Italia, Vittorio De Sica, Marcello Mastroianni y Sophia Loren fueron el poker de ases que en el año 1964 se unieron para crear esta curiosa comedia dramática que aúna risas y lágrimas haciendo las delicias de todos los que amamos el cine italiano. La película está basada en la obra teatral 'Filomena Marturano' de Eduardo de Filippo y aún se sigue representando por algunos escenarios de todo el mundo.
Nos encontramos en Nápoles durante un bombardeo en plena Segunda Guerra Mundial. Filomena Marturano (Sophia Loren) es una joven de 17 años que huyendo de la pobreza de su hogar acaba trabajando en un prostíbulo de la ciudad. Allí, conoce a Domenico Soriano (Marcello Mastroianni) que es un apuesto mujeriego y un acomodado miembro de la burguesía napolitana.
Al cabo de dos años la pareja se vuelve a encontrar y él le propone llevarla a vivir a su casa en una especie de matrimonio en la fantasía de ambos. Ella acepta y el espectáculo está a punto de comenzar. Los fuertes caracteres de ambos personajes empiezan a chocar a la "italiana".
Vittorio De Sica es el director y maestro de ceremonias de esta comedia de enredo que en su segundo tramo se torna en un film más profundo de lo que pudiera parecer en su comienzo. El cineasta italiano que se pasó al mundo del cine tras fundar su propia compañía de teatro. Él es director de obras tan notables como 'Ladrón de bicicletas', 'Milagro en Milán' o 'Los Girasoles' y fue galardonado con cuatro Oscars de la Academia todos ellos con películas en habla no inglesa.
Matrimonio a la italiana es una sencilla y eficaz manera de introducirse en la obra del director del Lacio. A través de la sonrisa que nos proporcionan unos personajes arquetípicos, conseguimos la suficiente información para conocer la peculiar forma de ser del pueblo italiano. Un encendido carácter que tanto contrasta con los vecinos del norte de Europa. Puro genio mediterráneo que emparenta de alguna manera a todos los países sureños del viejo continente. Con muchos tópicos, también es cierto, pero que encierran también bastantes verdades.
La llegada a la prostitución y la difícil salida de la misma están presentes como una sombra alargada intoxicando tanto la vida de Filomena que la ejercía, como la de Domenico que la frecuentaba. En cierto momento, ambos coinciden en que ninguno es mejor que el otro y aunque se intentan comprender el lugar donde se conocieron pesa demasiado en sus atribuladas vidas.
Pero ante todo, la película nunca deja de ser una comedia que proporciona momentos de hilaridad con la relación de amor/odio y los múltiples engaños que se producen entre la pareja protagonista. Hay una escena magistral en la que Filomena tiene que firmar unos documentos y las dimensiones de sus letras tan grandes, que provocan a la vez risa y ternura. Quizás esta sea la secuencia más conocida de la película, quedando como dicho: "Tardas más en firmar que Filomena Marturano".
Es cierto que la cinta tiene tendencia a exagerar los estereotipos de los personajes representados, pero precisamente ahí es donde contiene la gracia y la chispa necesaria para conectar con el espectador. Vittorio De Sica es consciente en todo momento que se está alejando de su corriente predilecta que es el neorrealismo y trata de mostrar un cine para más amplio espectro de público. No obstante, algunos momentos de la producción devienen en una segunda lectura, en situaciones verdaderamente sobrecogedoras a las que es sometida Filomena en su intento por reconducir su vida. Su anterior etapa como prostituta, marcará todo el camino de la relación con Domenico.
La película es un perfecto marco para el lucimiento de Sophia Loren que tras ganar el Oscar por la cinta 'Dos Mujeres', también de Vittorio De Sica, elegía cuándo y con quien quería actuar. En 'Matrimonio a la italiana' explota su versión más potente como actriz de coraje y a la vez muestra su exuberancia femenina que la llevó a convertirse en un mito erótico del siglo XX. Marcello Mastroianni no se queda a la zaga y ofrece su versión más heterodoxa en un papel que le vino como anillo al dedo. Sobreactuado en muchos momentos y suponemos que con el consentimiento del director deja unas escenas para el recuerdo en el cine cómico italiano. El resto del reparto se limita a servir de soporte para la actuación de la pareja.
La música y la fotografía también se dejan llevar por la exuberancia de toda la historia. Colores fuertes, acompañados por una banda sonora melodiosa y pegadiza acaban de componer el plan que de antemano había trazado con empeño el cineasta.
En conclusión, una historia verdaderamente exagerada y que en esta reverberación es donde encuentra todas sus virtudes pero también algunos de sus defectos. Un canto a una forma de ser y de estar que ninguna otra cinematografía como la italiana ha conseguido igualar. En un orden de mayor altura cinematográfica nos encontramos con obras de Federico Fellini, Luchino Visconti o el propio De Sica que han marcado hitos en la historia del cine mundial. Pero por el momento y como decía anteriormente, 'Matrimonio a la italiana' puede ser una buena, ágil y frugal manera de introducirse en la cinematografía del país transalpino para aquellos que aún no lo hayan hecho.
El tráiler es un documento histórico que habla por si mismo. ¡Avanti!
Dedicado a mí padre.