor antes de cerrar esta reseña.

Tócala otra vez Sam: