martes, 23 de julio de 2024

Nuestro momento perfecto: oda al romance clásico

Nuestro momento perfecto dirigida por Aylin Tezel se ha estrenado en cines españoles el día 17 de julio de 2024. La cinta ha obtenido el prestigioso premio Fipresci en el Tallinn Black Nights Film Festival.

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La historia: Kira e Ian, dejando ambos atrás sus vidas y sus problemas, se encuentran durante un fin de semana de invierno en la isla escocesa de Skye. Su conexión es instantánea y profunda. De regreso a Londres, cada uno intenta seguir con su vida, pero deberán enfrentarse a su pasado antes de volver a encontrarse.

La crítica: La directora Aylin Tezel afronta con soltura su ópera prima detrás de la cámara, y no sólo dirige, sino que también da vida con gran intensidad al personaje femenino protagonista. El propio relato es una declaración de amor al romance clásico que nace de un encuentro inesperado y alejado de las nuevas tecnologías. 

Nuestro momento perfecto busca realizar un homenaje hacia el amor universal aunque también muestra como pueden ser de liquidas las relaciones amorosas en pleno siglo XXI. La cineasta nos habla un poco de todo en este sentido y se pregunta dos cuestiones básicas: ¿Cómo utilizamos el tiempo que nos es dado? ¿Y cómo incide la forma en que nos enseñan a amar en nuestro paso por el mundo?

La cinta tiene un inicio potente cuando Kira e Ian se conocen por pura casualidad. Hay vitalidad, alegría y sueños. De igual manera y cerrando el círculo de manera virtuosa hallamos un final muy bien elaborado. El principal problema del filme es lo que se narra -y es casi todo el metraje- entre estos dos momentos señalados. Si bien es cierto que conocemos a los dos protagonistas, sus otras relaciones y sus traumas, el relato se hace sombrío y elitista con gente que parece fuera de la sociedad actual. 

Kira e Ian son el núcleo y el corazón de esta película. Sus historias son personales e individuales, pero las cuestiones sobre la vida y el amor que presenta esta película son universales. Todos conocemos el deseo o la nostalgia de un amor o de un hogar, el dolor de la pérdida y el miedo de lidiar con traumas de nuestra niñez o adolescencia; el poder liberarnos de los fantasmas de nuestro pasado.

Las interpretaciones de Aylin Tezel Chris Fulton son buenas destilando buena química en pantalla. Sus personajes están perdidos en esa frontera entre los 30 y los 40 años en los que aún no han encontrado ni el amor, ni su trabajo deseado e incluso sus relaciones familiares se encuentran nubladas por su propio ego. Poco a poco evolucionan como individuos y comenzarán a valorar a sus propias familias, a ellos mismos e incluso a las otras parejas que pasaron por sus vidas. 

Otros dos personajes principales de la historia son la isla escocesa de Skye y la metrópolis de Londres, dos lugares que reflejan el deseo sereno y la disrupción ruidosa de Kira e Ian. La gente de la isla de Skye tiene su propia forma de vida, su ritmo propio. Los padres de Ian viven su aislamiento y reaccionan a los traumas familiares sin palabras; su casa es silenciosa. La naturaleza, por su parte, es poderosa y omnipresente. Londres presenta un contraste fuerte: una capital pulsante dividida política, cultural y espiritualmente. Es rápida, jadeante, desenfrenada, y donde es fácil perderse en esa corriente anónima. Kira e Ian tratan de encontrar un hogar en esa ciudad que no tiene nada que ver con sus raíces. Londres les rechazará a ellos y a sus sueños al inicio, y sin embargo seguirá siendo el lugar que les da esperanza de encontrarse cuando más perdidos están. Los colores y la música son también importantes en esta película, ya que crean el lenguaje con el cual los protagonistas se expresan.

Nuestro momento perfecto es una cinta que trata de hacer una reflexión general de cómo son las relaciones amorosas en la actualidad. Se percibe una fuerte crítica al daño en la autoestima que se producen en las aplicaciones de citas y en la selva de las redes sociales. Por tanto hablamos de una oda al romance clásico, pero adaptándolo a los usos sociales de nuestro tiempo. La maternidad, base de la vida, apenas es mencionada e incluso se ve como una rara ávis entre quienes optan por ser padres. La cineasta ha querido mostrar como son las primeras 24 horas que pasan juntos Kira e Ian y su intensidad. No solo porque están compartiendo uno de los momentos más vulnerables de la vida de Ian, sino también porque su relación pasa de un coqueteo pasajero a una conexión real en el espacio de una noche. A medida que les seguimos en sus vidas diarias individuales, después del día que se conocieron vemos cómo tras volver a sus vidas se echan de menos. En definitiva, tengo la sensación de que la película se ha planteado con un comienzo trepidante y con un final bien trenzado, pero con la pega de que la parte central del relato se hace demasiado parsimonioso. Es por ello que el grueso de la narrativa resulta grisácea y repetitiva lo que no menoscaba la buena conclusión que une al amor con la libertad. Algo que el ser humano más posesivo no parece acabar de comprender. 

 Nota: 6/10. 


Nacionalidad: Alemania, Reino Unido 

Título Original: Falling Into Place

Género: Drama romántico

Dirección: Aylin Tezel

Guion: Aylin Tezel

Música: Jon Hopkins

Fotografía: Julian Krubasik

Duración: 113 minutos

Reparto: Aylin Tezel, Chris Fulton,
Rory Fleck-Byrne, Alexandra Dowling

viernes, 13 de noviembre de 2020

El año que dejamos de jugar: o cuando Hitler robó el conejo rosa


El año que dejamos de jugar dirigida por Caroline Link llega a los cines españoles el día 13 de noviembre a excepción de las regiones donde se han restringido las actividades comerciales a causa de la segunda oleada del coronavirus. El filme alemán retrata la llegada de Hitler al poder y las primeras consecuencias que tuvo para las familias judías que vivían con cierta normalidad en el país germano.

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La historia: 1933. La llegada de Hitler al poder cambia por completo la vida de Anna y su familia. Ella tiene nueve años cuando todo comienza, y está demasiado ocupada con sus cosas para prestar atención a lo que acontece en Berlín. Pero pronto ella y su familia se verán obligados a abandonar el país y dejar atrás muchas cosas queridas, como su casa, sus amistades, sus juguetes. Ahí también se quedará su infancia y su conejo rosa.


La crítica: Basada en el best seller semiautobiográfico “Cuando Hitler robó el conejo rosa”, de la escritora británica Judith Kerr, El año que dejamos de jugar está dirigida con enorme sensibilidad por la cineasta Caroline Link. Ella, fue ganadora de un Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa por su película “En un lugar de África”. La cinta hoy reseñada, fue estrenada por Warner Bros, en Alemania, donde consiguió grandes resultados en el estreno. Más de un millón de espectadores fueron a los cines lo que demuestra que todo lo acontecido en la Alemania nazi sigue despertando curiosidad no solo entre el pueblo germano, sino que es un fenómeno que causa enorme interés a nivel mundial. 

El año que dejamos de jugar está narrada en forma de road movie sentimental con paradas en diversos puntos de Europa. Arthur Kemper, el padre de familia, es un reconocido crítico teatral en Berlín que molesta a Hitler por querer fomentar la cultura libre y ser además de procedencia judía. Es por ello, que el dictador le coloca en la lista negra nada más llegar al poder. Es así, como este hombre se adelanta a los acontecimientos y antes de que Hitler gane sus primeras elecciones huye junto a su familia a Suiza para pasar posteriormente al París de los exiliados. 

La narración, siempre cadenciosa, se realiza desde el punto de vista de la pequeña Anna de nueve años. Una infancia rota a causa de la llegada del totalitarismo a Alemania. En cierta manera la historia se emparenta con la excelente Jojo Rabbit que se perfila como uno de los mejores filmes estrenados en España en este infausto 2020. Aquí, la niña también representa la inocencia en su máxima expresión pero lógicamente no es susceptible a la omnipresente propaganda nazi. Más bien, hablamos de entornos geográficos y sentimentales parecidos. En la película de Taika Waititi se narra, en parte, la historia de los judíos que no lograron huir a tiempo del régimen que se impuso. Allí, otra niña llamada Elsa tenía que vivir oculta detrás una pared. Sin embargo, en la historia llevada ahora al cine por Caroline Link, aparece la libertad como frente discursivo y el poder de la familia como soporte de los avatares del destino.


En el reparto destaca la niña Riva Krymalowski que a sus 12 años demuestra unas dotes actorales que la pueden llevar a ser una estrella de cine en poco tiempo. Krymalowski nació en Zurich en 2008 y creció en Berlín. Después de asistir a un casting para la película, la cineasta alemana Caroline Link quedó embobada ante su desparpajo y le dio el papel protagonista. Los padres de la criatura son interpretados con corrección por Oliver Masucci y Carla Juri.

Los espacios escenográficos elegidos son evocadores. Tan dulces y bucólicos que ocultan en parte el drama vivido por el éxodo judío de los que estuvieron más espabilados. La filmación se rodó en Baden-Württemberg, en el lago Constanza, en Berlín, en Suiza, en Praga, en Munich y en Baviera. Las tomas de París fueron rodadas en estudio en Alemania. Buena también la música compuesta por Volker Bertelmann y la preciosista fotografía de Bella Halben.


En conclusión, El año que dejamos de jugar o "Cuando Hitler robó el conejo rosa" que es como debió ser titulada en España, me ha parecido una película más aceptable por su mensaje final que por su preciosista narrativa visual. Una película que por cierto ha adquirido valor educativo y se visiona por escolares alemanes por sus valores éticos en relación con la libertad, el éxodo o el derecho a una vivienda digna. 

Nota: 7/10.


Título original: 
Als Hitler das rosa Kaninchen stahl 

Nacionalidad: Alemania

Duración: 119 minuntos

Dirección: Caroline Link

Guion: Anna Brüggemann, Caroline Link

Música: Volker Bertelmann

Fotografía: Bella Halben

Reparto: Riva Krymalowski,
Oliver Masucci, Carla Juri,
Justus von Dohnanyi, M. Hohmann,
Ursula Werner, Rahel Hubacher,
Peter Bantli, Hannah Kampichler

jueves, 11 de junio de 2020

Un verano inolvidable: cine de postal


Un verano inolvidable ("Immenhof - Das Abenteuer eines Sommers") dirigida por Sharon von Wietersheim se estrena de manera online el próximo 12 de junio. El filme alemán se podrá ver desde el mismo día del estreno a través de las plataformas digitales Movistar+, Vodafone o Rakuten.tv. También a través de la Sala virtual de cine

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La historia: Tres hermanas huérfanas, Charly, de 23 años, Lou, de 16 años, y la menor Emmie, viven juntas en la finca Immenhof, que han gestionado juntas desde la muerte de su padre. Ellas, tendrán que superar todo tipo de adversidades para poder conservar la granja de caballos familiar. Amenazadas con ser desahuciadas por el nuevo dueño de la finca, idean un plan en un verano que cambiará sus vidas para siempre. La mía, no. 


La crítica: Con Un verano inolvidable la cineasta Sharon von Wietersheim trata de poner al día la saga de películas alemanas "Immenhof" estrenadas en cines entre 1955 y 1974. Hablamos de un remake innecesario pero hábil en busca de la añoranza del público local. La nostalgia siempre ha sido un buen negocio en el cine y la cinta alemana es una prueba de ello. 

Adscribiría esta película en un género inventado al que llamaría "cine de postal". De hecho, hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918), las mejores imprentas eran las del área germánica (Alemania, Austria y Suiza), que destacaron por la perfecta producción de postales impresas. Es decir, hablamos de una película bonita, con un marco escénico espectacular, unas imágenes cautivadoras, unos paisajes de ensueño pero con una narrativa tan simple como las canciones de Leticia Sabater.

Con un aire de telefilme de Antena 3, Un verano inolvidable es tan predecible como un discurso de Donald Trump, pero a la inversa. En este mundo inexistente, salvo en los cuentos de hadas, la gente tiene buen corazón, las muchachas se apoyan unas a otras y la granja de caballos es un carrusel de buenos sentimientos. Bueno, también hay un villano intentando robar una yegua a las chicas, pero nada, poca cosa. En este mundo Disney, además, la gente que transita por pantalla -los interpretes digo- son también de postal. No sabía yo que los alemanes y las alemanas eran tan guapas. Desde luego, en este aspecto la película deja a Instagram en pañales. Mejor esto, eso sí, que ver a Los Hermanos Calatrava.


Así es como vemos desfilando por pantalla a la actriz y modelo Leia Holtwick, junto a Max von Thun (“El destino de un príncipe”) y Valerie Huber (“Party hard, die young”), entre otros. Todos bien, muy monos, muy contenidos y gente maja. Los caballos también están bien. Casi mejor que los humanos. Eso sí, se echa de menos a un perro tuerto o a un gato lisiado para compensar un poco. Pero por lo demás, bien. 

Lo mejor de la producción pasa por un diseño de producción muy notable. Atardeceres dorados, puestas de sol junto al mar y una preciosista música hacen que las imágenes sean realmente bellas. La producción se ha rodado en Baviera, Sajonia-Anhalt, Saarland y Bélgica. Otros lugares de rodaje incluyeron Gut Schwaighof en Allmannshofen, Peterhof en Perl-Borg y el área de entrenamiento militar en Colbitz-Letzlinger Heide.

Un verano inolvidable es un drama juvenil, más bien infantiloide, lleno de buenas intenciones y aceptable si tu edad real o mental está en torno a los cinco años. Si eres mayor de esa edad y lo tomas como una perversión sexual, hablamos de una obra cumbre en la historia del cine. 


Nota: 4/10. 

Nacionalidad: Alemania.

Dirección: Sharon von Wietersheim

Guion: Sharon von Wietersheim

Música: Hannes De Maeyer

Fotografía: Friede Clausz

Duración: 105 minutos

Reparto: Leia Holtwick, Max von Thun,
Valerie Huber, Laura Berlin, Heiner L,
Benjamin Trinks, Wotan Wilke Möhring

miércoles, 29 de abril de 2020

Películas curiosas: Este niño necesita aire fresco


Este niño necesita aire fresco es un filme dirigido por Caroline Link que fue estrenado en cines españoles el 23 de agosto de 2019. Por varias peculiaridades que iré desgranando, la cinta va directa a la sección de Películas curiosas de Cine y críticas marcianas.

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Valle del Ruhr, Alemania, 1972. Hans-Peter es un niño de nueve años que crece en un entorno familiar seguro y rodeado de una familia muy peculiar. A primera vista, no es el chico más popular del cole, pero sabe hacer reír a los demás. Pero los problemas no tardan en surgir en la vida del pequeño, ya que su madre, que era una mujer alegre y vital comienza a desarrollar una depresión mayor. El padre trabaja sin descanso y le deja a menudo al cuidado de sus abuelas. Gracias a su amor y dedicación, Hans-Peter intentará sobrevivir al caos emocional que le ha deparado la vida. 


Estos últimos días están siendo muy especiales para los niños. Tras duras semanas de confinamiento, los peques de la casa están disfrutando de sus primeros paseos al aire libre. Hablo desde España para poner en el contexto adecuado a los queridos lectores de Hispanoamérica. Aún no sabemos cuando acabará esta pesadilla distópica del Covid-19, pero esas salidas limitadas son una gran inyección de moral para ellos. Quizás la música más bonita del mundo suene cuando las escuelas puedan reabrir y escuchemos a los niños corriendo, silbando y gritando aunque sea a través de sus decoradas mascarillas. También será muy bonito ver a las mamás y a sus bebés pasear sin miedo como vemos en la imagen superior de la película hoy reseñada.  

Sí, como dice el título de esta película: los niños necesitan respirar aire fresco. Y así lo harán de manera completa cuando la ciencia encuentre la vacuna que los proteja. Volviendo al cine, así es como recordé este preciosista filme alemán que vi durante el pasado verano. El título ya es una curiosidad en sí mismo. También lo es que una película alemana se estrene de manera comercial en España. Sin embargo, en Madrid existe un festival de cine germano que cada año presenta películas curiosas. 

Otra curiosidad del filme es que nos hallamos ante un biopic parcial centrado en exclusiva en la niñez de un popular cómico alemán. Esto, además de curioso es muy acertado. Las biografías cinematográficas siempre funcionan mejor cuando se centran en una parte de la experiencia vital de un determinado personaje, que cuando quieren abarcar toda su vida. En el cine, menos es más. 

Por lo demás es una película tan especial como entrañable. Narra la historia de uno de los humoristas más apreciados de Alemania. La infancia de Hape Kerkeling, tal y como cuenta en las memorias en las que se basa la cinta. La acción está situada en la República Federal de los años 60 y 70.


El reparto de la película es tan coral como apreciamos en la fotografía superior. Seguramente pocos conozcan a los interpretes. Pero quisiera mencionar al menos a dos de ellos. En primer lugar al niño que debuta con acierto en el cine. Se trata de Julius Weckauf. Nació en una pequeña ciudad del Bajo Rin. Un muchacho que no tenía ninguna experiencia previa ante las cámaras, pero a pesar de ello envió un vídeo suyo y se impuso sobre miles de candidatos gracias a su encanto. Se lo pasó tan bien en el set con el equipo de rodaje que está deseando hacer más películas. Su personaje aborda con fuerza el sufrimiento en la infancia y como el humor supo sacarle de situaciones muy complejas. 

Y es que su madre enfermó con una grave depresión y no pudo hacerse cargo de él por un tiempo. Este papel es interpretado con gran fuerza dramática por la actriz alemana Luise Heyer. Ésta, estudió en la Academia de Música y Teatro de Rostock y se graduó en 2010. Desde entonces, ha aparecido en el Schauspielhaus Dortmund, en 'Espectros' de Ibsen y también en 'Macbeth', 'Bodas de sangre' y 'La ópera de los tres centavos'. Fue elegida Mejor Actriz en la temporada 2012 de este teatro. También apareció en la serie de Netflix 'Dark' y en la serie estadounidense 'Homeland'. Excelente actriz que representa con firmeza el papel de la madre doliente que no puede atender a su hijo. 


En conclusión, Este niño necesita aire fresco es una película muy cuidada y de una bellísima factura técnica. La exquisitez de su dirección de arte con una excelente selección de espacios interiores y exteriores la hacen aún mejor. En cierta manera la cinta es un homenaje a la infancia y al buen humor. En definitiva, hablamos de un curioso y emotivo homenaje en forma de cuento al cómico Hape Kerkeling. 


Nacionalidad: Alemania.

Título original:
Der Junge muss an die frische Luft

Título anglosajón: All about me

Dirección: Caroline Link

Guion: Ruth Toma.
(Libro: Hape Kerkeling)

Música: Niki Reiser

Fotografía: Judith Kaufmann

Reparto: Luise Heyer, Sönke,
Martina Eitner, Diana Amft,
Elena Uhlig, Joachim Król,
Rudolf Kowalski, U. .Werner.